PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN MAURICIO MACRI, EN EL ACTO DE TRASPASO DE LA JUSTICIA NACIONAL A LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EN EL SALÓN BLANCO DE CASA ROSADA
Buenos días, señor Jefe de Gobierno, ministros, autoridades del Tribunal Superior de la Ciudad, Consejo de la Magistratura Nacional, Consejo de la Magistratura de la Ciudad, legisladores, Carmen ¿Cómo andás? Un gusto verte por acá.
Nosotros nos propusimos tres ejes centrales desde que asumimos en la conducción del país y uno de ellos es unir a los argentinos. Y lo que más une a una comunidad es sin duda el afecto basado en el respeto, el respeto por el que maneja por nuestras calles y nuestras rutas, el respeto por un proveedor, el respeto por un cliente, el respeto por un vecino, y eso requiere de la observación de los derechos del otro.
En eso también entra el tema de la seguridad que es un tema tan presente en estos días y donde lamentablemente vemos tragedias a diario. Y lo primero que piden las víctimas de esas tragedias, las familias, es que se haga justicia y que aquellos que cometieron semejante atrocidad, que les cambió la vida para siempre, paguen las consecuencias de lo que han hecho. Para eso necesitamos una Justicia más eficiente, más cercana, más dinámica y que dé respuestas.
Hace muchos años, en el año ´94, cuando hubo una reforma constitucional, mucha gente valiosa de este país pensó una cantidad de herramientas en función de que en distintos campos la Argentina funcione mejor. Ahí no sé qué nos pasa a los argentinos que pensamos cosas, analizamos nuestros problemas, construimos soluciones, y después las dejamos a un costado, no las implementamos y sufrimos las consecuencias.
Como hace pocos días cuando anunciamos el Paseo del Bajo, como lo llamó ahora el Jefe de Gobierno de la Ciudad, que era la Autopista Ribereña, proyectada durante más de 50 años. Nos pasamos 50 años en un conflicto para poder circular norte-sur, sur-norte por la Ciudad desde adentro y desde afuera de ella, sin construir esa herramienta que nos iba a ayudar a una mejor convivencia, y lamentablemente era algo mucho más dramático porque también ocasiona tragedias.
Lo mismo nos ha pasado por ejemplo con las obras que vienen a mitigar los problemas de las crecientes lluvias que tenemos en todo el país. Cuando llegamos a la Ciudad también había una obra diseñada hace más de 30 años, que era la que resolvía las inundaciones de la Cuenca del Maldonado. Estaba ahí el proyecto, nadie lo había puesto en vigencia. Lo pudimos hacer y pudimos ver que el resultado es que cambió la vida definitivamente para todos aquellos que viven en la zona de influencia y todos los que circulábamos por esa parte de la Ciudad; estamos hablando de millones de personas. Lamentablemente vemos que ocurre en todo el país.
Hoy en un diario leía que decía que las obras cuestan el diez por ciento de lo que se perdió en esta inundación, imagínense en todas las que venimos acumulando. En esas pérdidas se habla de lo económico, no se habla de lo humano, no se habla del trauma de las familias que ven perder todo que es mucho más que lo económico, que es una historia de vida. Ni que hablar cuando se ahoga alguno de sus familiares como también pasó.
Y en esto también nos pasó lo mismo, en la reforma del ´94 se decidió en forma inteligente que los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires tenían que poder dirimir los conflictos que tuviesen en la vida diaria a través de un poder judicial propio, dinámico, responsable y que se haga cargo de dar respuesta a las cosas que suceden. Y que decidan los legisladores quiénes son esos jueces y no que el debate termine involucrando a senadores de otras provincias que no tienen que ver con lo que pasa en la vida diaria de la Ciudad de Buenos Aires.
Por eso este traspaso que estamos firmando busca devolver esas herramientas al lugar donde tienen que realmente funcionar, separar y que la Justicia Nacional verdaderamente sea la que dé respuesta a los problemas federales, como corresponde.
Creo que esto clarifica el tema, nos abre una enorme tarea para todos, para Poder Judicial nacional para reenfocarse, y para el Poder Judicial de la Ciudad para asumir las responsabilidades que les corresponden.
Nosotros hemos firmado un convenio que tiene que ser ratificado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y por el Congreso Nacional. Espero que en esta etapa donde hemos puesto el diálogo como herramienta central para vincularnos, que fruto de ese diálogo logremos las aprobaciones que nos permitan realmente empezar a mejorar. Y mejorar en base a un esfuerzo que pueda ser medido, porque todo tiene que tener algún tipo de evaluación, no sólo la calidad de la educación pública, la evaluación de lo que pasa con la economía, con la reducción de la pobreza que ha comenzado a hacer nuevamente el INDEC, sino también la Justicia, como lo plantea el Programa Justicia 2020, tiene que tener herramientas de evaluación para ver qué es lo que hace cada juzgado, cada juez, en qué velocidad, en qué tiempos.
Porque también- y ayer en las últimas horas hemos visto otra nueva manifestación a favor de que se esclarezca la muerte del fiscal Nisman y la denuncia que hizo el fiscal Nisman- las cosas tienen que saberse, entenderse, esclarecerse en un cierto tiempo. No nos puede tampoco volver a pasar que las cosas se dilaten décadas porque eso trae mucha frustración, eso trae mucho resentimiento, mucho enojo y no corresponde.
En esta etapa de la Argentina que nos hemos comprometido a construir entre todos tenemos que poner la verdad por delante, y para eso la Justicia tiene un rol fundamental. Así que confío que con estos convenios se abrirán áreas de trabajo muy buenas donde la Ciudad y la Nación sabrán canalizar sus esfuerzos.
Felicitaciones y a seguir trabajando. (APLAUSOS)