PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL CIERRE DE LA REUNIÓN DEL CONSEJO DEL SALARIO MÍNIMO, VITAL Y MÓVIL
Buenas noches a todos y a todas, a todos los señores representantes de los empresarios, compañeros trabajadores, compañeros y compañeras trabajadores de la prensa que hoy nos acompañan, le damos también la bienvenida al nuevo delegado de la Organización Internacional del Trabajo, que nos acompaña.
La verdad que sí, que son doce años de reuniones en este lugar del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que está contemplado en la Constitución, porque se habla mucho de la Constitución en el país y se habla mucho de las instituciones en el país, pero realmente este fue el gobierno que puso en marcha, precisamente, este instituto que es un instituto de carácter constitucional. Y como señalaba Funes de Rioja, en los doce años jamás el gobierno tuvo que laudar.
¿Qué significa esto para los que no entienden cómo funciona el mecanismo? Se sientan los trabajadores, se sientan los empresarios, se sienta el Estado y discuten uno, dos, diez y puede ser que no lleguen a algún acuerdo y como no se puede estar discutiendo eternamente, si hay un momento, un instante en el cual no se logra acuerdo entre la patronal y los trabajadores, bueno, el Estado lauda. ¿Qué quiere decir? Fija unilateralmente, independientemente de la opinión de los empresarios y de los trabajadores, un determinado porcentual de aumento o no fija un porcentual de aumento también, porque eso también es posible.
Esto nunca sucedió, la negociación tripartita siempre funcionó adecuadamente porque el objetivo es que haya acuerdo entre capital y trabajo porque esta es la manera que concebimos nosotros más adecuada para funcionar la economía. Y lo hemos hecho a pesar de los avatares.
Yo quiero referirme al término “avatares” como un eufemismo. Porque, en realidad, avatares siempre hay en la vida. Lo que hemos sufrido en estos doce años en algunos momentos, son un poquitito más que avatares, son casi, bueno, intentillos…Bueno, no vamos a entrar a definir porque vamos a discutir…si no mañana va a haber. Lo importante es que mañana los trabajadores y los que no son trabajadores, los argentinos nos vamos a levantar una vez más y vamos a ver que el Consejo funcionó, que otorgó un aumento del 28 puntos y medio, que eleva el salario de los 200 pesos, de los 200 pesos de salario mínimo, vital y móvil que regía en el 2003, a 6.060 pesos desde esta adecuación que se ha hecho con este último porcentual. Que se divide en dos etapas: 18,5 a partir del 1° de agosto y el 10 por ciento no acumulativo, a partir del 1° de enero: 6.060 pesos, 2.930 por ciento de aumento, casi 30 veces. Lo pueden deflactar con los índices que mejor se les ocurra de acá, nacionales, internacionales, de la China, de dónde quieran y no va a haber en el mundo un aumento del poder adquisitivo de los trabajadores de las características, de la entidad y de la envergadura que se han hecho en estos doce años, con viento de cola, con viento de frente, con zancadillas, con…de todo. Pero lo que hemos preservado ha sido, fundamentalmente, lo que para nosotros es uno de los vectores fundamentales que es el mercado interno. Y sostener el mercado interno, es sostenerlo a través del consumo.
Nosotros somos firmes sostenedores de la necesidad de inyectar recursos porque es, primero la demanda y luego la oferta. Nadie invierte en un país si no tiene la certeza de que se lo van a comprar.
Pero además, esto ha sucedido en un contexto internacional que ha sido totalmente fluctuante. Porque de lo que podría denominarse el viento de cola de la primera etapa de este período de doce años, en el que le tocó gobernar fundamentalmente a Néstor, él siempre me decía a vos te van a demandar mucho más que a mí, porque estábamos con que si me hacían así, se caía el país, todos se cuidaban más; cuando comienzan a ser satisfechas las demandas, las propias expectativas de la sociedad en seguir subiendo escalones, va generando mayor presión, mayores demandas y también mayores tensiones en la sociedad. Con lo cual, la propia dinámica del crecimiento, va al mismo tiempo generando tensiones. Y no tenemos que asustarnos ni de las tensiones ni del conflicto, sino de la capacidad de una dirigencia y, fundamentalmente, de un gobierno para poder encausar adecuadamente esas tensiones.
Yo les decía una primera etapa de viento de cola, pero después vino la crisis del 2008…Sí, acá el Ministro me apunta que llevamos siete años de crisis global, del 2008 el mundo no se volvió a recuperar más, hubo altibajos, crecimientos y en el 2009, volvió a caer. Hoy estamos con problemas porque nuestros principales socios no están creciendo o hubo otros que crecían a dos dígitos, como por ejemplo la República Popular China, que ya se ha puesto como meta que va a crecer a un dígito. Ni qué hablar de lo que está sucediendo en el mundo.
Hoy estaba leyendo cuando venía para aquí que en Grecia se venden las islas de Grecia a precio de remate, no hablemos de los trabajadores ni del 60 por ciento de desocupación en los jóvenes de 18 a 30 años, de la reducción de las pensiones, no hablemos de las imágenes que nos refrescaron lo que nos pasó en el año 2001, esa foto de ese jubilado que recorrió el mundo llorando sentado en el piso con el fondo de una persiana de un banco cerrado que se había quedado con sus recursos, con sus ahorros.
Y bueno, la verdad que lo que dijo el representante de la CTA y lo que dijo Antonio Caló, titular de la CGT, esto es inédito en el mundo. Y la presencia de un presidente también es inédita.
¿Y por qué me gusta estar sentada aquí? Porque quiero remarcar que para nosotros esta política es fundante, es importante porque es importante para el Presidente de la República que los trabajadores y el sector paronal puedan ponerse de acuerdo y podamos lograr, a través de medidas de política públicas, como el Ahora 12, como el Plan Comprar, como Precios Cuidados haber reencauzado los problemas. Y yo creo que si seguimos en esta senda, esto se va a acentuar.
Hoy estaba leyendo un informe de la FAO respecto de cómo han disminuido, cómo se han desacelerado los precios de los alimentos que son vitales. Somos el país, en toda América latina, que más ha tenido este fenómeno. Esto medido por la FAO. La COPAL se queja por eso, pero no debería quejarse por eso, al contrario, se han portado bien y es bueno que se porten bien. Porque, a ver, cuando entiendan que el tema no es vender caro esto, sino vender a un precio accesible miles de esto, porque ahí está la verdadera rentabilidad, poder incorporar más gente al consumo de manera tal que cada uno en lugar de vender un auto venda miles de autos, en lugar de vender una mesa venda miles de mesas, que esa es la clave de la economía y la clave del capitalismo: lograr el consumo.
Estamos en un momento muy particular de los que se autodenominan capitalistas, porque quieren sostener un sistema restringiendo el consumo, un sistema donde la base de la adhesión a ese sistema por parte de la sociedad, ha sido la posibilidad de consumir. Siempre digo que el Muro de Berlín se cayó para los dos lados, no se cayó por el poderío económico de Occidente ni por el adelanto tecnológico. No, fue por algo mucho más sencillo: los que estaban del otro lado de la Cortina, querían consumir y vivir de la misma manera que se vivía de este lado. Y no es casual, si uno mide los ciclos económicos, que el ciclo de mayor igualdad, o sea, de menor brecha entre pobres y ricos, se produce entre el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, y la caída del Muro de Berlín.
¿Por qué fue esto? Porque había una tensión muy fuerte entre Occidente, como símbolo del capitalismo, y la ex Unión Soviética, como símbolo del comunismo, y entonces esa tensión obligaba a que el capital diera y no hubiera tanta concentración de la riqueza.
Es notable, pero si uno ve el ciclo histórico que comienza a partir de la caída del Muro de Berlín y a partir de lo que se denomina las hegemonías que se van creando, bueno, cada vez hay mayor concentración de la riqueza.
Hoy, en Estados Unidos, que es el símbolo, digamos así, podríamos decirlo del capitalismo, el 1 por ciento de su población, tiene el 43 o el 44 por ciento del PBI. Y yo creo que situaciones como estas, que se reproducen también en Europa, lo vemos a diario, no son sustentables en el tiempo. No estoy hablando ni de uno ni de dos años y yo creo que estas cosas han comenzado a verse a partir del surgimiento de formaciones políticas nuevas, sobre todo en Europa, donde más se siente la crisis. Y yo creo que esto nos debe obligar a todos los argentinos, a reflexionar con profundidad cómo seguimos sosteniendo, mejorando y profundizando esto.
Hoy, Funes de Rioja decía que a pesar de las economías regionales. Uno de los principales problemas que tenemos en las economías regiones, es que no comprenden que no pueden ser tomados en forma uniforme, en forma homogénea. Primero, porque tenemos distintas actividades en cada economía regional, algunos precios han caído, en general los commodities están cayendo cada vez que el dólar sube y el dólar está subiendo en todo el mundo con respecto a todas las monedas, baja el precio de los commodities, es casi una relación directa. Por eso, también es tan importante seguir sosteniendo la reindustrialización, que es el valor agregado y la generación de puestos de trabajo de calidad y también el agregado científico y tecnológico. Esto es imprescindible, no podemos reprimarizar nuestras exportaciones.
Entonces, en cuanto al tema de las economías regionales, tenemos dos cuestiones estructurales: primero, la diversidad de las economías regionales y también, el tamaño de cada productor dentro de cada economía regional. Porque el fenómeno de la concentración en la economía a nivel global, se da también a nivel de las economías regionales, a nivel de las producciones, fundamentalmente, de los commodities, donde se van agrupando, concentrando cada vez más y los pequeños y medianos productores, bueno, obviamente, por una cuestión de relación de fuerzas, reciben un precio menor de sus productos de lo que luego son comercializados por quienes los adquieren. Esto requiere la intervención tal vez de nuevos instrumentos del Estado en una forma más fuerte. Porque, claro, los precios de las economías regionales, son precios internacionales, no pueden ser determinados por nosotros. Y el tamaño de un productor, por eso las últimas medidas que hemos tomado en materia granaría, en materia de la leche es para pequeños y medianos productores, por ejemplo, de peras y manzanas. Un productor, por decir, cañero de tantos kilos de caña, no es lo mismo que el que procesa la caña, vende el papel, tiene la mejor azúcar, no digo el nombre pero todos saben quién es.
No es contra nadie en particular, porque se produce con el acero donde pasa lo mismo. No es lo mismo un pequeño taller metalúrgico, que los amigos de Caló. Bueno, en fin, o sea, no es lo mismo que caiga el precio del acero para un pequeño taller, que caiga el precio del acero para un gigante que tiene casi un poder monopólico en materia de mercado.
Por eso no puede haber medidas uniformes y globales, hay que ir sector por sector de acuerdo con el tamaño de producción. Y también, viendo cómo se integran las cadenas. Porque lo que tenemos que lograr es que esos pequeños productores vayan integrando las cadenas, elaborando las cadenas para que puedan ir dándole valor agregado a sus productos. Si producen un poquito solamente en la economía regional y además, no le agregan valor, esto se va a seguir agravando con el paso del tiempo.
Por eso, es muy importante la presencia del Estado y la continuidad de las políticas y un Estado activo y también la necesidad muchas veces de que cada economía regional, cuando ve que un producto ha dejado de tener mercado, porque también hay otro problema en el tema de la fruta, no quiero mencionar, pero hay un tipo de fruta que ha dejado de tener colocación en el mercado, ya no se demanda esa fruta, sino una fruta más pequeña. Bueno, cuando el mercado global cambia la demanda del consumidor, no podemos seguir sosteniendo a un productor si ese productor no se renueva.
En cambio, para poner un ejemplo, el caso del vino común de mesa, que fue el producto de tantos argentinos durante tanto tiempo, luego cambiaron los gustos del consumidor. Se dedicaron a las bebidas colas o a la cerveza. El vino de mesa cayó. Bueno, no podíamos haber seguido sosteniendo a esa producción de vino de mesa que no tenía colocación ni en el mercado interno ni en el mercado externo. ¿Qué hizo el sector? Se reconvirtió en vinos de alta gama con pequeñas bodegas más sofisticadas, con mucha tecnología, con mucho valor agregado, con marketing, en fin, con todo eso.
Bueno, yo creo que ese fenómeno, tiene que reproducirse en todas y cada una de las economías: cambiar conjuntamente con el mercado. Salvo que uno sea tan inteligente que invente algo que el mercado se lo demanda, como fue Steve Jobs o cualquiera de esos, Bill Gates. Bueno, allí sí funciona el tema de la oferta y después la demanda.
Además, en la fundación del capitalismo, cuando Henry Ford inventa el auto o Edison con la lamparita o Biro con la birome. Pero de esos, ¿cuántos hay? No son muchos. Entonces, tenemos que tener en cuenta estas reglas y comprender y, fundamentalmente, entender el tema de la inclusión.
Con esto quiero finalizar: cuando hablamos de inclusión, no estamos hablando únicamente de los sectores vulnerables, de los sectores de la AUH o de la AUH por Embarazo, no estamos hablando de eso; cuando hablamos de inclusión, hablamos de una cosa mucho más amplia, porque la inclusión incluye, fundamentalmente también, al sector empresarial, todos han sido incluidos. Hoy hay empresarios que no eran empresarios en el 2003; hoy, hay grandes empresarios que en el 2003 eran pequeños o medianos empresarios; hoy hay comercios o cadenas de comercios que estaban casi fundidas en el 2003 por el auge de los importados y hoy no se cansan de abrir sucursales a lo largo y a lo ancho del país porque hemos tenido una administración de comercio que ha privilegiado la industria nacional, el agregado de valor aquí en la Argentina en todas las actividades. Entonces, estas cosas también tienen…
Cuando hablamos de inclusión, hablamos de eso, de la inclusión de todos. Es más, sostener la inclusión de los de más abajo, es sostener la producción y el trabajo de los empresarios. ¿A quién le venden los televisores? ¿A quién le venden las computadoras? ¿A quién le venden los alimentos?
Por ejemplo, la COPAL, es uno de los sectores más beneficiados por las políticas de inclusión social de los sectores más vulnerables. ¿Por qué? Porque los sectores más vulnerables, dedican la mayor parte de sus ingresos a alimentos, a vestimentas, por ejemplo, los sectores del calzado y de la vestimenta.
Entonces, esto hay que comprenderlo, muchas veces se habla con cierto desdén de los programas sociales, pero está comprobado que hemos hecho simulación de PBI sin programas sociales y simulación de PBI con programas sociales y tenemos casi dos puntos más de PBI con los programas sociales. Entonces, esto significa crecimiento de toda la actividad económica.
Esto en lo que hace a la fundamentación económica y, por supuesto, a lo que hace a la sustentabilidad institucional y social de un modelo. Porque tampoco se puede vivir con el 25 o el 30 por ciento de la gente a la intemperie. No hay país y sobre todo en la Argentina.
¿Y por qué sobre todo en la Argentina? Bueno, porque hace muchos años, hubo un señor y una señora que en el año 45 decidieron que los trabajadores tenían derechos y, aunque no se crea, hasta que llegó un señor a la Secretaría de Trabajo y Previsión, no había aguinaldo, no había vacaciones pagas, no había licencia por enfermedad y puedo seguir enumerando derechos que hoy resultan casi imposible de creer que en algún momento alguien si se enfermaba era despedido o no se le pagaba el sueldo los días que estaba enfermo o no había vacaciones o no había aguinaldo. Es más, cuando lo metieron preso a Perón, no pagaron el aguinaldo y decían que se lo fueran a cobrar a Perón.
Bueno, esto creó un piso de conciencia social en la Argentina que hace no sustentable los procesos políticos, por lo menos en democracia, sin que haya un bienestar en la sociedad. Entonces, creo que esto nos tiene que dar y lo que hemos vivido nosotros también en democracia, desgraciadamente en el año 2001.
Afortunadamente, en esa oportunidad, por primera vez en la historia reciente, por lo menos desde 1930 a la fecha, la democracia pudo superar, dentro de los propios mecanismos que prevé la Constitución, la más grave crisis económica de la que se tenga memoria. Y hoy, a doce años, podemos mirar para atrás por el espejo retrovisor, no darnos vuelta porque si no podemos chocar, por el espejo retrovisor, para no equivocar el camino y seguir adelante sin prisa pero tampoco sin pausa.
Así que, yo quiero agradecerles a todos ustedes esta presencia multitudinaria en esta reunión número 12, la del próximo año va a ser la 13, espero que sea bueno porque el 13 siempre es un número, a mí no me gusta mucho el número 13, pero bueno, no importa, lo tienen que hacer bien ustedes, todos, los trabajadores, los empresarios y lo vamos a hacer bien, como siempre lo hemos hecho en estos doce años.
Así que, felicitaciones una vez más a ambos, empresarios y los compañeros trabajadores, que han logrado, merced a los buenos oficios del ministro de Trabajo y el nuevo paritario que tenemos, Axel Kicillof, que ha aprendido muchísimo en estos dos años de ministro y ustedes también han aprendido con Kicillof, porque es ida y vuelta, no hay aprendizaje de un solo lado, se aprende siempre de los dos lados y todos los días se sigue aprendiendo.
Agradecerles la presencia de todos ustedes y desde mañana los trabajadores argentinos, una vez, un salario que, además, es el mejor de la región.
Para finalizar, como punto de comparación en términos de dólares, estamos en la Argentina, en julio de 2015, a 517 dólares y enero del 16, a 674 dólares con Chile 350, Uruguay 329, Perú 236, Colombia 232, Brasil 230 y México 101. Esto pueden compararlo con todos los índice que quieran. Ni hablar, si lo ponemos en términos de paridad de poder adquisitivo, porque no es lo mismo tener lo que se pueden comprar con 100 dólares en alguno de estos países, que lo que se puede comprar con 100 dólares aquí en materia de alimentos, de vestimenta, etcétera.
Así que, creo que hemos hecho una buena tarea. Todavía falta, tenemos que reducir aún más el trabajo no registrado, tenemos que contemplar la posibilidad cierta, concreta de conformar ese Consejo Social Económico porque el mundo va a ser más difícil aún, con lo cual va a ser necesario más diálogo y más acuerdos todos los días y distintos acuerdos también. Porque también lo que se produce en las economías regionales, se produce también en este ámbito. Dentro de la UOM tenemos gigantes que producen acero y tenemos pequeños talleres; dentro de la COPAL, tenemos pequeños productores alimentarios y tenemos monstruos como unas grandes empresas que son multinacionales que hacen muchos caramelos, entre otras cosas…claro, multinacionales argentinas, sí, sí de origen argentino, con lo cual nos pone muy orgullosos además. Pero hay que contemplar también eso.
Creo que hay que comenzar a trabajar en ese Consejo Social y Económico sobre esas distintas realidades, para que la cosa siga funcionando y la máquina no se detenga y siga andando.
Muchas gracias, felicitaciones y buenas noches a todos y a todas. (APLAUSOS)