Muchas gracias de verdad por estar todos hoy acá, en este clima de gigantesca esperanza que se vive en todo el país, que estemos todos reunidos con los queridos gobernadores, intendentes, rectores, los gremios, empresarios, docentes, todos preocupados y ocupados de este tema tan central para nuestro futuro. Es realmente un elemento adicional a esta esperanza que todos estamos viviendo.
Y la verdad es que yo me había entusiasmado mucho con este primer éxito de Purmamarca, ese lugar tan maravilloso que tiene la Argentina, donde se reunieron todos ustedes, los ministros de Educación, liderados por el ministro de Educación de la Nación y firmaron un documento donde dice básicamente los ejes centrales de lo que hay que hacer.
Por supuesto –como dice Esteban- el papel resiste cualquier cosa, el tema es después llevarlo a la práctica. Pero venimos de tan atrás, que haber hecho ese acuerdo todos juntos, es un punto de partida inédito y muy, pero muy valioso.
Y todos hemos escuchado estas estadísticas preocupantes, que solamente dos de cada cuatro chicos terminan su secundario y uno de esos dos entiende textos, comprende textos, con lo cual va a acceder a un buen trabajo. Pero eso no nos debe desanimar.
Eso es parte de lo que yo les he propuesto como regla de convivencia, como valor central hacia el futuro que es decirnos la verdad; y como les decía el sábado en Tucumán, la verdad es exigente, la verdad nos desafía, la verdad pone en evidencia cuál es el problema. Pero eso es muy bueno, porque ahora lo entendemos y estamos acá porque queremos que cambie la historia, porque realmente queremos construir futuro y sabemos –como decía Sarmiento- que la educación es todo, es realmente la posibilidad de unirnos como argentinos.
Porque con mayor educación, bajan los prejuicios, aumenta el diálogo. Con la educación es que vamos a formar a nuestros chicos para que logren mejores trabajos y así, ese sueño que tenemos todos, se haga realidad: una Argentina con pobreza cero. Con mayor educación, vamos a poder enfrentar este flagelo espantoso que es la droga, el narcotráfico, porque nuestros chicos van a saber, desde su independencia y su capacidad, se van a poder proteger de eso que los que hoy ni estudian ni trabajan son finalmente víctimas de estas organizaciones que tanto han afectado el núcleo de nuestro país que es la familia.
Y, por supuesto, la educación siempre, cuando funciona, es la principal herramienta para igualar oportunidades.
Por todo eso, estoy de que estamos acá. Por todo eso, hemos decidido trabajar y evaluar, evaluar y trabajar. Primero, los responsables que estamos acá, evaluar si lo que hemos escrito se va cumpliendo y de esa evaluación hasta la evaluación individual en cada escuela de cada uno de nuestros alumnos, de cada uno de nuestros docentes.
Necesitamos que los chicos sepan, los padres sepan, nosotros sepamos si los chicos están aprendiendo. Y nuestros docentes, maravillosos docentes, también tienen que saber que cuentan con las herramientas necesarias para transformar cada una de estas escuelas en una verdadera fábrica de sueños, que es lo que todos queremos. Así que, creo que este es un gran punto de partida.
Insisto, hay que transpirar mucho la camiseta para que esto se transforme en hechos reales. Pero es ahora, es aquí y es ahora el momento en el cual hemos elegido para construir una historia grande de nuestro país.
Así que, gracias de corazón y estoy a disposición Esteban, de todo lo que se necesite. Con coraje, emprendamos sin miedo las reformas necesarias que hagan posible esto. No tengamos miedo a la transformación, no tengamos miedo al cambio. El mundo es muy desafiante pero también nos brinda gigantescas oportunidades.
Todos nosotros sabemos que aquí en este país hay talento, hay capacidad y por eso hay futuro.
Muchas gracias.