PALABRAS DE LOS PRESIDENTES DE ARGENTINA Y DE CHILE, MAURICIO MACRI Y SEBASTIÁN PIÑERA, RESPECTIVAMENTE, EN EL CONVERSATORIO “OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA AMÉRICA LATINA”, EN MUSEO DE LA CONSTITUCIÓN, EN SANTA FE
MACRI.- Primero quiero decirle a los santafecinos que los felicito por este Museo, la verdad una belleza, creativo, atractivo, que dicho sea de paso lo diseñó un santafecino, que fue el que diseñó el Museo de Boca, en mi gestión de Boca, que después tuvo un desliz, porque diseñó el de River, pero se lo vamos a perdonar. Decir que estamos viviendo el origen del brindis recién, para mí un momento único en la historia del Mercosur, quien arrancó con mucho impulsó, después de perdió y la verdad que ahora la relación y la afinidad que existe entre los países, los presidentes, que nos toca hoy llevar a cabo esta responsabilidad tan importante ha hecho y ha generado un espacio de diálogo, de trabajo, de entendimiento y alineado en una Argentina, que también quiere volver al mundo. Ellos entendieron que tenemos que volver al mundo, Chile es una referencia, porque ya tiene tratados de libre comercio, con el 80, 90 por ciento del planeta; nosotros apenas con el 10 y eso nos colocaba, hasta este momento, solamente menos aislados que Nigeria y Sudán, eso marca un problema. Creo que hoy estamos todos trabajando en la misma sintonía esto de la Unión Europea-Mercosur y se va a seguir con EFTA, antes de septiembre, Canadá a fin de año; Corea, y también ver cómo empezamos a interrelacionarnos mucho más intensamente con la Alianza del Pacífico. Creo que en eso para nosotros la presencia y vocación de Chile de acompañarnos, en esta transición es muy importante, así que mucho contentos. Siento, la verdad, que hay un espacio, un clima y una excitación de las cosas que podemos alcanzar juntos, que no existió antes, y aparte de la integración.
Recién estábamos hablando con Sebastián la gran oportunidad, que es Vaca Muerta, para integrar definitivamente la matriz energética de Chile con la Argentina, como una verdadera hermandad a largo plazo, Uruguay, por supuesto, sur de Brasil, Paraguay, hay muchos proyectos en marcha, que marcan integración, trabajo en conjunto, y la verdad que lo vivo como algo muy positivo.
PIÑERA.- Sin dudas, que el Mercosur está viviendo una profunda renovación, porque los países miembros del Mercosur se han renovado, en los últimos años; hay muchas discusiones teóricas pero hay algunas cosas que – a estas alturas – no debiéramos discutirlas porque la vivencia y la teoría nos indican la misma dirección. Lo primero es que es mejor para la inmensa mayoría de los países y dejo una excepción para no equivocarme, una economía abierta, integrada al mundo, que aproveche las ventajas comparativas, que sea capaz de integrarse, de intercambiar, no solamente en comercio de bienes, también en servicios, movimiento de capitales, movimiento de personas. Y desde ese punto de vista el nuevo Mercosur ha comprendido esto a cabalidad y está buscando la integración con el mundo y recuperar el tiempo perdido. Mercosur fue una instancia de integración, pero que en cierta forma se desvirtuó, porque en lugar de ser un instrumento de la integración no lo fue, ni siquiera al interior de sí mismo, porque hubo muchas barreras y políticas erráticas y mucho menos hacía el resto del mundo, ante lo cual construyó una verdadera muralla a través del arancel externo común. Hoy día, Mercosur está entrando a la modernidad y se ha dado cuenta que lo mejor para los países que lo integran es integrarse al mundo e integrarse entre ellos.
Todos estos acuerdos de libre comercio o de colaboración son para integrarnos entre nosotros, pero también para juntos integrarnos al resto del mundo y eso es lo que nunca se dio en América Latina, que es el continente que tiene más acuerdos de libre comercio, siendo el continente menos integrado. Tenemos ciertos no cumbres, sino que tenemos una verdadera cordillera de cumbres, pero no hemos logrado la integración, como lo demuestra la cifra de la Unión Europea, casi dos tercios del comercio es al interior de la Unión Europea, y en América latina esa cifra es la sexta parte. Luego la integración, la apertura, el no temerle al mundo externo, sino tenerlo más que como un enemigo como una oportunidad es un primer cambio, que yo veo con mucha fuerza, dentro de este Mercosur 2.0.
Y por eso se logró el acuerdo, que no es solamente de libre comercio, es mucho más que eso, con la Unión Europea y está trabajando el Mercosur para ampliar esto hacia Canadá; Corea; el EFTA y otros países; lo segundo es que la evidencia es fundamental cuando comparamos realidades: porque cuando comparamos una realidad contra un idealismo la comparación no es válida, cuando uno habla de socialismo, yo conozco dos tipos de socialismos: el socialismo real, que fracasó en el siglo pasado y que se simboliza con el derrumbe de la Unión Soviética y la caída del Muro, sin dudas eso fue un fracaso y terminó no porque los ejércitos llegaran hasta Moscú, como algunos pretendieron al término de la Segunda Guerra Mundial; terminó porque la gente que lo conoció se hastió de un sistema que le quitaba la libertad, la prosperidad y no hacía justicia.
Y el otro socialismo, que yo conozco es el socialismo, del siglo XXI, cuyo fracaso es manifiesto, cuando uno ve lo que pasa en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua y podría anotar otros países. Por eso yo veo que este nuevo Mercosur está en la dirección correcta con el liderazgo correcto, con la fuerza correcta. Por eso una de las cosas, que queríamos hacer con el Presidente Macri, lo conversamos con el presidente Bolsonaro y con Vázquez y con Abdo, es lograr una convergencia entre la Alianza del Pacífico y Mercosur y hemos diseñado una ruta de navegación, que la acordamos en Puerto Vallarta, y que ahora nos toca pasar de las ideas, las intenciones a los hechos y las realidades y eso es lo que esperamos hacer. A Chile le toca presidir la Alianza del Pacífico y por tanto es una buena oportunidad de avanzar en esta materia y recuperar el tiempo perdido.
MODERADOR.- Se mencionó el tema de Venezuela, es un tema recurrente, doloroso, volver a Venezuela, a hablar de ella pero hace un rato estábamos en un bar, aquí y nos atendieron dos chicos venezolanos, que son de esos miles …
PIÑERA.- ¿Un bar con b larga o con V corta?
MODERADOR.- No, un bar con b larga, los v con v corta son para otros temas más delicados. Y nos contaban esas penurias que todos conocemos, algunos dicen que ya hay casi 4 millones de emigrados venezolanos, hay un candidato a presidente en la Argentina, que no está sentado en este estrado, que dice que Venezuela tiene problemas institucionales, mientras que Felipe González, dice que es una dictadura tiránica, pero más allá de Venezuela, que es un problema real y ahí está…
MACRI.- ¿Ese candidato a presidente no está ahí sentado?
MODERADOR.- No, él es mi amigo Daniel Gentille que tiene un parecido preocupante. Bueno, él es muy amigo mío y yo como nunca se sabe trato de mostrarme con él a veces. Viste Daniel que tenés que hacer un cambio de lock.
PIÑERA.- ¿Y a usted quién lo eligió candidato a presidente? (RISAS Y APLAUSOS)
MODERADOR.- Este candidato a presidente dice que Venezuela tiene problemas institucionales en un país, donde un informe que lideró la ex presidenta Bachelet, socialista si las hay, dijo que hubo casi 6 mil o 6.500 ejecuciones sumarias, pero atrás de eso parece que hay un problema de populismo autoritario, que muchas veces, es de izquierda, pero que también es derecha en algunos casos, y que ese parece ser el gran desafío, incluso un país tan estable como Chile, en la última elección – presidente Piñera – en la que usted fue elegido, hubo un partido parecido al chavismo que sacó casi el 20 por ciento de los votos. ¿Cómo enfrentamos esto?
PIÑERA.- Venezuela no es solo una dictadura, es una dictadura corrupta e incompetente, y por lo tanto no solamente es una dictadura equivocada, sino que no respeta ninguno de los principios básicos que debe cumplir cualquier gobierno, de izquierda o derecha; en Venezuela no solamente no hay paz, no hay democracia, no hay separación de poderes, no se respetan los derechos humanos, hay cientos de presos políticos, sino que además la dictadura se ha transformado en una asociación ilícita de corrupción, de narcotráfico y por lo tanto cuando tratamos con el gobierno venezolano, no es igual que tratar con otras dictaduras, que hemos conocido, en América latina. Y yo pienso que Maduro es parte del problema y nunca va a ser parte de la solución y por eso el plan está diseñado en Venezuela y que ha habido mucha ambigüedad y duda y siembra mucho desconcierto es simple: primero, terminar con la usurpación de esta dictadura corrupta e incompetente; establecer un gobierno de transición con el propósito de llamar, lo antes posible, a elecciones libres y democráticas y a partir de ese instante Venezuela va a tener una oportunidad de recuperar el tiempo perdido. Recordemos que, Venezuela, en la década del 90, era el país más rico de América latina, por lejos; recordemos que Argentina y hasta la Segunda Guerra Mundial, estaba entre los cinco países más ricos del mundo, vean ustedes el daño que se le puede causar a un país, Venezuela de ser el país más rico a ser un país que – literalmente – se está muriendo de hambre, responsabilidad de malas ideas e ideas y concepciones que no están de acuerdo con la naturaleza del ser humano, pero que además de un gobierno perverso, corrupto e incompetente. Y yo siento, que en cierta medida , Argentina también en algún momento perdió el rumbo, y un país con la riqueza y el potencial que tiene la Argentina debiera estar sentado no solamente en el G20, sino que debiera estar sentado en el G7, como lo estuvo alguna vez y eso es parte de lo que los países tienen que darse cuenta: cuáles son los caminos correctos que conducen no solamente a garantizar la libertad, la democracia, los derechos humanos, la sana convivencia sino que también conducen al progreso, a crear oportunidades, a derrotar la pobreza. Y yo creo que en el caso de Argentina, que hablaremos un poco más, después de eso, la dicotomía es evidente, yo estoy convencido que aquí hay dos caminos que conducen a dos puertos totalmente distintos y confío mucho en la sabiduría del pueblo argentino en saber escoger el buen camino que lleva al bueno puerto.
MACRI.- No hay mucho más para agregar, es así, lamentablemente cada día es peor, cada día la crisis humanitaria es más grave, cada día más gente muere, en Venezuela ante la violación sistemática de los derechos humanos y el abandono de un gobierno, un Estado, de un mal funcionamiento del sistema de salud. Es decir, estamos ante una situación muy grave, que ya se está transformando en una crisis para todo la región, especialmente para los países limítrofes. Queremos seguir con esta presión del Grupo Lima, seguir todos hasta lograr que realmente retorne un proceso de elecciones democráticas en ese país y comience un camino de reconstrucción que va a ser también muy duro, porque el nivel de destrucción que se ha hecho del sistema también es inédito en la historia de la región. La verdad que – como decía Sebastián – le agradezco a Dios que nos haya inspirado a los argentinos a poner un freno, porque íbamos en la misma dirección; heredamos una carga muy pesada, pero todavía quedaban muchísimos más escalones hacia el Infierno que se podían recorrer y que en el 2015, dijimos: “basta, hasta acá llegamos” y pudimos revertir, pero la verdad que el pueblo venezolano la está pasando mal y todavía no se ve a ciencia cierta la salida clara de esta situación.
MODERADOR.- Pero los venezolanos, la mayoría, le votaron siete u ocho veces a Chávez, entonces uno dice hay como un problema…
MACRI.- No sé, yo no daría fe de que las votaciones fueron legítimas, yo no daría fe..
PIÑERA.- Pero hay un dicho que dice, que uno puede engañar a unos pocos, muchas veces, a algunos muchas veces, pero no a todos, todas las veces. Porque esas votaciones fueron en qué circunstancias, en un boom total, en un país, las primeras con Chávez.
MACRI.- Cuando valía 140 dólares el barril de petróleo.
PIÑERA.- Cuando el barril estaba a ese precio, en un país que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, uno puede hacer muchas cosas, y lo que se hizo ahí en lugar de haber aprovechado para dar el gran salto adelante, se usó ese dinero para conquistar y ganar el apoyo popular con una enorme cantidad de subsidios, que si el barril hubiera seguido para siempre a 140 dólares a lo mejor esto pudo haber sido una solución, pero apenas tuvieron que enfrentar la realidad se dieron cuenta que eso lo único que hacía es destruir la economía y adormecer al pueblo venezolano. Si cuando los pueblos piensan que el Estado es el responsable de todo, que tienen que asegurarle todos sus derechos y que las personas no tienen ninguna obligación, ese sistema no funciona. De hecho ese sistema podría funcionar en el Infierno, donde no lo necesitan o en el cielo donde no lo necesitan o en el Infierno donde ya lo tienen. Entonces, ese mecanismo o sistema realmente permitió un adormecimiento, un populismo, una demagogia que puede engañar por un tiempo a los países. Yo también creo que apenas ese apoyo inicial se deterioró se recurrió a la intervención electoral brutal y eso es lo que explica por qué se dieron los resultados que se dieron, en las últimas elecciones. La única vez cuando se dio un espacio de libertad verdadera fue cuando el pueblo se expresó en plenitud y le dio una contundente mayoría a la oposición cuando se eligió a la Asamblea Nacional.
Y el tema de los inmigrantes ya hay más de 4 millones de inmigrantes y yo creo que muy pronto, si las cosas no cambian, habrán otros 4 millones; de hecho ya sabemos, en Colombia hay 1,6 millones; en Perú hay 800 mil, en Chile tenemos 400.000.
MACRI.- Porque el tema acelera, el tema no es una corriente, esto va creciendo en forma casi geométrica, lamentablemente el problema va agravándose cada vez a mayor velocidad.
PIÑERA.- Venezuela tuvo más de 100.000 millones de dólares anuales, en retorno del petróleo, durante casi una década. Hoy día eso mismo no es ni el 10 por ciento, el Producto Interno Bruto de ese país está más cerca de un tercio de lo que fue en su momento épico, y después se echa mano a toda la reserva, se asalta el Banco Central, se asalta al sistema de pensiones, se asalta a la reserva y eso es lo que hacen los gobiernos cuando no abren los ojos a la realidad, hasta que simplemente la situación es insostenible y ahí se producen los cambios y los gobiernos que entran tienen que enfrentar esa pesada herencia y no tienen ninguna opción más que enfrentarla para recuperar el tiempo perdido y reencontrarse con el camino y yo creo que esa es una gran lección y ojalá los pueblos de nuestra América latina la aprendieran con profundidad.
MODERADOR.- Yo me imagino que presidentes como ustedes que tienen que dar toda esa batalla cotidiana de convencer diputados, empresarios, dirigentes sindicales, también como que hay una batalla cultural.
MACRI.- Argentina recorrió durante muchos años el camino del populismo, recién está ahora empezando a lidiar con la realidad, cuesta, es doloroso, porque durante muchos años – como decía Sebastián – uno podría tener infinitos derechos y ninguna obligación y que la verdad que el Estado podía generar riqueza para distribuir, pero el Estado no genera riqueza, el Estado bien administrado genera la posibilidad de distribuir la riqueza parcial que paga en impuestos el sector privado, para que haya una mayor equidad, más justo sistema, que es lo que todos queremos. Pero primero tenemos que crecer, desarrollarnos, eso lo hace la actividad privada, el pequeño emprendedor, la pyme, que va creciendo y si tiene éxito y crecen se transforman en medianas y grandes empresas y eso hace crecer todo un país. Este proceso de creación de valor es el que estamos recorriendo, pero recurrentemente siempre aparecen encantadores de serpientes que, cuando hay algo para distribuir, convencen a todos que se pueden despilfarrar futuro, para vivir un buen presente, que es lo que hace el populismo, despilfarrar futuro, destruir futuro.
PIÑERA.- Sin dudas, hay una lucha cultura que se ha venido dando, basta ver lo que fueron los planteamientos, los principios del Foro de San Pablo, que es un gran responsable de los tremendos costos, sufrimientos y dolores que han pagado los pueblos de América latina por seguir una doctrina equivocada. Pero a la larga y perspectivamente los gobierno no crean riqueza, si pudieran hacerlo sería maravilloso, podrían llegar a crear riqueza hasta el infinito; la sociedad, en la cual nosotros vivimos tiene una dicotomía, hay múltiples necesidades y recursos escasos. La pregunta es cómo hacemos para que los recursos escasos sean más abundantes, cómo incentivar la innovación, la producción, la inversión y el crecimiento y como uno logra priorizar las necesidades más sentidas de la población. Por eso es que los gobiernos tienen como obligaciones: uno, incentivar la creación de riqueza y para eso hay que abrirse al mundo, porque es una fuente de creación de riqueza; lo ha demostrado la historia de la humanidad que cuando hemos tenido libre comercio y cierta libertad el mundo ha progresado, cuando hemos entrado en el proteccionismo o en las guerras tarifarias que las conocimos, después de la depresión del año 29, y la estamos conociendo hoy día, el mundo tiende a estancarse. Además de incentivar la producción, pero es desatar las fuerzas de la libertad, de la creatividad, de la imaginación, de la innovación, del emprendimiento, que viven en el alma de todos los ciudadanos y que el Estado tiene que incentivar, promover, reconocer y no asfixiar o castigar como ocurre muchas veces en los gobiernos que cree que el Estado es el amo y señor y los ciudadanos son súbditos. Pero además de eso, el Estado tiene otra responsabilidad, que tiene que ver con luchar contra la pobreza, igualar oportunidades. Ahí tenemos las dos áreas eficientes del Estado y hay principios básicos que no deben olvidarse: es mejor estar integrados al mundo que aislarse detrás de un muro o una autarquía; es mejor preocuparse de los equilibrios fiscales que creer que el equilibrio fiscal no tiene ninguna importancia, que los déficits fiscales no producen ningún efecto y que a través de ese mecanismo mágico de imprimir billetes se puede crear riqueza. Tiene que preocuparse además de que el sistema funcione con cierta racionalidad y libertad, que los precios reflejen los costos de oportunidad, para dar una señal a productores y consumidores. Cuando hay un precio que no refleja su costo oportunidad estamos deprimiendo la producción y estamos incentivando el consumo. Y aquí, en Argentina, esa situación la hemos conocido, durante mucho tiempo. Tiene que preocuparse también de que las instituciones funcionen, que no estén penetradas por los intereses políticos, por la corrupción, la lucha contra la corrupción es otra tarea fundamental del Estado y afortunadamente, hoy en día, las tecnologías modernas nos permiten instrumentos de transparencias porque los ciudadanos tienen derecho a saber qué hacen sus autoridades y en qué gastan el dinero de sus impuestos. Eso son tareas del Estado y cuando uno ve que los gobiernos apuntan en esa dirección o simplemente en la dirección contraria, ¿producir un espejismo transitorio? Por supuesto, que sí, si yo en Chile quisiera producir una bonanza que dure tres o seis meses, pero un presidente no puede estar pensando en los próximos seis meses, tiene que estar pensando en el largo plazo. Alguien dijo que la diferencia entre un político y un estadista es que el político está pensando en la próxima elección y el estadista está pensando en la próxima generación. Hacen más falta estadistas en nuestra América latina que políticos tradicionales.
MODERADOR.- La decisión que lleva adelante su gobierno de integrar la Argentina al mundo, de firmar un acuerdo con la Unión Europea eventualmente, de ampliar esos acuerdos, de estos países que muchos consideramos trascendentes tiene resistencia en la Argentina y no solo de los políticos populistas, muchas veces de hasta los propios empresarios.
MACRI.- Bueno, pero el populismo no es solamente un patrimonio de la mala política, es algo que se impregnó en la sociedad y este país se atrasó y se cerró porque hubo una alianza entre un sector de la política y un sector de la producción, creyendo que se podía vivir con lo nuestro, como hemos escuchado, hay alguien que se vanagloriaba de haber publicado ese libro. Entonces, creo que por suerte, todos entendimos, aprendimos y por eso hubo casi un consenso mayoritario con la firma de la Unión Europea Mercosur que a mí me puso muy contento, porque vi a la ciudadanía en general, sin haber leído el detalle y sin siquiera comprender el alcance del acuerdo diciendo que era bueno, que nos volvía a poner en la cancha, nos vuelve a conectarnos. Y hay que conectarnos con nuestra parte creativa, porque finalmente lo importante es que la sociedad genere un capital social, un ambiente creativo sano, de convivencia. Y eso te lo hace cuando vos te sentís productivo, cuando vos te sentís anulado, aunque estés subsidiado, no transmitís una actitud de vida que contagia, transmitís frustración. Porque de entrada podés agradecer que alguien te subsidie pero cuando vos sentís que te levantás, a la mañana, y va a tu trabajo mal, y de golpe faltás y a nadie le cuenta porque lo que hacés no agrega ningún valor a la sociedad, no traes ninguna solución en el día a día de otras personas, eso te vacía, eso te genera una frustración, un rencor, un resentimiento horrible. Entonces lo que estamos haciendo los argentinos es reconociéndonos como capaces, creativos, potentes, emprendedores y poner eso en valor y para eso hay reglas de juego que premian y reconocen este tipo de esfuerzo y no un sistema tramposo, que te aplasta, un Estado que te pone impuestos impagables, que no te da ninguna contraprestación, que no te arregla ni siquiera un camino rural para sacar la producción de tu establecimiento, necesitás un Estado que te acompañe y ahí también el funcionario público pasa a ser un protagonista positivo para la sociedad, porque él es un facilitador, resuelve, el dirigente político, el funcionario tiene que estar en el lugar del facilitador y además debería rotar sistemáticamente entre el sector público y el privado para retroalimentarse.
La Argentina, hoy, está entrando en una etapa virtuosa que no pasaba hace mucho tiempo, en el cual los buenos ejemplos se van a ir contagiando y lo que vamos viendo, en estos tres años y medio, es que cada vez hay una historia nueva, que contagia entusiasmo a uno que está al lado, que no se había imaginado que él podía también. Entonces, de eso se trata lo que estamos haciendo, es un desafío duro, porque claramente el punto de partida, ha sido muy duro, pero es un desafío constructivo y es el único posible, es el desafío al desarrollo de un país. Este es el camino del futuro, que hemos elegido y asociado con países hermanos, como Chile, como los del Mercosur y con el mundo entero ese intercambio te nutre, ese intercambio es parte con este aparato diabólico que ha cambiado la vida de todos y todos estamos conectados, entonces tampoco se puede parar, ya no es tan fácil decirle a una comunidad que vamos a estar aislados, porque por naturaleza, ya hoy estamos conectados, entonces creo que los desafíos son inmensos, las dudas son enormes, las incertidumbres son enormes, pero las oportunidades, que tiene la Argentina abrazando este camino que hemos emprendido es única. Creo que nunca estuvimos tan cerca de cruzar el río que estamos por cruzar hacia el desarrollo y la creatividad como lo estamos hoy.
MODERADOR.- Es mi última pregunta y después tengo dos matices casi tiene que ver con…
MACRI.- Vamos aflojando porque nos tenemos que volver…
MODERADOR.- Vamos aflojando, sí, sí, la última: los dos mostraron mucho interés el año pasado en el diálogo con Mario Vargas Llosa en esta secuencia, digamos, revolución tecnológica, esto que mencionaba usted presidente Macri, impacto sobre el trabajo y el impacto que eso provocaba sobre el humor político, la gente eventualmente sobre un cierto auge de facilismo, populismo.
PIÑERA.- Las palabras a veces engañan porque la palabra proteger es una palabra positiva, pero yo quiero decir que los países a través de tarifas no pueden protegerse, lo que pueden hacer es proteger a un sector a costa de desproteger a otros y la historia, la evidencia y la teoría muestran que el costo que se (salto de audio) a los que no están protegidos es mucho mayor que el beneficio que se la da a los protegidos. Lo que pasa es que normalmente el que recibe la protección la siente en forma muy fuerte y muy clara y por tanto vocifera sobre ello, y el que se ve desprotegido a veces ni siquiera se da cuenta. Cuando uno protege a la industria, claro, esa industria puede estar mejor pero todos los consumidores están peor y todo el resto de los productores están peor, los consumidores están peor porque tienen que pagar precios más alto que lo que costaría si tuvieran libre comercio y el resto de los sectores están peor porque debido a la protección se deprime el tipo de cambio, y en consecuencia ellos tienen menos oportunidades de exportar su productos. Por lo tanto si uno protege a un país, los demás se protegen de ese país, el daño es doble ¿Qué es lo que está pasando entre China y Estados Unidos? Están pagando un costo gigantesco los dos países con su guerra tarifaria absurda que ya lleva más de catorce meses y que la última reunión de G-20, todos los países le hicimos ver la necesidad de poner término a esa absurda y guerra comercial.
Pero el tema más de fondo aquí es que… hablemos más que de Argentina, hablemos de América Latina. América Latina lo ha tenido todo, es un continente maravilloso con abundantes recursos naturales, con un territorio vasto y generoso que no ha tenido las guerras mundiales que casi destruyen a Europa el siglo pasado, no ha tenido las guerras religiosas que afectaron a países europeos como Irlanda y a muchos países del medio oriente, no ha tenido los conflictos étnicos que afectan a ciertos países del mundo. Lo ha tenido todo y a pesar de ello sigue siendo un continente subdesarrollado que hace noticias cuando hay un golpe de estado, cuando hay una dictadura como la de Chávez, cuando hay un fenómeno o un desastre natural. Y por lo tanto, ¿por qué le ha pasado esto a América Latina? No es designo de Dios como creen algunos, que porque fuimos conquistados por los españoles tenemos un gen depresivo, en cambio los que fueron conquistados por los sajones tendrían un gen impulsivo; no es verdad, tampoco cierto es un designo o una fatalidad, es que no hemos sabido aprovechar nuestras oportunidades. Vean ustedes la historia de América Latina, antes se pensaba que habían tres pilares básicos para que los países progresaran: un sistema político estable y legítimo que diera estabilidad y confianza, un sistema económico que permitiera que la fuerza de la libertad se desarrollara y un sistema social inclusivo para que todos no sintiéramos parte de un mismo proyecto. Eso sigue siendo cierto pero ya no es suficiente, en esta sociedad nueva del conocimiento de la información hay otros pilares fundamentales y nosotros que hemos logrado recuperar los tres primeros nos queda todavía por construir o fortalecer los nuevos pilares con la calidad del sistema educacional que tenemos en América Latina, como lo demuestran todas las pruebas internacionales, no tenemos nada que hacer. Tenemos que invertir muchísimo más en ciencia y tecnología, tenemos que mejorar la calidad de nuestras instituciones para que no sean tan permeables al populismo o la corrupción, tenemos que ser también una sociedad más inclusiva para que todas sintamos que tenemos un proyecto compartido y no que la lucha se dé por en qué lado del bote están. Yo veía el otro día una caricatura de un bote hundiéndose, habían dos que estaban en la parte alta del bote y dos en la parte baja del bote, y los de abajo tiraban agua hacia afuera y los de arriba se felicitaban de la buena suerte de que el hoyo en el bote estaba en la parte baja y no en la parte de ellos, cuando los países no logran ese sentido de unidad, de misión compartida y creen que todo eso es una lucha parricida entre ellos mismo, no tienen destino y eso es lo que nos ha pasado a muchos países de América Latina.
Ahora tenemos la oportunidad de recuperar el tiempo perdido, por eso es que cuando conversamos estas ideas con el presidente Macri y vemos la tremenda oportunidad que tiene un país como Argentina o un país como Chile. Chile fue la colonia más pobre de América Latina, por lejos, y hoy día el país con mayor ingreso per cápita mayor del desarrollo humano, ¿en base a qué? Instituciones, buenas políticas, búsqueda de acuerdo nacionales, ese es el camino y yo creo que en Argentina hace mucho tiempo que la lucha no es cómo juntos hacemos que Argentina sea grande sino quién agarra la mejor parte de una torta, que cada día se iba achicando más y eso por supuesto que es decisivo. Por eso yo lo que creo es que Argentina tiene hoy día una dicotomía tremenda, no quiere intervenir en la política argentina, pero hay que tomar en cuenta que las malas políticas conducen a malos resultados. Cuando hay una propuesta que no se hace cargo de la necesidad de integrarse con el mundo, de mantener los equilibrios fiscales, de ser responsable, de valorar el trabajo bien hecho, de liberar las fuerzas de la libertad, de respectar también que los sistemas tienen que funcionar con racionalidad, que uno no puede hacer ingeniería genética a una sociedad e ir contra la naturaleza humana. Bueno, aquí uno puede ver que ahí están los dos caminos en grandes líneas que uno está hablando políticas contingentes, grandes líneas, pero lo que sí sabemos a esta altura y nadie tiene derecho a ignorarlo es que la evidencia nos ha enseñado una y mil veces que un camino conduce al desastre y el otro camino conduce al progreso.
MACRI.- Claramente nosotros estamos en esta nueva etapa tratando de reafirmar los tres ejes iniciales que marcaba Sebastián, que todavía no hemos logrado consolidar, un sistema democrático sólido, instituciones independientes, fortalecidas, respeto de las libertades, empezando por la libertad de prensa; una integración al mundo que empezamos a trabajar y hemos hecho realmente un gran avance en estos tres años y medio. Y a la vez que hacemos esto equilibrar el sistema macroeconómico, porque heredamos un presupuesto totalmente desquiciado, y seguimos en ese trabajo de que cada vez tengamos menos gasto y menos impuestos que permitan el desarrollo del empleo privado para que se desarrolle en forma equitativa y en forma federal la Argentina, porque en la Argentina siempre han presumido dirigentes del federalismo, y realmente no han contribuido más que al centralismo porteño, y en estos tres años y medio hemos hecho mucho para que gobernador, cada ciudad vaya tomando su cuerpo, intensidad y responsabilidades.
MODERADOR.- Nunca las provincias argentinas han tenido tanto dinero como en su Gobierno.
MACRI.- Nunca, nunca ha tenido un gobierno tan respetuoso del federalismo como el nuestro, y lo hacemos más allá de que por ahí políticamente la forma de conducir es más fácil cuando tenés cerrada la canilla, como hacía el gobierno anterior, pero creemos que este es el camino. Y la verdad que a la vez tenemos que hacer lo que ya está haciendo Chile desde el equilibrio, que es tratar de adaptarnos al trabajo del futuro, porque el trabajo está cambiando, y eso no se puede detener, o sea, la inteligencia artificial es una realidad, la robótica es una realidad, los procesos de automatización son una realidad, y aquellos que dicen que se van a crear tantos trabajos como los que se destruyen, bueno, hay libros que dicen lo contrario; lo importante es estar en los se están construyendo. La Argentina paradójicamente, por suerte, ha conservado islas de suma extrema calidad y competitividad, lo que tiene que hacer la Argentina es unir esas islas en un continuo, no que tengamos islas rodeadas de bolsones gigantescos de pobreza y atraso. Entonces simultáneamente a que avanzamos en los tres ejes que fortalecen el país a largo plazo, tenemos que seguir estimulando el emprendorismo, el desarrollo, la conexión de (CI), nuestro aparato de Ciencia y Tecnología que también es potente, con el mundo de la creación concreta, la aplicación, el desarrollo de empleos del futuro, y que no quede solamente la investigación per se. Estamos haciendo todo eso simultáneamente, hay resultados increíbles, hay resultados muy buenos que alientan ese futuro, que por supuesto no alcanzan para resolver todos los problemas que acumulamos, pero sí para alimentar la esperanza de que por este camino vamos a crear valor y cada vez más valor para que cada vez más argentinos se sientan parte. Así que yo soy muy optimista realmente de lo que hemos hecho, abruma lo que falta, pero cuando uno mira para atrás se sorprende de lo que logramos avanzar. Así que creo que confirmando este rumbo, que estoy convencido que lo vamos a hacer, porque volver atrás sería autodestruirnos, la Argentina entrará en un proceso de creación de valor más acelerado de lo que hemos tenido estos tres años y medio, y sobre todo estando mucho más cerca de los países hermanos de la región y del resto del mundo.
MODERADOR.- Muchos esperamos y creemos que el presidente Macri va a ser relegido, lo deseamos además, y que tenga un segundo mandato. ¿Usted le daría en diez segundos un consejo para el segundo mandato, usted que está en el segundo mandato? No va a decir “renuncie” en el segundo mandato, por favor. (RISAS)
PIÑERA.- Bueno, antes el ser Jefe de Estado era puro privilegios, basta recordar la vida de los reyes, hoy día son casi pura obligación. Lo primero que yo le diría a Mauricio Macri- y yo sé que él la tiene, por eso se lo digo- que si uno no tiene una profunda fe, convicción, vocación de servicio público, una misión a cumplir, entonces no está preparado para estar en política, porque para poder resistir los golpes de la política -que son muchos, algunos justos, la mayoría uno siempre piensa son injustos- uno tiene que tener esa vocación, esta visión de que está haciendo algo que vale la pena, que está entregando su tiempo, su energía a algo siendo que vale la pena, y nada puede ser más satisfactorio creo yo para una persona que contribuir a cambiarle el rumbo a su país, a mejorar la calidad de vida de su pueblo. Y eso yo sé Mauricio lo tiene, y por eso esa parte solamente lo ratifico. El consejo que yo le daría es perseverar, porque el país que recibió hace tres años y medio atrás estaba en una crisis mucho más profunda, mucho más grave de lo que los propios argentinos, creo yo, se deban cuenta, porque había mucho maquillaje, mucho engaño, y enderezar un país que llevaba, a mi juicio, muchas décadas por el camino equivocado. Ahora: Argentina es tan rica, tan talentosa, tiene tantas virtudes, que sobrevivía, cualquier otro país habría desaparecido de la faz de la tierra, pero estaba desaprovechando la gigantesca oportunidad. Y enderezar un país es muy difícil. Yo conocí lo que le costó a Chile reencontrarse con los principios básicos después de, y los frutos no son inmediatos, ese paso por el desierto que uno tiene que hacer para enderezar un país es la parte más difícil, porque la gente ve los sacrificios y no ve los resultados. Pero en este caso particular yo creo que cualquier persona que analice con objetividad se da cuenta que los cambios que se han hecho en la Argentina eran los cambios que había que hacer sí o sí, no había opción, y que ya se empieza a ver la luz al final del túnel. Yo estoy seguro que el segundo semestre va a ser mucho mejor para la economía argentina que el primero, y que el próximo año va a ser mucho mejor que este año si los argentinos se comprometen con este camino que está siguiéndose de volver a la responsabilidad, al sentido común, a darse cuenta que el maná no cae del cielo. Dicen que Colón fue el primer economista, nunca supo a dónde iba, nunca supo dónde llegó, y el Estado pagó todos los gastos. (RISAS Y APLAUSOS)
MACRI.- Esa no te la había escuchado nunca, esa es nueva, me gustó, la voy a adoptar.
PIÑERA.-Muchos dice que descubrió América, y es verdad que descubrió América pese que estaba descubierta muchísimos antes. Los españoles creen que cada vez ponen un pie en alguna parte la descubren, estaba descubierta hacía diez mil años por los pueblos originarios. Pero entonces yo el consejo que le daría es que lo que está haciendo el Gobierno y el presidente Macri a mí juicio es lo que hay que hacer. Al principio, cierto, hay mucho sacrificio porque hay que enderezar un barco y ponerlo en la ruta correcta. Ahora, yo sí pienso que todo lo que se ha hecho es lo que se tiene que hacer, uno puede discutir si la velocidad fue la óptima o no fue la óptima, pero esas ya son discusiones que incorporan muchos otros elementos. Pero va en la dirección correcta, y los frutos están a la vuelta de la esquina. Por lo tanto yo el único consejo que le daría es que no se deje presionar por los cantos de sirena, que si es necesario, como lo dice Ulises, póngase tapones en el oído y amárrese al mástil para resistir este proceso de reconversión y de modernización de la economía argentina, para que la Argentina y el pueblo argentino puedan aprovechar en plenitud las maravillas que Dios puso en este país.
MODERADOR.- Muchas gracias a ambos y espero que podamos repetir este encuentro en enero o en febrero. (APLAUSOS)