PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN EL ACTO POR EL 162° ANIVERSARIO DE LA BOLSA DE COMERCIO DE BUENOS AIRES, CABA
Buenas tardes a todos, Adelmo, Adelmo: la última vez que vine acá, fue hace cuatro años – Adelmo- oltri tempi, eso es italiano, fue una reunión bastante particular ese día, bastante particular, pero han cambiado muchas cosas. Claramente estamos en otro tiempo, otra época, una época de cambio, la época de cambio, que nos ha dado no sólo un nuevo horizonte - como decía Adelmo- sino una energía vital, un entusiasmo.
Esta mañana estuve en Bahía Blanca, inaugurando una de estas primeras inversiones que comienzan a llegar, que empiezan a generar empleo de calidad. Y no sólo había entusiasmo en los trabajadores, que gracias a la inversión, iban a poder conectar un futuro para sus familias, sino en todos los bahienses, porque saben que, tal vez, Bahía Blanca está destinada a ser una de las ciudades que más va a crecer, debido a su pueblo, a la petroquímica, al agro en general, a los servicios, que se van a poder exportar, pero es mucho más que Bahía Blanca.
El fin de semana fue un momento maravilloso. Yo lo viví, después del maratónico viaje, por Europa y Estados Unidos, y llegué a Jujuy, a Humahuaca y fue como una ola de alegría, de amor, de esperanza. De ahí salimos para Tucumán; llegué a las cuatro de la mañana y a las ocho ya arrancamos y lo mismo se vivía en todas las calles de Tucumán, eternamente la gente reencontrándose.
Y terminé en Buenos Aires disfrutando de lo mismo, con todas esas bandas, que nos visitaron del mundo entero dándonos un momento de alegría también, cada una con su particularidad. Y sobre todo sentí el reencuentro, sentí que nos reencontramos todos en una fecha patria tan importante: el Bicentenario y sin banderías políticas, éramos los argentinos festejando en todas las calles de todo el país, viendo el desfile, después de 18 años, viendo desfilar a nuestros ex combatientes y héroes de Malvinas, por primera vez. (APLAUSOS).
Y siento también que confirmando este nivel de maduración, que hemos adquirido como sociedad, de entender en el Bicentenario, finalmente, qué es lo que significa ser independiente, no es que el país es independiente, o el Estado, es que cada uno de nosotros tiene que asumir ese rol de ciudadano independiente y eso conlleva una enorme responsabilidad, la responsabilidad de encontrar nuestro proyecto, de luchar por ese proyecto. Que definitivamente no buscar más a quiénes echarle la culpa de lo que nos pasa o de lo que nos pasó, tal vez no sólo en esta última década, sino desde hace muchos más es que tuvimos estas costumbres de una nacionalismo autocompasivo, en vez de un nacionalismo activo de decir: “los argentinos sí, nos la bancamos, sabemos que somos capaces y trabajando vamos a salir adelante”. Eso es lo que se transmitió en este Bicentenario, esa convicción de ser definitivamente protagonistas de lo que nos va a pasar y con la convicción de que va a ser algo muy bueno, porque tenemos con qué. Como diría nuestro querido “Bambino” Veira: “la base está”, los argentinos tenemos la base para poder construir el país que soñamos.
Entonces yo también les propuse, ese día tan especial, que caminemos por el camino de la verdad, que es lo que nos une, que es lo que demuestra que respetamos al otro. Y yo sé que tengo que ser el primer en dar el ejemplo, demostrando que respeto a cada uno de ustedes, pero también la verdad tiene que ser algo compartido entre todos los argentinos; no más el atajo, no más la viveza criolla mal entendida. Y también les hablé de la dignidad, pero la dignidad del esfuerzo. Yo tengo una enorme admiración por Frondizi, pero yo cambiaría esa palabra sacrificio, por esfuerzo. Porque el esfuerzo es algo que dignifica, el esfuerzo es el que construye la autoestima en cada uno de nosotros. Porque es eso que lo logramos nosotros, que nadie nos lo regaló y eso es lo que construye nuestra identidad.
Por eso creo que, hoy, están dadas las condiciones para que definitivamente encaremos el desafío de lograr una Argentina con pobreza cero, que es un camino, pero lo importante es que ya lo empezamos a recorrer y sabemos – como decía Adelmo – que hay elementos centrales para lograr eso: uno es la educación y ahí otra vez para transmitirles y reforzar esa esperanza. Nunca había pasado, en Purmamarca, apenas comenzó nuestro gobierno, se reunieron todos los ministros de Educación del país y acordaron una serie de premisas para trabajar en conjunto que desembocaron ayer en un acto histórico, donde muchos de ustedes también estaban. Estaban los ministros de Educación, los rectores de universidad, los gremios docentes, los docentes, las entidades, un salón gigantesco lleno de gente entendiendo que tenemos que comprometernos, de comprometernos con algo tan central que nos aleja de los prejuicios, eso nos permite dialogar más, que nos ayuda a lucha contra el narcotráfico con más educación, que genere esta herramienta única de igualar oportunidades.
Y eso fue fruto del diálogo, del diálogo de estos meses que todos hemos asumido como algo necesario y vital que también, por supuesto, todo eso tiene que desembocar en generar empleos de calidad, que es el camino para que cada familia argentina tenga un futuro mejor.
Y eso viene de la mano de la confianza, porque la confianza trae la inversión. Y eso es lo que tenemos que cimentar todos los días. Por eso la verdad, por eso el esfuerzo, por eso el diálogo, por eso la coherencia, la previsibilidad, por eso tenemos que aceptar y apegarnos a las reglas de juego y no tener que cambiar cuando no nos conviene.
Si uno tiene que ser creíble en la vida, tiene que tener palabras. Y, a veces, cuando uno da la palabra, semanas o meses o después, las circunstancias cambian y por ahí no te conviene lo que acordaste. Pero justamente, si vos querés que esto crezca, que vos tengas otra oportunidad, tenés que cumplir con la palabra que diste.
Y en eso, también estamos viviendo un momento excepcional. Porque el mundo, un mundo que está realmente asediado, comprometido, a pesar de eso, vive este momento la Argentina como un momento que le genera curiosidad, entusiasmo, ganas de participar.
No solo esta gira por Europa y Estados Unidos fue realmente muy, pero muy productiva, también lo fueron las visitas de Primer Ministro Renzi, de Hollande, del presidente Obama, la gira que hizo la Vicepresidenta por el Asia y todos dicen los mismo: “Queremos acompañarlos, queremos ser parte de este cambio de época de la Argentina”. Pero depende de nosotros, ellos no van a poner el rumbo. Somos un país libre, independientes, nosotros tenemos que poner el rumbo para que aquellos que nos quieran acompañar lo puedan hacer.
En eso, claramente, tenemos una necesidad enorme de volver a tener un mercado de capitales a nivel internacional. (APLAUSOS)
No puede ser que toda la capitalización bursátil equivalga solamente a menos del 10 por ciento del PBI, casi un cuarto del de otros países de la región; y que solo el 1 por ciento de los argentinos ahorre en esta institución.
Pero tiene una lógica: nuestras inestabilidades del pasado, nuestra imprevisibilidad, de todo eso de lo que nos tenemos que alejar. Y eso le permitirá, como pedía hoy el presidente de la Bolsa, financiar a nuestras grandes, medianas y pequeñas empresas para que puedan crecer, para que puedan desarrollarse y generar más trabajo, trabajo y trabajo, que es lo que necesitamos para el futuro de nuestra gente.
Por eso, como Gobierno queremos ayudar, no solo escucharlos en todas las propuestas que puedan tener, sino ayudarlos a que se profesionalicen, se capaciten, se mejore la infraestructura.
Claramente, Adelmo, Bima es una gran herramienta, una gran herramienta además federal, es otro de los temas pendientes de la Argentina. Queremos una Argentina federal porque el verdadero desarrollo del país, no está en esta Ciudad, está en cada economía regional.
Por eso el Plan de Infraestructura que hemos impulsado, es para poder conectarnos, para poder vivir en cada rincón del país y que cada argentino tenga esa oportunidad: elegir, que es tan importante para ser feliz. Elegir dónde vivir, en qué trabajar, qué estudiar.
Entonces quiero decirles que es nuestra agenda trabajar en conjunto para recuperar esa herramienta tan importante como es un mercado de capitales.
Pero también les quiero hablar hoy de algo que tiene que ver con este nuevo punto de partida, que es la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Yo creo que tenemos que ser todos parte de este momento, tenemos que sentirnos protagonistas, tenemos que sentirnos, como dijo Adelmo, que todos ponemos el hombro, que todos sinceramos nuestra situación, porque lo que hemos entendido es que el Estado tiene que estar al servicio de la gente, no de la política; que el Estado tiene que estar al servicio y respetar las leyes, con lo cual ya no más vamos a tener que protegernos ni escondernos.
Y esta es la última oportunidad, ¿no es cierto Alberto? Porque si no miren que Alberto los va a encontrar.
Entonces, creo que, sinceramente, además de ayudar a cumplir con nuestros queridos abuelos, que han sido muy mal tratados por el vaciamiento y por este impuesto tan injusto que es el impuesto inflacionario, insisto que es un gran punto de partida.
Nuestro desafío es enorme, es enorme porque debemos ser el país el mundo que tiene la brecha más grande entre lo que somos y lo que podemos ser, es gigantesca. Y porque sabemos que tenemos enorme cantidad de talentos, enorme cantidad de recursos, no solo para ser protagonistas importantes en la seguridad alimentaria, también en la lucha contra el cambio climático y las energías renovables, tenemos nichos industriales importantes, tenemos la capacidad de generar servicios culturales, educativos, de software, de turismo, en la industria audiovisual. Entonces tenemos mucho, mucho por hacer.
Por eso los invito a que todos tengamos la grandeza de saber escucharnos. Porque nadie tiene todas las respuestas, es imposible que así sea. El camino de reconstruir el Estado al servicio de la gente y que funcione con información sobre la cual uno pueda trabajar, no como ahora que intentamos ir lo más rápido posible para llegar a dar solución a aquella gente en situación más vulnerable, pero que estamos como pilotos sin instrumental, tratando de ver de esquivar las tormentas.
Pero se han hecho muchas cosas, en estos meses hemos hecho muchas cosas. Ayer la responsable del Banco Mundial me decía que no podía creer la cantidad de cosas que habíamos hecho en tan poco tiempo.
Pero sabemos que falta muchísimo, muchísimos más.
Por eso les pido grandeza para saberse escuchar, grandeza para trabajar en equipo, entender que vamos por el camino correcto, que tenemos un enorme futuro por delante, que depende de nosotros y ¿saben qué?, yo confío en cada uno de ustedes, sino no estaría acá parado. Si no hubiese creído en que tenemos un enorme futuro, no les hubiese pedido esta responsabilidad de liderarlos.
Porque creo en ustedes, cuento con ustedes, cuento que vamos a ser todos protagonistas de esa Argentina que soñamos.
¡Vamos Argentina!
Muchas gracias. (APLAUSOS)