PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA PRESENTACIÓN DEL PLAN NACIONAL DE ACCIONES SOBRE DERECHOS HUMANOS, EN EL MUSEO DE CASA ROSADA
Buenos días a todos.
Ya pasaron dos años desde ese día que pusimos manos a la obra y empezamos a construir esa Argentina que tanto soñábamos, una Argentina grande, llena de oportunidades; una Argentina justa que no dejara a nadie atrás, en la que cada argentino tuviera la posibilidad de crecer y desarrollarse.
Los argentinos entendimos que para hacer la realidad, para pasar del sueño a lo concreto, teníamos que trabajar juntos. En ese camino estamos avanzando, logrando consensos sin dejar de lado nuestras diferencias, pero entendiendo que en la diversidad crecen las ideas, y que si nos ponemos de acuerdo podemos lograr que a todos nos vaya mejor, a todos.
Hoy estoy acá porque creo en un Estado que genere las condiciones para que cada persona, viva donde viva, tenga la edad que tenga, pueda elegir cómo vivir, pueda desarrollarse en libertad. Creo en el enorme potencial igualador de la educación; creo en el poder del diálogo y en la fuerza de los argentinos; y creo que la pobreza es inaceptable, sí, es inaceptable.
Hoy estamos dando un paso histórico, como decía Claudio, presentamos el primer Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos del Estado argentino; como también dijo Claudio, una hoja de ruta para un nuevo paradigma que es el resultado de escuchar ideas y recomendaciones de organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y comités que se especializan en la materia, y que nos va a guiar hacia las metas que queremos alcanzar para hacer esa Argentina de la que les hablo.
Son 243 compromisos prioritarios, una política de Estado que forma parte de los 100 objetivos prioritarios de este Gobierno, que enfrenta los desafíos de esta era a través de toda las áreas, y está en consonancia con los tres ejes principales de nuestra gestión: reducir la pobreza, combatir el narcotráfico y unir a los argentinos. Esos ejes que guían nuestras acciones y que nacieron de un profundo respeto por un valor que es común y universal: el respeto a los derechos humanos.
Como saben, nuestro país es un Estado miembro de las Naciones Unidas, y como tal en el 2015 dio su compromiso para cumplir con los objetivos de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Un conjunto de objetivos globales que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.
Desde 1993, o sea hace veinticuatro años, los organismos internacionales le vienen pidiendo a nuestro país la puesta en marcha de este plan, sin embargo hasta ahora la Argentina no había dado una respuesta a este pedido. Durante años nuestro país no encontró el camino que nos pusiera a la altura de lo que el mundo nos venía reclamando. Pero hoy vivimos un tiempo diferente, elegimos cambiar, estamos integrados en el mundo decididos a cumplir con nuestros compromisos.
Este domingo participé de la apertura de la Conferencia de la OMC, un hecho histórico para la Argentina y también para Sudamérica, porque es la primera vez que se reúne en nuestra región. Una gran oportunidad para fomentar el comercio internacional e impulsar el desarrollo de más argentinos.
Estamos en un mundo que cambia vertiginosamente y que nos desafía a estar a la altura de los tiempos, y queremos ser parte de esta sociedad global. Las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, incluidas en este plan, así como las políticas reparatorias, todos los derechos de inclusión, de no discriminación y de igualdad, están garantizados y son un sello distintivo de las políticas públicas del Estado argentino.
Estos son derechos humanos que debemos avalar y proteger, pero sabemos que no son los únicos: en este siglo recibir una educación de calidad, tener las mismas oportunidades que los demás, contar con agua potable y cloacas, con energía que no contamine, hacer ciudades y comunidades sostenibles, que sea delito atentar contra el ambiente, son algunos de los desafíos que tenemos por delante. Y tenemos que profundizar este trabajo, porque así vamos a seguir profundizando el respeto por los derechos humamos. Y como les digo en todos los campos de la vida: tenemos que hacerlo juntos.
Estas grandes metas exigen que cada uno haga su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, ustedes, porque los derechos humanos son un compromiso de todos los argentinos, de todos y de cada uno de nosotros, por eso la lucha por la defensa de los derechos humanos es una tarea continua. Y como lo digo una y otra vez –y nunca me cansaré- : creo profundamente en los argentinos, en nuestra capacidad de cambiar para mejorar, confío en que juntos vamos a avanzar en este camino apasionante.
Por eso quiero decirles muchas gracias por todo lo que hemos logrado, por esta hoja de ruta, y los convoco a seguir trabajando por una Argentina que nos incluya a todos.
Muchas gracias a todos. (APLAUSOS)