PALABRAS DEL PRESIDENTE MAURICIO MACRI, EN LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA NACIONAL DE REPARACIÓN HISTÓRICA PARA JUBILADOS Y PENSIONADOS, EN EL ESPACIO CULTURAL JULIÁN CENTEYA, CABA

Bueno, muchas gracias por acompañarnos hoy, que es un día realmente histórico.

Ustedes saben que cuando me decidí a participar en política, fue con la ilusión de ayudar a que tengamos una Argentina más justa; sentí la necesidad de poner mi granito de arena, lograr que con el trabajo de todos los argentinos podamos ir rescatando a todos de la pobreza, y llevarlos a una Argentina donde todos tengan una oportunidad de salir adelante.

Y hoy les quiero hablar de aquellos que tal vez, más necesitan del Estado, y no pueden esperar; que nos han dado una vida de trabajo, de dedicación, y sienten que no se les ha cumplido y con razón. Me refiero claramente a nuestros jubilados, a nuestros queridos jubilados, que hoy con esta ley, con este instrumento que estamos enviando al Congreso, buscamos reparar años de injusticia.

Porque nos encontramos con muchas situaciones: con jubilados que han reclamado judicialmente, que han ganado su, pero el Estado persiste en buscar cualquier chicana para no pagarles; o aquellos que están en un trámite judicial desde hace años, y también por las mismas razones no avanzan, porque siempre el Estado, durante décadas, ha encontrado otras prioridades a las cuales asignarles los recursos, y no cumplirles a ustedes.

Y yo cuando los miro a ustedes, ayer me acordaba también en Córdoba, de mi abuela que se llamaba Argentina Blanco Villegas, mirá qué nombre: Argentina. También tu mamá, mirá vos, ¿nació en Paraná?, la mía nació en Tandil, donde nací yo también. Y Argentina fue tal vez la primera que me enseñó el valor de la verdad, de la solidaridad, de la honestidad. Por eso hoy estamos acá, para reparar esto, para terminar con décadas de atropello, de estafa por parte del Estado, respecto a nuestros queridos jubilados.

Y en todas las distintas situaciones: aquellos que están en trámite judicial, aquellos que tienen sentencia, aquellos que no cobran lo que les corresponde; porque son distintas las situaciones, pero siempre es el mismo resultado: el atropello, la falta de respeto, de cuidado.

Pero más que yo, me gustaría que algunos de los que me acompañan, me dicen que Demetrio, Nelly y alguien más me van a acompañar para explicar lo que han vivido, y compartir con todos los argentinos esto que hoy estamos decididos a terminar.

DEMETRIO RUBIO (89 años).- Gracias señor Presidente, lo respeto y admiro su tarea. Yo estoy esperando desde hace ocho años con sentencia firme, que realmente me reconozcan lo que he trabajado y lo que estoy trabajando; he aportado 44 años a la ANSES. He tenido dos juicios -este es el tercero-, tengo sentencia firme, y espero antes de irme poder cobrar algunos pesos.

PRESIDENTE.- Lo vamos a lograr. (APLAUSOS)

DEMETRIO.- Lo felicito, siga en esta línea que levanta la República, que los argentinos lo merecemos, merecemos toda esta lucha, son muchos años.

PRESIDENTE.- Gracias, Demetrio. (APLAUSOS).

DEMETRIO.- Lo felicito y le deseo en esa línea que siga en esa línea y que levante a la República, los argentinos lo merecemos, merecemos toda esa lucha, son muchos años.

PRESIDENTE.- Gracias Demetrio. (APLAUSOS).   

EDITH ESTEVANEZ (76 años).- ¡Que honor! ¡Te tengo tanta fe, te tengo tanta fe! estoy contentísima de estar acá, contentísima porque sé que no nos vas a defraudar, nunca lo hiciste.

PRESIDENTE.- Gracias, contame cómo es tu situación.

EDITH.- Bueno, mi situación es que yo fui profesora de secundaria, me jubilé…

PRESIDENTE.- Profesora de secundaria ¿Eras brava?

EDITH.- No, era buena (RISAS), era buena, dos colegios maravillosos que es Fátima de Martínez y San Martín de Tours de San Fernando, los recuerdo siempre. Me jubilé con la mínima, porque perdí muchas horas, porque nos pasaron a Provincia sin preguntarnos, y perdí horas porque nos sacaron. Y cobro la pensión de mi marido hace 28 años; y con eso, estoy igual en juicio, en el caso Badaro.

PRESIDENTE.- Me alegro que lo vayamos a resolver, Dios mediante, y que el Congreso lo apruebe.

EDITH.- Estoy segura, espero que sí, gracias. (APLAUSOS)

-Sube Nélida Benito-

PRESIDENTE.- Contanos cuál es tu situación.

NELIDA BENITO (77 años).- Mi situación es que estoy esperando un juicio hace más de ocho años, y trabajé toda mi vida.

PRESIDENTE.- ¿En qué trabajaste?

NELIDA.- En una fábrica de linternas, y empecé a los catorce años.

PRESIDENTE.- ¿A los catorce?

NELIDA.- Y trabajé hasta los sesenta y algo, así que lo tengo merecido; espero que usted nos cumpla. Porque todo es palabras ¿vio?

PRESIDENTE.- Sí, yo pensé que me decías que esperabas que yo cumpla los 64 años, espero que algunos más para cuidarla a Antonia un poquito más. Sí, ahora estamos entusiasmados y creemos que se puede, lo hemos estudiado bien, hay ahí un gran equipo que lo ha hecho.

NELIDA.- Nosotros confiamos.

PRESIDENTE.- Ahora esperamos que el Congreso lo apruebe, y empecemos a cumplir con esa deuda de tantos años.

NELIDA.- ¡Que sea prontito! (RISAS)

PRESIDENTE.- Fueron más que elocuentes los testimonios, y seguramente hay muchos más acá, pero para ir al punto, la ley que estamos enviando al Congreso busca resolver todas las situaciones. En primer lugar aquellos que hoy no están cobrando lo que les corresponde, que se ajusten los haberes y que a partir del momento en que se apruebe la ley, empiecen a cobrar realmente el haber jubilatorio que les correspondía, estén o no estén en trámite judicial. Y aquellos que están en trámite judicial, tengan o no sentencia firme, que cobren su retroactivo y que se les devuelva lo que es su plata. Y que aquellos que se jubilan a partir de que se sancione la ley, comiencen cobrando desde el primer día lo que les corresponde. (APLAUSOS)       

Lo segundo es que todos, aún aquellos que llegando a los 65 años no se pueden jubilar, tengan derecho a una pensión, creemos que es algo absolutamente justo, lo prometimos en la campaña y estamos hoy avanzando en la dirección de cumplirlo.

Lo tercero, es pedir que se debata con seriedad, con profundidad, pensando en el futuro, porque esto no se tiene que volver a repetir, necesitamos un sistema jubilatorio justo, equitativo y sustentable en el tiempo. Así que esperemos que empecemos a debatir cosas, en términos de mediano y largo plazo, que es algo que la Argentina necesita.

Y lo cuarto, para poder pagar todas estas deudas que tenemos con nuestros jubilados, queremos cobrarles un impuesto a los que más tienen y a los que han evadido impuestos en los últimos años, que junto con utilizar los recursos que están en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSeS, de estas dos vertientes tener los fondos que nos permitan cumplir todas estas cosas que hemos dicho. (APLAUSOS)

Acá quiero decirles que hay miles de millones de dólares de argentinos que están en el exterior, que se los llevaron porque no confiaron en el Estado, y nosotros queremos decirles que necesitamos que nos acompañen, necesitamos que sean parte de esta nueva etapa que comienzan en la Argentina. Por eso los invitamos hacer un sinceramiento fiscal, a repatriar estos fondos, como lo impulsan, lo promocionan, estimulan a que se haga los principales organismos internacionales, la OCDE, la ONU, el Banco Mundial, proponen que realmente se hagan este tipo de herramientas para transparentar, para comenzar una etapa en la cual todos pongamos lo que tenemos que poner, que no son sólo recursos para que nuestros jubilados cobren, sino también para invertir y desarrollar en forma productiva la Argentina, porque ese es el camino hacia la pobreza cero, generar empleo de calidad, que viene a partir de la inversión. Como ayer, que estuve en Córdoba- donde recordé a mi abuela argentina- en una fábrica en una pequeña ciudad que se llama Luque, donde un señor que se llama Américo Alladio- que debe tener sus años- que cuando tenía 18 años y no había ni electricidad en su pueblo, creyó en sus ideas, y creyó que entre los habitantes de Luque iba a haber gente con talento, con capacidad, y montó su primer fábrica. Hoy produce el 70 por ciento de los lavarropas que se utilizan este país, y exporta también. No saben la alegría y la felicidad de toda esa gente que trabaja, son más de 1.600 personas que en esa fábrica trabajan todos los días, y viven la fábrica como una parte extendida de su casa, y creen en el futuro. Por eso hoy estaban ampliando una línea de lavarropas con wi-fi- a vos te debe parecer como una especie de plato volador, wi-fi en un lavarropas, de la tabla de lavar al wi-fi en el lavarropas, ya no se entiende nada en este mundo, estamos todos muy viejos, es lo que está pasando-.

Entonces digo que esa es la Argentina en la cual creemos, con la cual soñamos, y necesitamos que todos apostemos, ya no tenemos un gobierno que viene a meter palos en la rueda, que viene a estafarlos, tenemos un gobierno que se comprometió a decir la verdad y a cuidar a cada uno de los argentinos. (APLAUSOS) A cuidar a cada argentino para que todos podamos cruzar ese puente que hemos comenzado a construir, porque lo importante es que ya comenzamos, todos los días estamos dando pequeños pasos en la dirección correcta, todos los días estamos aumentando la confianza en nosotros mismos, la confianza entre nosotros, la confianza de la ciudadanía en su gobierno, y siempre entendiendo que lo que más fortalece la confianza es compartir la verdad.

Por eso hoy acá les quiero decir, absolutamente convencido, que con estas herramientas vamos a cerrar un capítulo muy doloroso, y Demetrio va a poder decir con tranquilidad “reconocieron mis más de 40 y pico de años de trabajo”. Y no sólo es una cuestión de dinero, es una cuestión de dignidad, es una cuestión de respeto, es una cuestión de entender que si no respetamos a aquellos que nos trajeron a este mundo, a aquellos que marcaron un camino, nunca vamos a poder construir esa Argentina que soñamos.

Así que agradeciéndole a todo el equipo por la tarea realizada, esperando que el Congreso se aboque en tiempo récord, porque Nélida dijo “no podemos esperar”, fue muy clara, “no podemos esperar”, salgamos adelante con esta propuesta, la cual también les permite a aquellos que más tienen ponerse al día y resolver una situación, porque también el mundo avanza, la tecnología avanza, ya no hay más lugar para esconder cosas como en el pasado. Entonces es una buena oportunidad de decir somos todos, estamos todos, nos subimos todos al mismo barco, que es el barco del progreso, el barco de la equidad, el de la justicia y el de la inclusión.

Gracias y nos estamos viendo muy pronto. (APLAUSOS)