DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI SOBRE LOS ÍNDICES DE POBREZA, RESIDENCIA PRESIDENCIAL DE OLIVOS.
(…)Que después de tener mucho tiempo un INDEC manipulado, que ocultaba la realidad y nos mentía, los argentinos pudimos conocer la verdad sobre la pobreza, y saber cuál era el punto de partida para empezar a reducirla. Como dije, ya más de una vez, esta es mi principal preocupación y prioridad y quiero que juzguen mi presidencia por cómo logramos avanzar en este objetivo.
El año pasado tuvimos la noticia, de que la pobreza descendió casi 4 puntos, un dato positivo, sí, claramente positivo pero todavía teníamos muchísimo trabajo por delante, habíamos logrado un avance importante, pero las cosas – como también lo hemos hablado más de una vez – llevan tiempo y estamos todos comprometidos a no buscar soluciones mágicas, ni tomar atajos.
Hace instantes el INDEC dio a conocer los nuevos datos de pobreza, que bajó de 28,6 a 25,7 y la indigencia también se redujo de manera significativa, pasó de 6,2 por ciento a 4,8 por ciento. Esta baja nos pone contentos, pero también sabemos que todavía falta, que todavía hay argentinos con necesidades y con sueños y aspiraciones por concretar, pero es una noticia que nos da esperanza, porque nos confirma que estamos por buen camino.
Desde que tenemos estadísticas confiables hay 2.700.000 personas, que lograron salir de la pobreza y cerca de 610.000 que dejaron de vivir en la indigencia, 610.000 que pudieron salir de la indigencia.
Y a esto se suman otras noticias, también alentadoras: creció el empleo registrado; creció la actividad económica; creció la industria; creció la construcción de la mano de los créditos hipotecarios y la obra pública. Estas son buenas noticias y estamos en el séptimo trimestre consecutivo de crecimiento y la inflación está bajando y también baja el desempleo. Pero ningún dato económico positivo tiene sentido si detrás de esa cifra no se refleja una vida mejor para los argentinos.
Aunque la Argentina crezca – como está pasando – si no trabajamos juntos no se va a reducir la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. Más allá de cualquier logro, que como sociedad podamos alcanzar, lo único que puede inflarnos el pecho de orgullo es ver que cada día hay un argentino más, que se siente cuidado, que tiene la oportunidad de concretar su proyecto de vida, de vivir en condiciones dignas y de poder elegir en libertad la vida que quiere vivir.
La pobreza es una problemática compleja, que necesita un abordaje multidimensional. Por eso, hoy, me acompañan el director de la ANSES, el ministro de Trabajo, Desarrollo Social y Educación. Y la pobreza no se combate solamente con transferencia de ingreso; los planes sociales no la resuelven por sí solos. Son necesarios, pero no suficientes para proyectar un futuro mejor.
Como lo hemos hablado más de una vez, uno de los pilares fundamentales para construir ese futuro es la educación. Por eso, empezamos a cuidar a los más chicos, porque esos primeros 1.000 días en la vida de nuestros hijos son determinantes. Me refiero a la alimentación, la estimulación, el cuidado de su salud en esa etapa, eso va a tener un impacto directo en la manera en que lleguen a la escuela y en la manera en que la van a transcurrir y poder terminar.
Esa es la misión de los espacios de Primera Infancia, donde los más chicos reciben ese cuidado que necesitan para crecer sanos. Además, en estos espacios de Primera Infancia, las madres pueden ir a trabajar con tranquilidad porque saben que sus hijos se quedan en buenas manos.
Para poder mejorar la educación necesitábamos saber dónde estábamos parados, donde había más dificultades. Por eso la evaluación de la calidad educativa se ha transformado en una política de Estado y con los resultados difíciles, muy difíciles que tuvimos en la primera evaluación “Aprender” tuvimos información, que le pudimos dar a cada escuela, un reporte indicando sus fortalezas y desafíos. Y esa información – como presentamos, hace unos días, con el ministro Finocchiaro – sirvió para que empecemos a mejorar; al menos en una parte: Lengua, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales; nos falta Matemáticas, pero vamos a venir con innovaciones en la enseñanza de Matemáticas.
Y también ampliamos y potenciamos las Becas Progresar para que sea verdaderamente una herramienta que impulse a los jóvenes a terminar sus estudios. Porque lo que viene después de la educación es el trabajo y para salir de la pobreza es necesario tener un trabajo genuino y de calidad.
Durante estos dos años avanzamos mucho y estoy cada vez más convencido que vamos a seguir avanzando y para eso los convoco a seguir trabajando juntos y que estos nuevos datos nos sirvan para confirmar que el camino que emprendimos juntos tienen una meta única y clara: reducir la pobreza. Insisto, una meta única y clara: reducir la pobreza y para eso los necesitamos a todos, los argentinos nos necesitamos a todos, porque sabemos –sin dudas – que juntos somos capaces de hacer cosas maravillosas, como las estamos haciendo.
Muchas gracias a todos por acompañarnos.