La presidenta Cristina Fernández presentó el plan Qunita, cuyo objetivo es garantizar el acceso equitativo a los insumos y recursos necesarios para el cuidado y crianza de los recién nacidos; capacitar a las embarazadas en cuanto al adecuado seguimiento del embarazo y la atención del parto en condiciones seguras.
Las destinatarias del programa son mujeres titulares de la Asignación por Embarazo para la Protección Social, cuyos partos se realicen en maternidades seguras públicas (unas 150.000 al año).
El programa incluye la entrega de indumentaria para el recién nacido: dos conjuntos enteros de manga larga, dos de manga corta, dos pantalones, tres pares de medias, un gorro, uyn abrigo polar, un par de escarpines y dos sacos de dormir.
Porta bebé, bolso materno y bolso cambiador con artículos de higiene para la madre y el recién nacido: termómetro digital, algodón, crema de caléndula, crema hidratante, protectores mamarios y preservativos, bata, camisón, y pantuflas.
Otros elementos de uso cotidiano: chupete, babero, mordillo, sonajero; libro de cuentos infantiles y guía de cuidados para la mamá y el bebé.
La Cuna: se trata de una cuna de madera con sistema de encastre y bolsillos de tela; de fácil armado sin la necesidad de ninguna herramienta. La acompañan el colchón y ropa de cama: dos juegos de sábanas, un acolchado y una frazada de polar, promoviendo el sueño seguro del bebé.
Beneficios para la salud de embarazadas y recién nacidos
Con Qunita, el SUMAR incorporó a su cobertura cuatro prestaciones estratégicas a su Plan de Servicios de Salud (PSS) que generarán un mayor estímulo para profundizar el cuidado de la salud de las embarazadas y los recién nacidos en todo el país:
* Referencia oportuna a las maternidades luego de la semana 34 de gestación: se asigna a la embarazada el establecimiento donde dará a luz en base al nivel de riesgo de la gestación previamente definido por la atención primaria. En ese primer contacto con la maternidad se facilita la asistencia al control prenatal con turnos programados, en horarios amplios, en ambientes agradables, con la participación de la familia.
* Alta conjunta: incluye una reunión de las mamás y su familia con distintos profesionales del equipo de salud, antes de abandonar la maternidad. Se informa sobre los cuidados de la mujer después del parto y los controles del niño sano, además de verificar que al bebé se le haya realizado el Análisis de Pesquisa Neonatal de Enfermedades Metabólicas Congénitas y que se le hayan aplicado las vacunas BCG y contra la hepatitis B.
* Entrega de chequera para la atención del embarazo: apunta a generar una complementariedad y sinergia entre el SUMAR y el PSS y al mismo tiempo fortalecer su instrumentación operativa en los diferentes niveles de atención. La chequera para la atención de la embarazada, que se entrega al abrirse la historia clínica perinatal, es un material gráfico que contiene 21 páginas en las cuales se especifican las prestaciones y cuidados básicos para el seguimiento del embarazo.
* Entrega del Kit Qunita: está prevista realizarla en el contexto del Alta Conjunta y con un plazo de hasta siete días posteriores al nacimiento. Para ello la madre o quien ella designe deberá acudir al establecimiento de salud donde se ocurrió el nacimiento y presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) y el certificado de nacido vivo del menor. Previamente, el personal del equipo de salud deberá verificar la elegibilidad de la persona, es decir que sea titular de la Asignación por Embarazo para Protección Social. Además, deberá emitir un comprobante al momento de la entrega del kit que contará con la firma del responsable de la maternidad y de quién lo retiró.
En una segunda etapa, a partir de 2016, se exigirá adicionalmente la presentación de la chequera Qunita que fuese entregada en el centro de salud durante el control de embarazo y que registra la maternidad segura a la cual deberá acudir la mujer para el nacimiento de su hijo/a.
El Programa Qunita se enmarca así en el conjunto de políticas sanitarias y sociales impulsadas por el Estado Nacional, que además incluye la Asignación Universal por Hijo, REMEDIAR, el Calendario Nacional de Inmunizaciones, y el Plan para la Reducción de la Mortalidad Materno Infantil, de la Mujer y Adolescentes.
En 2003, la tasa de mortalidad infantil en Argentina se situaba en 16.5 fallecidos por cada mil nacidos vivos en promedio del país, mientras que era del 21 por cada mil en las provincias del norte. Las últimas estadísticas disponibles, que datan de 2013, muestran que el indicador bajó a 10.8 por cada mil nacidos vivos, lo que representa una disminución de 34,5%. Entre 2009 y 2013 se registró un descenso sostenido de la mortalidad materna hasta alcanzar una tasa de 3.2 fallecidas por cada diez mil nacidos vivos.