Entrevista al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en Habrá Consecuencias, El Destape Radio
PERIODISTA.- Estamos en comunicación con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández. Hola Alberto, Roberto Navarro y equipo te hablan.
PRESIDENTE.- Buen día ¿Cómo les va? ¿Cómo andan? ¿Qué tal, Roberto?
PERIODISTA.- Bien, bien. Hablando de este tema que es tan sensible, siempre que son las jubilaciones, y ayer hubo un cambio que me pareció bien, pero sería bueno que lo expliques vos.
PRESIDENTE.- El tema es así: hace un año, cuando llegamos al Gobierno y decidimos suspender el sistema de actualización que había dejado el Gobierno anterior, se dispuso la creación de una comisión bicameral para que estableciera un nuevo índice de actualización para los jubilados. Trabajó durante todo el año, emitió su opinión sobre fin de año y recomendaba allí volver a la vieja fórmula, al viejo índice, con la salvedad de que no sea en referencia a la encuesta de salarios que se hace, sino que las jubilaciones se actualizarán con esta lógica, por un combinado entre ingresos fiscales y promedio de salarios formales, y la actualización era cada seis meses en períodos que van septiembre a marzo y de marzo a septiembre. Nosotros mandamos la ley con esa idea, respetando esa decisión de la comisión, pero cuando llegó el tema al Senado, los senadores plantearon una preocupación que era absolutamente atendible, que en marzo, de acuerdo a este sistema, debería actualizarse el valor de la jubilaciones, teniendo en cuenta el periodo septiembre 2020-marzo 2021. Y en ese caso, había tres meses desde los últimos tres meses de este año que se superponen al aumento que nosotros ya dimos, que es del 5 por ciento. Y entonces, claro, había que hacer un empalme, empalmar el viejo régimen con el nuevo, algo que, para que la gente recuerde, también le ocurrió a Macri en su momento. y lo que terminó haciendo Macri fue hacerle perder a los jubilados el primer trimestre de actualización que les correspondía. Entonces, cuando nos sentamos ayer en Casa de Gobierno, estaba Martín Guzmán, (inaudible), Fernanda Raverta, y empezamos a revisar que se nos ocurrió que la mejor solución era, primero, esto me parece que tenía sentido, volver a la fórmula original de Cristina en su integridad. Es decir, la combinación entre los ingresos fiscales más el promedio de los salarios formales, el aumento de los salarios formales, o el índice salarial de trabajo informal según sea el más alto. Con lo cual, quedó exactamente la misma fórmula que durante 8 años rigió y les permitió a los jubilados un aumento real de las jubilaciones. Lo que decidimos es que, durante este año, nosotros tuvimos que dar actualizaciones semestrales, nosotros pagamos actualizaciones semestrales, sigamos con las actualizaciones semestrales, que la ley empiece a regir en 1° enero y en marzo actualizamos lo que el semestre diga. Y además, si hacemos actualizaciones semestrales, incitamos a los jubilados esperar seis meses hasta le próximo aumento. Aunque esto tiene una incidencia fiscal un poco mayor, la verdad es que prefiero hacerlo, porque la verdad es que para mí sigue siendo una prioridad el tema de los jubilados. Yo estoy satisfecho con lo que hicimos el primer año porque, como bien decís vos, en este año no solo que le ganamos a la inflación, sino que, cuando uno revisa las paritarias, el 85 por ciento de los jubilados terminó estando entre las dos paritarias más altas de la Argentina. Yo lo celebro porque definitivamente los jubilados necesitan mejorar sus ingresos, pero necesitan (salto de audio) mucho más de lo que tiene, no es que yo crea que está bien, tenemos que ir corrigiendo y tender a una mejora de las jubilaciones. Me parece que esta solución, que ahora a las 11 de la mañana hay una reunión en el Senado, con quien trabajamos muy bien ayer, con las comisiones del Senado, con el bloque en realidad trabajamos ayer, ahora a las 11 van a ir los funcionarios nuestros a plantearles esta idea. Y nos parece realmente una idea buena, básicamente, porque resuelve el problema del empalme famoso, no deja a los jubilados desamparados un solo día, y además permite que los jubilados vean recomponer su ingreso cada tres meses y no cada seis, como era antes.
PERIODISTA.- Es una época de manta corta, ¿no? Le tirás de un lado, como decías vos, pusimos más acá. Te hago un espacio para contextualizar la pregunta que te voy a hacer. Vos llegás y heredás un país en default, con la deuda más grande del mundo con el Fondo Monetario Internacional, con una montaña de Leliq que es plata que venían a timbear a Argentina y quería salir, y eso te estuvo presionando sobre el dólar, con 8 millones de personas en comedores. Bueno, una situación dramática. Empezás con la Tarjeta Alimentar, los medicamente, los bonos, congelaste las tarifas, subiste retenciones, bajaste tasa de interés, y sobre ese desastre te cayó la pandemia, y no tenías la posibilidad de financiar afuera, como hicieron muchos países para salir de eso. Pusiste el ATP, pusiste el IFE, pusiste precios máximos, le dijiste a todos los empresarios basta, congelamos todo, hasta los alquileres congelamos. Pero ahora viene la salida de todo eso, vos sacás el IFE, sacás el ATP, descongelás las naftas, descongelás la prepaga, después vino la luz, el gas el agua, ayer se dijo -creo que se va anunciar hoy- que van a subir los celulares, el cable, internet. Y a mí me preocupa esa situación, primero, porque a mí me preocupa la imposibilidad de la gente de afrontar tantos aumentos. Recién hablamos con el Presidente de la Cámara de Carnicería, que decía que la carne aumentó un 40 por ciento. Segundo porque la inflación se te va a ir por arriba de los que vos estimaste para el año que viene y tercero porque eso te puede llevar a un estancamiento. Me gustaría que vos me cuentes cómo lo analizás y cómo ves esto.
PRESIDENTE.- El análisis que haces es correcto y eso es lo que no debemos permitir que ocurra. Nosotros estamos saliendo de una pandemia después, insisto, de haber recibido el país en terapia intensiva. Para que todos entiendan, el ex presidente Macri dice que él dejó de gobernar en agosto del año pasado. Eso lo que él dice, no lo que digo yo. Y así nos dejó el país, así nos dejó el país. Sobre llovido, mojado, nos vino la pandemia. La verdad que la pandemia la sobrellevamos con mucho esfuerzo y yo la verdad con la tranquilidad de que no solo nos ocupamos de la salud de la gente, sino también de los sectores pobres. Cuando todo esto empezó, ¿te acordás las apuestas que se hacían? Era cuándo era el primer saqueo, cuándo era el primer levantamiento. Nada de eso pasó, y no es que no pasó porque llenamos gendarmes con palos a los barrios más humildes, es porque llevamos a los barrios más humildes los recursos que hicieron falta. Cuando la pandemia empezó a aflojar, nosotros tenemos que ir recuperando el funcionamiento de la economía. El ATP no desapareció totalmente, el ATP se mantiene para los sectores que lo siguen necesitando. El ATP, por ejemplo, cobraron las automotrices, pero las automotrices han producido en el último mes un 20 por ciento más que el mismo mes del año pasado. No tiene sentido seguir manteniendo ese ATP porque, gracias a Dios, esa actividad se ha recuperado y ya no lo está necesitando. Ahora, hay sectores vinculados a la gastronomía, vinculados al turismo, que lo siguen necesitando, y para ellos se sigue manteniendo, no es que lo eliminamos totalmente. En el caso del IFE lo que nos pasó es que, cuando nosotros dimos el IFE, nosotros teníamos un universo menor, y ampliamos ese universo a 9 millones de personas que se presentaron, explicaron no tener ingresos y lo pidieron sin dudas. Entre ellos había monotributistas de las categorías más bajas, que hoy están trabajando, por ejemplo, muchos taxistas, muchos trabajadores independientes que han vuelto a trabajar que eran monotributistas y que razonablemente hoy no parecen estar necesitando el IFE. También, lo que notamos que hoy en día hay mucha gente que por ahí tenía otros recursos para sobrevivir y que aparecía en el registro nuestro como gente sin trabajo y sin ingresos. Por eso, ahora, es muy llamativo cuando vos mirás las historias del IFE, te encontrás con quien se puso en su casa a cocinar pizzas para delivery, o quien se puso en su casa a hacer hamburguesas para hacer delivery, utilizó la plata del IFE para comprar mercadería para producir estas cosas, o si hablás con otro hizo un demo de música para ser un disco, encontrás de todo en el medio. Entonces, lo que nosotros entendemos es que el IFE, este último IFE, queríamos direccionarlo realmente a los sectores más necesitados hoy en día. Y por eso estamos destinando 15 mil millones de pesos más para diciembre, para llegar justamente a esos sectores que ya tenemos absolutamente detectados, como que efectivamente necesitan ayuda. O sea, el IFE tampoco desaparece, sino que lo focalizamos en los sectores que evidentemente (inaudible), y eso se va a mantener hasta que la actividad económica recupere su ritmo normal. Y respecto de los aumentos, hay mucho aumento informado en los diarios, pero no concretado aún, por ejemplo, lo del cable, lo de celulares. La medicina prepaga recién se empieza a pagar en enero, no se paga en diciembre. Lo que tenemos que tener presente también es que vivimos un año con todo congelado, que vivimos un año con todos los precios congelados prácticamente. Por lo tanto, hay que empezar a ver cómo se corrige, pero hay que corregirlo con sensatez, no podemos desmadrar con aumentos el plan que nos hemos fijado. Por eso, vamos a ser muy cuidadosos, y en verdad si hay quien piensa que el problema económico se terminó, no es así. Nosotros tenemos que recomponernos de una caída del Producto Bruto muy fuerte y de un déficit fiscal importante, y tenemos que salir adelante con eso. Eso hay que hacerlo con mucho cuidado, tenemos que trabajar para que la inflación no se desmadre. A mí me preocupa lo que pasa fundamentalmente con los alimentos, efectivamente lo que está pasando con los frescos es un tema serio, hablo diariamente con Kulfas porque es un tema que me preocupa y tenemos que encontrar una salida, porque también es verdad que la demanda poco a poco se va recomponiendo, y tenemos que ser cuidadoso. Esa historia argentina de tratar de ganar en diez días lo que uno debe ganar en diez años, no resiste.
PERIODISTA.- Pensaba estos días, obviamente hay que ponerse en tus zapatos y cómo manejar estas cosas, porque uno mira los balances, nosotros publicamos balances de las empresas todo el tiempo. No sé, Arcor que perdió dinero por primera vez en su historia con Macri, dos años seguidos, este año ganó 4.400 millones de pesos, Telecom acaba de distribuir dividendos por 440 millones de dólares, las eléctricas ganaron más que el año pasado. Entonces, si no es momento de presentarse y hacer una especie de pacto social y decirle, muchachos por qué no esperan un poco a que la sociedad saque la cabeza…
PRESIDENTE.- Estoy de acuerdo, esto absolutamente de acuerdo, por eso digo que tampoco hay que dejarse llevar porque la cosa es así, las cámaras de tal cosa piden aumento y el Gobierno dice “te doy el aumento sobre tal cosa”. No, nosotros ahí tenemos que ser muy cuidadosos, porque la Argentina vivió una pesadilla este año, vivió una pesadilla, y tenemos que salir de la pesadilla. Y tenemos que salir de la pesadilla no para meternos en otra, que la pesadilla de la enfermedad no se convierta en la pesadilla de la economía. Entonces, tenemos que ser muy cuidadosos y ahí hay responsabilidad de todos, de todos, hay que moverse con cuidado. Mirá, tenemos, por ejemplo, gracias a la pandemia, mirá qué ironía, por primera vez sabemos quién es quién. Por primera vez sabemos, claramente quién es Roberto Navarro, cuánto gana, cuáles son sus ingresos, dónde vive, y ahora pudimos registrar al 100 por ciento de los argentinos gracias a la pandemia y al IFE. Con lo cual, ahora, por primera vez, mirá desde el año 2003, cuando nosotros llegamos al Gobierno, queríamos hacer una tarifa segmentada de precios y siempre nos costó porque con qué criterio segmentábamos. Venían un día y nos decían hagámoslo por (inaudible). Y eso, ¿qué significa? Los que viven en Barrio Norte son todos ricos, esos que paguen la tarifa más cara. En Barrio Norte, hay un montón de gente que vive en Arenales y Berutti, que viven en departamentos de un ambiente y son empleados que ganan 60 mil pesos. Entonces, cuando decís que esos paguen más, por ahí cometés una gran injusticia, porque estás metiendo dentro del paquete a un tipo que tiene un departamento de un ambiente ahí y ganan ese sueldo. Entonces, ahí te dicen el sistema de la localización, hagamos pagar por el consumo, y ahí te equivocas el triple, porque en los barrios más humildes, donde a veces el gas no llega, la gente se calefacciona en invierno con estufas eléctricas que consumen un montón.
PERIODISTA.- ¿Y cómo vas a resolver eso, Alberto?
PRESIDENTE.- Hoy en día tenemos absolutamente en claro los ingresos de cada uno, hoy lo tenemos absolutamente en claro. Entonces, podés tener hoy una tarifa social para los que más necesitan y que no pueden pagar el servicio eléctrico o de gas que corresponda, tenés un universo que vive de un sueldo y que vos a eso le podés pedir que la tarifa acompañe un aumento tarifario semejante a la inflación y tenés discriminados los sectores más altos que pueden pagar la tarifa plus. Entonces, si yo puedo, y tienen todo su derecho, de tener mi casa todo el día iluminada con energía eléctrica, tener climatizada la pileta, y quiero todo eso, bueno, no hay problema, pueden tenerlo, pero entonces pagá la tarifa porque podés pagarla. Lo ilógico ahora, yo sigo yendo a buscar las facturas del departamento de Puerto Madero, y siguen siendo tarifas subsidiadas por el Estado, y es una cosa insólita, francamente lo digo, francamente lo digo. El que vive ahí ́puede pagar una tarifa como corresponde, porque son departamentos más caros, son departamentos más amplios. Me parece que por primera vez, y en eso estamos trabajando, podemos segmentar las tarifas con criterios objetivos, no con criterios personales, con criterios objetivos y en eso estamos trabajando. Y hacer que el Estado si va a subsidiar tarifas, las subsidie en favor de los que menos tienen, los que tienen menos ingresos, no que subsidie a todos, que es lo que pasa hoy en día. Entonces, estoy viendo los que pueden pagar y pueden pagar mucho más de lo que pagan. Me parece que eso es una oportunidad que tenemos y que podemos hacerlo bien, por primera vez, porque no es que antes haya existido la desidia de no querer hacerlo, no contábamos con lo que tenemos. La pandemia obligó a todos los argentinos a visitarse una y otra vez, y explicar en qué situación estada, para buscar el auxilio del Estado. Ahora, tenemos todo.
PERIODISTA.- Te cambio de tema, ¿le preguntaste a Biden algo relacionado con el Fondo? O dentro de la charla, ¿te sirvió a vos para eso? ¿Qué nos podés contar?
PRESIDENTE.- La charla fue una charla muy cordial, muy muy cordial. Yo me enteré e esto ahora, pero es muy difícil hablar con un Presidente electo de los Estados Unidos porque está limitado a hablar de cosas que no tengan que ver con la gestión. Claro, porque Biden me comentó cuando empezó la charla, me dijo “qué gusto conocerlo, ya sabe cómo es esto, acá en Estados Unidos hay un presidente por vez”, como diciéndome 'todavía no soy el presidente, el presidente es Trump'. Ya ahí uno tiene una restricción para hablar con él. Tuve oportunidad de felicitarlo por su triunfo, pudimos hablar de cosas más genéricas, de América Latina, yo le expresé que realmente tenía la expectativa de que Latinoamérica pueda lograr un mejor vínculo con los Estados Unidos. Hablamos mucho del Papa Francisco, porque él es un católico, yo esto lo sabía, entonces cuando la charla empezó yo comenté que tenía muchas expectativas con lo que él podía hacer por América Latina en adelante y que mi optimismo, en alguna medida, se fundaba también en que teníamos un amigo en común. Entonces, me preguntó, “¿quién ese amigo en común?”. Le dije 'El Papa Francisco', y él rompió en carcajadas, y me empezó a contar sus historias con el Papa Francisco y yo le empecé a contar las mías. Y así la charla transcurrió durante treinta y cinco minutos, una charla que me habían anunciado que era de diez minutos, se extendió a treinta y cinco minutos, una muy buena charla, un buen comienzo, donde hablamos básicamente, a mí me ayudó mucho conocer parte de su personalidad, porque él me contó que cuando el Papa estuvo de gira por Estados Unidos, como él era católico, el Gobierno de Obama le había encomendado que lo acompañara en su gira, y me comentó una serie de deferencias, como (inaudible) que su familia había perdido un hijo. Y yo le conté algunas historias mías con el Papa, con grandes encuentros a partir de que fue Papa. Fue una muy buena charla, donde efectivamente no se pudieron tocar temas…
PERIODISTA.- Pero igual vos tenés una idea de que vamos a estar mejor con él, ¿no?
PRESIDENTE- Yo creo que es muy difícil estar peor de lo que se estuvo con Trump.
PERIODISTA.- Esa es una buena razón, pero además de esa, qué otros datos objetivos que ustedes analicen, que los hagan pensar que con Biden nos va a convenir más.
PRESIDENTE.- Yo lo que sentí, durante la gestión de Trump, es que es un juego de imposiciones muy perverso para América Latina, es “si haces esto, te someto o te castigo”. Eso me pareció muy mal. Todo lo que ocurrió en la OEA en los años de Trump fue penoso, que Almagro siga siendo presidente de la OEA es penoso, realmente penoso, porque ellos fueron los cómplices de un golpe de Estado en Bolivia, que un año después se demostró que habían mentido para justificar un golpe de Estado.
PERIODISTA.- Vos se la adjudicás a Trump la actitud de Almagro…
PRESIDENTE.- Estuvo absolutamente sostenido por la administración Trump, eso es claro y notorio. La imposición de un presidente en el BID, cuando históricamente el mundo aceptó que el Fondo Monetario Internacional lo manejan los europeos, que el Banco Mundial lo manejan los americanos y que el BID lo maneja un latinoamericano, de repente nos meten un presidente norteamericano por la ventana, con la anuencia también de muchos presidentes de Latinoamérica, que los presidentes de Latinoamérica veían también cómo funcionaba eso, o aceptás o te quedás afuera. La verdad que ese tipo de cosas no le hacen bien a la región y al vínculo con los Estados Unidos, que es una potencia muy importante y que en el continente es la primera potencia claramente. Hace cuatro años que América Latina está dividida y discutiendo por Venezuela, cuando en verdad lo que tendría hacer América Latina es estar unida para ayudar a salir a Venezuela del problema en que está, favorecer la discusión entre los venezolanos, que los venezolanos encuentren una salida, tendríamos que estar interesados por eso. Y lo que estamos haciendo es ayudar al bloqueo que le han impuesto en medio de una pandemia, no en perjuicio de un Gobierno, en perjuicio de los que viven en ese país. Esas son las cosas que me parece que en estos cuatro años han sido muy ingratas, muy ingratas.
PERIODISTA.- y pensás que no se van a sostener con Biden…
PRESIDENTE.- Yo quiero creer que no, quiero creer que no…
PERIODISTA.- El lawfare empezó con Obama en Brasil...
PRESIDENTE.- Todas estas prácticas fueron malas prácticas, sin lugar a duda. Te vuelvo a repetir, te acabo de cortar lo que fue mi charla, una charla muy linda, pero no pudimos abordar ninguno de estos temas, pero tengo la expectativa de que eso cambie, de que esto cambie. La verdad no es bueno ni para la región, ni para los Estados Unidos, que permitamos este tipo de cosas.
PERIODISTA.- Lo de Francisco es auspicioso, las relaciones personas juegan siempre.
PRESIDENTE.- La verdad fue una muy buena charla, la verdad quedé contento, vuelvo a repetir, estaba previsto durante diez minutos, que se haya extendido durante treinta y cinco minutos, es que evidentemente nos sentimos cómodos con la charla los dos.
PERIODISTA.- Bueno, además ese día tuviste una charla con Bolsonaro…
PRESIDENTE.- En realidad tuve un acto con Bolsonaro porque se cumplieron los treinta y cinco años del acuerdo Sarney-Alfonsín, y eso era muy importante. También fue un encuentro productivo, la verdad fue un encuentro productivo, porque él desde Brasil, yo desde Argentina, los dos manifestamos la importancia del Mercosur y de seguir trabajando juntos.
PERIODISTA.- Recién mencionaban la palabra lawfare, que es la traducción de persecución judicial mediática, que usted también ha hablado mucho durante la campaña. Esta semana tuvimos novedades en dos casos particulares, uno es la causa cuadernos con la Cámara de Casación confirmando lo que hicieron con Darío Stornelli, y ayer los tres diarios más grandes de la Argentina diciendo que hoy la Corte va a confirmar la condena contra Boudou. Le quería preguntar cómo ve la situación de lawfere, si eso se mantiene en la Argentina en este año, y también cómo viene el proyecto de reforma judicial que era justamente para cambiar eso.
PRESIDENTE.- El proyecto de reforma judicial está en extraordinarias, así que espero que lo trate Diputados. Yo lo que quisiera es que la Justicia tenga la capacidad de revisarse a sí misma, eso les daría una gran tranquilidad a los argentinos. Cualquiera que estuviera hablando de eso, ahora me saco el saco de Presidente, y me pongo el saco de profesor de derecho, realmente hay instituciones que entraron por la ventana al sistema legal argentino, donde el tema de los arrepentidos, y el tema de la posibilidad de hacer que los bienes de un procesado remarlos y liquidarlos, son dos cosas que repugnan al criterio de culpabilidad del derecho penal. Yo esperaba que la Justicia sea capaz de revisar esas cosas, esto sin perjuicio de que en la causa cuadernos es claro, notorio y evidente que no se cumplieron los procedimientos. A mí la ley me parece mala, es una ley que cuando uno mira América Latina, se fue poniendo sucesivamente en Ecuador, en Brasil y en Argentina, y en tres casos se usaron mecanismos de ley del arrepentido para perseguir opositores: Correa, Lula y Cristina. La verdad es que es un sistema muy perverso el sistema americano, nosotros tenemos un sistema legal que fundamos en el derecho europeo, no tenemos prácticamente instituciones americanas. Las únicas instituciones americanas que nos han llegado son estas.
PERIODISTA.- ¿Y no se puede cambiar esa ley, Presidente?
PRESIDENTE.- Sí, claro que se puede cambiar, y si por mí fuera yo la derogaría, quiero ser sincero porque es una mala ley, es una ley premia al que delata a otro a cambio de favorecerlo. En Brasil, hubo mucha gente condenada por corrupción, está muy bien, el que corrompe que se haga cargo, pero el único que terminó condenado por corrupción por la aplicación de (inaudible) premiada fue Lula, que un día apareció un señor que estaba condenado a ocho años de prisión, le dijeron que le bajaban la pena a cinco para que diga que él cree que Lula es dueño de un departamento. En Ecuador, un día apareció un policía colombiano que dijo que Correa lo mandó a matar en Colombia, y con eso entonces lo están persiguiendo a Correa. Entonces lo que to digo esa es una mala institución, es una muy mala institución, donde alguien se favorece mandando a otro a la ahorca. Me parece que se choca con toda la lógica constitucional argentina, porque en Brasil hay mucha gente condenada por corrupción y hay muchos confesos, que es otra cosa, que es alguien que está siendo acusado y confiesa su delito. Eso en la ley argentina existe, es absolutamente valioso, hay un principio de derecho confesal, que es el que la confesión prueba el delito, y ya está. Ahora, lo que digo yo es que no parece ser un buen método este, es un mal método. Además, en el caso puntual de los cuadernos, la ley establece una serie de requisitos que tienden a garantizar que el que se arrepiente, entre comillas, se esté arrepintiendo por convicción, en un acto de convicción personal. Entonces, como no alcanza pidieron que se filme o se grabe, y en Argentina no se hizo nada de eso. Es más, no solamente no se hizo nada de eso, sino que todos hemos escuchado a muchos de los, entre comillas, arrepentidos decir que fueron presionados por un fiscal a hacer eso, un fiscal que encima está procesado. Yo quisiera que la Justicia se dé cuenta de lo que ha pasado, yo no necesito que la Justicia me haga caso, no quiero que me haga caso, quiero que haga Justicia, y me encantaría que revise lo que ha pasado, y que lo revise con un criterio jurídico porque todo lo que estoy hablando es de cuestiones jurídicas, no estoy hablando de cuestiones de otro tipo. Ustedes habrán visto que siempre que he abordado este tema, lo he abordado desde el lado jurídico, no desde el lado político, he tratado de escaparme a lo político precisamente porque creía imperioso que la Justicia cambie.
PERIODISTA.- Presidente, ¿ya tiene en su poder las propuestas de la Comisión Asesora de la Reforma Judicial?
PRESIDENTE.- Sí, lo que pasa es que empecé a leerlas esta semana, es todo muy interesante, ahí hay juristas extraordinarios. Es todo muy interesante, pero son tres tomos de 200 hojas cada uno más o menos, entonces tengo que leerlo con atención.
PERIODISTA.- ¿Podemos saber cuándo nos empezamos a vacunar, ahora que empezaron los ingleses?
PRESIDENTE.- Esta semana estamos ya firmando el contrato con Rusia. Nosotros estamos esperando recibir de Rusia 300 mil vacunas antes de fin de año. Cuando hablo de vacunas, hablo de, a ver, vamos a decirlo de este modo: vamos a poder vacunar 300 mil personas antes de fin de año, vamos a poder vacunar 5 millones de personas durante enero y vamos a poder vacunar 5 millones de personas más durante febrero con la vacuna rusa. Ese contrato ayer le pegué la última leída y ya está en condiciones de ser firmado, así que espero que entre hoy y mañana, pasado a más tardar, esto esté terminado. Muy contento, muy agradecido realmente con el fondo soberano y con el gobierno de Rusia, porque han sido absolutamente solidarios con nosotros y le han dado la velocidad a aportarnos la vacuna que nosotros realmente necesitábamos. En marzo ya empezamos a tener vacunas de AstraZeneca y Oxford, que no las tenemos antes porque no se producen, porque no se producen, no es por otro motivo, simplemente por eso. Yo siempre sigo la experiencia de Europa. Por eso, en la experiencia de Europa, como en el verano se relajó, abrió el turismo, abrió todos los lugares de diversión, abrió toda la gastronomía, que en cuanto llegó el otoño volvió la pandemia con una ferocidad enorme. Entonces, ¿qué es lo que me hace pensar a mí? Es razonable pensar siguiendo el ejemplo europeo que en el otoño puede venir la segunda ola a América Latina. Entonces, ¿qué ventaja tenemos nosotros? Tenemos la ventaja que si contamos con la vacuna podemos minimizar los daños de la segunda ola, vacunando la mayor cantidad de gente durante el verano. Con lo cual, espero que hagamos una epopeya en la Argentina durante el verano, tratando de vacunar primero a los que más riesgo tienen: personal de salud, personal de seguridad, a las Fuerzas Armadas, a los docentes, a las personas mayores de 60 años y a las personas que tienen entre 18 y 60 años y tienen alguna enfermedad prevalente. Ese universo son en total 13 millones de personas. Yo calculo que con lo que recibimos de Rusia en enero y febrero, lo que recibimos de AstraZeneca y Oxford en marzo y si es posible que Pfizer nos mande para vacunar a un millón y medio más de personas, con eso estaríamos pudiendo vacunar a todas esas personas que son personas, que han quedado demostrado que son las que corren más riesgo, si es que la enfermedad las ataca.
PERIODISTA.- O sea que 5 millones de personas se vacunan en enero, 5 en febrero, y vos decís que 300 mil se vacunan al final de diciembre...
PRESIDENTE.- Vamos a tener vacunas, según nos dice Rusia, antes de fin de año, 300 mil dosis.
PERIODISTA.- De esto seguramente vamos a hablar la semana que viene, pero últimos dos minutos, si vos podés resumir en un título y una bajada, decimos los periodistas, se cumple un año la semana que viene.
PRESIDENTE.- Yo te digo que alguien alguien me preguntó el otro día cómo era esto de gobernar en la pandemia, la verdad la palabra pandemia es como todo lo contrario a la idea de gobernar, porque uno gobierna lo que conoce; esta es la realidad. Entonces, vos te subís a un escenario, mirás a tu alrededor y te empezás a hacer cargo de los problemas. Pero, sabés cuál es el escenario, cuáles son los problemas y aplicar ya los modos, los métodos, las acciones, que vos creés que corresponden. La pandemia es gobernar lo que uno no conoce, pero no es que no lo conoce porque no lo sabe, porque no lo estudió, es gobernar lo desconocido, es gobernar un escenario donde no sabés de dónde te viene el balazo, y no sabés quién te lo tira, y no sabés qué calibre es, y no sabés qué daño te causa, y sabés que no hay armadura que te proteja. Entonces, lamentablemente yo voy a hacer el Presidente de la pandemia, cuando la historia se escriba y habré acumulado una experiencia que ningún presidente tuvo. Yo creo que aproveché esa experiencia, que ningún Presidente tuvo. Y yo realmente creo que la aproveché esa experiencia, la aproveché porque puso en juego mis valores y no los alteré. Mis valores eran primero cuidar la salud de los argentinos, segundo proteger a los más humildes, y eso lo cumplí, y eso lo cumplí con creces, cuando toda la oposición me decía “qué locura lo que estás haciendo”, o la 'infectadura' y la cantidad de cosas que me dijeron. Y cuando ves que, sobre el final del año, llevamos tres meses consecutivos, con todo el esfuerzo que hicimos y con todos los problemas que tuvimos, llevamos tres meses consecutivos, donde la recaudación le gana casi por 3 puntos arriba de la inflación, decís “no me equivoqué”. Y cuando ves que industrias, como la industria automotriz produjeron en noviembre un 20 por ciento más de lo que produjeron en noviembre del año pasado, decís “no me equivoqué”. Y cuando te llegan los informes que dicen que en los barrios más populares, donde la gente más necesita, la demanda en los comedores ha caído, digo “no me equivoqué”. Y cuando veo que he podido sostener la paz social, digo “no me equivoqué”. Si digo que mientras hice todo esto arreglé una deuda con los acreedores, que no hay líder del mundo que no me pregunte cómo hice para haber cerrado un acuerdo con los acreedores que nos permite ahorrar 38 mil millones de dólares, que nos permite tener recursos hoy que de otro modo no tendríamos, digo “no me equivoqué”. Los argentinos tienen que ser conscientes de que este año nosotros pusimos mucha plata, y tenemos un déficit fiscal importante, en la gente que lo necesitó, desde empresarios con el ATP, trabajadores formales con el ATP hasta trabajadores informales con el IFE, más la Tarjeta Alimentar, más la Asignación Universal, más los aumentos a los jubilados. Ahora, este año teníamos que pagar 7 mil millones de dólares. A mí cuando me dicen que nosotros estamos haciendo un ajuste, yo no puedo menos que indignarme, porque si uno ve hoy el presupuesto del año que viene, ves que la inversión en Obra Pública se multiplica por dos. Estamos lanzando con Ferraresi el plan de vivienda con el que empezamos a resolver el problema habitacional de una vez y para siempre en Argentina, o por lo menos empezás a resolverlo de una vez y para siempre. Mirás el presupuesto de Salud y crece, mirás el presupuesto en Educación y crece, mirás el presupuesto de Ciencia y Tecnología y crece ¿Dónde está el ajuste? ¿Sabés dónde está el ajuste? Mirá los intereses por la deuda. El año que viene teníamos que pagar 12 mil millones de dólares de intereses por la deuda. Entonces, si vos mirás todo esto, yo creo que el saldo es honestamente sin querer vanagloriarse de nada, porque esto lo hicimos entre todos, yo creo que el saldo es muy positivo, es muy positivo y hay que ser muy necio para no darse cuenta de esto, hay que ser muy necio. Fue un enorme esfuerzo. El otro día me reía con Axel, con quien hablo mucho por todo lo que nos pasa, porque la dificultad de gobernar es cierta, y le decía “nos mataron, no leímos la letra chica, en la letra chica debe haber estado la pandemia”. Pero la fuimos llevando bien, la fuimos llevando bien, la fuimos llevando bien, y además la fuimos llevando y tratando de distribuir del mejor modo. Yo cuando el otro día lo escuchaba al Jefe de Gobierno decir que le estábamos sacando plata a los porteños y que sin ese dinero los porteños iban a tener menos escuelas, menos jardines infantes, menos plazas, pero si la plata que les transfirieron no era para los jardines, infantes, ni para las escuelas, ni para las plazas, ni para los hospitales, es para la seguridad. Y lo teníamos que hacer porque le pasaron a la Policía Federal, en la Constitución hay una ley específica que dice que hay que pasarla con los recursos, pero los recursos para la seguridad, no los recursos para el resto. Y yo ayer escuchaba y me lamentaba porque decía que lástima que Horacio no sé dé cuenta que, durante un montón de tiempo, casi cuatro años, la Ciudad de Buenos Aires cobró lo que no debía en desmedro de otros que lo necesitaban, por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires. Qué lástima que esa solidaridad se pierda, qué lástima que no nos digan la verdad, porque además le propuse mil veces buscar un acuerdo, inclusive después de que yo tomé la decisión, pero no pudimos, pero la realidad yo siempre estoy abierto a hablar, dialogar y encontrar soluciones, pero equilibradas. Porque cuando él les dice a los porteños todo lo que deja de hacer porque recibe menos, lo que está diciendo es todo lo que cobraba indebidamente, porque ese dinero no era ni para escuelas, ni para sanatorios, ni para hospitales, ni para plazas, ni para jardín de infantes, era para la seguridad, que además se la paga el Estado nacional, que es el único lugar en Argentina, la Ciudad, que más recursos tiene, el Estado nacional le paga parte de la seguridad de la Ciudad. Cuando yo me pregunto por qué los correntinos o los chaqueños no cobran lo mismo, por qué la policía catamarqueña se lo tiene que pagar el Gobierno de Catamarca. Entonces, en realidad yo creo que una de las cosas que nos impone la post pandemia es que construyamos otra normalidad. A mí cuando me dicen cuándo vamos a volver a la normalidad, yo siempre digo lo mismo, ¿volver a la normalidad? Si para ustedes eso era la normalidad, yo a esa normalidad no quiero volver. Yo la normalidad de semejante desequilibrio, de semejante desigualdad en la distribución del ingreso, a esta normalidad que perjudicarían a muchos y de los beneficios para poquitos, a esa normalidad no quiero volver. Construyamos otra normalidad, una normalidad más digna, más ética, que nos ponga a todos en condiciones de desarrollo. Esa es la verdadera discusión que tenemos por delante, y eso lo podemos hacer entre todos, si es que todos entendemos la oportunidad que tenemos. Por eso, vos me preguntabas me fui, tal vez me fui un poco, pero la verdad es que me preguntás cómo veo este año, y yo creo que hicimos un enorme esfuerzo y vemos que todos los resultados son altamente positivos.
PERIODISTA.- Y con la coalición, ¿cómo ves el frente después de un año? Vos sabes que se habla todo el tiempo.
PRESIDENTE.- Bien, bien. Nosotros no somos todos iguales, no pensamos exactamente igual. Lo que debemos pensar igual es solamente una cosa, en que debemos estar unidos, y en post de eso, cuando las cosas se tensan mucho, alguien tiene que aflojar, porque lo más importante es estar unidos. Hemos ganado en Río Cuarto, donde todos nos ponían la ficha que ahí íbamos a estar derrotados, y Río Cuarto no es precisamente un lugar que nos es particularmente afín. Tenemos que darnos cuenta de la importancia de cambiar, y trabajar muy juntos, trabajar muy unidos, muy unidos, y respetarnos. Ayer yo escuché la preocupación del bloque de Senadores nuestros y era entendible, me pareció razonable, volver a la Casa de Gobierno (inaudible). Me pareció una buena salida, una salida donde además terminan ganando los jubilados, que me parece que es lo más importante. Fuimos capaces de construir una salida menos técnica y que piense más en los jubilados, así que la coalición tiene que estar más unida que nunca, respetarnos mucho, estar juntos y darnos cuenta de la importancia de esa unidad.
PERIODISTA.- Alberto, te agradecemos mucho, nosotros, el público, el tiempo que nos has dedicado.
PRESIDENTE.- No, gracias a ustedes.
PERIODISTA.- Nosotros en general estamos de acuerdo, a veces en algunas cosas no, pero me parece que al valoración del primer año, y ahora esto ya corre por mí cuenta, estoy de acuerdo con vos que es altamente positiva y que se nota una vocación por cuidar a la población importante. Así que, bueno, también te lo digo en público.
PRESIDENTE.- Muchísimas gracias, Roberto. Les dejo un abrazo grande. Gracias por el tiempo, la verdad me fui de rosca con el tiempo.
PERIODISTA.- Un abrazo grande.
PRESIDENTE.- Un abrazo grande a todo, gracias.