PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN EL LANZAMIENTO DE LAS SOCIEDADES POR ACCIONES SIMPLIFICADAS, EN LA USINA DEL ARTE, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
Buenos días a todos.
Qué alegría encontrarnos en este edificio, que para mí es tal vez lo más especial, lo más distinto que hicimos en nuestros años en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ¿no, Horacio? Porque más allá de todo este un edificio que inspira, no sé cuántos vinieron hoy por primera vez a la Usina, a ver, levanten la mano; un montón, ya valió la pena, ¿no?, valió la pena por conocer este edificio. Es realmente muy lindo, porque aparte es una idea de innovación argentina, hecha con la austeridad de que no nos sobraba, y la verdad que es un orgullo.
Me acuerdo cuando vino de visita el Alcalde de París –no me acuerdo el nombre de él-; le pusimos una mesa acá para almorzar, (vieron que los franceses siempre creen que tienen lo mejor del mundo), entonces entró y me dijo –yo no entendía francés, él no hablaba inglés, con lo cual era un diálogo limitado- “es igual que él no sé cuánto que tenemos en Francia, que reciclamos”. Yo me dije: “a este lo voy a matar”. Dejé que almorzásemos tranquilos, y después fui y abrí la puertita esa, que no sé si ya se asomaron y vieron el auditorio, y cuando el tipo entró al auditorio dijo “superior, superior”. Ahí me dije que si este tipo dice que es superior a lo que tienen ellos hicimos algo realmente bueno. (Risas)
Pero la verdad que siempre este lugar se terminó transformando en un lugar que inspira, generador de ideas, de innovación, algo que está por toda la Argentina, por suerte la Argentina es un país al que lo habita gente muy emprendedora, innovadora, debe tener que ver, yo siempre lo digo, con nuestros orígenes, que hemos venido de todas partes del mundo, nuestros padres vienen de los lugares más diversos del planeta, por más una mayoría sean italianos y españoles. Además hoy en el mundo está esa capacidad, porque hay argentinos dirigiendo cosas importantes por todos partes, y el desafío es lograr que lo hagan acá, que cada vez seamos más los que nos quedemos acá, porque en este lugar se puede, se puede trabajar, se puede desarrollar, se puede soñar y llevarlo adelante. Y porque si logramos transformar ese sueño en realidad, hay otros que van a ser parte de ese sueño, y ahí se le abre la puerta a muchísimos argentinos más para que puedan crecer, ser protagonistas, sentirse parte de una Argentina que crece, que avanza, que le da un lugar de dignidad.
Y esa generación es la que nos lleva a la principal tarea que hemos asumido, que es reducir la pobreza, y la pobreza se reduce con mejor educación y buenos empleos, y el mundo marca que los futuros empleos mayoritariamente van a ser generados por los nuevos emprendimientos.
Ahí es donde nos hemos comprometido como Gobierno desde el primer día, primero desde la Ciudad con las limitaciones que teníamos, ahora todos trabajando en equipo, para facilitar, para remover todos esos obstáculos absurdos que se han ido creando a partir de una sociedad que siempre desconfió, que siempre se atrincheró en la especulación en vez de dar rienda suelta a la creación.
Yo siempre digo que el trabajo nuestro en la política es como el canchero del fútbol, es el que corta el pasto, pinta las rayas, pone los arcos, y ustedes son los que tienen que meter los goles. Nuestra tarea es que la cancha esté bien, y eso significa remover y simplificar millones de cosas que nos traban todos los días.
Por eso impulsamos primero la Ley Pyme, que son más de 850 mil empresas pyme que están queriendo crecer, y lo hicimos simplificando trámites, reduciendo impuestos, acercándolos al financiamiento, que un país de inestabilidad desde siempre lo que fue matando es la posibilidad de financiar, porque esas inestabilidades obviamente han llevado a la pérdida de confianza, entonces de vuelta, todos a la defensiva, no confío, no te presto, no apuesto a que vos puedas crecer, desarrollarte y repagar ese préstamo.
Y después la Ley de Emprendedores, que tiene la SAS, que es la que nos reúne hoy, que logra que lo que también demoraba meses para que yo pueda tener un instrumento legal, un marco legal, hoy se hace en unas poquitas horas. Recién estaba con Gisella y con el “tucumano” Gonzalo, que me dice que entró si creer, porque claro, tenemos que vencer eso; él entró y dijo: “¿dónde está la trampa?”; se metió, metió sus datos, y cuando a las 24 horas le llegó el mail diciendo “acá tiene su CUIT, tiene todo”, no podía creer que era verdad. Y esto es lo bueno, que a medida que lo vamos logrando empezamos a creer que lo podemos hacer, que esto va en serio.
Otra cosa importante que tenemos que destacar es que fue un enorme trabajo en equipo. Ahora esto que se hace en unos instantes, para lograrlo tuvimos que demoler prejuicios, historias, trabas y situaciones dentro de lo que es el Estado, y no solo el Ministerio de la Producción, el de Justicia, Modernización, tuvimos que sentarnos con el señor Abad de la AFIP, que está ahí, que con esa cara decía: “vamos a hacerlo”, con esa cara de serio; es serio, es muy serio. Pero por suerte él también entiende la importancia de innovar y de modernizarnos, y que estamos en un siglo que nos desafía, en un mundo globalizado que a la vez que te desafía es un mundo de oportunidades, y que si hacemos estas cosas realmente podemos adelantar, avanzar, recuperar muchísimo del tiempo perdido por estos años de conflictos innecesarios; y esto es algo maravilloso.
El otro día nos visitó el Alcalde de San Pablo, me lo trajo Horacio, y él muy contento dice: “yo logré, con el desastre que teníamos en San Pablo, para crear una sociedad tardábamos meses (ahí lo hace más el municipio), ahora lo logro hacer en un mes”. Y al ratito el colaborador le dijo: “ellos ya lo han logrado hacer en unas poquitas horas”. El tipo se fue medio bajoneado pero sabiendo que va bien; que siga participando el brasilero.
Tenemos muchísimas más cosas por hacer, ¿no es cierto Alberto? Sobre todo con la Aduana, con el SENASA, son organizaciones en las que tenemos que ir avanzando en que faciliten, que no nos traben, que dejen que el campo de juego esté lisito y parejo, porque cada traba, cada demora, lamentablemente la historia nos dice que se transformó en un kiosco que en base a la extorsión resta energía, nos traba, destruye oportunidades.
Por eso es muy importante que se entienda que en esta Argentina en la que nos hemos comprometido todos en trabajar juntos, no hay lugar para comportamientos mafiosos, no hay lugar. (Aplausos)
Yo espero que todos lo entiendan, porque la noticia de estas horas fue un comportamiento mafioso denunciado, que finalmente la Justicia actúa, que todos respaldamos a la Justicia, como corresponde, para que haga respetar la ley, y que tiene que ver con un sindicalista. Pero no es una minoría del sindicalismo con un mal comportamiento que estamos tratando de erradicar, ese mal comportamiento está en todos los sectores. Es fácil como sociedad decir: “¡estos sindicalistas!”, no, primero que no son la mayoría de los sindicalistas, es una minoría, pero aparte miremos en casa, porque eso mismo pasa en un sector del empresariado; eso pasa en los comportamientos que tenemos en todo el sistema de comercio exterior; lo que pasa con los prácticos, por qué tenemos que pagar tres veces más de práctico de lo que se paga en el resto del mundo, si todo eso termina afectando a nuestra vida, terminamos sintiendo que pagamos todo mucho más caro que en otras partes del mundo, y eso afecta a nuestra calidad de vida, reduce nuestras oportunidades. Lo mismo suele pasar en algunas universidades, que hay gente que se cree son dueños de la universidad. (Aplausos)
Entonces todos, jueces, empresarios, sindicalistas, todos tenemos que entender que la Argentina que soñamos la hacemos poniendo lo mejor de cada uno de nosotros, y cuenta, cuenta de verdad que cada uno todos los días se levante pensando “¿cómo me puedo superar, cómo puedo mejorar, cómo puedo hacer lo que hago de una manera que beneficie más a todo el conjunto?”. Esa es la magia de construir una sociedad como la que merecemos y como la que estamos decididos realmente a construir. Y ese elemento fundamental de la verdad, del comportamiento en equipo, es lo que nos va a acercar a mi principal compromiso con todos los argentinos, que es reducir la pobreza.
Yo quiero agradecerles y pedirles una solamente una cosa, en la cual no me pueden fallar: es que jamás renuncien a sus sueños, que jamás dejen de creer en ustedes mismos, esta es la fuerza que tiene la Argentino: los argentinos, sus sueños y que crean en ustedes mismos. (Aplausos)
Muchas gracias por haber venido, un cariño a todos. (Aplausos)