Palabras al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, ante el Council of Americas, por videoconferencia, desde Olivos, y respuestas a un grupo de preguntas.
PRESIDENTE.- Muy bien, muchísimas gracias al Council of the Americas, efectivamente estuve allí por primera vez cuando tenía 31 ó 32 años, cuando era Superintendente de Seguros de la Nación y después muchas veces hablé allí, en Buenos Aires, como Jefe de Gabinete y ahora como Presidente, con lo cual gracias al Council por ocuparse de la Argentina y gracias al tiempo que me están brindando, y grcias a todos y todas las que están escuchando y los que están escuchando esta conversación porque es una buena oportunidad para que pensemos, un poco, lo que pasa en la Argentina y que les cuente un poco sobre cómo me imagino a la Argentina del presente y del futuro.
Miren el mundo ha entrado en una situación muy compleja, estamos midiendo algo que habitualmente nadie vive, que es una pandemia y la dimensión de la pandemia es inmensa, ha generado un daño en las estructuras económicas del mundo indudable.
Nosotros llegamos al gobierno, en diciembre del 2019 y la verdad es que recibimos un gobierno con muchas dificultades, en una situación muy compleja. Llegamos al gobierno y la Argentina tenía un 36 por ciento de pobreza, en la Argentina había un nivel de endeudamiento que casi comprometía al cien por ciento de su PBI; en una deuda que había sido contraída en muy poco tiempo y que debía ser pagada en poco tiempo y en una Argentina absolutamente estancada, con una inflación que, en el año 2019, superó los 50 puntos. Y la verdad que cuando uno se pregunta por qué le pasó eso a la Argentina, uno puede encontrar múltiples respuestas: hay cuestiones que tienen que ver con lo estructural, de la Argentina. La Argentina padece, desde hace bastante tiempo, un déficit fiscal, que el gobierno que me precedió creyó que el modo de solventarlo era tomando créditos y la verdad que no es una buena idea esta el tomar créditos para pagar más de lo que ingresa.
La Argentina, además, viene expresando, desde hace mucho tiempo una parálisis de la economía, que en los últimos cuatro años se profundizó de un modo muy peligroso. En la Argentina más de 23.000 empresas cerraron, en esos cuatro años y el desempleo se convirtió en un problema. El desempleo, la pobreza y la marginación se convirtieron en un problema social para la Argentina. Medio en broma y medio en serio yo digo que cuando llegamos al gobierno, en diciembre de 2015, la Argentina estaba en terapia intensiva y en respirador automático y que llegó la pandemia y desenchufó el respirador automático y así enfrentamos la situación que enfrentamos.
Evidentemente la pandemia nos obliga a pensar cómo tendría que ser el mundo, en el futuro, porque da para repensar muchas cosas. Uno debería repensar esa lógica financiera del capitalismo, donde es más importante en la empresa el gerente financiero que el gerente de producción y digo esto porque lo que más necesita la Argentina es inversión, es producción, es trabajo y desarrollo porque no hay otro modo de cambiar las estructuras de un país, que no sea a través del desarrollo y digo además que las oportunidades que tenemos para desarrollarnos son muchísimas, pero sin ninguna duda son muchas y nosotros queremos que este momento tan tráfico, que nos toca vivir, que es el momento de la pandemia pueda convertirse en una oportunidad para hacer un sistema de desarrollo más equilibrado, más justo. Nosotros decimos ser un país federal, pero la verdad es que la economía se concentra básicamente en torno al Puerto de Buenos Aires; el centro de la argentina es un centro rico, ahí está el campo, pero después hay dos periferias de la Argentina, que son el norte y el sur que no la pasan bien, que la pasan mal y que el desarrollo de esas dos regiones es absolutamente desigual, de lo que pasa en la región centro.
Entonces me parece que la pandemia nos da la oportunidad para pensar cómo podemos hacer una Argentina más equitativa, más equilibrada porque creo fundamentalmente que el desafío del futuro es hacer un país que se desarrolle más federal y que incluya socialmente a todos. La Argentina hoy debe tener una pobreza que debe rondar el 40 por ciento; nadie que tenga un mínimo de ética vive en paz con una sociedad donde 4 de cada 10 son pobres. Ahora ¿cómo sacamos a esa gente de la pobreza? Yo conozco un solo remedio: la inversión y el empleo, el que invierte, produce y genera empleo y allí yo entiendo que tenemos nosotros muchas posibilidades de generar inversiones, porque la Argentina sigue siendo un país que estructuralmente también tiene mucha riqueza que no se ha explotado adecuadamente y mucha riqueza que además necesita de la asociación del Estado con el capital privado para desarrollarla.
La asociación no quiere decir ser socios, sino que es el Estado genere las condiciones para que el capital privado invierta y la Argentina disfrute de esa inversión y del trabajo que esa inversión da. Ese es el único camino que yo conozco para poder desarrollar el país y para poder salir del estado de postración en el que la Argentina está.
Ahora cuando nos desenfucharon el pulmotor, la Argentina tenía un problema muy serio, que era el problema de la deuda. Miren decía recién, en una charla previa, que dos veces me tocó llegar al Gobierno y por el designio del destino – no sé será que me toca a mí – las dos veces que llegué la Argentina había dejado de cumplir sus compromisos. El gobierno que me precedió no pudo cumplir sus compromisos de deuda, que vuelvo a repetir, fue muy grande el monto y se tenía que pagar en muy corto plazo e inclusive llevó adelante eso, que ganara el reperfilamiento que no era otra cosa más que decir no puedo pagar mis obligaciones.
Y a mí me pasa esto por segunda vez, porque en el año 2003, cuando yo fui Jefe de Gabinete, lo que en verdad me pasó es que recibí también un país en default y durante dos años lidiamos para sacar el país en default y ahora estamos exactamente con ese mismo propósito: sacar al país del default y lo estamos haciendo con mucha seriedad porque para nosotros esa deuda es un fuerte condicionante. Pero ¿qué es lo que estamos buscando? Estamos pensando en un modelo de desarrollo, primero que no postergue a más gente, porque es imposible pedirle a un país, que tiene el 40 por ciento de pobreza, un esfuerzo más porque el esfuerzo siempre recae sobre esos sectores más vulnerables y no es posible pedirles más esfuerzos a esos sectores. Éticamente el deber, que tenemos con esos sectores es tenderle la mano y sacarlos del pozo de la pobreza ya la forma de hacerlo es a través de la inversión privada, que invierta, produzca y genere empleo. No hay otro modo.
Ese condicionante que es la deuda para nosotros…nosotros abordamos el problema, desde el primer día y llevamos adelante una discusión con absoluta buena fe con los acreedores. La verdad no lo tomamos como una disputa; una vez un acreedor me dijo: “bueno, podemos llegar a un acuerdo y presentar el acuerdo de modo que le sirva al gobierno”. No, yo no necesito que me sirva un acuerdo, lo que necesito es que la Argentina de una vez y para siempre termine con esta idea de que cada tanto, periódicamente estamos discutiendo si podemos pagar o no la deuda que contrajimos. Y para nosotros es central el sentido de sostenibilidad. ¿Qué quiere decir? Tenemos que lograr hacer que la Argentina se desarrolle y que la deuda que debemos pagar sea coherente con el nivel de desarrollo que tenemos. Y que nosotros no nos obliguemos a pagar lo que no podemos, porque someternos a eso nos obligaría, una vez más, a caer en este problema en el que estamos hoy.
Yo quiero serles franco a todos: durante los cuatro años que precedieron a mi llegada al gobierno públicamente cuestioné el endeudamiento, de la Argentina; lo dije una y otra vez, porque conducía irremediablemente al punto en el que estamos. Ahora yo me di cuenta y ¿en el mundo no se dieron cuenta? Porque junto a mí se dieron cuenta muchos y el mundo no se dio cuenta. Ahora nosotros necesitamos salir de este problema y queremos hacerlo con seriedad porque lo que yo no soportaría es que alguien me diga: “vos te comprometiste a hacer algo que no estás cumpliendo”.
Porque siempre hemos cumplido, nosotros – desde el 2003 al año 2015 – todas las obligaciones que contrajimos y las que no contrajimos las hemos cumplido, todas, todas. Nosotros no dejamos de cumplir nunca una obligación. Recibimos un país en default, negociamos con los acreedores dos veces y siempre cumplimos las obligaciones que tomamos, siempre. Y yo lo que quiero es eso, y tuvimos además compromisos con organismos internacionales, con el Banco Mundial, con el Fondo Monetario Internacional, con el BID y a todos les pagamos; hemos cumplido todas nuestras obligaciones. A partir de un modelo de desarrollo, que nos dimos nosotros mismos, que nos permitió contar con los recursos necesarios para poder hacer frente a esas obligaciones y lo que intento ahora es hacer exactamente lo mismo.
Vuelvo a repetir yo no estoy aquí ni mi gobierno está aquí para pelear con nadie, no estamos para discutir con nadie, estamos para tratar de resolver un problema en términos sensatos. Hemos hecho un enorme esfuerzo y seguimos discutiendo el tema de la deuda, aún cuando la pandemia nos sigue pegando, porque queremos resolverlo. Lo que necesitamos es comprensión de todos; pueden acusarnos de muchas cosas, pero de dos cosas no pueden acusarnos, de no haber sostenido siempre el diálogo y de no haber hecho un esfuerzo enorme por tratar de encontrar una solución. Y no tengan ninguna duda que haremos todo el esfuerzo que podamos, pero creánme también que esto es lo que pudimos, no podemos más que esto, no es un capricho… es sensatez. Es también no estafar a nuestros acreedores prometiéndoles cumplir algo que por ahí no podemos cumplir. Y esa es la comprensión que les pido y creo también que una de las cosas que debemos respetar son las normas. Las normas internacionales para dirimir las deudas soberanas están puestas, están escritas y nosotros solo estamos respetando las normas, que el consenso mundial ha impuesto para dirimir el conflicto de deudas soberanas y no queremos alterarlas.
Y si el mundo decide cambiarlas, entonces nosotros asumiremos ese cambio, lo que no puede ser es que cambiemos sobre la marcha, cuando las normas están escritas y están para ser cumplidas.
Entonces, nosotros lo que creemos es que tenemos una enorme oportunidad, donde la solución del conflicto de la deuda es un tema muy importante y que nosotros – insisto – queremos resolver, pero tenemos para adelante muchísimas oportunidades como país, tenemos muchas oportunidades para invertir en el país. Este es un país que tiene muchas riquezas, tienen riquezas en hidrocarburos, Vaca Muerta no se lo voy a explicar a ustedes, tiene un enorme potencial. El precio del petróleo, ahora, no ayuda, pero en algún momento se corregirá y todo ese potencial va a quedar al descubierto; la minería es un enorme potencial para la Argentina.
Un mundo, que después de la pandemia seguramente reclamará alimentos tiene una enorme oportunidad, en la Argentina, porque nuestro país es un enorme productor de alimentos y nosotros como país tenemos que empezar a pensar en ver cómo desarrollamos la agroindustria y cómo el Estado ayuda al desarrollo de la agroindustria. Porque en verdad, lo ideal, sería dejar de vender alimentos para los animales, que otros tienen y empezar a alimentar a nuestros propios animales y vender nuestra carne faenada en el mundo y producida en el mundo; pensar en las proteínas animales debidamente industrializadas nos daría a nosotros un valor agregado en aquello que exportamos, que sería muy importante. Yo siento que además tenemos una enorme actividad, también, pesquera absolutamente poco desarrollada que podría ser una gran oportunidad para la Argentina.
Y siento que debemos hacer todo esto con un criterio distinto a cómo se ha hecho, hasta ahora, tenemos que favorecer la inversión en el interior del país para que todo el país de desarrolle adecuadamente y eso nos exige llevar adelante un plan de obras públicas, que nos de conectividad en el país para que el desarrollo exista. Y eso significa muchas cosas, significa poder terminar los acuerdos con Chile para que nuestra producción pueda salir de los puertos chilenos, camino – por vía del Pacífico – y no que tengan que cruzar toda la Argentina para salir por el Atlántico; significa poder desarrollar toda la hidrovía del Río Paraná, para poder sacar toda la producción del norte del país, que no tengan que venir del norte, hasta el Puerto de Buenos Aires; significa también desarrollar un poco más la producción de gas, que tenemos mucha, gracias a Dios, en Vaca Muerta, que es una gran oportunidad, que tenemos con Chile para tratar de vender, en Chile y además producir gas licuado, en Chile, que es algo que hablamos días atrás con el Presidente Piñera; la oportunidad de desarrollar la industria minera de modo no contaminante, de un modo socialmente aceptable. Toda la cordillera argentina es una gran oportunidad, Chile explota esa cordillera muchísimo y Argentina la tiene prácticamente inexplotada y es la misma cordillera y el poder seguir desarrollando toda la economía del conocimiento.
En el año 2005, cuando llegamos al gobierno, nosotros hicimos una primera ley, a la que llamamos Ley de Software, donde promovimos la inversión en el desarrollo básicamente del software para informática y la verdad que esa política se mantuvo, a través de esos años, y dio excelentes resultados, en la Argentina, y nosotros queremos seguir sosteniendo eso, porque ahí tenemos un potencial humano, una capacitación humana enorme, que evidentemente nos pone en un lugar de privilegio, en el mundo, para poder seguir desarrollando actividades de ese tipo, industrias de ese tipo.
A mí me parece que tenemos todas las posibilidades dadas y que además hemos hecho un esfuerzo, en todo este tiempo de pandemia, para que no se frustre muchas industrias. El Estado ha pagado la mitad de todos los empleados en blanco, que la Argentina tiene, lo hemos hecho para que sostener el empleo, para que las empresas y las industrias no caigan y para que el día después todo vuelva a funcionar como corresponde y tenemos todo eso en condiciones de empezar a ponerse en marcha tan sólo levantando la perilla. La Argentina tiene allí una gran oportunidad de desarrollo.
Yo francamente creo que tenemos que pensar claramente cómo trabajar con el mundo y cómo trabajar con el continente, yo pienso que la Argentina y Sudamérica es una región que debería estar más unida, a la hora de enfrentar la globalización y me parece que la globalización sigue siendo para nosotros una gran oportunidad; la Unión Europea es una gran oportunidad para nosotros, si es que la sabemos aprovechar bien, si es que somos capaces – europeos y latinoamericanos – de revisar que las asimetrías no se vuelvan en contra nuestra, pero es una oportunidad.
Yo entiendo que podemos hacer un cambio, en la Argentina, como en muchos años no se hizo y que la razón de poder hacerlo es el estado en el que nos dejó la pandemia. La pandemia nos enseñó algo, que los argentinos, hace muchos años, no practicábamos: la unidad. Todos entendimos que estamos enfrentando un riesgo desconocido y que debíamos hacerlo juntos coordinadamente para evitar que ese ser que es imperceptible al ojo humano no nos dañe más de lo que naturalmente nos dañó. Entonces, esa oportunidad de unidad, que tenemos, yo estoy seguro nos va permitir diagramar otro país, entre todos; un país además definitivamente inclusivo, un país que no esté tranquilo con los términos de pobreza, que hoy tiene y trabaje por superar la pobreza y entienda, de una vez y para siempre, que para superar la pobreza lo que hace falta es la inversión que produce, da trabajo y permite el desarrollo.
Muchas veces me preguntan cuál es el plan y yo digo, que los planes que la Argentina, ha tenido en los últimos años, han sido todos un fracaso, dos planes presentó el gobierno de Macri y terminaron naufragando. Yo siempre digo que prefiero fijarme objetivos y que todo lo que hagamos cumpla esos objetivos, los cumpla. La Argentina tiene un problema de deuda y lo que tenemos que hacer es desendeudar al país y para poder desendeudarnos y poder pagar lo que tenemos que hacer es acumular reservas. Y para acumular reservas lo que tenemos que hacer es exportar, porque no hay otra forma de que ingresen dólares sino es exportando. Y para poder hacer eso tenemos que tener una divisa competitiva, un precio del dólar competitivo que nos permita vender y entrar al mundo. Y si hacemos todo eso para lograr todo eso lo que tenemos que garantizarnos que tengamos un superávit comercial, que nuestra balanza comercial sea favorable porque allí están los dólares que ingresan.
Y hay un objetivo último, que es el que el equilibrio fiscal se sostenga, sé que estoy diciendo esto, en un momento, en que la Argentina, tiene que hacer una gran inversión fiscal, como todo el mundo, para poder sacar de la postración al que sumió la economía la pandemia. Para terminar con la postración económica a la que nos sometió la pandemia hace falta que el Estado haga un enorme esfuerzo, pero sé también que el objetivo no es vivir con déficit, el objetivo es superar el déficit fiscal y habrá que trabajar para esto. No es este el momento de preguntárselo, no se lo pregunta nadie en el mundo.
Entonces, yo lo que les propongo es que empecemos a pensar también el mundo de otra manera, porque el mundo ha cambiado, objetivamente ha cambiado y porque muchas de las cosas que hicimos se cayeron como un castillo de naipes y lo que tiró todo abajo fue un virus imperceptible al ojo humano, que de repente se llevó a consumidores, se llevó a trabajadores, se llevó a muchas empresas, hizo que los bonos del mundo cayeran y que la economía esté en el lugar donde debe estar. Eso lo único que demuestra es la debilidad de ese sistema económico, yo creo que tenemos que construir un sistema económica más sólido, que incluya, que no deje a nadie afuera, es un sistema que distribuya más equitativamente y es ese el desafío que tenemos.
Un sistema que concentre el ingreso en pocos y distribuya la pobreza en millones es un sistema muy injusto, tenemos que hacer un sistema que distribuya el ingreso mejor y esa no es una tarea que debo hacer yo sólo en la Argentina, porque este continente de América latina es el continente más desigual del mundo y tenemos que hacerlo todos, simplemente porque la ética nos recomienda ese sendero. Yo confío mucho en que van a entender lo que estamos diciendo y lo que estamos proponiendo, porque créanme, es lo que francamente pienso y es francamente lo que podemos hacer.
Yo confío mucho en que los acreedores entiendan que estamos haciendo un enorme esfuerzo, haciendo la oferta que hicimos y que es lo último que podemos hacer y les pido que – por favor – ayuden a salir a la Argentina de esta postración y empecemos a mirar el futuro, porque en el futuro hay muchas más oportunidades que en este presente y la Argentina no se va a terminar en un debate de bonos, sobre el valor de los bonos, tiene mucho por delante. Ayúdennos a alcanzar ese futuro, que seguramente va a ser lo mejor también para los acreedores. Yo le doy las gracias por el tiempo que me han dado y si hay preguntas quedo a disposición de ustedes. Muchísimas gracias.
PERIODISTA.- Gracias señor Presidente por esas palabras alentadoras, los renovables es un área donde Argentina tiene una enorme potencia, y creo eso cumple con los objetivos que se están trazando, porque sería un desarrollo en la periferia, y traería trabajo para la mano de obra no tan calificada en estas áreas, y a largo plazo traer royalties a esas áreas. Entonces nosotros estamos desarrollando renovables en la Argentina, y quisiera preguntarle un poquito, con un sector que tiene temas de subsidios, tiene también creo temas de deuda, ¿cómo podemos trabajar juntos para desarrollar este sector que cumple tan cabalmente con sus objetivos?
PRESIDENTE.-Yo creo que ese es uno de los temas que la Argentina tiene que trabajar, yo siempre digo que en la última reunión de París sobre medioambiente y cambio climático se dio el debate sobre ir disminuyendo el uso de hidrocarburos para ser reemplazados por energías renovables, y que en aquel momento la idea fracasó porque temían que eso pudiera hacer caer el PBI mundial en alrededor de cuatro puntos, y lo cierto es que un día vino un virus y el PBI mundial cayó 10 puntos. Y la verdad también la pandemia nos ha dejado algunas enseñanzas, por ejemplo, nos ha enseñado que cuando nosotros los humanos nos encerramos, mejora el ambiente, mejoran las aguas, mejora el aire que respiramos. Yo soy alguien muy convencido de que debemos cuidar nuestra casa, que es la Tierra, y que debemos cuidar el medio ambiente, y que las energías renovables son alternativas. Tenemos que ver cómo las energías renovables además se vuelven baratas, esto ya es otro problema, tenemos que ir trabajando hacia eso, que todo el mundo ‘pueda acceder a esas energías renovables, y que la producción de esa energía renovable no sea tan costosa como hoy en día. Pero no está en mi ánimo volver atrás con la idea. La idea es que cada vez tengamos menos contaminantes en la Tierra, y cada vez tengamos más energías no contaminantes, que es lo que hace más saludable al clima, el ambiente que nosotros respiramos y el ambiente en el que vivimos.
PERIODISTA.- En el mundo muchos gobiernos están considerando la urgente necesidad de proveer ayuda económica a la industria aerocomercial, ya que esta lleva más de cinco meses con sus operaciones seriamente afectadas y muchas veces completamente paralizado. ¿Cómo ve el futuro de la industria aerocomercial en la Argentina, y en particular la situación a las áreas low cost? ¿El Gobierno Nacional está evaluando ayudas específicos para apoyar y desarrollar esta industria?
PRESIDENTE.- Ustedes saben que nosotros tenemos una aerolínea de bandera, que es Aerolíneas Argentinas, que al Estado es un enorme esfuerzo para sostenerla, y estamos convencidos de la necesidad de sostenerla, porque cuando no la sostuvimos nos fue un problema, esta es la verdad, y estamos trabajando mucho y haciendo una inversión para sostener Aerolíneas Argentinas. No hemos recibido de ninguna otra empresa aerocomercial ningún tipo de pedido de esa naturaleza, pero lo que sí haremos es un esfuerzo, como hace el mundo, por mantener su línea de bandera, eso seguro que lo vamos a hacer, porque lo necesitamos, porque además tengamos presente que la Argentina es octavo país del mundo en dimensión territorial, y necesitamos de las aerolíneas para seguir conectando todos los lugares de la Argentina. Así que ese esfuerzo lo vamos a hacer. Respecto de que nosotros podamos ayudar a empresas de aeronavegación privadas, la verdad es que aclaro que algunas se han visto beneficiadas por la asistencia que hemos dado para el pago de los sueldos, y muchas entraron en ese sistema, la asignación para el trabajo y la producción. Pero no hemos recibido ningún pedido concreto de una aerolínea privada para pedir algún tipo de asistencia adicional al Estado.
PERIODISTA.- Aprovechando el contexto de la pandemia, y la imperiosa necesidad de generar divisas del país, ¿no cree que es un buen momento para diagramar un plan estratégico para la industria del software? Eso genera exportaciones, con insumos nacionales, ser competitivo y en el mismo momento económicamente ser sustentables, además de generar empleo formal de calidad masivamente.
PRESIDENTE.- Expliqué recién todo lo que la Argentina hizo para la industria del software, desde el año 2005 hasta el día de hoy hemos desarrollado una política que se convirtió en una política de Estado que fue consistente y permanente con el correr del tiempo. Y nosotros eso lo vamos a seguir haciendo, de hecho está en tratamiento en el Senado la nueva Ley de Economía del Conocimiento, que precisamente lo que hace es promover ese tipo de industria, la industria del software. Así que nosotros vamos a seguir en la misma línea en la que estamos desde el 2005.
PERIODISTA.- Argentina tiene un ecosistema fuerte en empresas en lo digital, desde Mercado Libre hasta Direc Tv, desde Global hasta Telecentro, entre otros. Considerando la importancia del sector digital, ¿cuáles serían las prioridades del Gobierno para seguir potenciando a ese sector de modo de que se convierta m en el motor de crecimiento de la Argentina?
PRESIDENTE.- Ese es un sector importante, nosotros debemos hacer un…, la conectividad de la Argentina, la Argentina tiene sectores donde la conectividad no llega, estoy hablando de la conectividad de internet, muchas de estas empresas de las que habla son empresas de mercado electrónico, muchas empresas dedicadas a la transmisión de imágenes; muchas empresas que producen aplicaciones y desarrollo de software, como Global, que es una empresa formidable de Argentina, o simplemente empresas que transmiten a través de cable imágenes de televisión y de telefonía. Entonces en verdad ahí yo diría que lo que la Argentina más necesita es desarrollar la llegada de conexión, la conectividad a todo el país, porque hay muchos sectores del país donde lamentablemente la banda ancha no llega, donde internet es malo, y donde los sistemas no funcionan del todo bien. Tal vez lo que necesite este sector…, esto no es todo lo mismo, la pregunta incluye actividades que son muy distintas, pero tal vez necesite la Argentina en algunas de esas cosas es más competencia, mejor competencia, y tal vez esa mejor privada puede facilitar esa inversión que estamos necesitando para interconectar a todo el país. En el año 2015 se había desarrollado un sistema de digitalización de la educación…, e hizo que cada alumno de cualquier colegio de cualquier lugar de la Argentina tuviera una notebook donde poder acceder a internet, y en eso últimos cuatro años todo ese programa se fue desactivando, y también se fue desactivando la inversión en fibra óptica y en el desarrollo, que todo eso que se había hecho se había hecho a partir de la inversión del Estado, y todo eso se fue desactivando, fue una enorme pena. Ahora nosotros estamos intentando revivirlo. Pero la verdad que necesitamos mucho del capital privado y de la inversión privada para lograr esa conectividad. Y si hubiera más competencia, que creo que es lo que le falta a la Argentina, eso sería espléndido.
PERIODISTA.- Cómo sabe la industria de restaurantes ha sido una de las más golpeadas por la crisis del COVID-19, hemos perdido un promedio de 85 por ciento de la venta, sin embargo están haciendo los más grandes esfuerzos para seguir invirtiendo y mantener a nuestros empleados. ¿Podría compartir con nosotros su visión sobre la reapertura de la actividad de los restaurantes, y qué planes tiene para próximos meses sobre una posibilidad de reanudación del ATP?
PRESIDENTE.- El ATP es esa Asignación Para el Trabajo y la Producción que yo contaba, ahora, quiero decir algo: el problema que tiene el turismo y el sector gastronómico es un problema de todo el mundo, no tiene que ver con una decisión de la Argentina, tiene que ver con un problema global que ha paralizado el turismo, básicamente es eso, y que tenemos que ver cómo resolverlo. Nosotros vamos a seguir ayudando a la industria gastronómica y la industria hotelera, porque la verdad lo que queremos es sostener la empresa y sostener el empleo, y vamos a seguir ayudándolas. Hay un proyecto de ley que está ya en el Congreso, que prevé un sistema de auxilio para ese sector, y nosotros estamos también sumando un proyecto propio del Poder Ejecutivo, exactamente para atender este problema. La Argentina tiene muchos lugares turísticos, desde las Cataratas del Iguazú hasta la belleza de la Patagonia, Calafate, Bariloche, San Martín de los Andes, Ushuaia, lugares bellísimos que viven en gran medida del turismo, pero resulta que estamos con la complicación que todo el mundo tiene, y es que el turismo está paralizado en el mundo, y que también está paralizada en el mundo la gastronomía por el riesgo al contagio. Y nosotros nunca olvidemos que en este momento el pico del contagio está ocurriendo en Latinoamérica, y nosotros que hicimos un enorme esfuerzo no tiene sentido tirar el esfuerzo hecho por la borda en los últimos minutos. Así creemos que hay que ser cuidadosos, y yo espero que muy pronto, tan pronto podamos, ojalá vuelva a reabrirse todo el turismo y ojalá vuelva a reabrirse toda la gastronomía, pero eso va a depender de un poquito más de tiempo.
PERIODISTA.- ¿Qué acciones puntuales piensa tomar para seducir inversiones, sabiendo que Argentina compite contra países como Paraguay, Perú y Uruguay?
PRESIDENTE.- Son todos mercados diferentes, porque la Argentina no es que tenga un mercado similar al de Perú, al de Paraguay, al del Uruguay, somos países distintos. En verdad lo que es que tienen dimensiones distintas, quien invierta en la Argentina tiene la posibilidad de ingresar en un país con 45 millones de habitantes, y con un nivel de consumo muy distinto al que tienen otros países, y con facilidades parecidas y normativas que esos países ofrecen, sabiendo que muchos de ellos tienen, por las circunstancias que nosotros atravesamos, mayores libertades económicas de las que nosotros hoy podemos ofrecer, por ejemplo: hoy tenemos restricciones cambiarias en la Argentina que no las hemos puesto nosotros, las puso el gobierno anterior, pero que tuvieron que ver con tratar de sostener la cantidad de reservas que se fueron perdiendo, y que hasta el día de hoy eso no hemos podido darlo vuelta, porque llegó la pandemia y lo que todos ya sabemos. Lo que creo es que la Argentina ofrece mucho más alternativas de inversión, muchísimas más, y esto no es en desmedro de ninguno de esos países a los que tanto quiero, son dimensiones distintas, son mercados diferentes, y yo espero que pronto podamos ir regularizando el tema cambiario, pero que es este el momento, en el que la economía está tan lastimada.
PERIODISTA.- El presidente López Obrador recientemente visitó Washington, donde celebró justo con el presidente Trump la firma de un nuevo tratado de libre comercio, dejando de lado la diferencia ideológica los presidentes se comprometieron, una vez más, a continuar la integración económica de sus países. Quería preguntarle cuál es su lectura de esa visita, y qué es lo que Argentina hará durante su presidencia para continuar integrándose a la región y al mundo.
PRESIDENTE.- Andrés Manual López Obrador es mi amigo y lo quiero entrañablemente, yo estoy seguro que sí hizo eso es porque debe ser lo mejor para México, y a mí me parece que está muy bien; México, Estados Unidos y Canadá conforman un mercado común, si ese mercado está integrado yo confío que es lo mejor que Andrés puede hacer y lo celebro. Y para mí lo ideológico en materia económica no es un problema, yo no sé porque alguien puede pensar la economía a partir de lo ideológico. Lo ideológico es algo que simplemente algunos respetan, el pensamiento diferente, el pensamiento diverso no nos hacen distintos ni nos lleva a discriminar nada.
Yo estoy absolutamente convencido que América Latina tiene que integrarse, y que lamentablemente en los últimos años se desintegró, hubo una política deliberada de los gobiernos de América Latina para dividirse, y se postergaron muchas cosas, el MERCOSUR también se postergó mucho. Yo creo que nosotros tenemos que volver a revitalizar toda esa unidad regional, porque la verdad es que el mundo se había.., la verdad es que la globalización no tiene mucho sentido hoy en día, y lo que tenemos que ver es de qué modo nosotros aprovechamos mejor la globalización. Yo estoy convencido que el mejor modo es tratar de unirnos regionalmente para ver qué acuerdos podemos lograr, pero estoy convencido de eso, el mundo se ha regionalizado. La Unión Europea es un ejemplo, el MERCOSUR es un ejemplo, y yo sigo creyendo en esa lógica. Estamos hablando del mundo y de economía, y de desarrollo, es una palabra que no quiero dejar de lado. Yo quiero que el proyecto regional sirva para el desarrollo, por eso antes decía que yo quisiera poder avanzar en los acuerdos con la Unión Europea, pero teniendo siempre presente las asimetrías de los mercados, porque si no…, una sociedad es un sistema donde todos ganan, si uno gana y otro pierde eso no es una sociedad; asociarse es un sistema por el cual los dos ganan, y eso es lo que intentamos hacer, he podido hablarlo eso con el presidente Macrón, con el presidente Pedro Sánchez, con el Primer Ministro Conte, con la canciller Merkel, yo francamente creo en eso, pero tenemos que hacerlo con sensatez, estamos en un momento muy especial en nuestras economías, y hay que seguir avanzando en la integración con los cuidados que el tiempo requiere.
PERIDISTA.- ¿Qué aspecto incluye el acuerdo social que su Gobierno planteado como necesario?
PRESIDENTE.- A nosotros nos parece muy importante que en ese sistema de…dejemos de ver cómo antípodas al empresario y al que trabaja, tenemos que entender que el empresario es alguien que da trabajo y que tiene influencia en el esfuerzo común de desarrollar una empresa para que el país se desarrolle, que ese es el mecanismo de desarrollo de una sociedad. Entonces lo que hemos pensado es en trabajar juntos, los que invierten, los empresarios, los que trabajan y el Estado, para buscar los modos, los mejores caminos para desarrollarse. Es una idea muy ambicioso, que ha funcionado en muchos lugares, funcionó en México sin ir más lejos, y lo que nosotros tenemos que hacer es que esos acuerdos sirvan y que esos acuerdos nos permitan alcanzar más rápido el desarrollo. Yo insisto, la Argentina necesita desarrollarse, necesita crecer mucho más, necesita desarrollarse de un modo más equilibrado, porque también la concentración del ingreso en la Argentina es un problema. Y la concentración del ingreso, la mejor forma de desconcentrarla es generando inversión, generando trabajo, generando competencia y pagando salarios dignos, eso es lo que yo creo que es el camino. Y todo eso no debe hacerlo el Estado solo ni debe ser una decisión exclusivamente de un empresario, podemos trabajar juntos, podemos trabajar juntos. En esto yo creo que es lo que yo propongo algo diferente, la Argentina de los últimos años fue la Argentina de los unos y la Argentina de los otros, y nunca hablamos de nuestra Argentina, y la Argentina somos todos, los que producen, los que invierten y los que trabajan, y todo eso tiene que estar unido. Y terminar con falsos dilemas y las falsas dicotomías, no es que porque nos preocupemos por el campo no nos importa la industria, y si nos importa la industria no nos importa el campo, y hoy el campo y la industria tienen una gran oportunidad para unirse y desarrollar productos que el mundo va a demandar, como alimentos, inmediatamente después de la pandemia. Así que yo creo que por eso el acuerdo social tiene mucho que ver, y el acuerdo social tiene además otras cosas, en un mundo donde la verdadera riqueza de las naciones es la educación, la ciencia y la tecnología, un plan de desarrollo científico y tecnológico es un tema que debemos discutir entre todos, y respetarlo. La Argentina va a poner en los próximos días un satélite en órbita que nos va a permitir conocer cuál es el riesgo de lluvias, de crecimiento de los ríos, que va a ayudar mucho a nuestra sociedad a cuidarse de posibles inundaciones y a nuestra agricultura a saber cómo va ser el régimen de lluvias. Somos uno de los diez países del mundo que pone satélites en órbita, y eso para nosotros es un gran orgullo, si fuimos capaces de eso somos capaces de desarrollar mucha más tecnología. Yo lo que quiero es que la Argentina tenga en el desarrollo científico-tecnológico un objetivo central del futuro. Y el principal objetivo que tenemos que tener como sociedad es la educación, porque ahí sí tenemos un problema, hay más de un millón jóvenes que no estudian ni trabajan, y esos son jóvenes que se están quedado afuera…, esa es la gran preocupación que tenemos, y lo que tenemos que conseguir es que la educación llegue a todos, si la educación llega a todos, todos tendrán futuro.