Buenos días a todos. Gracias por acompañarnos acá en la casa de todos los argentinos, una vez más, pero no es un día más. Este es un día realmente muy especial.
Estoy acá después de unos días en el Sur, en ese paraíso que es el sur argentino, en este caso Neuquén, pero son muchos los lugares maravillosos que tenemos en este país. Fueron días en los que pude estar con mi familia, pero que en este trabajo no pude “desconectar”.
Pero sí tuve más tiempo para reflexionar, y pensé mucho alrededor de todo este año que vivimos el año pasado, que recorrimos juntos todos los argentinos, que fue un año difícil, fue un año duro. Pero quiero decirles que hoy me siento más comprometido que nunca y siento que lo mismo le pasa a mi equipo frente a tanto apoyo que estamos recibiendo.
Y esto no es mérito de nuestro Gobierno, esto es mérito de esa mayoría de argentinos que maduró, que entendimos que hay un país posible, que hay un país que soñamos y que merecemos, pero que no lo vamos a hacer de un día para el otro. Que es un largo camino, un largo camino que demanda el esfuerzo de cada uno de nosotros, que cada uno contribuya con su granito de arena. Desde ese lugar es que se construye.
Y sabemos que tenemos una enorme potencialidad, el mundo entero lo reconoce. Vivimos a diario comentarios internacionales acerca de que Argentina es el país con más posibilidades de crecimiento que existe en la actualidad, y es verdad. No sólo por los recursos naturales que tenemos, de los cuales vamos a hablar hoy, sino por nosotros, por nuestros talentos, por nuestras capacidades, pero que entendimos que las tenemos que poner al servicio del futuro de otra manera, con otros valores. Porque con más de lo mismo vamos a repetir la foto actual, que es una foto que nos enfrenta con tristeza, a saber que hay uno de cada tres argentinos excluidos, en la pobreza, sin oportunidades de progreso.
Por eso, esos valores arrancan con el compromiso que asumimos de decirnos la verdad como elemento fundamental para construir esa fuerza dinamizadora en un país que es la confianza. La verdad significa poner los problemas sobre la mesa, aceptarlos, reconocerlos, porque estamos seguros de que los argentinos a partir de ahí sabemos construir soluciones.
Y a eso hemos decidido sumarle una herramienta fundamental que es el diálogo, es sentarnos alrededor de una mesa, como hicimos en este caso el Gobierno nacional, la provincia, los trabajadores y las empresas, para lograr resultados alrededor de algo central como es la energía.
Y todos entendiendo que no va a haber un día, un momento de salvación, que esto es un proceso, que requiere del esfuerzo, requiere de ser previsibles, de alejarnos de la cultura de la viveza criolla mal entendida, de buscar el atajo, esos atajos que nos llevaron sistemáticamente al mismo lugar. Y son décadas de que parece que sí y es no, y eso es lo que capitalizamos. Eso es lo que hace distinto este momento a todos los que vivimos en el pasado. Es por eso que tenemos tanta esperanza acerca de nuestro futuro y hay tanto interés en el mundo entero.
Pero el esfuerzo no es solamente de los que estamos hoy acá sino de todos aquellos que hoy nos acompañan en algún lugar del país, y cuando digo todos es todos: todos los trabajadores, los empleados públicos, los docentes, los médicos, los policías, los empresarios, los profesores, todos tratando de cada día hacer el esfuerzo por superarnos. Ese es el camino.
Y hoy es alrededor de la energía. Hoy es sin duda y estamos convencidos –recién lo hablábamos en la previa con los amigos representantes de los trabajadores, el Gobernador y el Ministro- que es un día que abre una etapa de futuro para la energía de nuestro país. La energía es vital, no sólo para cada uno de nosotros cuando nos tenemos que levantar a la mañana, que tenemos que tener esa energía para salir a transformar la realidad, sino que sin energía no se crece como país. Sin energía no hay desarrollo, y sin energía entonces no vamos a poder reducir la pobreza. La energía es lo que nos permite llevar a nuestros hijos al colegio, que permite que las fábricas se abran, que los hospitales funcionen. El mundo necesita energía.
Lo bueno es que Argentina tiene la posibilidad de no sólo abastecer su necesidad, sino también la del mundo entero, porque también tenemos mucho que aportar, como se ha demostrado en estos primeros pasos que hemos dado en energías renovables. Más de 3 mil megas, más de 6 mil millones de dólares que están poniéndose en marcha para invertir en la Argentina. Y esto es una primera etapa que se suma al desarrollo de nuestra energía convencional y que se suma, y esperemos que hoy tome un vigor distinto, a lo que es esta etapa que queremos emprender del desarrollo de nuestra energía no convencional.
Se ha hablado mucho de Vaca Muerta, son décadas que ya se conoce su potencialidad y nunca se pudo desarrollar. Vaca Muerta representa la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional, estamos hablando de algo de gran escala.
El desarrollo de Vaca Muerta puede revertir un proceso que todavía cuesta entender por qué nos sucedió, porque la Argentina era un país de energía abundante, barata y exportable, y después de quebrar el sistema de reglas, después de instalar la mentira, la corrupción, la no inversión, el derroche, nos transformamos en un país con escasez de energía, cara, y teníamos que importarla, y tenemos que importarla por miles de millones que generan el déficit fiscal, y que generan el problema que no tenemos capacidad de abrir más fábricas y desarrollarnos más, cuando la tenemos acá, como decía Guillermo hace un rato. Porque lo peor es que cada vez que hemos importado energía hemos perdido un trabajo para un argentino, porque Dios nos la dio. La tenemos acá, solamente tenemos sacarla.
Entonces este proceso de diálogo que llevó meses, que enfoca a volver a desarrollar esta potencialidad que tiene la Argentina alrededor de la energía, tiene el éxito que nos reúne hoy, de un acuerdo, de haber desarrollado un espacio de confianza entre el Gobierno nacional, el Gobierno de la provincia, los trabajadores y las empresas, y en el cual todos hemos asumido compromisos, como también le estamos pidiendo a los consumidores que asuman el compromiso. Porque no sólo tenemos que generar más energía sino que tenemos que tratar de ahorrar la mayor cantidad de energía posible ¿Por qué? Porque la energía es escasa, es cara y contamina, con lo cual tenemos que privilegiar usarla para desarrollarnos y minimizar nuestro consumo personal.
Por eso estas campañas que el ministro Aranguren impulsa de poner a 24 grados el aire acondicionado, o la mía de “no ojotas y no pantalón corto en invierno”, no tan sofisticada como esta campaña. Buscan decirles a todos cuidemos, seamos solidarios, estemos juntos en esto, porque necesitamos realmente volver a darle el valor que tiene la energía en una sociedad y en el planeta.
Pero en esto del compromiso de Vaca Muerta empiezo por casa. Nosotros nos sentamos a la mesa asumiendo que teníamos que dar garantías, certidumbres, para que vengan las inversiones, y por eso primero, coherente con lo que ya habíamos hecho con otras provincias y otras economías regionales, dijimos que no se van a seguir aplicando retenciones a la exportación, porque para estas provincias la energía es la posibilidad primaria de desarrollo, como para otras es la minería y para otras lo es la agroindustria.
Y segundo, el Plan Gas lo vamos a extender varios años con un sendero de precios decreciente, para que sepan que en todo lo que van a trabajar nuestros trabajadores y van a invertir las empresas, nosotros les vamos a garantizar un precio de compra, para ir reemplazando sistemáticamente más y más importaciones que hacemos hoy.
La Provincia lo mismo. Se comprometió en no aplicar gravámenes nuevos ni algunos que estaban en suspenso, y también a participar junto a la Nación en un programa de inversión y desarrollo de la infraestructura, que es una enrome deuda que tiene la política con este país. Durante muchos años se confundió el gastar con invertir, con lo cual no creció la cantidad de caminos, no se ampliaron los caminos, no se amplió la producción de energía, el transporte de energía, los puertos, los trenes. Entonces en este programa hacen falta más rutas y hacen falta ferrocarriles, y nos hemos comprometido a realizarlos en tiempos críticos, en tiempos urgentes.
Las empresas- a partir de lo que han hecho los trabajadores, que siento que son a los que más hoy tenemos que felicitar y por eso los dejo para lo último- se han comprometido a partir de lo que se ha acordado, a un proceso virtuoso de inversiones. Estamos hablando de 5 mil millones de dólares para este primer año, que tienen que más que duplicarse en los próximos años y sostenerse durante muchos años. Acá los millones de dólares no son importantes en sí mismos, son importantes en cuanto a la cantidad de empleos que representan. Esto va a ser una verdadera revolución del trabajo alrededor del desarrollo de este recurso natural.
Es una revolución para Neuquén, lo hablábamos mucho con el Gobernador y con el Intendente de la ciudad, van a tener que trabajar en la planificación urbana, porque estamos hablando de decenas de miles y miles de familias que se van a mudar a la zona de desarrollo, y claramente para eso hay que estar preparado, más allá que también Vaca Muerta y su desarrollo va a generar una revolución de empleo en todo el país, porque hay una enorme industria de provisión para poder hacer realidad este desarrollo que se va a poner en marcha, que se va a triplicar, cuadriplicar, quintuplicar. No tenemos dimensión de lo que puede llegar a pasar. Realmente esto es un enorme desafío de desarrollo para todos los argentinos, pero lo bueno es que en el camino de generar esa energía que necesitamos para crecer ya vamos a generar una revolución de empleo.
Por último, nuestros amigos los trabajadores, y quiero referirme especialmente a Guillermo Pereyra y Manuel Arévalo. Con Guillermo empezamos a hablar hace varios meses alrededor de esta idea de que esa Argentina chica, esa Argentina del miedo, de que cada uno quiere aferrarse a lo que tiene sin importarle que hay muchos argentinos que están excluidos; que aferrarse a eso que cree que es una pequeña ventaja y que nos impidió crecer durante tantos años no iba más, que necesitábamos de argentinos con coraje, que hiciesen lo que realmente sentían que nos iba a generar un futuro distinto, sin quedarse en la crítica y la presión de lo que está alrededor de uno, que a veces tanto nos condiciona.
La verdad que primero con Guillermo y después con Manuel encontré en las sucesivas reuniones dirigentes con esa apertura, con esa capacidad de entender que abriendo esta puerta no sólo se garantizaba el empleo a los trabajadores que tenían hoy, sino que podía ampliarse esa familia varias veces y llevar felicidad a muchos argentinos. Porque no hay nada más importante en la vida de una persona que la dignidad de su propio trabajo, de ver que se puede desarrollar su familia a partir del esfuerzo personal, y no de la dádiva ni el acomodo que le genera un amigo circunstancial. Y de esto se trata esta apuesta gigantesca que hemos hecho para Vaca Muerta.
Entonces quiero felicitarlos, Guillermo, Manuel, al ministro Aranguren por todo este esfuerzo, a las empresas, al Gobernador, a todos los que han participado, porque han sido muchas horas en las cuales, no vamos a negar, hubo momentos que parecía que se pudría todo y que no se podía avanzar ni un metro más, enojos, pateaban la mesa, pero después volvíamos todos a sentarnos, porque al final del día, como nos pasó en el brindis de fin de año, todos queremos lo mismo, que a los argentinos nos vaya mejor.
Para eso tenemos que ser tolerantes, tenemos que entender que el otro puede tener una mejor propuesta que la nuestra, y agotar todas las instancias de esa herramienta que es fundamental para nuestro futuro, que es el diálogo.
Este es un acuerdo histórico por lo que significa la energía, que es como el elemento fundamental para poder desarrollarnos, porque con energía barata más fábricas van a llegar, más empleo vamos a tener y más argentinos van a poder encontrar su vía hacia el desarrollo saliendo de la pobreza. Pero este tipo de convenios los necesitamos en todos los sectores de la Argentina, convenios que hagan realidad esa potencialidad, porque no sé ustedes, pero yo estoy cansado de que nos digan “qué país maravilloso, qué cantidad de cosas que tenemos y cómo puede ser que nos pasen las cosas que nos pasan”. Yo les digo a todos que es verdad pero que aprendimos, que un año y un mes después de haber asumido este cargo, habiendo viajado en ese año alrededor del país tal vez más que la mayoría de los presidentes en todo un mandato, les puedo decir que confío hoy más que nunca en todo lo que ustedes son capaces de hacer. Porque el futuro no pasa por un presidente ni por un gobierno, pasa por cada uno de ustedes que en este momento me está escuchando, que vuelvan a casa y sientan qué puedo hacer para hacer lo mío un poco mejor, porque si lo mío lo hago mejor estoy beneficiando al que está al lado, y si eso se propaga eso es lo que transforma a una sociedad en una sociedad dinámica, confiable, donde la superación diaria nos permite crecer.
Y en ese percibir que cada día estamos un poco mejor está la verdad de la felicidad.
Así que felicitaciones ministro Aranguren, felicitaciones Guillermo, Manuel, Omar Gutiérrez, nuestro gobernador de Neuquén, felicitaciones a todos los que han participado en esto. Tenemos todas las condiciones, ahora las empresas tienen que dinamizar sus inversiones, con YPF a la cabeza, pero todas las que están en la Argentina y espero que todas las que vamos a atraer para que vengan a la Argentina para volver a ser un país que aporta soluciones a la demanda global mundial de energía.
Gracias y felicitaciones a todos nuevamente.