Palabras del presidente Mauricio Macri en el Ingenio Ledesma, provincia de Jujuy

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Buenos días queridos jujeños. Estoy realmente feliz de estar nuevamente acá, principalmente porque me hacen sentir un jujeño más, y eso lo valoro muchísimo.

Querido Gobernador, que compartimos esta maravillosa tarea de trabajar juntos por ese país que todos soñamos. Charly, todos los directivos de Ledesma, Intendenta, autoridades.

Si estoy acá, si estoy feliz de estar acá, es porque creo en todos ustedes, y me desvela lograr que cada argentino, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, pueda elegir.

Recién hablábamos con Juana e Isabel, que me recibieron en su casa muy gentilmente, con sus diez hijos. Yo les decía “qué loco, diez hijos con lo difícil que es educar hoy”, va a tener que tener mucho apoyo y acompañamiento de Dios, ¿no es cierto, Padre?

Pero lo que soñábamos con ellos, es que esta Argentina que se está poniendo en marcha le dé la posibilidad de elegir a cada uno donde quiera vivir, donde quiera trabajar, lo que quiera estudiar, porque esa elección en libertad es el paso fundamental que uno da en la construcción de una vida en armonía, con familia, con amor, en la búsqueda de la felicidad.

Y claramente sí que podemos, tenemos todos los recursos para hacerlo, y tenemos lo más valioso, que somos nosotros, cada uno de ustedes con su capacidad, con su creatividad, con su talento.

Por eso cuando digo trabajemos juntos por una Argentina con pobreza cero, que derrote al narcotráfico, que esté unida, lo digo en serio, cada uno de ustedes tiene que ser protagonista, la Argentina los necesita, yo los necesito, necesito a cada jujeño comprometido.

Y esto lo sentimos en todo el país, y parece ayer, querido Gerardo, cuando recorriendo el país me recibieron Vivi y Flor en su casa, en Amaicha, un lugar mágico de Tucumán, y me dijeron “en el norte argentino somos muchos los que queremos trabajar. Somos muchos los que tenemos ideas, iniciativas, pero necesitamos que nos escuchen” -y me quedó grabado, por eso lo traigo hoy- “pero no oídos en la cabeza, oídos en el corazón”. Y yo estoy acá para decirles que los escucho con el corazón, y quiero que trabajemos juntos por esa Argentina que todos merecemos.

Y por eso pusimos en marcha el Plan Belgrano, que es un plan de reparación histórico para este gran norte argentino, este norte que tiene mucho de nuestros valores, de nuestra identidad, de nuestra cultura, y que durante décadas la Argentina le ha dado la espalda.

Y este Plan Belgrano se compromete con la construcción de infraestructura social y productiva, desde más de mil jardines de infantes y espacios para la primera infancia, a reparar y poner en marcha, como corresponde, el Belgrano Cargas, para que la producción de todos los jujeños y de todo el norte argentino llegue a los puertos y gane los mercados del mundo.

Ya estamos en marcha, estamos trabajando a toda velocidad, como también en la Autovía de la 9 y de la 34, que conectan el norte entre sí y el norte con el resto del país, para cuidar la vida de los jujeños, de los salteños, de los tucumanos, de los santiagueños, que, buscando llevar su producción, muchas veces se encuentran con la tragedia, de una Ruta que no da abasto para transportar lo poco que hacemos hoy, y aspiramos a producir muchísimo más.

Por eso les digo que estamos comprometidos a hacer obras, obras que signifiquen alegría, transformación, oportunidades. Obras que dejen de ser sinónimo de corrupción, sino que sean sinónimo de futuro.

Y hablando de obras, queridos amigos de Ledesma, felicitarlos por esta maravilla, estas mil soluciones que son mil historias, son miles de padres, de hijos, que son mucho más que cuatro paredes, son el lugar donde se reúnen las familias, donde se comparten las esperanzas, las ilusiones que tenemos por nuestro futuro.

Por eso gracias por haberme invitado a compartir este momento de entregarle su escritura a Juan e Isabel, con todo el amor que están poniendo en todos sus hijos, a pesar de que Juan, siendo hincha de Boca, ha dejado que la mitad se transforme en hinchas de River. No sé qué le ha pasado a Juan. Yo lo tomo como que es la buena influencia del “burrito” Ortega, que fue un gran ídolo de River y de los jujeños, por eso te perdono Juan. Permitime que te entregue a vos y a tu maravillosa mujer, que tiene tanta alegría, esta escritura gigante para que la cuelgues en la pared.

Y a la familia Suárez le vamos a entregar la llave de su casa también, con la mamá que vino con ese peinado que se hizo para el día, que está muy bien, muy lindo.
Gracias de vuelta Ledesma, gracias por el compromiso que están asumiendo de nuevas inversiones, que traerá nuevos trabajos, ese trabajo que tanto dignifica la vida de todos nosotros.

Quiero terminar como empecé: diciéndoles que confío en ustedes. Jamás les hubiese pedido que me acompañen para ser Presidente si no creyese que tenemos un gran futuro por delante. Sé que este sinceramiento de la economía ha sido una pesada carga para muchos, pero créanme que cada medida la he impulsado pensando en el futuro de ustedes. Sé que juntos, poniendo lo que cada uno tiene y va a poner, tenemos un gran porvenir.

Les pido que confíen, pero que confíen principalmente en ustedes mismos, en lo que ustedes pueden hacer, porque ahí está la verdadera fuerza de la Argentina. Y acá, con el Gobernador, les decimos: ¡se terminó el abandono para Jujuy, se terminó el abandono para el norte argentino!
¡Vamos juntos, es acá, es ahora, como gritaba en el cierre de Humahuaca. Sí se puede, sí se puede. Vamos Jujuy, vamos el Norte, vamos Argentina!
Gracias, gracias de corazón. Nos vemos muy pronto.