La Presidenta de la Nación brindó una entrevista al periódico de la Santa Sede, "L´Osservatore Romano", tras el encuentro del pasado domingo en el Vaticano con el Papa Francisco. "Bergoglio no es un líder político, pero está generando cambios que van más allá, transformaciones de mentalidad", aseguró la Jefa de Estado.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que durante el encuentro de una hora y 48 minutos que mantuvo con el papa Francisco el pasado domingo en el Vaticano, habló con el Santo Padre sobre el rol de las mujeres "como parte fundamental de la sociedad", según dijo en una entrevista al periódico de la Santa Sede, "L´Osservatore Romano".
"Encontré al Papa sereno, seguro de sí mismo y preocupado por la inmensa tarea que le compete hoy en día a la Iglesia en el mundo. Quedó muy impactado por su viaje a Sarajevo y estaba muy contento de haber visitado una ciudad que ha sufrido tanto por el conflicto sangriento del siglo pasado y que ha vuelto a ser lugar de diálogo y convivencia pacífica. Este mundo de hoy, tan complejo, necesita personas especiales; Bergoglio no es un líder político, pero está generando cambios que van más allá, transformaciones de mentalidad", aseguró la mandataria a la periodista Silvina Pérez.
"El viento de frescura evangélica del papa Bergoglio ha llegado a los católicos y a los no católicos y su palabra a favor de la justicia social, así como su estilo que pone el acento mucho más en la persona humana que en las instituciones, traerá un nuevo impulso en esta fase de cambio a nivel global", agregó la Presidenta, tras el quinto encuentro con el papa Francisco desde su entronización en marzo de 2013. "Bergoglio no es un líder político, pero está generando cambios que van más allá, transformaciones de mentalidad", aseveró.
Además, reflexionó sobre el regalo que le hizo el Papa tras la reunión, un ícono de la Virgen de la ternura: "La ternura es una calidad típicamente femenina y cuando las mujeres la llevan a la política este valor cambia la perspectiva de las cosas. Existe una mirada sobre el ser, sobre la existencia, sobre el mundo, sobre la vida, sobre la experiencia que es propia y es original de las mujeres. Y si hablamos de mujeres, desde México hasta la Patagonia, desde hace algunos años son ya muchas las que ocupan lugares de prestigio. Los vértices del poder en la región ya no son más un monopolio masculino. Por el contrario, Chile, Brasil, Argentina y Costa Rica tienen presidentas mujeres y la lista se podría extender en todo el continente".
"Es verdad que existe un récord de presidentas, pero no hay que pensar que la situación se repite en todos los sectores de la sociedad y del poder en general. Creo que aún falta mucho, el poder es prevalentemente un patrimonio masculino. En los medios de comunicación, en las grandes empresas, en las instituciones internacionales todavía no existe una paridad de las mujeres al poder", dijo.
"Algunos meses atrás, el Papa se preguntó durante una Audiencia General: '¿Por qué se supone que las mujeres deben ganar menos que los hombres? No, ellas tienen el mismo derecho, la disparidad es un escándalo puro'. Tiene razón, las mujeres trabajan en promedio mucho más que los hombres, porque a las tareas familiares agregan las profesionales", desarrolló.
"Francisco tiene una visión concreta y profunda a la vez del problema de las mujeres como parte fundamental de la sociedad. Concreta, porque entiende bien y lo ha dicho varias veces en su lenguaje muy directo, que los grandes temas son: la autodeterminación de la mujeres, la autonomía de las mujeres, las perspectivas de las mujeres. El rol de las mujeres es fundamental en los países en desarrollo ya que marca el futuro de la familia. En este sentido, todavía debemos superar muchos desafíos en lo que respecta a la igualdad entre el hombre y la mujer. Y esto se aplica también a los países desarrollados e industrializados", continuó la mandataria.
"Y profunda porque el camino que queda por recorrer es largo y nosotros vivimos en un continente en el cual millones de mujeres siguen siendo víctimas de discriminación y violencia. Hace algunos días atrás, en mi país, miles de personas se reunieron en la plazas de Buenos Aires y de otras ciudades contra la violencia hacia las mujeres, una movilización histórica después de una secuencia de femicidios que impactaron a todo el país", afirmó.
Cristina Fernández refirió a la "reacción espontánea, importante y transversal en toda Argentina el pasado 11 de abril", cuando una joven de 14 años embarazada fue asesinada por su novio de 16 años y enterrada en el jardín de su casa, "lo que inició el movimiento 'Ni una menos', con una manifestación que colmó las plazas de las mayores ciudades".
"Había mujeres, pero también miles de hombres de todas las edades y clases sociales, algunos con niños pequeños. Una movilización importante", concluyó.