Entrevista al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, para el programa: “PH, podemos hablar”, conducido por Andy Kusnetzoff, en Telefé.
PERIODISTA.- Vamos a saludar al Presidente de la Nación, Alberto Fernández. Presidente, ¿me escucha? Buenas noches.
PRESIDENTE.- Perfecto.
PERIODISTA.- Acá estamos con Galíndez, con Jimena, con el ”Turco” García, con Sietecase y con Diego, en este momento tan difícil, pero queríamos que – de alguna forma usted esté presente – me cuesta tutearle, porque es el Presidente de la Nación.
PRESIDENTE.- Podés tutearme.
PERIODISTA.- Me cuesta, en este caso me parecía que – en este caso – era importante el testimonio del Presidente de la Nación del ídolo más importante, que se nos fue y le tocó a vos en tu presidencia. Me gustaría saber ¿qué significa eso, cómo fue, cómo te llaman mandatarios de todo el mundo, cómo te enteraste?
PRESIDENTE.- Maradona es un personaje enorme, los argentinos por ahí no somos conscientes, además hay una parte, de la Argentina, que está muy preocupada por pensar en la vida de cada uno y medir a los grandes personajes por cómo viven, por cómo funcionan, personajes como Maradona son personajes inmensos. Uno va por el mundo y le preguntan de dónde es y uno dice: “soy argentino”, y la respuesta inmediata es: “Ah, Maradona; Argentina Maradona”. Y eso pasa en cualquier rincón del mundo, donde uno vaya. Él es un hombre que ha trascendido las fronteras argentinas de un modo increíble y es un hombre, que además los que amamos el fútbol, sabemos que no vamos a ver otro jugador de fútbol como él, nunca, nunca. Fue un personaje único, en el fútbol, único, irrepetible por sus habilidades. Yo tuve la dicha de verlo – de muy chiquito – en mi querido Argentinos Juniors y era irrepetible y además un jugador con un liderazgo que tampoco es fácil encontrar y donde – en un deporte de equipo – esos liderazgos pesan mucho. Acá el “Turco” García, que ha jugado al fútbol; Diego, que ha jugado al fútbol y ellos saben de lo que estoy hablando, son personajes centrales en la cancha y son personajes centrales, en los vestuarios y eso fue Maradona.
Además fue un hombre con una vida siempre comprometida con los sectores más humildes, yo suelo decir de él y se lo dije muchas veces en vida que lo de él era un caso único…”sos alguien que tocó el cielo con las manos, pero nunca despegó los pies de la tierra” y la verdad que esa permanente preocupación suya por los que peor estaban, por los que peor la pasaban, esa generosidad y solidaridad para con esos que más necesitan y que los vimos pasar, frente a su féretro, en estos días, la realidad es que, por todo eso también, tuvo sus propios dolores de cabeza. Era para muchos un personaje políticamente incorrecto, pero – a mi juicio – era un hombre absolutamente comprometido con lo que creía.
PERIODISTA.- Estábamos charlando acá y un poco que sentimos que a todos los argentinos se nos fue una parte de nuestra historia, cada uno tiene su historia personal, me imagino que usted también, pero claro no quisiera estar en tu lugar cuando te dieron la noticia y vos tenés que decir cómo manejo esto y en medio de la pandemia que no había ni un velatorio y tener que hacer el velatorio del hombre más popular de Argentina. ¿Qué pasó por su cabeza, cómo se manejó y después lo que ocurrió cómo lo vivió?
PRESIDENTE.- Pongámonos de acuerdo porque me tuteas o no…
PERIODISTA.- No me pongo de acuerdo porque – por momentos –tengo ganas de hablar con la persona, que en este caso es el Presidente, no me voy a poner de acuerdo, espero me disculpe.
PRESIDENTE.- Igual expliquemos – para los que nos miran – que durante muchos años Andy me entrevistó, como muchos de los que están ahí, como Reynaldo, Diego mismo y la verdad es que siempre nos tuteamos; ahora – ocasionalmente – me toca ser Presidente, pero sigo siendo Alberto, así que eso no supone menos respeto, así que podemos tutearnos.
Fue un momento muy ingrato, como para cada uno de nosotros, enterarnos que Maradona se había ido fue un momento horrible, definidamente, y en verdad lo único que atiné a hacer es ponerme al servicio de su familia; le escribí a Claudia, con quien había estado, unos meses antes, hablando, acá en mi oficina, y le dije que lo que necesitara solamente me llamara. Me terminó llamando, tipo tres de la tarde, de ese día. Yo le dije que había pensando en dos opciones: la primera aprovechar un espacio abierto, muy simbólico para Maradona, como era el estadio “Diego Armando Maradona”, de Argentinos Juniors, y que llevemos allí sus restos para despedirlos y si creía que lo mejor era la Casa de Gobierno le ponía a disposición la Casa de Gobierno. Ella me dijo, que lo había hablado con las hijas, y ellas creían que lo mejor era que Diego fuera velado, acá, en la Casa de Gobierno y yo, inmediatamente, le dije que sí, cómo le iba a dar una negativa. Le dije que sí y organizamos las cosas sabiendo que íbamos a tener un aluvión de gente que querría despedirse de Diego y tuvimos el problema, entrecomillas, que tuvimos que enfrentar la decisión de la familia de que ellos quisieron que todo terminara a las 16 horas y cuando mucha gente se dio cuenta, que por la cantidad que tenía adelante no iba a llegar, muchos se abalanzaron sobre la puerta y ahí ocurrieron los problemas, que todos vimos en Casa de Gobierno. Y lo que me llamó la atención es que muchos plantearon, que habiendo puesto la Casa de Gobierno teníamos que poner nosotros las condiciones, a partir de las cuales debía ser velado Diego, pero la verdad que a mí me pareció que no, la verdad es que nunca yo enfrenté ese dilema, porque quienes tenían que decidir cómo hacerlo y durante cuánto tiempo era su familia.
Y lo que sí esperaba era que todos, en respeto a la memoria de Diego, entendamos que algunos íbamos a poder verlo y otros no, pero que no hubiera demasiados problemas. En verdad los problemas se generaron con un grupo, yo diría, limitado de gente, reducido de gente, pero que hicieron mucho barullo. Lo cierto es que, cuando vieron salir el ataúd de Diego, de la Casa de Gobierno, toda la gente muy tranquilamente dejó la Plaza y se fue yendo cada uno a su casa y lo más impactante, que eso también es muy interesante verlo, porque muchos hablaron de que debíamos haberlo organizado más, del tema de la pandemia. Todo eso es cierto – quiero aclararlo – y nos preocupó, pero lo más interesante fue ver qué nadie sabía dónde iba a ser sepultado Maradona y nadie a qué hora iba a ser sepultado Maradona y, sin embargo, salió el auto fúnebre, que lo llevaba e inmediatamente la gente salió a las calles, por donde pasaba ese auto, para despedirlo. A mí me impresionaba ver en la autopista, en el acceso oeste, en los puentes que cruzan el acceso repletos de gentes, que se enteraron que el auto pasaría por ahí y salieron corriendo a despedir a Maradona y ver la autopista, en la zona del peaje, repleta de gente, que había ido para ver pasar el auto, que llevaba los restos de Diego. Eso lo único que demuestra es la capacidad que tuvo Diego, hasta en el día de su muerte, de movilizar a los argentinos y era imparable, claro que era imparable y claro que era difícil hacerlo, pero lo que yo quise es ponerme al lado de la familia, que la familia resolviera cómo proceder, en el momento del sepelio y de la inhumación de Diego y ponerle a disposición lo –que a juicio de ello – Diego hubiera querido.
Diego además es alguien; ahí lo veo a Galíndez que tantos años estuvo, en Argentinos Juniors y todos los hinchas de Argentinos lo queremos tanto, lo veo y pienso en tantas alegrías que nos dio Diego, cómo vamos a andar nosotros cuestionándole los tiempos a la familia y la verdad es que yo quería que, ese día, fuera un día en que los argentinos y argentinas le rindieran homenaje a Diego y lo único que hice fue abrir las puertas, de la Casa de Gobierno, para que los argentinos pudieran despedirse de él; algunos lo hicieron de un modo que no correspondía, pero muchos – la inmensa mayoría – vinieron a rendirle el tributo que él merecía.
PERIODISTA.- En lo personal, más allá de Presidente, estoy pensando que, hace menos de dos años, estuvo en PH, el ahora Presidente Alberto Fernández y recordó la muerte de Néstor Kirchner y se emocionó, pero ahora es un abogado ya un poco retirado de la tarea política, la fuerte por lo menos, de la política nunca se retiró, imaginate si yo le hubiera dicho, en dos años, vas a ser vos Presidente, va a haber una pandemia, se va a morir Maradona, todo parece ir muy rápido, parece impensado. Me imagino, también, el estrés de ser Presidente, en este momento, pero me imagino y te pregunto también si tuviste tiempo, en lo personal de bajar, de llorar como hincha de Argentinos y vimos que pusiste la camiseta arriba del cajón y me gustaría saber, si en algún lado pudiste conectar como persona, más allá de la responsabilidad.
PRESIDENTE.- Sí, inclusive me ha pasado que algunos colegas tuyos, que me entrevistaron, y me costó seguir hablando, respiro hondo ahora para que no me vuelva a pasar, eso sí nos pasa a todos. Y claro, yo de todas manera hay algo de Maradona, que una vez él me contó, y Sergio Goycochea me dijo que era cierto, que era que – en los Mundiales – ahí está Galíndez y seguramente que también lo debe haber visto, que en los Mundiales, Maradona arengaba a sus compañeros diciéndoles: “tenemos que ganar porque esta sea – tal vez – la única felicidad que tengan millones de argentinos”, y eso era muy impresionante, muy impresionante; a veces pienso si todos nosotros pensáramos como Maradona qué distinto sería el país, si cada una de nuestras acciones estuviera dirigida a darle felicidad a los que no la tienen qué distinto sería el país.
PERIODISTA.- Estoy pensado que lo dice el Presidente y la verdad que es un deseo que tenemos todos, un poco creo que los argentinos necesitamos un poco de felicidad, de tranquilidad, de estar más unidos; cuando empezó esta pandemia pareció… no es el momento de hablar de política porque esto es un homenaje a Diego, pero estaba ahí, la unión se veía, pero no duró tanto.
PRESIDENTE.- No, pero no es tampoco tan así, los que estamos gobernando trabajamos muy unidos y los que están en la oposición, sin gobernar, son un poco más díscolos. La verdad es que esto pasa, en la Argentina, y pasa en todos los lugares del mundo; yo lo que creo igual es que lo importante no es tanto cómo la dirigencia termina actuando, sino que la sociedad entienda que debe vincularse de otro modo, no podemos seguir cada uno por nuestro lado. Y pensemos eso de Diego, que cada vez que salía a la cancha a jugar un partido, en el Mundial decía: “hagamos felices a los argentinos, que hoy no tienen ninguna razón para estar felices”, eso es impresionante, es una simplificación de la palabra solidaridad como pocas veces vi. Por eso la rescato y él me lo repitió, muchas veces y por eso insisto y me lo contaba con mucho orgullo que el contaba venir de una familia muy humilde y de verdad me impresionó mucho lo que me dijo aquella vez y me lo contó muchas veces, a lo largo de las veces que me lo fui encontrando.
PERIODISTA.-No le quiero, no te quiero sacar tiempo-no me defino-, después vamos a hacer un momento donde cada uno le agradece a Diego algo, así hablando en primera persona, y si usted quiere tiene su momento también como Alberto y como Presidente.
PRESIDENTE.- Alguien me preguntó el otro día qué le pondría en el epitafio de Diego, y yo le pondría solamente la palabra “gracias”, “gracias”, y me impresionó mucho, porque vos sabés que ayer cuando la gente pasaba frente al féretro de Diego…
PERIODISTA.- El jueves.
PRESIDENTE.- Era una constante la palabra “gracias” en la boca de la gente, “gracias Diego”, “gracias Diego”, y me parece que es una gran síntesis de lo que nosotros debemos hacer con Diego, porque Diego tuvo algo que pocos podemos hacer, es que es nos hizo felices a todos; a veces uno toma decisiones y pone contentos a algunos, pone tristes a otros; algunos te aplauden, otros te chiflan: Diego tuvo la posibilidad de hacernos felices a todos, y su vida fue hacernos felices. Por eso también a la hora de la reflexión pienso por qué fuimos tan exigentes con él, por qué una parte de la sociedad le exigió a Diego que debía ser el modelo nuestro, si finalmente Diego era una persona como nosotros, y al igual que nosotros vivió como pudo y fue feliz como pudo, y yo lo único que íntimamente deseo es que ojalá haya sido feliz, por toda la felicidad que nos dio a nosotros, y por toda esa felicidad lo único que le diría es gracias, gracias, gracias y mil veces gracias.
PERIODISTA.- Gracias a vos Presidente, gracias por esta charla, en este momento, ahí te saludan todos. El único que quiere meteré un comentario es Galindez, Presidente.
PRESIDENTE.- ¡Sí, claro! Es uno de nuestros ídolos Galindez, en Argentinos Juniors es uno de nuestros ídolos.
GALINDEZ.- Gracias mi Presidente. La verdad que me da un orgullo, después de tanto, que yo lo veo de Presidente, mi corazón se lo entrego para el pueblo argentino, que el pueblo argentino sepa la persona que es usted, y Diego siempre decía la misma cosa, “quiero un Presidente que ayude, que sepa llevar a Argentina para adelante, que no haya gente que sufra en la vida, el Presidente tiene que dedicarse a la gente que sufre, no a los ricos, que a la gente que sufre que le dé todo”. Me parece muy bien Diego, eso es lo que yo quiero. Por eso el pueblo argentino, mi Presidente de la Nación Argentina, mi corazón y mi alma se los entrego y a Diego con todo el corazón lo lloro, y la verdad cuesta mucho, pero siempre va a estar en los corazones nuestros. Gracias mi Presidente de la Nación Argentina, que Dios lo bendiga siempre por la persona que es. Un abrazo grande.
PRESIDENTE.- Gracias Galindez, te quiero mucho, gracias de verdad, te quiero mucho.
PERIODISTA- Gracias Presidente, me parece que te votó Galindez, gracias por la charla.
PRESIDENTE.- No, gracias a ustedes, que tengan una buena noche.