El presidente Mauricio Macri en la presentación de los resultados de la Prueba Aprender

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PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, AURICIO MACRI, EN LA PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA PRUEBA APRENDER

(…) más importante en la historia de nuestro país. Hace 15 meses asumimos la conducción de la Argentina con un mandato claro de producir un cambio profundo en nuestra sociedad, que - por supuesto - ese cambio nos lleve a mayor equidad, mayor inclusión, mayores oportunidades. Y para eso nos comprometimos a trabajar en el largo plazo, pensando en los hijos, en los hijos de nuestros hijos, en hacer las cosas que no se venían haciendo y que realmente ayudan a que un país pueda crecer, que una sociedad se pueda desarrollar.

Y hablamos mucho de las rutas, las autopistas, los puertos, los aeropuertos, la energía, que son importantes, claramente, pero lo más cardinal, lo que dinamiza y potencia el desarrollo de un país, claramente es la educación, y especialmente, la educación pública.

En ese punto - como en todos los demás- decidimos encarar la realidad, que nos desafía y por eso hicimos la evaluación más importante de la historia: 1.700.000 jóvenes, chicos aceptaron evaluarse, en todo el país, en primaria y secundaria. Y ahí quiero felicitar a las familias, a los docentes, a los chicos por este resultado y por haber tenido el coraje - porque así como la verdad nos conecta con la honestidad - la educación también nos vincula con la honestidad.

La hicimos, ¿por qué? Por algo muy simple: porque queremos mejorar. La única manera de mejorar es saber dónde estamos parados, en qué estamos fallando, y lamentablemente hoy, después de cinco meses de evaluar todos estos resultados, - Esteban después va a profundizar - y seguiremos, espero, debatiendo.

Los resultados fueron muy malos, sorprendentemente malos, para citar: 7 de cada 10 chicos, que terminan el secundario no tienen conocimientos básicos de Matemáticas y 5 de cada 10 no comprenden textos. Y eso recordando algo que ya sabíamos y es que la mitad de los chicos, que hoy comienza en la escuela pública, en algún lugar de la Argentina, no termina, o sea de cada dos – como dice Esteban- que están sentados compartiendo un banco, uno de ellos no va a terminar y de lo que terminan – repito – 7 de cada 10 no tienen conocimientos de Matemática y la mitad no comprende textos. Eso les impide hacer razonamientos lógicos, tener contenidos, herramientas no sólo para seguir estudiando, sino tal vez, para trabajar y 4 de cada 10 alumnos del primario, 6to grado que hizo la evaluación, en escuela pública, no comprende textos, 6to grado; y en la escuela privada: 2 de cada 10, lo cual marca también otro problema de fondo, que es la terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública.

Y lo dije el 1º de marzo, que nuestra tarea, mi tarea, tiene que ser que todos los chicos, nazcan donde nazcan, tengan las mismas oportunidades. Pero también quiero decirles que esto doloroso, que estamos compartiendo hoy y que compartiremos los próximos días, porque hay muchísima información, por provincia, por distrito, tiene solución. Claramente estamos acá porque estamos convencidos que se puede mejorar, y que vamos a mejorar.

Y que, además, tenemos la suerte de ya haberlo podido ver en la realidad, aplicando políticas concretas logramos mejorar, que fue en los años que nos tocó gobernar en la Ciudad de Buenos Aires, donde enfrentamos, también, hasta coincidía el bajísimo nivel de Matemáticas. Entonces, hicimos políticas específicas y hoy en estos pobres resultados uno ve que esas medidas, que tomamos en la Ciudad de Buenos Aires, hacen que - en términos de Matemáticas - tengan resultados muy superiores a la media. Esto lo digo – insisto- para que seamos optimistas porque si asumimos este compromiso, que hemos asumido con la verdad, los resultados van a cambiar y sus hijos van a tener una mejor oportunidad.

Para eso queremos enviar al Congreso de la Nación lo que llamamos el “Plan Maestro”, con metas específicas, que basadas en este maravilloso acuerdo, que hicimos apenas asumimos, en Purmamarca, con todos los gobernadores y sus ministro de Educación, lo podamos llevar a metas que nos comprometan claramente a resolverlo y que nos alejen de los discursos, los atajos, la mentira; y que en eso estemos comprometidos todos porque no es solamente el Presidente, los Gobernadores, los intendentes, es toda la comunidad educativa, las familias, las empresas, las universidades, los sindicatos.

Esto tiene que ser una gesta nacional, porque sólo así vamos a estar seguros que nuestros hijos van a tener un mejor futuro y estas metas arrancan, como hemos visto, en la información de acelerar el proceso para que todos los chicos tengan educación inicial, que logremos extender más rápido la jornada en todas las escuelas del país -que estamos incumpliendo, actualmente, con una Ley que ya está vigente-, que podamos tener cada vez más profesores bilingües; en 10 años deberíamos llegar a más de la mitad de los docentes, que también puedan enseñar en inglés y el acceso a la tecnología, que es un elemento absolutamente central en la educación del siglo XXI, teniendo todas las escuelas conectadas a internet lo antes posible y eso es tal vez lo que más rápido logremos. También tenemos que animarnos a cambiar, a revolucionar la capacitación docente y la permanente evaluación.

Lo dije, también, el primero de marzo: necesitamos que el Congreso apruebe el Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa porque esto tiene que ser un ejercicio permanente y tiene que ver con este compromiso, que hemos asumido todos, de tener una sociedad que incluya a todos los argentinos.

Hace unos días atrás me preguntaba una periodista o una conductora: ¿Qué es lo que me sacaba el sueño? Sin dudas, el presente de la Argentina está lleno de dificultades y las conozco y trabajo diariamente para atenderlas, pero lo que me desvela profundamente es esto: que podamos hacer una verdadera revolución educativa porque estamos, hoy, fallando en construir futuro para cientos de miles de chicos en todo el país.

Así que espero que, a partir de esto, surja un compromiso permanente, especialmente de la dirigencia de la Argentina, y que entendamos que necesitamos - si queremos una sociedad más justa, igualitaria y con oportunidades de futuro para todos - que la educación pública sea de calidad, en cada rincón de la Argentina.

Gracias a todos, especialmente al equipo del ministro Bullrich por la tarea, y espero que nos reencontremos todos los días hablando del futuro de la educación pública en la República Argentina.

Muchas gracias. (APLAUSOS)