PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE UNA CADENA NACIONAL, DESDE SU DESPACHO, EN LA CASA ROSADA.

Compatriotas: muchas veces los gobiernos tienen como obligación principal responder a las necesidades de sus pueblos y así siempre debe ser. Pero en esta oportunidad y con motivo de la resolución que se acaba de aprobar, hoy, en Naciones Unidas, referida a los principios generales, que deben regir – a nivel global – para la reestructuración de las deudas soberanas, Argentina no solamente ha ejercido su responsabilidad frente a sus compatriotas, sino que también la Argentina ha ejercido su responsabilidad solidaria, frente al resto de los pueblos y también de responsabilidad política frente al orden económico global.

A raíz de una iniciativa nuestra, que encontró una pronta y rápida acogida, en el Grupo de los 77, más China, hace un año, comenzó a elaborarse este proceso que termina y culmina hoy con esta exitosa votación; estos principios básicos que van a regir la reestructuración de la deuda soberana de todos los países del mundo; esto es obra de lo que nos pasó a los argentinos. Realmente muchas veces haber vivido tragedias, como las que vivimos en el 2001, cuando el mundo nos soltó la mano sirvió para que desde allí se disparará toda una acción y fundamentalmente también el accionar de los fondos buitres depredando la Argentina e intentando depredar también al mundo, ha permitido que la mayoría absoluta de ese organismo representativo, a nivel global, que es Naciones Unidas: 136 países apoyaran estos 9 principios básicos.

Creo que entre los más importantes: el reconocimiento de la soberanía de los Estados a formular sus políticas macroeconómicas, y por lo tanto a poder reestructurar sus deudas; la inmunidad soberana, para que nadie ande pretendiendo embargar embajadas, bancos centrales, o como nos pasó con nuestra Fragata “Libertad”; el tratamiento equitativo – esto es muy importante – para todos los acreedores. No puede haber acreedores, que cobren dos pesos y acreedores, que cobren miles de millones por los mismos papeles y solamente porque especularon una vez que el país cayó en default; la buena fe que debe imperar siempre en una negociación entre acreedores y deudores y también lo que a mí me parece, tal vez, la clave de esto, que es la reestructuración por mayoría, que es también un ejercicio de la democracia. ¿Qué significa? Que cuando hay una mayoría calificada, en los deudores de un país, que acuerden una forma de pago, por parte de ese país, de su deuda esto es aplicable erga omnes, es decir al cien por cien.

Argentina, con sus reestructuraciones ha reunido a la voluntad de más del 92 por ciento de sus acreedores. En cualquier legislación del mundo, de cualquier país, cuando quiebra una empresa, e inclusive en los propios Estados Unidos, que admiten por ejemplo, la quiebra de los municipios con un 66 por ciento de acuerdo de la voluntad de los acreedores es suficiente para que ese acuerdo sea aplicable al conjunto.

Nosotros hemos llegado al 92 y es por una sin razón de un Poder Judicial, en este caso del Poder Judicial de los Estados Unidos, tal vez en la figura emblemática del juez Griesa, que se aplica cualquier cosa, se tergiversan los contratos, no se aplica el Derecho y, por lo tanto, se pierde otro principio fundamental en toda negociación: la imparcialidad. Un juez debe ser, por sobre todas las cosas, imparcial cuando debe decidir entre los intereses y los derechos de dos partes.

Y también, otro principio y que hace memoria a la imagen de quien fuera presidente de todos los argentinos, el presidente Néstor Kirchner, en su primera intervención como presidente de la Nación Argentina ante la Asamblea General de las Naciones Unidas cuando dijo “los muertos no pagan sus deudas, déjennos crecer, déjennos producir para poder pagar y honrar nuestras deudas”. Esto está contenido también en el principio de sostenibilidad de la deuda. O sea, que ningún país puede pagar una deuda a costa de que su gente quede sin trabajo, sin educación, sin salud, sin salario, sin Justicia. Esto es insostenible.

Por eso también, esto está entre los nueve principios básicos que a partir de hoy y por 136 votos, rigen en todo el mundo.

Yo quiero agradecer profundamente a los 136 países que votaron positivamente; quiero también agradecer a los países que se han abstenido. Sabemos de las presiones, sabemos muchas veces, de las necesidades, Y, bueno, y a los 6 países que son menos que los 11 que hace un año votaron en contra porque se disparara y se iniciara este proceso, llegará el día en que finalmente se darán cuenta que, bueno, que se podrán hacer determinadas cosas muy feas y muy malas para el conjunto de la humanidad durante un tiempo, pero no a toda la humanidad durante todo el tiempo.

Por eso, creo que hoy la Argentina ha cumplido también con otro imperativo, no solamente da respuesta a sus compatriotas, que lo hemos hecho desendeudando al país como nunca lo ha hecho ningún otro gobierno y, fundamentalmente, pagando las deudas de todos los gobiernos anteriores, sino que además, también, hemos cumplido con nuestra responsabilidad como miembros de la comunidad internacional ayudando a otros países hermanos a que no pasen por las mismas tragedias, por las mismas injusticias, por las mismas miserabilidades que tuvimos atravesar nosotros los argentinos.

Es importante cumplir con los compatriotas, pero también es muy importante trasladar ese cumplimiento al mundo global. Hoy lo hemos hecho y, argentinos, debemos sentirnos orgullosos de lo que hoy hemos logrado. Valió la pena tanta discusión y debate; valió la pena dar el debate; valió la pena dar la pelea.

Sí, pelea, muchas veces hay que pelear para defender los intereses, como peleas vos para que tu hijo pueda seguir estudiando; como peleas vos todos los días para seguir en el trabajo o para que te aumenten el sueldo o te mejoren las condiciones de vida. Porque esto también es parte de la vida: la lucha.

Y bueno, estamos muy contentos, muy alegres y quiero felicitar al equipo económico, al equipo de Relaciones Exteriores y, fundamentalmente, felicitarnos a nosotros, todos los argentinos, porque este es un logro de los 40 millones de argentinos para el mundo entero.

Muchas gracias y buenas noches a todos y a todas.