Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Santa Cruz; señor presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA); señor presidente del Club Boca de Río Gallegos, Martín Báez: no es fácil para mí hablar aquí, en Río Gallegos, y en un día de inauguraciones y de cosas nuevas que se mezclan con las cosas viejas. Bah, aunque viejos son los trapos, diría mi abuela; con las cosas que - como decía esa canción de Serrat - uno abre el cajón y las encuentra porque son viejas cosas, aquellas viejas cosas. (APLAUSOS).
Y la verdad que estoy muy contenta de estar aquí, junto con ustedes; vengo de otro lugar también muy lindo, que inauguramos la sede de la Universidad Tecnológica Nacional, un edificio muy moderno, muy hermoso que yo ya ni me acordaba que el terreno lo había donado, el entonces Intendente, Néstor Kirchner, en 1989. (APLAUSOS). Qué país, ¿no? ¿Y lo donó en el año 88 - Carlos - ó 89? En el año 88 lo donó, obviamente es un edificio nacional, no lo podía construir la provincia. Bueno, tuvo que venir de la Intendencia y llegar a la presidencia para poder comenzarlo. Son las cosas de un país que hemos ido transformando con mucho compromiso, como el que hemos tenido siempre desde que nos tocó comenzar lo institucional, desde la municipalidad de Río Gallegos, allá aquel 10 de diciembre de 1987.
Y cuando estaba entrando aquí, a esta moderna e increíble sede deportiva, yo conocí lo que era el club original. Y les voy a contar algo que muchos de ustedes no deben saber, pero otros u otras de mi edad o un poquito más grandes, vos Salvatori te estás riendo porque te acordás. Era el año 84, era la reunión acá en el Club Boca porque se iba a reorganizar la rama femenina del Partido Justicialista. No me aplaudan que ahora viene lo lindo. Y como siempre yo vine como militante, lo que he sido siempre y seguiré siendo, hasta el día que me muera: una militante política.
Y me acuerdo que había como dos sectores que disputábamos y se armó una... y bueno empezó discusión viene y discusión va y yo me acuerdo que me había hecho una cola de caballo, tenía el pelo muy largo y como íbamos medio perdiendo la asamblea, me subí a una mesa - porque fue en la parte en donde estaban las mesas - pronuncié uno de mis encendidos discursos que no son de ahora como verán, vengo de más joven, en ese momento tenía apenas 31 años, dimos vuelta a la asamblea y ganamos. Pero me agarraron las otras de la cola y me bajaron de la mesa y se armó una tremolina impresionante.
Por eso cuando yo venía entrando acá decía: "pero fíjate vos, es como que uno terminara donde empieza". La vida tiene esas cosas raras, que te volvés a reencontrar con cada una de esas anécdotas. Algunas se sonríen porque se acuerdan de aquello.
Pero yo quiero recordar, también, lo que era el club y lo que es hoy, esta modernísima instalación, que como bien decía Martín recién, está dedicada al deporte, algo en lo que estamos trabajando muy fuertemente y tenemos que seguir trabajando más porque el deporte es el instrumento más apropiado para movilizar, también, a la juventud y para fomentar prácticas de vida sana, de socialización, de valores de solidaridad, de valores de compañerismo, de valores de equipo. Equipo remite a algo colectivo. Es cierto que hay un capitán y hay un arquero, pero siempre el equipo remite a algo colectivo, algo que muchas veces a los argentinos nos cuesta. Somos tan buenos individualmente y como nos cuesta jugar en equipo ¿no?
Y yo creo que es el gran desafío que hoy tenemos los argentinos: jugar en el equipo de Argentina, de esta Argentina que estamos transformando con el mismo fervor, la misma convicción que comenzamos en esta ciudad, en 1987, a la que también transformamos y la dimos vuelta. Gallegos fue una cosa, antes de Néstor y después fue otra de él como Intendente y como Gobernador. (APLAUSOS).
Y no eran épocas fáciles, al contrario teníamos una situación económica difícil en el país y siempre éramos adversarios políticos con el gobierno de turno, aún inclusive con el gobierno de nuestro propio partido. Y sin embargo, él jamás le echó la culpa a otro de las cosas que no se podía hacer, al contrario se arremangaba y era como que lo impulsaba una fuerza - que no sé de dónde la sacaba - para salir adelante ya hacer cosas en un país que por ahí se desmoronaba y nosotros seguíamos haciendo cosas y construyendo cosas, aquí en Río Gallegos, en esta querida provincia de Santa Cruz.
Y bueno a él le encantaba el deporte también, él dice que jugaba bien al básquet, no sé, no lo conocía en la época que jugaba al básquet, algunos dicen que no era tan bueno. No sé si estará su profesor por ahí, García Pacheco, si vino hoy, pero lo cierto es que a él también le encantaba el deporte, el fútbol, Racing su pasión, además de modestamente yo. Éramos - creo - la política, yo y Racing las tres pasiones más fuertes que tuvo en toda su vida. (APLAUSOS).
Y la verdad que yo viendo hoy esta institución moderna, pujante, hecha con buen gusto, que va a poder ser disfrutada por todos los riogalleguenses porque una característica de nuestras instituciones, en la provincia, es que no están solamente para el grupo que las integra, sino que son generosas y se abren a la comunidad para que pueda utilizarlas y disfrutarlas. Es también un rasgo de nosotros, los patagónicos somos generosos y abiertos, a veces duros y cabezas duras, porque el viento, el frío. Hemos sido moldeados en la adversidad y por eso muchas veces somos así. Pero creo que hoy es un gran día.
Vengo también de otra provincia hermana, por la mañana de Tierra del Fuego, donde inauguramos una fábrica que da trabajo tecnológico, ciencia y tecnología. Miren cuántas cosas: deporte, ciencia y tecnología, la Universidad, que está también directamente vinculada. Una cosa que estoy segura que no sabe ningún riogalleguense o muy pocos, tal vez, y también pocos argentinos: inauguramos, hoy, el Centro de Medición del Agujero de Ozono, único centro de estás características en América del Sur, asociados con los japoneses y con Francia, con un instrumental moderno. Y lo estamos haciendo aquí, en Río Gallegos, en la patagonia, en la Argentina.
Por eso cuando hoy estaban con esos miles de trabajadores jóvenes que estaban en la fábrica, allá en Río Grande, una fábrica que se había quemado, y que hoy está triplicando su capacidad y esas netbooks que antes las teníamos que importar, ahora, las vamos a fabricar, aquí en la Argentina, esas netbooks que entregué. (APLAUSOS). Como esos televisores, también, los de LCD, que antes lo teníamos que importar y que ahora estamos también fabricando en el país. Y podría recorrer miles de ejemplos, a lo largo y a lo ancho del país, de esta Argentina que vamos a seguir transformando porque falta mucho por hacer. Y ver a estos jóvenes -y no tan jóvenes- que seguramente van a utilizar este lugar, este lugar que me trae tantos recuerdos...
Hoy los miro con la perspectiva de las cosas que nos han pasado y que me han pasado y, realmente, uno dice cuánto camino recorrido, cuántas cosas vividas, cómo por ahí uno se enojaba o se amargaba por cosas que parecían que eran lo más grave y cómo la vida te demuestra después, tal vez, muy duramente, que lo verdaderamente importante son otras cosas y que tenemos que tener mucha serenidad con firmeza y con convicciones para afrontar todas y cada una de las cosas que nos pone la vida enfrente, templanza, serenidad, firmeza.
También lo da el deporte, porque lo da el sacrificio, lo da el fijarse una meta y un objetivo; no solamente en política hay metas y objetivos, hay también en el deporte, en la vida empresarial, en la vida de los hombres.
Y la verdad que hoy siento que es un gran día, que es un gran día porque hemos hecho cosas que a él le hubieran encantado. Esa Universidad era un proyecto que él siempre tuvo en su cabeza, por eso había dado el terreno allá por 1988; mejorar los clubes deportivos, esto que también había puesto tanto empeño cuando decidieron hacerlo y que tanto había impulsado y decir "háganlo", vale la pena que Gallegos cuente con instalaciones como las que comienza a contar a partir de este momento con este club.
En fin, todo lo que hemos hecho y seguramente seguiremos haciendo y que no es más que cumplir con sueños, con esperanzas que tuvimos cuando nos parecía imposible poder llevarlas a cabo en el orden nacional.
Empezamos desde abajo, desde un municipio pequeño, chico, en una última provincia que casi nos caíamos del mapa, en la menos densamente poblada, en la que había que gritar para que te escucharan.
Por eso, yo quiero agradecerles a todos los que están aquí hoy, las muestras de cariño, de afecto, de reconocimiento que le hacen a todo lo que él hizo. Él es un hijo de esta ciudad. Me acuerdo que su último acto aquí -yo no estuve- fue también en una obra en otro club, que también construyó, el "Boxing Club", allá el polideportivo gigantesco...Bueno, no silben...la cosa de los futboleros y los clubes...Está lindo el Boxing, no van a decir que no.
Me acuerdo que vino con el resto de los gobernadores, yo no pude venir, el 8 de octubre, apenas 19 días antes. Quiso venir y vino.
En fin, yo les pido disculpas pero para mí es muy difícil recorrer las calles, ver las banderas, ver esa sigla, FVS, y no emocionarme...
¿Quién hubiera pensado que...? Me acuerdo cuando fundamos -y no es partidario, es simplemente ejercicio de memoria- el FVS y me tocó encabezar a mí la lista de diputados provinciales. Yo no quería ir, Daniel iba en la otra lista, miren cómo se cruzan las cosas: él iba en otra lista y le gané, con mucho cariño lo digo porque me trae recuerdos maravillosos.
Yo no sé si andará por ahí Ferro, no vino. Me acuerdo de él porque me acompañaba por toda la provincia sirviéndome mate durante la campaña y me acuerdo de cómo discutimos el nombre. Les juro que en mi vida pensé que ese nombre, Frente para la Victoria, pudiera tener la significación y el simbolismo que hoy tiene a nivel nacional.
Tal vez nosotros, que somos chiquitos y desde el interior, siempre nos vemos menoscabados o achicados, pero cuando nos ponemos fuerza, cuando tenemos convicciones, cuando además esas convicciones, como decía él, no las dejamos en la puerta de la Casa de Gobierno, él nunca las dejó, ni en la intendencia, ni en la gobernación ni en la Rosada. Siempre las llevaba como una carga sobre sus hombros, pero una carga que él decidió llevar, no era una carga molesta. Al contrario, era lo que él creía que debía ser la política y que debía ser, fundamentalmente, la coherencia de vida entre lo que se pensaba, lo que se decía y lo que se hacía.
Resulta que venimos a inaugurar el Boca y yo estoy hablando de Kirchner, pero bueno, Martín perdóname, pero la verdad que cuando salí de la UTN, me encontré con Eleonora, una amiga de Máximo; Máximo también cuando recién...Todo es un recuerdo.
Cuando recién le daba las netbooks a los chicos del República de Guatemala, es cierto, ahí se recibió él, ahí también se recibió Máximo, él también fue al nacional, el padre y el hijo. Y me acuerdo de Máximo saliendo con los pelos mojados y se les escarchaban, porque cuando -para que sepan los que vienen de afuera- uno se baña antes de ir al colegio, llega con los pelos escarchados en el invierno.
Estas con las cosas que nos hacen, nos identifican, nos dan identidad, pertenencia y nos permite recordar con cariño, con afecto lo que en algún momento fueron o divisiones o enfrentamientos o cosas que separaban. La vida después te enseña que son apenas eso, anécdotas; lo más importante es lo otro, más importante es esto, que va a quedar, este edifico va a quedar; lo más importante es la UTN que acabamos de inaugurar; lo más importante son todas y cada una de las obras que hemos inaugurado a lo largo y a lo ancho del país; lo importante son estas miles de netbooks que vamos a dar a cada uno de los estudiantes en las escuelas secundarias públicas para que no esté la brecha digital; lo importante es lo que estamos invirtiendo en educación; lo importante es cómo estamos transformado también, a través de la ciencia y la tecnología, la industria y generando nuevos puestos de trabajo y también con una ocupación en un sector que normalmente era de hombres. Cuando hoy hablaba con el señor Secretario General de la CGT, me decía que el 60 por ciento de las afiliadas de la UOM en Tierra del Fuego, son mujeres, porque es industria metalúrgica pero de alta tecnología que tiene mayor necesidad de mano de obra femenina que masculina.
Miren cómo vamos transformando y estas son las cosas que quedan; el resto son anécdotas para recordar riendo o llorando pero, en definitiva, lo más importante es esto: la voluntad de seguir transformando nuestra ciudad, nuestra provincia y nuestro país.
Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)