En su ponencia, la Presidenta sostuvo que “tres son los ejes para lograr realmente la igualdad de género: la autonomía económica, la autonomía política y personal y la autonomía social” y aclaró que ello “solamente puede darse en una sociedad o en un país en donde haya un proceso de inclusión social global con desarrollo y crecimiento económico”. “Soñar con igualdad de género en un país inequitativo, en un país con grandes brechas sociales es simplemente retórica o ilusión”, aseguró.
“Por eso en la República Argentina hemos desarrollado un fuerte proceso de inclusión social que ha traído aparejado la mayor oportunidad de igualdad para la mujer”, continuó la Mandataria, y enumeró los programas y las políticas activas en ese sentido, como la Asignación Universal por Hijo, la Asignación Universal por Embarazo, la promoción de la educación pública y gratuita desde el nivel inicial hasta la universidad, lo que “ha permitido, paulatinamente, junto a leyes de identidad de género y de protección de la mujer, un fuerte descenso en la brecha de desigualdad”.
Sin embargo, la Presidenta advirtió que “aún en las sociedades desarrolladas” sigue habiendo desigualdad de género en lo que hace al “acceso a los sistemas de decisión política”. “Una mujer es presidenta reelecta de mi país, pero sin embargo la discriminación aún permanece”, señaló Cristina, sostuvo que “persiste una discriminación cultural de la mujer” y puntualizó que las dirigentes “muchas veces las críticas que sufrimos no son críticas políticas, sino que son críticas sexistas, porque aún ocupando las más altas magistraturas hacen diferencias”.
“Por ello es necesario romper fronteras culturales que han considerado a la mujer durante siglos un ser inferior o menos inteligente que los hombres”, subrayó la Presidenta, y sugirió que “las políticas también deben estar destinadas a la cultura, a que precisamente empoderar a la mujer no sea solamente una cuestión de obligación por firmar convenciones o adherir a tratados internacionales, sino que sea la profunda convicción en el corazón de los hombres y aún de las propias mujeres, que muchas veces nos discriminamos entre nosotras mismas muy injustamente”. “Las mujeres debemos instalar la lucha con mayor fuerza, por nuestros hijos y por nuestros nietos”, exclamó la Jefa de Estado.
Precedieron el discurso de la Presidenta de la Nación las ponencias de: el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping; el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka; el Presidente de México, Enrique Peña Nieto (primer país en donde se realizara el Encuentro, en el año 1975); el primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen; el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta; Gertrude Mongella, Secretaria General de la Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres en Naciones Unidas; la canciller de Alemania, Angela Merkel; la premio Nobel de la Paz y Presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf (primera mujer mandataria en un país africano); la Presidenta de Suiza, Simonetta Sommaruga; el Presidente de Cuba, Raúl Castro; la Presidenta de la República Federativa del Brasil, Dilma Rousseff, entre otros disertantes.