Entrevista al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en Súper Fútbol, TyC Sports
PERIODISTA.- Está el Presidente de la Nación en línea. Alberto, ¿cómo le va? Diego Díaz, lo saluda.
PRESIDENTE.- ¿Qué tal, Diego? ¿Cómo estamos? Mal día, mal día…
PERIODISTA.- La verdad, con todo respeto, yo ni quise preguntarle cómo estamos, porque la verdad creo que todos estamos de la misma manera…
PRESIDENTE.- Mal día, mal día, un día muy triste, muy muy triste, muy triste para todos los argentinos sin ninguna duda. Para un hincha de Argentinos, la tristeza se multiplica por miles, pero la verdad que es una pena enorme, porque recién estábamos acá con Santiago Cafiero y le mostraba que me escribe el vicecanciller de México, me escribe el Presidente de España, para darme las condolencias sobre Diego. Diego era Argentina en el mundo, y fue alguien que nos llenó de alegría a los argentinos, nunca le vamos a poder pagar tanta alegría. Una pena enorme.
PERIODISTA.- Y que probablemente, Presidente, nos acostumbró a eso que no pasa con ninguna otra persona, pensar que a él no le iba a pasar nunca esto.
PRESIDENTE.- Yo, además, cuando lo sacaron de la clínica la última vez me quedé un poco preocupado, porque me acuerdo que hubo algún médico que dijo que no era prudente, y bueno, qué se yo, qué habrá pasado, cómo habrá sido. Lo único que sé es que son esas muertes que no se llenan con nada, no sé si alguna vez volveremos a tener otro Diego, no lo sé. La suerte que tuvimos todos nosotros es la suerte de haberlo visto, de haber disfrutado de su afecto, de haber disfrutado de su cariño. Yo, mi eterna gratitud, porque todo este tiempo no hizo más que acompañarme y apoyarme. Una enorme pena, una pena inmensa, una pena inmensa, se fue un tipo único, único, único, dudo que volvamos a ver otro jugador como Maradona en todo sentido, no solamente por sus cualidades técnicas que saben desmesurar mejor que yo, sino también por ese coraje, esa fuerza, esa garra, que siempre puso cada vez que se puso la camiseta que tenía que defender. Un jugador excepcional, y que a los argentinos sólo nos dio alegrías. Estamos en deuda con él, eternamente en deuda, porque solo nos dio alegrías, solo nos dio alegrías. Un tipo que cada vez que salió a una cancha fue para dejar todo por nosotros.
PERIODISTA.- Presidente, usted siente también, como mucha gente sentimos, que Maradona no solamente ha sido la Argentina en el mundo sino un argentino típico que nos ha representado con todas sus condiciones, con su talento, con su capacidad, con su carisma y también con sus defectos, los que tenemos la mayoría de nosotros.
PRESIDENTE.- Lo mejor de Diego que a muchos irritaba y que muchos cuestionaban, es que era un hombre absolutamente genuino, genuino, genuino, no era un hombre impostado, era un hombre genuino que expresaba todo con la fuerza con la que jugaba al fútbol. Defendía a los que quería, maltrataba a los que odiaba, eso era Maradona en estado puro, y seguramente es verdad lo que decís, puede ser que sea un buen exponente de lo que el común de los argentinos somos, muy viscerales, bueno, eso que somos. Pero lo que sí sé es que por encima de todo eso, yo lo he tratado varias veces a lo largo de su vida y siempre rescaté lo mismo de él, lo genuino de él, lo original en el sentido de que nunca impostó un lugar, lo que no le gustaba te lo decía, y lo que le gustaba te lo decía, te aplaudía y te acompañaba.
PERIODISTA.- ¿Cuándo fue, Alberto, la última vez que lo vio?
PRESIDENTE.- Estuvo acá, si no me equivoco, antes de la pandemia, en febrero que vino a visitarme, estuvimos hablando un rato largo, hablamos de fútbol, hablamos de Argentinos, hablamos de Gimnasia. La pregunta que siempre le hacía era cuál era el gol que más recordaba. Y hablando y contándole como hincha de Argentinos Juniors mis historias, porque Maradona para nosotros apareció muy de chiquito cuando jugaba en las inferiores y en el entretiempo salía a hacer jueguitos con la pelota, y ahí disfrutábamos de ver lo que hacía. Agarraba la pelota, daba toda una vuelta alrededor de la pelota, después iba al círculo central, ahí se sentaba y en todo el tiempo la pelota nunca tocaba el piso. Y ahí nos maravillábamos ese rato, por ahí en partidos que eran muy embolantes, Diego nos alegraba ese ratito. Y después verlo jugar en Argentinos, tengo recuerdos imborrables de él en Argentinos, el Argentinos-Boca en cancha de Vélez donde le metió cuatro goles a Gatti. Por ahí, los que son hinchas de clubes grandes no lo entienden, pero para nosotros era como decir “ven que podemos y no somos nada”, porque Argentinos Juniors siempre fue un equipo chico de barrio, y sentíamos que éramos los más poderosos del mundo con Diego. Y bueno, Diego es todo, la cancha se llama Diego, para nosotros Diego es todo. Es una pérdida horrible. Cuando me dijeron, dije averigüen bien, porque quería no creer, quería que fuera una fake news, una falta noticia, una falsa información. Una pena enorme, enorme, enorme, y la verdad es que si alguien merece el recuerdo de los argentinos es Diego, porque desde el lugar que le tocó solo nos hizo felices, solo luchó con dignidad para dejarnos bien parados en el mundo. El mejor recuerdo que puedo tener para con alguien, lo tengo para con él.
PERIODISTA.- Presidente, no podemos dejar de preguntarle, qué pasará con estos tres días de duelo nacional, y además siempre que pensamos en esta situación imaginábamos tal vez la despedida más multitudinaria de la historia. En este contexto, ¿cuál es la posición suya y del Gobierno?
PRESIDENTE.- Yo lo que he pedido es que hablen con la familia, porque están abiertas las puertas del Estado para Diego, y también hablé con el Presidente de Argentinos Juniors, con Cristina Malaspina, y le dije que si la familia quisiera que el velatorio fuera en el estadio, si podíamos contar con él. Y me dijo “por supuesto que sí”. Pero eso es una decisión que toma básicamente la familia, lo que la familia pida Diego merece tenerlo, así que estamos conversando tratando de ver con la familia… bueno, se darán cuenta deben estar mucho peor que nosotros ellos, muchos más shockeados. Estamos viendo cómo lo hacemos.
PERIODISTA.- Presidente, esto ya no soluciona nada, ¿siente que lo cuidamos bien, que lo hemos tratado bien, o que probablemente algunas cosas debieron ser distintas con respecto a cómo tratamos a esta referencia que tiene nuestro país en el mundo?
PRESIDENTE.- Bueno, eso es algo que los argentinos debemos revisar, ese tema de poner siempre en tela de juicio al que se brinda, al exitoso, que sé yo. Yo la verdad es que Diego, como todos nosotros, ha vivido como ha podido. Nosotros no elegimos cómo vivir, cada uno vive como puede, encuentra la felicidad del modo que puede, y a él también le ha pasado. Y a él le cargamos la mochila que tenía que ser el ejemplo de todos, y la verdad es que él vivió como supo, como pudo, y lo único que tenemos que decir nosotros es lo que él trascendió. Él definitivamente fue un hombre que nos llenó de alegría; no tenemos recuerdos tristes con Diego, porque aún en la derrota de Italia estábamos encantados por ver a ese equipo y a ese Diego protestando porque chiflaban contra el himno y él sacando el pecho y peleando cada pelota como la peleaba. ¿Qué le podemos recriminar a Diego?
PERIODISTA.- Presidente, no le pasa que mientras estamos hablando de Diego, y como que no terminamos de caer en lo sucedió.
PRESIDENTE.- No y sí, claro, pero es que la verdad es que Diego va a ser uno de esos personajes, que nunca se mueren y eso también hay que entender, porque Diego ha sido un hombre inmenso, inmenso. Vuelvo a repetirlo: es inmenso porque qué argentino de bien le puede recriminar algo a Diego si todo lo que hizo fue darnos alegrías. ¿Qué podemos recriminarle? ¿Con qué autoridad moral alguien podría decir algo de Diego. Diego es un ser humano y los seres humamos vivimos como podemos y encontramos la felicidad del modo en que podamos encontrarla y él de lo único que se ocupó, desde que nosotros lo necesitamos y él estuvo ahí para poner lo mejor de él y nos llenó de gloria y alegría. El momento de más gloria, del fútbol argentino, lo tuvimos con Diego. Además no es al día de hoy que seguimos viendo el gol, a los ingleses; que seguimos conmoviéndonos. Yo hasta el día de hoy sigo viendo el tiro libre que le metió, a Gatti, al segundo palo y me conmuevo, pero qué más podemos pedirle a Maradona. Maradona creo que no se va a morir nunca, porque además inexorablemente ha sido tan enorme, que Messi – por ejemplo – que es otro extraordinario jugador es la comparación permanente con Maradona, porque Diego es como una referencia inevitable. Es imposible pensar que Maradona se ha ido, y no se va a ir porque en la memoria colectiva va a estar muy presente, es horrible pensar en su ausencia física, pero Maradona va a ser una persona imborrable, en la memoria colectiva argentina, como los grandes ídolos que ha tenido la Argentina, en otros órdenes, porque en el fútbol no hay nadie igual a Maradona, nadie. Pero uno podría pensar en Gardel, para poner un ejemplo; se trata de enormes ídolos, enormes personajes que la memoria colectiva guarda siempre.
PERIODISTA.- Presidente, yo pensaba cuando le escuchaba que, cuando recibimos la noticia, que uno va repasando la vida de Diego y todos los que tenemos cierta edad, más de 40, vivimos pendientes de Maradona, de qué le pasaba, de su familia, de si hacía un gol, de si estaba bien de salud, de si tenía trabajo. ¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza, Presidente, con esta noticia, porque yo pensé – inmediatamente – en cuando vi llorando a mi papá, en el Mundial del 86? ¿Tuviste algún recuerdo?
PRESIDENTE.- Yo siempre cuando me pregunta por Maradona yo tuve muchos momentos en que lo vi a Maradona, pero si a mí me pregunta el recuerdo que tengo de él, te vas a reír y dirás: “este tipo es un tonto”, pero nunca me lo olvidé. Yo estudiaba, en la Facultad de Derecho y vivía en Santa Fe y Coronel Díaz, bajaba por Pueyrredón, hasta Santa Fe, caminando y después por Santa Fe, hasta Coronel Díaz y un día vengo caminando y veo, que – en la puerta de un edificio – estaba sentado “Pelusa” y recién acababa de llegar a la Primera, de Argentina y seguí caminando, pero me dije que no me podía quedar con la duda y me volví y le dije: “¿vos sos Diego?” “Sí”, me contestó y yo llevaba una agenda de papel y le dije: “no me firmás un autógrafo”. Diego estaba sentadito, en el umbral del edificio y me dijo que había ido a ver al dentista, me acuerdo que me dijo. Él me firmó y me puso: “para Alberto, de Diego”, con la firma de él y el 10 abajo, que él siempre ponía. Ese momento fue inigualable y yo llegué a mi casa exultante, porque había visto a Maradona y me había dado un autógrafo. Fue un recuerdo como muy breve, sí, pero fue como el momento en que lo descubrí como humano en la calle, recién como saliendo del cascarón del fútbol y nunca me olvidé de ese momento y guardo la hoja esa. Después él, al año siguiente, lo conocí, ya él jugaba en Argentinos, y me mandó una foto en la cancha, de él vestido como jugador, posando como jugador y era la época en que Argentinos tenía en la camiseta el sponsoreo de la Aerolínea Austral y me la dedicó atrás. Yo todavía, cuando me la dedicó le digo: “pero, Diego ¿y ahora cómo hago?”. Porque claro, la puse en un marco, pero en ese marco se ve la foto de él, pero no se ve su dedicatoria.
Qué se yo, yo con Maradona cada vez que lo he visto lo único que quise fue exprimirlo con historia de fútbol, ustedes seguro habrán hablado más que yo con él, porque lo han reporteado más y seguramente por la actividad de ustedes habrán tenido más tratos que yo con Maradona, pero cada vez que estuve con él lo único que quería era exprimirlo y sacarle historias de fútbol.
PERIODISTA.- ¿Qué le dijo la última vez que lo vio, le habló del país y de qué expectativas tenía?
PRESIDENTE.- Hablamos, él vino a apoyarme, siempre me apoyó hasta el final, siempre. Y cuando uno revisa su Instagram siempre estuvo acompañándome, cosa que nunca dejaré de agradecérselo y la última vez que vino hablamos un poco de cómo estaba el país, la pandemia todavía no se había desatado y hablamos de fútbol, hablamos de Gimnasia, le recomendé que no lo haga descender a Gimnasia porque se iba a enojar Cristina y lo vi bien, lo vi con ganas, como con ganas de avanzar, con muchas dificultades físicas, porque – evidentemente – su físico estaba muy resentido.
PERIODISTA.- Presidente y mire lo que son las cosas, hace cuatro años, el mismo día, moría Fidel Castro.
PRESIDENTE.- Sí, increíble.
PERIODISTA.- Después de esa relación que él había fomentado con Fidel.
PRESIDENTE.- Él tenía adoración por Castro, eso siempre fue así, tenía adoración, bueno pero él ha sido muy genuino en todo eso, ha sido muy honesto con sus ideas, muy fiel y muy leal con sus ideas.
PERIODISTA.-¿Qué hacemos con la 10 de Argentina, Presidente?
PRESIDENTE.- Bueno, ahí la tiene Messi, que tendrá una carga todavía más fuerte, el pobre Messi, cargar con la camiseta que cargó Diego, esa siempre fue una carga, pero igual el fútbol argentino tuvo un antes y un después de Maradona, eso sí estoy seguro. Dudo mucho que volvamos a tener otro Maradona, que el mundo vuelva a tener otro Maradona, son personajes que nacen una vez y es difícil que se repitan.
PERIODISTA.- Presidente, le agradezco y así – como una vez – le escribí una carta y en ese momento, cuando estaba arrancando la pandemia, la ponía paralela a un tema, de Cacho Castaña, que triste está la Argentina, creo que, hoy, es de esos días realmente muy tristes, para la Argentina.
PRESIDENTE.- Muy triste, es una pérdida enorme, enorme y lo que tenemos sólo es darle gracias a Diego por lo feliz que nos hizo en vida, esa es la verdad; solo agradecerle, sólo gratitud para con él.
PERIODISTA.- Abrazo grande y muchas gracias.