EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA CEREMONIA DE LANZAMIENTO DE LA PRESIDENCIA ARGENTINA DEL G-20, EN CCK, CABA
Buenos días, buenos días a todos: quiero comenzar agradeciendo la generosidad de las palabras y el apoyo de estos tres líderes que hemos escuchado, tres líderes de los más importantes del siglo XXI y también aprovecho para agradecerles a todos los países que nos han manifestado su apoyo, nos han dado su apoyo, en la búsqueda del submarino ARA San Juan, que aún continúa. Así que creo que entre todos de muestra del agradecimiento y el afecto hacia todos ellos les pido que le demos su aplauso. (APLAUSOS).
Ahora sí les quiero agradecer que estén acá, que estamos compartiendo lo que es un día histórico para los argentinos: estamos asumiendo la presidencia del G-20 – que como explicaba Marcos – es el foro más relevante de la gobernancia económico mundial. Todo este año de trabajo culmina en una Cumbre, que por primera vez sucederá, en América latina, en América del Sur y reunirá a Jefes de Estado y de Gobierno de más de 20 de las economías más gravitantes para avanzar en la coordinación de temas que hacen a nuestros día a día y que necesitamos para desarrollarnos.
Y como pasará en unos días, con la Conferencia Ministerial de la OMC, estamos poniendo a la Argentina en un lugar relevante en el mundo, un mundo al que le inspiramos confianza. ¿Y por qué le inspiramos confianza? Porque ven que estamos por el camino correcto, un mundo al que vemos como una oportunidad para crecer y desarrollarnos y queremos ser la expresión de toda una región, no sólo de nuestro país. Por eso vamos a poner en el centro del G-20 las aspiraciones y preocupaciones de esta región en desarrollo, que está ansiosa por nuevas oportunidades.
Vamos a mostrar que podemos sumarnos a una conversación global, sin alzar la voz enojados, pero tampoco sin seguir pasivamente los intereses de otros; nuestra mirada, desde el Sur, en el siglo XXI, puede ser un puente en la diversidad y el desafío es estar a la altura de estos eventos, es generar las condiciones para lograr una discusión amplia y plural.
Por eso la presencia de ustedes acá es una invitación a ser protagonistas de nuestra inserción inteligente al mundo. Con inserción inteligente me refiero a poder expresar nuestra identidad democrática y multilateral, aprovechar las oportunidades globales para incrementar el empleo, la inversión, las exportaciones; elevar la calidad de nuestra educación, de nuestra ciencia y, por supuesto, vivir más seguros.
Por suerte somos un país con una identidad plural, la diversidad está en nuestro ADN y se sustenta en nuestra tradición de paz y convivencia pacífica. Nuestro lenguaje es el de justicia y el consenso. Nuestra diplomacia se basa en el poder de la norma, no en la norma del poder. Tenemos vocación para mejorar la calidad de vida de nuestra gente, pero sin dañar la calidad de vida de otros pueblos.
Gran parte de lo que estamos haciendo para el G-20 está pensando en función de la gran meta nacional, de mi gran compromiso como Presidente: reducir la pobreza. Nuestra visión para el G-20 es la de un grupo de países que cooperan para generar crecimiento inclusivo. Por todo esto hemos decidido que el lema de nuestra presidencia sea: “Construyendo consensos para un desarrollo equitativo y sostenible”. (APLAUSOS). Vamos a liderar el G-20 con las necesidades de la gente en primer plano, con un enfoque de equidad y sostenibilidad.
En la crisis del 2008, el G-20 demostró ser muy efectivo e impidió una depresión internacional y además fortaleció la arquitectura financiera. Hoy no estamos en el mismo escenario, el crecimiento es firme, aunque debemos tener un optimismo cauteloso, diría yo. Porque ese crecimiento no ha beneficiado a todos y esto ha socavado la confianza de muchos en la globalización, lo decía el primer ministro Abe, hace un instante, en su mensaje. Por eso la desigualdad es un recordatorio cotidiano que nos impulsa a hacer más para que el crecimiento les llegue de verdad a todos.
Nuestra presidencia construirá sobre los acuerdos alcanzados en Hamburgo, a los que se refería la canciller Merkel, y estamos poniendo prioridades sobre las que creemos existe un interés compartido. La Argentina va a proponer una agenda, enfocada en tres ejes claves: el futuro del trabajo; la infraestructura para el desarrollo y un futuro alimentario sostenible.
El futuro del trabajo apunta a liberar todo el potencial de las personas. Todos sabemos, la tecnología está cambiando los procesos de producción a una velocidad nunca vista lo que ofrece oportunidades y también desafíos. Queremos asegurar que la adopción de los cambios tecnológicos no genere exclusión ni reacciones adversas. Para eso es claro que la educación está en el centro del debate. Hay que hacer que la nueva ola de avance tecnológico sea la más inclusiva posible y eso va a requerir una gran inversión en capacitación y también en actualización de habilidades para la vida y el trabajo. Ahora, es el momento de forjar las oportunidades…oportunidades y habilidades que preparan a nuestra gente para el cambio y lo tenemos que hacer como lo estamos haciendo, en la Argentina, creando consensos básicos; consolidando la cultura del acuerdo, el diálogo con trabajadores, empresarios y sector público.
La infraestructura: estamos todos convencidos que la infraestructura es crucial para el desarrollo, invertir en ella impulsa el crecimiento y la productividad y provee el acceso físico y digital para aprovechar las oportunidades del futuro. Por eso, movilizar la inversión privada es fundamental para cerrar esta gran brecha global, que tenemos hoy.
En el país estamos impulsando el plan de infraestructura más ambicioso de nuestra historia. Y por eso, en el G-20 buscaremos desarrollar la infraestructura como una nueva clase de activos, que permita canalizar los ahorros de hoy hacía el transporte, los servicios sanitarios, la energía, la conectividad, que harán de cada persona del presente un ciudadano global y trabajador del futuro.
Un futuro alimentario sostenible es un interés compartido por todos. Y ahí la Argentina con orgullo, al ser productor de alimentos para más de 400 millones de personas, está lista para hacer su aporte. Pero también sabemos que los suelos son el medio natural en el que se producen la mayor parte de los alimentos, que son necesarios para la seguridad alimentaria y la salud humana, pero al ser un recurso limitado y no renovable su preservación es crucial. Y ahí es donde creo que también el G-20 puede proporcionar la combinación necesaria para fomentar una mayor colaboración pública y privada y crear un futuro alimentario sostenible.
Para darle un marco de continuidad al trabajo del G-20, nos vamos a apoyar en el legado de las presidencias anteriores. Vamos a profundizar el trabajo, en materia de igualdad de géneros, lucha contra la corrupción, fortalecimiento de la gobernanza financiera, cuidado del medioambiente y algunas cosas más también.
Hoy damos comienzo a un período de trabajo muy intenso, que servirá para contarle al mundo sobre la Argentina y a la Argentina sobre el mundo, es uno de los mayores desafíos de nuestra historia. Vamos a liderar el G-20 con el espíritu de ser un mediador de buena fe, pero todos sabemos – y por eso los hemos convocado – que la presidencia argentina del G-20 será un éxito sólo si trabajamos todos juntos. Como dijo el Jefe de Gabinete, todos juntos en equipo. Por eso estamos acá y los invito a poner todo nuestro esfuerzo y talento para lograrlo. Si lo hacemos juntos va a ser realmente un éxito y tal vez un antes y un después en la historia de nuestro país.
Muchas gracias a todos. (APLAUSOS).