El Estado argentino asume la tarea de revisar lo actuado por el terrorismo estatal durante la dictadura y por los gobiernos que la sucedieron. Esta asunción se expresa en el desarrollo de una política de Estado basada en los pilares históricos del movimiento de derechos humanos en la Argentina: memoria, verdad y justicia.
Un Estado que asume su responsabilidad histórica. Un Estado que reivindica y hace propia la lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y explicita la posición política desde la que promoverá el ejercicio de la memoria.