PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN EL ACTO CONMEMORATIVO DEL 50° ANIVERSARIO DE LA CRECIÓN DEL INDEC
Buenos días a todos.
La verdad que lindo que estemos todos reunidos para este momento del INDEC y que lindo, Jorge, que hayan elegido este teatro y esta sala porque me recuerda mucho los ocho años de trabajo como Jefe de Gobierno, trabajamos muchos para recuperar el esplendor del teatro San Martín.
Pero también tenemos que darnos cuenta que hoy es mucho más que medio siglo lo que estamos festejando, porque el INDEC por todo lo que vivió, y que Jorge relató, se transformó finalmente en un símbolo del “sí se puede”, en que sí, realmente, nosotros podemos cambiar cosas profundas para mejorar. Y como bien lo dijiste vos Jorge, pasamos de la oscuridad a la transparencia; que se puede hacer de la verdad una constante, y no que la verdad se transforme en una variable que se ajusta según quién la mire; que se pueden construir vínculos desde la confianza. Y la transformación del INDEC fue un gran punto de partida, porque solo si conocemos la realidad vamos a poder hacer algo para cambiarla. La verdad nos permite tomar mejores decisiones, es la base para lograr cualquier transformación que nos propongamos
Y decir la verdad también es respetar a los argentinos, porque gobernar sin estadísticas -lo hemos escuchado muchas veces- es como volar un avión con el instrumental roto. Por eso en estos dos años el INDEC ha hecho un gran trabajo en revisar los procesos, capacitar a los equipos, para cumplir con su función verdadera de darnos cifras reales.
Y ahora, gracias a que tenemos estadísticas confiables, podemos saber con certeza que nuestro país está creciendo, y eso es una buena noticia, pero todavía hay casi un tercio de la población viviendo en la pobreza. También sabemos que la cifra empezó a bajar, y eso nos da energía, nos impulsa a seguir trabajando para llegar a cada una de esas personas que están esperando su oportunidad. Detrás de cada medición bien hecha está el reconocimiento del trabajo de cada argentino, de lo que necesita para mantener a sus hijos; o el éxito de cada pyme que logra exportar; está la herramienta para poder ayudar a cada persona que quiere salir adelante.
Como decías, este INDEC este año está por primera vez haciendo un Censo Agropecuario, un sector tan importante que recién ahora vamos a poder, como Estado, mejorar las políticas para impulsar el sector. Y después de dieciséis años de no contar con datos confiables, los productores agropecuarios van a poder tener la información valiosa que a ellos les ayude a mejorar su productividad, y si ellos mejoran su productividad son mejores oportunidades para todos los argentinos.
Los números no son solamente cifras en un papel o un gráfico, necesitamos estadísticas públicas transparentes porque también, con ellas, cada organismo del Estado va a hacer su parte que le toca con responsabilidad. Y para eso necesitamos un INDEC independiente y fuerte, para que los ciudadanos puedan pedir explicaciones cuando las cosas no funcionan. En democracia la rendición de cuentas es fundamental; y quiero repetir esto: la rendición de cuentas es fundamental.
Y para que esa rendición de cuentas funcione en la práctica, el INDEC tiene que ser cada vez más ágil, más moderno, como vos decías Jorge, un INDEC del siglo XXI, que incorpore más tecnología, que ya lo están haciendo con la digitalización y también con la tablets, que también ayudan en acelerar el relevamiento de datos. Y esperamos que el próximo censo, con toda esta incorporación de tecnología y con información aún más precisa, lo vamos a hacer en seis menos -me han prometido-, que es como la mitad del tiempo. Y eso que aclaró Jorge es fundamental: eso nos va a liberar más tiempo para hacer otros censos, como el agropecuario y muchos más, porque cuanto más información tengamos, más vamos a poder saber cuál es el rumbo.
Y el otro punto importante que mencionaste, que además de la digitalización necesitamos la profesionalización de los equipos técnicos, es un punto central para tener un INDEC más fuerte. Cuando llegamos a Gobierno solo el 30 por ciento del personal del Instituto había terminado sus estudios, hoy esa cifra subió a 44 por ciento, y eso gracias a una ambicioso programa de capacitaciones y becas que lo que busca es mejorar día a día el trabajo.
Por eso quiero felicitar a todos y cada uno de los que en estos dos años se dedicaron a hacer del INDEC una pieza elemental de cambio, una pieza fundamental del compromiso con la verdad y la transparencia.
La semana pasada ustedes saben que estuve de viaje, y pude comprobar en Davos, en Francia y en Rusia lo fundamental que es la credibilidad del INDEC, es clave en nuestro plan de integrarnos de manera inteligente en el mundo. Y con alegría veo que hoy los gobiernos y las empresas creen de nuevo en nuestras estadísticas, y eso es la base para que esencialmente crean en nosotros. Y eso es coherente con la presencia que tenemos hoy de tantos expertos internacionales: gracias por acompañarnos y gracias por haber colaborado en estos dos años de trabajo arduo.
Y para terminar, reiterar una vez más que solo diciéndonos la verdad sobre el presente podemos proyectar un futuro mejor para todos, esto es clave, esto es fundamental, esto ha sido mi compromiso central para con todos los argentinos: decirnos la verdad, porque desde la verdad vamos a construir grandes cosas, porque por suerte -como no me canso de decirlo y contarle al mundo cada vez que viajo representándolos- tenemos talento, tenemos capacidad y, lo más importante, es que hoy tenemos la convicción de que trabajando juntos y diciéndonos la verdad vamos a construir el país que tanto soñamos y que realmente nos merecemos.
Felicitaciones a todos por este trabajo y dentro de cincuenta años espero que me inviten de vuelta. Gracias. (APLAUSOS)