Buen día, chicos. Así que a pesar del frío han venido en esta excursión a este lugar, casi mágico, que es la Casa Rosada, la casa de todos los argentinos. Es una alegría que estén acá, porque por ustedes queremos trabajar para que tengan un mejor futuro, para que todos ustedes tengan las mayores oportunidades posibles.
La verdad es que estamos muy contentos con la presencia del Presidente del Banco, Luis Alberto. Como él ha manifestado, es un amante de nuestro país, alguien que siempre nos ha querido mucho, y tenía muchas ganas de intensificar el trabajo con el país; y estas cosas de que no pagábamos nuestras deudas, hicieron que no pudiese trabajar todo lo que hubiese querido. Ahora que hemos resuelto eso comenzamos a trabajar estrechamente.
Claramente, también de ellos aprendimos: hace unos años, este tema de los centros de primera infancia. Me acuerdo cuando viajamos a Uruguay, con Horacio, con María Eugenia –allí, los llamaban de otra manera: “centros de atención infantil”- nos dimos cuenta y entendimos esta importancia de trabajar desde el momento en que los chicos nacen, desde los 45 días a los 3 años, para que adquieran toda la estimulación, todo el cuidado, todo el amor que se requiere y que se necesita. Como tuvo Cande, que fue al CPI “Casitas”, que la llevaban sus abuelos todos los días, y Pedro -el abuelo de Cande- les decía a las maestras con mucho orgullo: “Gracias por tanto amor que reciben, gracias por tanto cuidado que reciben”.
Entonces, creo que en este camino, con el apoyo del Banco, estamos comprometidos no sólo a mejorar y ampliar los que tenemos, sino a construir muchos nuevos Centros de Primera Infancia o Centros de Desarrollo Infantil. Algunos con Abel Albino, también, ampliando las prestaciones en distintos lugares del país. Estamos comprometidos con muchas ONG´s valiosas para hacerlo, porque en esto de ocuparnos de que los chicos tengan las mayores oportunidades, tenemos que estar todos juntos, el sector público y el sector privado.
Acá, no tiene que haber diferencias a la hora de que cada uno de estos chicos acceda al colegio y lo termine; sobre todo cuando nos damos cuenta, Luis Alberto, de que los números son muy claros: dicen que todos los chicos que tienen este tipo de apoyo, de estimulación, que terminan recorriendo el camino del jardín al colegio, duplican las posibilidades de terminar el secundario. Son números muy fuertes, o sea, sólo uno de cada cuatro chicos que hoy comienza el secundario, y que comienza hoy el primario, lo termina si no fue a jardín, y eso se incrementa a dos chicos de cada cuatro si fueron al jardín de infantes. Y baja hasta siete veces la repitencia si los chicos tuvieron la oportunidad de tener asistencia a un Centro de Primera Infancia y después a un jardín de infantes.
Entonces, creo que la tarea es clara, es enorme, la hemos comenzado, estamos planificando más de mil solamente en el Plan Belgrano, para el norte argentino. Eso significa mucho trabajo por hacer, pero por suerte tengo un gran equipo, muy comprometido, con mucho amor para dar, a los cuales siempre les agradezco. Es una enorme preocupación mía, y de todos los argentinos, que tengamos realmente, a partir de haber asumido en esta nueva etapa, a pesar de la herencia recibida, la vocación de construir, de hacer, de salir adelante. Y con el apoyo de socios tan importantes, como el BID, las cosas van a ser seguramente mucho más fáciles.
Así que gracias: a creer en nosotros, a confiar en nuestro futuro, a confiar en lo que los chicos pueden aportar el día de mañana, y por eso reunámonos a trabajar juntos. Gracias.