PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN SU RECORRIDA POR LA OBRA DEL ARROYO VEGA, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.
Buen día a todos.
Gracias Horacio por invitarme a compartir este momento tan lindo, porque cuando las obras empiezan a tomar dinámica, fuerza, es un momento en el cual a aquellos que tenemos un compromiso con el hacer, una pasión por el hacer nos estimula, realmente nos gratifica.
Y acá me decía el muchacho que es la tercer obra que hacemos juntos, en el Maldonado también estuviste, otra con Techint y esta obra de acá. Nos pasa todo el tiempo, la verdad qué bueno, nos ha pasado ya varias veces que vamos a una obra a inaugurarla o ponerla en marcha y nos dicen “ya trabajamos juntos en tal paso a nivel, trabajamos juntos en tal Metrobus, trabajamos juntos en tal ruta”.
Y esto es lo que necesita la Argentina: muchas obras en marcha; muchas obras que -como decía Horacio- empiecen y terminen en las fechas prometidas; muchas obras que den trabajo mientras se hacen porque -como decía Franco- estamos batiendo récord de trabajadores de la UOCRA en actividad, pero también generan valor cuando se terminan, generan tranquilidad
Y esta obra les va a dar una enorme tranquilidad a los vecinos desde Belgrano hasta Agronomía, si no me equivoco, que van a poder estar tranquilos cuando llueve, que la lluvia va a ser algo más de la vida diaria de cada uno y no va a ser el drama que recuerdo -recuerdan los amigos de la prensa- cuando apenas arrancábamos llenos de alegría y entusiasmo y nos agarró la primera inundación en Pacífico, y la gente cruzaba con el agua por acá, y había un bote; esa famosa conferencia de prensa que me preguntaron cómo íbamos a solucionar el tema, y les dijimos “haciendo una obra con un tuneladora que va a entrar por debajo y hacer un nuevo desagüe, y es una obra que lleva un tiempo”; y me preguntó el periodista: “¿y el año que viene si llueve igual qué va a pasar?”. “Se va a volver a inundar”. “¿Y dentro de dos años?”. “Se va a volver a inundar”. “¿Y dentro de tres?”. “Se va a volver a inundar” -A esa altura estaban todos muertos ellos cuando yo decía yo todo esto-. Y le digo: “pero en tres años y medio la obra se va a terminar, y ahí va a ser otra realidad para siempre”. Y eso es lo que pasó con el Maldonado y eso es lo que va a pasar con esta obra.
Y eso es lo que está pasando con muchas otras obras, porque lamentablemente esto que vivimos en la Ciudad de Buenos Aires no es una casualidad, es una causalidad que tiene que ver con el cambio climático, tiene que ver con décadas y décadas donde el mundo entero no cuidó el medio ambiente. Pero por suerte ahora hemos tomado consciencia de que tenemos que tener una actitud y una cooperación conjunta de todos para cuidar el medio ambiente, porque esto que pasa en Buenos Aires les pasa a los pampeanos, les pasa a los entrerrianos, les pasa a los cordobeses, hay inundaciones por todo el país; y después vienen sequías. Entonces estamos haciendo obras por todo el país para tratar de mitigar los efectos de la inundación y además empezar a retener el agua, porque el agua es algo muy valioso, entonces si la podemos retener después la podemos usar para producir más aunque no tengamos lluvias.
Pero no solo se trata de obras y mitigar: el cambio climático, como también está haciendo la Ciudad de Buenos Aires, tiene que ver con un compromiso y un comportamiento de todos. Hace muy poco dentro del G 20, -que es esta gran reunión donde van a venir los líderes de los países más importantes del mundo en noviembre acá a la Ciudad de Buenos Aires, y vamos teniendo reuniones anticipatorias por temas- la semana pasada vinieron a tratar el tema del cambio climático, energías renovables y eficiencia energética. Energías renovables son esos grandes molinos que están viajando por todo el país y que se van a instalar, y con los buenos vientos que tenemos van a generar energía, esa energía no contamina; igual que los paneles solares que estamos llevando al norte, a grandes alturas, que van a generar energía a partir del sol. Esa energía esperamos represente el 20 por ciento del total de nuestra oferta energética en pocos años, y seguiremos avanzando, porque esa energía no contamina.
Pero también -como lo hemos hablado más de una vez- todos los argentinos podemos ayudar a que el cambio climático nos afecte menos, por ejemplo usando el aire acondicionado a 24 grados, que es algo simple, elemental: a 24 grados consume muchísima menos energía; apagando la luz cuando no la usamos; cerrando la canilla del agua cuando no la necesitamos; reciclando la basura -cosa que hacemos en la Ciudad ya hace tiempo-; o con el detalle de las bolsitas de plástico que funcionó: ya no hay más bolsitas de plástico en la Ciudad de Buenos Aires, parecía imposible que los supermercados no entregasen bolsitas de plástico y fue posible. Este es el nivel de participación que necesitamos de todos para realmente enfrentar este tema que es dramático, porque todas esas inundaciones que hoy quedaron en el pasado en la Ciudad de Buenos Airees significaban la pérdida de una vida de trabajo, de una vida de ahorro para mucha gente, para muchos comercios, y es una situación realmente muy difícil de después poder solucionar.
Y me alegro también que la participación ha llevado a que los vecinos votaron ponerle a la tuneladora “Elisa Bachofen”, la primera ingeniera no solo de Argentina sino de América Latina, 1917 -es la ventaja de tener a alguien que ya había nacido en esa época, muchas gracias Franco, querido (Risas)-. Yo también como 50 o 70 años después, cuando estudié ingeniería, también había un sola mujer en mi clase, y ahora está lleno de mujeres que se dedican a las ingenierías, y realmente es algo muy buen, muy bueno porque necesitamos muchos ingenieros para construir el país que soñamos.
Así que feliz de estar acá compartiendo este momento, felicitaciones a todos muchachos por la obra que están llevando adelante, y que nos sigamos encontrando después que terminemos esta en otra, porque hay muchas cosas por hacer, muchas cosas por construir.
Felicitaciones y muchas gracias por haberme invitado. (APLAUSOS)