PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN SU VISITA A LA PLANTA DE VOLKSWAGEN, EN GENERAL PACHECO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Buenos días. Qué lindo que me hayan invitado a compartir un día tan importante para la familia Volkswagen, esta gran familia que es Volkswagen en la Argentina.
Un día de buenas noticias, todos realmente siempre necesitamos buenas noticias, pero Pablo por ahí necesitaba más, porque tuvo una semana dura con River, y esto le viene a compensar con una buena noticia. Pero todo pasa en la vida, como yo decía cuando era presidente de Boca, el fútbol es como una calesita, una vez le toca a uno, otra vez le toca a otro.
Pero volviendo al tema del día –porque me prometí no hablar de fútbol esta semana- : La verdad que me pone muy orgulloso cada vez que hay gente que decide apostar a nosotros, porque esta inversión significa que un montón de personas en Alemania, muy preparadas, muy inteligentes, evaluaron distintos países, distintas posibilidades, y decidieron decir “vamos a volver a invertir en Argentina”. Y lo hicieron por ustedes, por lo que ustedes son capaces de hacer. Y esto -como decía María Eugenia- le da la oportunidad que a muchas familias argentinas les cambie la vida, porque va a haber un nuevo trabajador de Volkswagen que va a pertenecer a esa familia, y que a esa familia le va a dar orgullo, le va a dar orgullo saber que su hijo, o que su marido, o que su padre, es parte de una empresa seria, donde se trabaja, donde se mejora, donde se evoluciona.
La verdad que para eso estamos acá, para demostrarnos entre nosotros mismos que este es el camino, el camino del no atajo, el camino de hacer nuestro mejor esfuerzo para que todos los días estemos un poco mejor. Así que gracias, en serio, por haberme dado esta oportunidad de compartir este día con ustedes.
Justo ayer acabo de regresar de Estados Unidos. La primera parte fue dura porque fui a homenajear, a despedir a esos cinco argentinos-rosarinos, de acá cerca, que se fueron llenos de alegría y de ilusión a festejar que cumplían treinta años de egresados del mismo colegio, a hacer algo que hacemos mucho los argentinos, y nos llena de orgullo, que es un culto de la amistad, nosotros somos amigueros, nos gusta estar con nuestros amigos, nos gusta compartir la chance de la rivalidad del fútbol, del club, de las cartas, de un asado, de lo que sea, siempre encontramos una excusa para reunirnos con nuestros amigos. Y ellos se fueron ahí, llenos de ilusiones, a rencontrarse con algunos que estaban viviendo en Estados Unidos, y otro cruel, cobarde ataque del terrorismo les cambió la vida, no a ellos que ya no están más, sino que a sus familias, porque hay quince nenitos que se quedaron sin padres. A mí me tocó hablar con la mujer de uno de ellos y fue terrible. Les dijimos gracias por lo que nos dieron y les prometimos seguir trabajando todos juntos para, primero, demostrarle al terrorismo que no nos van a parar, que creemos en una vida en la cual convivamos en paz y donde el trabajo nos reúna, la amistad nos reúna, y no la violencia.
Pero después pasé a hacer lo que también les comentó María Eugenia: ir a ver a un montón de gente importante ahí en Estados Unidos, que tiene que tomar decisiones de invertir, de financiar, y para hablarles de ustedes, hablarles de lo que ustedes son capaces de hacer, de lo que estamos haciendo, de que hemos decidido realmente un cambio profundo, un cambio que reconoce que hemos aprendido de nuestros errores, y que no los vamos a volver a repetir; y que nos vamos alejar de cualquier tipo de incumplimiento, de trampa, de estafa, porque nos cansamos de eso y nos dimos cuenta que eso nos llevó a que tengamos al 28 por ciento de los argentinos en la pobreza; y que realmente queremos ser parte del mundo, y que sabemos que es un desafío pero no tenemos miedo. Y la verdad que el interés era enorme, era enorme.
Y también les dije que habíamos recuperado una herramienta fundamental para nuestro futuro, que es la capacidad de dialogar, es sentarnos alrededor de una mesa y escucharnos, entender que así se puede aprender del otro, que vale la pena tratar de ponerse en el lugar del otro. Y viajé con gobernadores de otros partido políticos, diputados de otros partido políticos, para decirles: esta vez estamos todos juntos en cumplir, en crear bases sólidas para que la Argentina pueda crecer no tres, cuatro, cinco años, sino veinte años seguidos, porque eso es lo que va a permitir que todos los argentinos tengan una oportunidad, y que la clase media pueda proyectar, pueda saber hacia dónde va.
Esa herramienta es la que nos permite estar hoy acá, porque hace un año y medio nos sentamos el Gobierno Nacional, los gremios, las empresas, las provincias, y dijimos cómo hacemos para fortalecer algo importante que tiene la Argentina, que es la industria automotriz. Y ahí acordamos el “plan un millón de automóviles”, y después sacamos una Ley Autopartista que espera potenciar y aumentar la integración en los coches, y eso va siempre en la misma dirección: generar más y mejor trabajo. Y después hicimos un acuerdo con Colombia, y seguimos haciendo acuerdos con Brasil, siempre pensando en cómo vender lo que producimos a otras partes del mundo.
Y ahora están llegando los cuarenta autopartistas más importantes del mundo, que esperamos convencerlos a todos a que se instalen a acá y que les den trabajo a colegas como ustedes, para que hagamos más piezas en Argentina para los autos que usamos en Argentina, vendemos en Argentina, y le vamos a vender a Brasil y al mundo.
Y eso está funcionando, es parte de una Argentina que volvió a crecer, por eso estamos batiendo récords: más de 780 mil autos vendidos llevamos al día de hoy; y lo más importante: récord en camiones. Eso significa que la producción se está moviendo, que la construcción se está moviendo; y esto nos ratifica que hemos tomado el camino correcto, que tenemos que redoblar el esfuerzo.
Esto que hablábamos ayer con los gobernadores cuando nos reunimos, tenemos que demostrarle a todos los argentinos que, como responsables, vamos a mejorar la forma en que administramos los recursos, su presente y su futuro; cómo logramos bajar los impuestos, cómo logramos simplificarles la vida, que no haya tantos trámites, tantas trabas, que dan lugar a tantos manejos oscuros, claramente, tanta corrupción. Y liberar la capacidad y la energía de lo que podemos emprender; y sin miedos. Porque lo que estamos construyendo -como dijo María Eugenia- es confianza, que es una herramienta invisible pero que recorre una sociedad; y cuando esa confianza se agiganta todo se acelera, esa esperanza se transforma en cosas concretas. Y cuando hay confianza hay más crédito, entonces no hay solo crédito hipotecario para que muchas familias lleguen a su casa propia, sino que hay créditos para los pymes, que tienen que crecer, y las medianas, y las grandes. Y eso es empleo, empleo, empleo, y más empleo y mejor empleo para todos los argentinos.
Por eso es tan importante decir la verdad, es tan importante cumplir con la ley, y que no haya algunos privilegiados que puedan hacer cualquier cosa, sino que la ley sea la misma para todos; y que nos alejemos de los comportamientos mafiosos. Que nos sentemos con las manos limpias en una mesa y acordemos cómo cada uno va a hacer las cosas mejor; acordemos cómo vamos a hacer las autopistas que nos faltan, los trenes que nos faltan, los puertos, los aeropuertos, la energía, para que lo que ustedes producen llegue de un lado al otro con un costo más barato. Eso ayuda a que haya más fábricas, a que haya más trabajo.
Este es el camino, y sin miedo a ser parte del mundo, es un desafío el mundo, claramente, y la revolución tecnológica viene, pero lo que hay que hacer es capacitarnos más, no vamos a parar la tecnología, la tecnología llega. Nuestros chicos desde chiquitos con un dedito hace una cantidad de cosas que los más grandes todavía no entendemos cómo las hacen. Entonces lo que hay que hacer es animarse a ser parte de eso, de esos trabajos que vienen, pero siempre juntos. El secreto es “siempre juntos”, sin querer sacarle ventaja al que tenemos al lado sino sintiéndonos parte de un mismo equipo.
Gracias a todos por lo que hemos logrado, pero sabiendo que tenemos que estar comprometidos todos a lograr cosas mucho mejores y más importantes, para que todos cada día nos sintamos más orgullosos de lo que hacemos y, sobre todo, de ser argentinos. Muchas gracias a todos.