PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA ASUNCIÓN DE JORGE FAURIE COMO CANCILLER, EN EL SALÓN BLANCO DE CASA ROSADA
Yo voy a interrumpir el juramento en este momento porque no es ni cualquier juramento, ni cualquier despedida.
Justamente quería empezar por eso: cuando yo hace casi dos años le dije a mi equipo que buscase quién era la persona más indicada para esta etapa tan importante que soñábamos empezar a recorrer en nuestro país, vinieron y me dijeron “una señora que se llama Susana Malcorra”. Yo me dije “de algún lado la conozco a esta mujer”, y me acordé que la había visto una sola vez en mi vida empresaria cuando ella estaba en Telecom. Dije: “¿Es tan buena?, “sí, ella tiene realmente un nivel de relaciones en el mundo, es la Jefa de Gabinete de Ban Ki-moon y sería un gran aporte”. Entonces dije: “convóquenla”. Ella se sorprendió y dijo “quiero hablar con el candidato” –porque yo todavía era candidato- y se vino a Buenos Aires por 24 horas, se sentó y me preguntó “¿Por qué yo?” Yo le dije: “porque me dicen que sos la mejor y yo me comprometí con la gente, con los argentinos, a convocar a los mejores porque acá está en juego el futuro del país, el futuro de nuestras familias”. Ella dijo: “la verdad me sorprende que me des esta oportunidad y obviamente presumo que la línea es buscar lo más rápido posible una integración inteligente al mundo”.
Se fue, no tuve muchas percepciones en esos minutos porque es como yo, bastante corta de palabras como ingeniera, porque la parte que ella traía estaba bien, el tema era si íbamos a poder trabajar en equipo, siempre es mi obsesión que podamos convivir y sumar cada uno lo que tiene para dar. La verdad es que fue maravilloso, fue como si hubiésemos trabajado toda una vida juntos, la verdad nos llevamos de primera, conmigo, con Gabi, con Marcos, con todos en general. Realmente fue una experiencia maravillosa por eso es que cuesta esta despedida, pero por suerte la tenemos ya comprometida con este Foro, con este Comité al que nos va a seguir ayudando y aportando, porque la tarea realmente ha sido increíblemente exitosa, en muy poco tiempo la Argentina ha logrado un nivel de visibilidad, de apoyo, de entusiasmo en el mundo que es verdaderamente único en la historia de nuestro país.
Obviamente esto es una parte central de lo que hemos definido como el cambio cultural, entender que la Argentina aislada del mundo no va a realizar sus potencialidades, la Argentina aislada del mundo no va a lograr reducir la pobreza, que es mi principal compromiso como Presidente, ayudar a que cada vez más argentinos salgan de la pobreza porque tienen una oportunidad de ser protagonistas, de hacer su aporte, pero para eso no sólo hay que integrarse al mundo, tienen que venir la Canciller alemana después de doce años, el Presidente de los Estados Unidos, el Presidente de Italia, o recibirnos en todas partes del mundo, como lo han hecho una y otra vez los líderes más importantes, sino que la parte nuestra del cambio cultural central que lo hemos definido como la verdad, la verdad en todo, no sólo en decir cuál es la verdadera inflación o los verdaderos problemas de inseguridad o del narcotráfico, sino la verdad en cada cosa que hacemos todos los días como el atajo a obtener el mejor resultado, y alejándonos definitivamente de creer que los comportamientos mafiosos, el premiar al vivo, al que encuentra el atajo, es el camino, porque ese camino nos trajo a una Argentina con treinta por ciento de argentinos excluidos del sistema, a una Argentina confrontativa, a una Argentina dolorida, tenemos que estar realmente convencidos de lo que estamos haciendo.
Acá lo que estamos tratando de hacer es trazando una raya, entonces aquellos que hayan hecho lo que hayan hecho, si ahora entienden hacia dónde vamos y aceptan estas nuevas reglas, bienvenidos, no queremos seguir en una pelea uno por uno, queremos que entiendan que la Argentina cambió, que los argentinos decidimos algo distinto, y que esto es central porque cuando hablamos que va a ser la tarea de nuestro nuevo Canciller terminar de incorporar a la Argentina a la OCDE, la OCDE significa un montón de reglas que enfocan esto, decir “señores, si estás en este club es porque ya sabemos que no vas a llevarte la plata con la mano, sabemos que no le vas a hacer trampa al sistema, que nos va a ahorrar un montón de tiempo porque el tiempo es escaso, por más que la medicina mejora y la longevidad aumenta, el tiempo siempre es escaso”.
Todo este sistema que hemos hecho los argentinos de premiar la viveza criolla mal entendida nos llevó a perder tiempo y oportunidades, entonces tenemos que enfrentar esas cosas, enfrentar por ejemplo a la mafia de los juicios laborales, eso es algo que hay que enfrentar y terminar porque destruye la generación de empleo futuro, este grupo de estudios laboralistas, que por suerte son una minoría, con un grupo de jueces minoritarios laboralistas conducidos por Recalde, le ha hecho mucho daño a la Argentina, porque sabemos que cuando ellos convencen a un pibe, a un trabajador de una pyme, de que tiene que hacer ese juicio indebido, y se lo hacen ganar porque tienen armadita la cosa para llevarse la mayor parte del juicio ellos, dejan a siete, ocho, diez o doce trabajadores en la calle porque la pyme cierra, y dejan a un montón más de gente sin poder acceder a un trabajo porque aquel que tiene que tomar la decisión tiene miedo a que su esfuerzo se le vaya en uno de estos comportamientos mafiosos.
Creo que hemos hecho un montón y quiero realmente en este punto agradecerle y pedirles a todos un aplauso para Susana. (APLAUASOS). Eso para que no digan que los ingenieros no tenemos sentimientos.
Estamos en un momento único de nuestra historia, no repetible, porque yo estoy acá porque una mayoría decidió desafiar todos los pronósticos, cuando nadie pensaba que esto era posible los argentinos lo hicieron posible, obviamente la mala parte de la historia era que el punto de partida no era arriba de la montaña, era no digo en el fondo del mar pero sí algunos metros debajo del mar. Pero lo bueno es que construir lo que queremos es un camino que nos tiene que contagiar entusiasmo, nos tiene que contagiar alegría, porque de eso se trata la vida, de ser parte de una construcción, ser parte de un desarrollo, eso es lo que hace sentirte feliz. Como esas cuatro chicas que me recibieron en la fábrica que acababan de alquilar en Vicente López, en la parte de Villa Martelli, y habían arrancado con quince metros cuadrados hace once años, y ahora iban a ir por 1.200 con el apoyo del Banco Provincia que las apoyaba, porque ellas decían que a nosotros siempre nos falta balance, tenemos mucho corazón y nos falta balance. Y yo las veía a ellas y se los dije, “es maravilloso que hayan hecho esto porque ustedes no son las mismas que hace once años, ustedes crecieron en la frustración, en el mejorar, en el batallar”. Y eso es lo que yo sueño para los argentinos, que cada uno encuentre ese lugar de donde, al ser protagonistas, les permita crecer, y cuando uno crece naturalmente tiene más generosidad para dar, para aportar, y no se resiente como le pasa a una parte de la sociedad que desde el resentimiento y desde el enojo busca culpables en vez de decir ´busquemos soluciones y no culpables´, que lo llaman la famosa “grieta”.
Yo creo que ahí hay un camino maravilloso de rencuentro que parte de la base de decir que cada uno tiene algo para aportar, no es que una parte de la Argentina va a ser este milagro, lo tenemos que hacer todos juntos, este es el desafío que tenemos, y una parte central sin duda es seguir profundizando nuestra relación con el mundo, seguir entendiendo que integrarnos, animarnos a competir, es algo que nos va a hacer mejorar.
Larguemos los miedos, larguemos la cosa de los prejuicios y creámonos que somos capaces de negociar en términos equitativos, y que lo que aportamos lo podamos cosechar con creces, es lo que he hecho toda mi vida y en una situación de honestidad, insisto, tampoco podemos ir a negociar en base a la mentira, hay que decir la cosas como son, y saber que tenemos mucho para aportar al mundo, mucho, en un mundo lleno de dudas y de conflictos la Argentina hoy se presenta como una oportunidad, pero lo importante es que dejemos de ser la oportunidad para ser la realidad, y ese es el desafío que tenemos por delante.
Y ahí es donde, señor Canciller, con toda su trayectoria en la diplomacia, ha tenido realmente mucho apoyo de todos sus colegas, tiene una tarea doble o triplemente compleja, porque no solo es reemplazar a una canciller como la ingeniera Malcorra sino que en un momento muy especial de la Argentina donde la novedad va pasando y cada vez nos van a demandar más hechos concretos, el desafío de la OCDE, la integración del MERCOSUR, la negociación con la Unión Europea, son todas cosas que van a empezar a poner a prueba si realmente este cambio lo sentimos de verdad, que viene de “acá”, de los dos lugares, este cambio lo hemos decidido sabiendo que hay que entregar algunas cosas que indebidamente algunos acumularon en función de un país como el que soñamos y el que nos merecemos.
Así que perdón escribano porque interrumpí, ahora sigamos con el juramento. Gracias a todos por escucharnos. (APLAUSOS)