PERIODISTA.- Buenas tardes, Presidente, yo lo vi ahí, en el acto…
PRESIDENTE.- Era, en verdad, un tremendo aparato, discúlpame, soy abogado y cuando me pongo a explicar estas cosas soy un desastre, pero es un tremendo aparato, es una tunelera, así lo llaman, que a 40 metros de profundidad va haciendo un túnel y a medida que lo hace, detrás de él va avanzando con el túnel y va construyendo un caño, de cemento armado. Y por ese caño pasa agua, se trata y se potabiliza y demás y esa es una obra que va a demandar cinco años.
PERIODISTA.- Cinco años, ¿o sea que empezó o ya está en marcha?
PRESIDENTE.- Empezó, empezó una partecita, en el 2018, muy chiquita, se hizo un poquito y paró y ahora nosotros la volvimos a poner en marcha, pero eso nos va a permitir llevar agua para todo el conurbano, a 2 millones y medio de personas, que – hoy en día – no tienen agua, que en verdad se cuelgan de caños que pasan a dos o tres cuadras y que tienen una situación muy compleja por la falta de agua.
PERIODISTA.- Claro…
PRESIDENTE.- Hay gente que va a una canilla colectiva y llena baldes y se lleva baldes de agua a su casa… bueno todo eso y espero haber empezado la obra que lo remedie.
PERIODISTA.- Ojalá, el otro día hablábamos con Ferraresi y nos contaba la diferencia que hay, entre el Quilmes, que heredó Mayra, y el Avellaneda, de la Villa Azul, de cómo un lado había como una desidia y parecían dos países, como dos modelos de países.
PRESIDENTE.- Villa Azul es un ejemplo más claro de la injusticia y de la capacidad (inaudible), porque Ferraresi es un extraordinario intendente, un tipo que sale poco en los medios, habla muy poco y no saben todo lo que hace y eso era una villa, donde que tenía una parte en Avellaneda y otra en Quilmes, separada por una calle; Ferraresi se ocupó de que esa villa se convierta en un barrio, con todas las necesidades de un barrio: calles, luz, agua, cloaca, con todo lo que necesita la gente para vivir dignamente, pero vos cruzás una calle y la villa, del lado de Quilmes, sigue igual, entonces ahí te das cuenta, porque cuando vos testeas a los que viven en el lado Azul – del lado de Avellaneda – los contagios son mínimos, y cuando vas enfrente los contagios son muchos y ahí te das cuenta de por qué hace falta que estas cosas se corrijan.
El barrio Azul es una prueba extraordinaria, cuando muchas veces se dice: “por qué tanta diferencia”, es enorme las diferencias de condiciones de vida, en cosas que después repercuten sobre la salud de la gente. No es lo mismo vivir con agua potable, que sin ella. (Se corta la transmisión).
No, eso básicamente, hay que entender que estamos en el siglo XXI y es imposible que tengamos gentes viviendo en condiciones de hacinamiento, sin agua potable, sin cloacas, 40 ó 50 personas compartiendo un solo baño, es imposible que eso ocurra, es una cosa que tenemos que remediar, que hay que resolver. Así que yo siempre digo que lo mejor de la pandemia es que dejó al descubierto la injusticia.
PERIODISTA.- En esta doble experiencia que te tocó, primero de llegar a Presidente y después – desde la presidencia – te tocó esta pandemia mundial, ¿qué fue lo mejor y lo peor que encontraste en el camino en dirigentes, en la sociedad, en todo esto, qué es lo mejor y lo peor que viste, digamos?
PRESIDENTE.- No, yo diría que lo mejor que vi es una sociedad que se ordenó así misma y cumplió la cuarentena y cumplió con lo que uno le pidió que cumpla para poder evitar efectos que uno no quería tener, consecuencias que uno no quería que ocurrieran. Y yo creo que esa disciplina social de cada uno, porque nosotros no andamos persiguiendo gente con policías, esa disciplina de cada uno fue maravillosa, cuando lo empezamos – como somos los argentinos y yo me incluyó – es que somos a veces un poco indisciplinados…
PERIODISTA.- Nos cuesta seguir las reglas…somos hijos del rigor.
PRESIDENTE.- Exactamente, nos cuesta respetar las reglas, sin embargo la disciplina social, de mí parte sólo gratitud para con cada uno que cumplió la cuarentena, cumplió el distanciamiento. Hay una cosa que asomó, que yo valoro mucho, que es la solidaridad, como todo se movilizó para resolver los problemas que teníamos. Así mismo, nosotros estábamos en marzo, y en los diarios se discutían qué íbamos a hacer con los barbijos, porque no teníamos barbijos, y ahora ya no sé qué hacer con los barbijos, hay barbijos en todos lados, todos se pusieron a hacer barbijos; no sabíamos qué hacer con el alcohol y ahora, en todos lados, hay alcohol y vos te das cuenta que hay una parte de la sociedad argentina, que es muy saludable, que es la solidaridad, que llega a todos. Siempre digo yo que los más necesitados son los más solidarios, tenés que ir a un barrio obrero, a un barrio pobre para darte cuenta cómo los que se ocupan de los merenderos, de los comedores son los mismos de la gente que vive en ese barrio, no son empresas multinacionales que instalan eso, la gente que pone el patio de su casa para que vayan a merendar los chicos de su barrio. Eso es muy impactante, eso es muy saludable, pero uno ve también la desidia de muchos gobiernos locales, municipales, a veces provinciales, pero yo diría que una de las suertes que tengo es que hay 24 Gobernadores que sintonizamos la misma necesidad y que trabajamos y remamos para el mismo lado. Y después está los que peor me caen, que es la política tuitera, la política que hace la oposición que lanza sus tuiters, que maltrata, que desgasta y después los pensamientos absolutos; los pensamientos que dicen: “no, estos tipos nos llevan, a Venezuela”, los pensamientos que dicen… yo escucho decir a gente, que se supone muy preparada, que el barrio Azul es el guetto de Varsovia, cómo se puede decir estás cosas.
PERIODISTA.- Bueno, yo lo vi ayer a un tipo el cual lo hemos estudiado, Alberto, todos lo hemos estudiado en la universidad, todos en la universidad lo hemos estudiado a (salto de audio), y el tipo compara una villa del conurbano boanerense con el gueto de Varsovia, me da como a veces, generalmente nosotros citamos a los intelectuales, pero el intelectual cita a veces a comunicadores mediáticos. Él dijo “estoy en mi casa preso, mientras los chorros están sueltos”, cuando sabemos todo lo que pasa.
PRESIDENTE.- Es increíble, es una cosa increíble, cuando yo escucho eso, digo cómo pienso, que lo piensen, no tengo problema, la verdad que tampoco me quita el sueño, lo que tengo es pena, pena porque se tergiversan las cosas, se confunden las cosas, y por ahí hay gente que no tiene la posibilidad de informarse como vos, como yo o como otros y cree y se impacienta y se inquieta.
PERIODISTA.- Es terrible, y yo te pregunto cuando, a ver si te imaginás, porque yo calculo que también todos te deben preguntar el tema de la deuda, el tema de los anticuarentena, el tema de los libertarios, que yo creo que los debés ver con un poco de risa a los libertarios que fueron el otro día, pero es grave también porque se reproduce en los grandes medios masivos de comunicación porque no hay otra cosa que hacer por la realidad mundial, ¿no? Pero digo, cuando esto termine, si te imaginás cuando esto termine, ¿qué pensás de que es lo primero que vas a hacer en término del país, en término económico? ¿Qué pensás? ¿Qué imaginás?
PRESIDENTE.- Nosotros, lo que tenemos que darnos cuenta y asumir es que vivimos en un país muy injusto, pero enormemente injusto, es francamente injusto, es un país que fue diseñado pensando en una cabeza que era el puerto de Buenos Aires, y todo un país trabajando para exportar desde ese puerto, y así se generó una enorme riqueza en torno a Buenos Aires. Hay un país central que tiene tierras ricas que produce soja, que produce carne, leche, después hay un país periférico que es el norte y el sur. El sur, entre comillas, disfruta del petróleo y los hidrocarburos, pero en condiciones de mucha adversidad porque son tierras áridas, son tierras poco productivas. El norte, es un norte olvidado, absolutamente abandonado, y entonces cuando uno ve eso, yo la verdad es que quiero una Argentina que se integre, entonces yo siempre digo lo mismo, mi mayor sueño es que el que nace en algún lugar de Buenos Aires, no vea en Buenos Aires una oportunidad, que encuentre una oportunidad en el mismo lugar donde nació. Que allí se eduque, que allí crezca, que allí construya a su familia, que allí trabaje, que allí tenga una universidad, que allí vaya al cine, que allá vaya a un restaurant, que allá se divierta, y si un día se muere, se muera en el mismo lugar donde nació, después de haber sido feliz en ese lugar. Esa es una Argentina integrada.
PERIODISTA.- ¿Sabés que pensaba, Alberto, Presidente Alberto Fernández? Pensaba cuando se habla de la normalidad, ¿era la normalidad lo que vivíamos? La injusticia en la que vivía la mayoría de la sociedad, ponele occidental que es la que conocemos nosotros, ¿era la normalidad? ¿La nueva normalidad es repetir los nuevos elementos del pasado?
PRESIDENTE.- Por eso yo siempre digo que la pandemia es una gran oportunidad, si somos capaces de leerla objetivamente. Cuando uno habla de la nueva normalidad quiere decir, o en esos términos lo uso yo el concepto, quiere decir que no es normal que yo no te pueda dar la mano, no es normal que yo no te pueda abrazar, no es normal que no le pueda dar un beso a mi hijo, porque es ínsito a nuestra condición humana expresar nuestros afectos de ese modo. En la nueva normalidad no lo podemos hacer y el afecto lo tenemos que mostrar en la mirada, porque no tenemos forma de acercarnos y debemos cuidarnos. Ahora, el mundo también tiene que replantearse lo que ha ocurrido, porque los diarios que a veces están atiborrados de noticias del coronavirus, y de cuántos se enfermaron, y de cuántos murieron, pero no te cuentan que las bolsas de comercio de todo el mundo no paran de caer, y que empresas que valían millones que hoy no valen nada. Todo porque apareció un virus imperceptible a la vista humana y se llevó puesto a los consumidores, se llevó puesto a los trabajadores y las empresas empezaron a tener el valor real que tienen, y no el valor que tenían y que se (inaudible) con especulaciones financieras y demás. Y yo lo estoy viendo ahora en la discusión con la deuda, lo fondos, muchos de ellos invirtieron en bonos, no tienen un problema con los bonos argentinos, tienen un problema con los bonos del mundo, porque todo se cayó a pedazos y lo que tenían ya no lo tienen. Entonces tienen mucho menos, no es que se han vuelto pobres, porque no voy a decir semejante estupidez, tienen mucho menos, entonces lo que uno tiene que ponerse a pensar, también además, que cuando el hombre se quedó en su casa de repente la atmósfera empezó a limpiarse, y no necesitamos diez años. Dos meses de quedarnos en nuestra casa y la atmósfera empezó a limpiarse y empezaron a circular especies animales a circular por las calles, que nunca más vimos desde que llegamos y construimos ciudades. Y todo eso nos tiene que hacer pensar que tenemos que hacer algo más, algo distinto, porque tenemos que construir un capitalismo que le sirva a la gente, no un capitalismo financiero que especule.
PERIODISTA.- Y volviendo a la realidad nuestra, cuando salen todas estas investigaciones sobre el tema de espionaje que hacía el Gobierno anterior, incluso hasta periodistas que eran hasta del mismo signo político, ¿vos qué sentís en ese sentido? ¿Qué opinás?
PRESIDENTE.- Yo lo que creo, a mí me asombra todo esto, sinceramente lo digo, me asombra, me asombra, porque no está en mi naturaleza, y a veces pienso que nos acusaban de hacer esas cosas a nosotros porque ellos la hacían, nosotros no lo hacíamos, pero ellos evidentemente sí. Y como ellos lo hacían, piensan que nosotros lo hacemos también, y como ellos hacen una mesa judicial, piensan que tenemos una mesa judicial nosotros, y nosotros no hacemos eso, no lo hacemos simplemente.
PERIODISTA.- ¿Y por qué creés que muchos medios están tan preocupados…
PRESIDENTE.- Y perdón, perdón, perdón, ¿y sabés por qué creo que también no lo hacemos? Porque fuimos víctimas durante años nosotros de eso, o sea los que somos peronistas y pasamos la dictadura, sabemos de que se trata eso, y no lo queremos ni para nosotros, ni para nadie. Ahora cuando lo ves que lo hacen ellos, ves que te impresiona mucho, además lo hacen con los propios, lo hacen con los propios, es muy impactante.
PERIODISTA.- ¿Y porque pensás que están todos preocupados porque Cristina hable, porque Cristina aparezca, porque Cristina, Cristina, Cristina?
PRESIDENTE.- Y porque hay una parte de la Argentina que intente demonizar a Cristina, y que intenta justificar las persecuciones que Cristina sufrió, y esa parte de la Argentina actúa y reacciona, y qué se yo, inventa cosas, qué se yo. Yo la verdad que me enteré por los diarios que la Oficina Anticorrupción se había retirado como querellante en una causa de Cristina, pero cuando vos leés dice que yo me retira como querellante porque el fiscal dice que la causa por la que se está acusando aquí es lavado de dinero, y para eso está la UIF, y no hago falta yo. Y dijo esto, pero nadie dijo esto.
PERIODISTA.- Perdón que te diga esto, pero Susana dice que te maneja La Cámpora.
PRESIDENTE.- Yo no sé, qué se yo, yo realmente no tengo problema que cada uno piense lo que quiera, sinceramente. Lo que creo es que tenemos cosas muy importantes qué resolver en Argentina y que estos planteos son a mi juicio…. A Susana, a quien no conozco quiero aclarar, y siento el respeto que tengo por una persona que no conozco, pero me parece que dijo todas esas cosas para que no hablemos por qué se fue en el medio de la cuarentena. Al pobre Tinelli lo mataron porque se fue un día antes de la cuarentena, y entonces dijo hablo de todas estas cosas y nos está haciendo hablar de todas estas cosas y nadie habla de por qué se fue en el medio de la cuarentena, qué se yo, cosas que pasan.
PERIODISTA.- Hay alguien que te quiere saludar…
PRESIDENTE.- ¿No me digas que el Diego está escuchando?
PERIODISTA.- Está el Diego, está hace 70 días
El Diego te quiere saludar Alberto, qué querés que te diga.
IMITADOR DE MARADONA.- Hola señor Presidente, cómo leva.
PRESIDENTE- Vio maestro que le dedico canciones.
IMITADOR DE MARADONA.- Usted es un fenómeno, usted es un jugador de uno, juega de cuatro, de dos, de seis, de tres, de ocho, de cinco, está en todos lados maestro, porque no es Messi, es Mascherano, más el Chiquito Romero, es una cosa de locos. Tira el centro y cabecea solo. Con todo respeto Presidente, yo lo veo inauguro una planta en Toyota, lo veo caminando los barrios, lo veo paseando con el helicóptero, lo veo recomendándole canciones a Villarruel.
PRESIDENTE- Es lo que me tocó Diego.
IMITADOR DE MARADONA.-La verdad que te tocó una fulera maestro. Te tocó la Alemania de Rumenigge.
PERIODISTA.- Alberto, te quiero decir algo, hay alguien muy querido tuyo que está en el cielo, y nosotros tenemos comunicación con el cielo, y te quiere saludar.
IMITADOR DE NÉSTOR.- Qué hacés, cómo estás.
PRESIDENTE.- La verdad es que acá ya me tocan fibras íntimas, solo pensar que le podría decir algo a Néstor, solo le diría gracias.
IMITADOR DE NÉSTOR.- Sí, por suerte ahora podemos hablar tranquilos, porque acá parece que nos escucharon desde Trosky hasta Antonito Cafiero, nos pincharon las nubes, nos escucharon hasta en el cielo, y esto anduvieron escuchando gente, la diferencia es que nosotros escuchamos a la gente.
PRESIDFENTE.- Te prometo Néstor que estoy cumpliendo todas tus enseñanzas, te lo prometo.
IMITADOR DE NÉSTOR.- Gracias, querido, y ahora encima tenés que lidiar con la nueva, estos anarco burgueses, que son a anarquistas a la hora de reclamar y burgueses a la hora de pagar impuestos, es una cosa de locos.
PERIODISTA.- Hoy nos contaba Néstor que te hacía llegar temprano, que te hacía llegar primero a vos, y que él laburaba 23 horas y que una hora te mandaba a dormir, ¿es verdad que hacía eso, que laburaba todo el día?
PRESIDENTE- Debo ser franco, Néstor laburaba muchísimo, yo llevaba a mi hijo al colegio y llegaba más o menos ocho menos veinte a la Casa de Gobierno, lo dejaba en el colegio tipio 7 y 20, por ahí y me iba con mi auto h asta Casa de Gobierno, y llegaba 8 menos 20, y Néstor ya estaba.
IMITADOR DE NÉSTOR.-Claro, si yo me levantaba y ni los diareros estaban todavía laburando.
PRESIDENTE.- Eso es cierto. Y después a esa hora desayunábamos juntos, tomábamos cafecito, él tomaba un té, y revisábamos los diarios y veíamos cómo venía la cosas y cómo venía el día, armábamos e día. Después al mediodía a veces nos íbamos juntos a comer a Olivos, a veces se iba él, tipo cuatro y media volvía, y ahí le dábamos hasta las diez, diez y media de la noche.
PEDIODISTA.- ¿Es verdad que llevaba una libretita con todos los números macroeconómicos del país?
PRESIDENTE. – Un cuadernito, en el cuadernito estaba todo, estaban los números macroeconómicos, lo que necesitaba el Ministro de Salud, lo que…Néstor teniá un tema que era para mí maravilloso, pero que te generaba unos problemas enormes, que era que escuchaba a todo el mundo, y eso está muy bien, pero a veces te habla gente que no tiene la menor idea de lo que está hablando, y él se preocupaba por lo que le decían, y ahí yo me volvía loco, yo le decía pero Néstor, no doy más así, ¿pero quién te lo dijo, la ascensorista?, pero vos no le podés dar bola a la ascensorista, pero era así Néstor, era así.
IMITADOR DE NÉSTOR.- ¡Ahora te tocó a vos Albertito, no sabes lo que me estoy cagando de risa acá arriba!
PRESIDENTE- Ayudame desde ahí.
IMITADOR DE NÉSTOR.- Por supuesto, siempre estoy ahí, yo estoy con ustedes, aunque algunos no quieran.
PRESIDENTE- Alguno de los acreedores de nuestra época debe estar arriba.
IMITADOR DE NÉSTOR.- Acá lo ves pasar a Griesa, que parece uno de esos viejos que en Santa Teresita va con las manos atrás mirando el mar.
PERIODISTA.- Nada más queríamos saludarte, agradecerte de corazón, estamos creo que la mayoría del país está haciendo el esfuerzo para que no muera más gente en la Argentina.
PRESIDENTE- Todos lo estamos haciendo, yo siempre gratitud a todos y a todas, por el esfuerzo que hacen, yo sé que todo esto es difícil, pero lo que tenemos que siempre tener presente es que lo que estamos haciendo es cuidar nuestras vidas, y que eso no puede entristecer, nos tiene que dar tranquilidad, por más desagradable que sea la cuarentana en sí misma. Así que yo les doy las gracias a todos. Veo además una Argentina que se está poniendo en marcha poco a poco, voy al interior, veo cómo se reabren fábricas, cómo se respetan los protocolos, todos queremos cuidarnos, todos tenemos que convivir con este virus que está, no se ha ido, que debemos tener mucho cuidado y mucha atención por todo esto, y que poco a poco volverán los tiempos. Lo que sí tenemos que saber es que como todo ha cambiado, tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien, y esta vez las debemos hacer bien, porque estamos nosotros gobernando, y hacer bien las cosas es terminar con la injusticia en la Argentina, eso es lo que tenemos que hacer. Esto no es contra nadie, como diría el Martín Fierro, no es para el mal de nadie sino para el bien de todos. Tenemos que hacer las cosas bien, cuando en la Argentina vivamos con más justicia social, los trabajadores tengan mejores ingresos, va a mejorar el consumo, los empresarios van a ganar más, vamos a poder exportar y la Argentina será un país con más posibilidades. Pero el esfuerzo tenemos que hacerlo porque es un país que ha dejado al descubierto la injusticia, y esa frase de Albert Camus que decía que las epidemias, las pestes, dejan al descubierto la muerte, pero también dejan al descubierto las almas. Nosotros hemos visto cómo son las almas de muchos, y nosotros tenemos que rescatar lo mejor del alma argentina que es la solidaridad y ponerla en marcha.