PALABRAS DEL PRESIDENTE MAURICIO MACRI, EN EL ACTO POR EL 204 ANIVERSARIO DEL REGIMIENTO DE GRANADEROS A CABALLO “GENERAL SAN MARTÍN”, EN DICHO REGIMIENTO.
Autoridades de las Fuerzas Armadas de nuestro país; invitados especiales; representantes de Gobiernos extranjeros; señor Jefe del Cuerpo de Granaderos: es una enorme alegría estar compartiendo, este momento, con ustedes que sé que aman profundamente este país, que están orgullosos de su historia y absolutamente comprometidos a construir esa sociedad que soñamos.
Como decía en sus palabras este regimiento tiene que ver con un momento clave de nuestra historia; 204 años atrás nos animamos a soñar con nuestra libertad y ese es el valor más importante que tenemos los seres humanos para encarar nuestra vida diaria de crecimiento, de lucha, de trabajo. Y quiero decirles claramente que los desafíos que tenemos, hoy, en muchos aspectos tienen que ver con esos mismos valores.
Por eso hoy quiero homenajear a quien me han dicho que ha sido un soldado voluntario impecable: Ezequiel Pallavecino, que ayer cumplió su plazo máximo de nueve años, como la mayoría de edad lo dicta, como soldado en ese nivel y pidió un día más para estar en esta ceremonia. El ejemplo de Ezequiel, que involucra a muchos jóvenes hoy aquí presentes y a jóvenes en todo el país, tiene que ver con el compromiso, con la pasión y con el orgullo.
Ese orgullo que genera amor y respeto como el que tienen su mujer y sus tres hijos por él, es el que requerimos para emprender este camino de crecimiento en el cual yo me he comprometido a tratar de ayudarlos y guiarlos en el camino hacia una Argentina con pobreza cero, una Argentina que enfrente y derrote al narcotráfico y una Argentina que deje atrás la desunión, la agresión y la intolerancia para reunirnos en el diálogo y en el respeto.
Creo profundamente que, con testimonios como el de ustedes, compromisos como el de ustedes, la Argentina tiene un enorme y gigantesco futuro por delante.
Les agradezco, realmente, con la hidalguía que llevan adelante su tarea, en lo particular, porque me cuidan todos los días en mi espacio de trabajo y espero que, ciertamente, todo juntos, todos, absolutamente todos los argentinos, estemos a la altura de este desafío que nos plantea el siglo XXI.
Como lo digo, lo creo y lo siento, los argentinos unidos, somos verdaderamente imparables.
Muchas gracias por la invitación. (APLAUSOS)