Buenos días a todos.
Arrancan con mucha suerte porque es la primera vez que lo veo al doctor Lemus hablar dos minutos sin ver las 200 mil filminas que te pasa. Cada presentación que hace el doctor Lemus dura como como una hora y cuarenta. Ya estoy reclamando yo algún tipo de reconocimiento de doctor honoris causa, después de tenerlo tantos años como Ministro de la Ciudad y ahora de la Nación. Espero que sirva para esta vida y la que viene todo lo que me enseña permanentemente.
Queridos ministros, querido Jefe de Gobierno, gracias a todos por acompañarnos en este día importante para la enfermería, pero mucho más importante para todos los argentinos, porque esto que nos pasa acá- lo he leído, que no lo dijeron los ministros- pasa en todas partes del mundo, ¿no es cierto, doctor? No sé qué pasa en el mundo que cada vez faltan más enfermeros y enfermeras.
Recién tuve la suerte de poder hablar un rato con Guillermo y con Isabel, que son una familia de enfermeros y enfermeras, más de doce, trece o catorce, entre primos, hermanos, tíos, maridos también. Yo les preguntaba qué significaba, porque todos hemos pasado en algún momento por una internación, por un hospital, por un centro de salud, y en esos momentos que uno está internado, aprieta un botón y aparece alguien que le transmite alegría y que está todo bien, o a veces uno aprieta un botón y viene alguien que te pone una cara que no apretás más el botón, pasan las dos cosas.
Yo espero que todos ustedes, chicas y chicos, sean de los que ponen esa cara de alegría, porque es un momento importante, y es parte del equipo de salud, como decía el Ministro, y tenemos que ocuparnos, ocuparnos de que esta deserción enorme, porque es muy particular que de cada diez que entran a estudiar, más de siete abandonan, y ahí es donde vimos que hace falta mejor infraestructura, más instrumental, mejores programas.
En eso hemos trabajado con INET, y creo que está saliendo una carrera que busca prestigiar y dar las herramientas, porque asumir el desafío de 50 mil nuevos enfermeros y enfermeras en los próximos años es un desafío enorme, pero tal vez es lo mínimo que necesitamos, que es lo más dramático, porque de los 180 mil que tenemos, tenemos 57 mil que se van a jubilar más o menos en el mismo tiempo. O sea que eso recién cubriría el nivel de plantel que tenemos, con más entusiasmo, con más renovación, pero tenemos que seguir trabajando.
Hace poco también estuve en Salta, estuve con el gobernador Urtubey, donde también había una Escuela de Enfermería, en uno de los pueblitos antes de la frontera.
Creo que esto es una tarea a la que estamos todos convocados, y tiene que ver en serio con un tema central, fundamental, porque que mejoremos el sistema de salud es parte también de la Argentina que va en la dirección correcta, que es la dirección de reducir la pobreza, generando oportunidades de acceder a una mejor salud para todos.
Guillermo me decía que trabajaba en el Hospital Pirovano de la Ciudad, y casi todos los enfermeros de la familia trabajan ahí. Un hospital donde se hizo mucha obra en los últimos años, la guardia nueva y varias cosas más.
Así que los felicito a todos realmente por este compromiso. Espero que este entusiasmo que estamos queriendo transmitirles sea contagioso, porque la tarea que tienen por delante es apasionante, es maravillosa, estar ahí cerca en un momento de mucha angustia, de mucha necesidad, de un compatriota, de otra persona, de otro ser humano. Es importante tener el buen enfermero, la buena enfermera, para atendernos.
Así que a estudiar, a prepararse, y a que sigamos creando trabajo de calidad que generen una mejor Argentina.
Muchas gracias a todos.