PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE LA INAUGURACIÓN DE LA MUESTRA DEL MUSEO EVITA, EN EL MUSEO HISTÓRICO DE RUSIA, EN MOSCÚ, FEDERACIÓN RUSA.
Muy buenas tardes a todos y a todas; señor ministro de Cultura de la Federación Rusa; señor director del Museo Histórico Ruso; amigos y amigas que hoy nos acompañan: en primer término, agradecer la cálida bienvenida que nos ha brindado no solamente el gobierno de la Federación Rusa, sino el pueblo de la Federación Rusa y, en especial, el honor que nos conceden de poner aquí la Muestra de Eva Perón, que – como lo indicaba recién en sus palabras, el señor ministro de Cultura – vive y vivirá eternamente en el corazón de su pueblo.
Me contaba nuestra ministra de Cultura, Teresa Parodi, que cuando estaban montando los plotters y en realidad, todo lo que es la muestra, y al mismo tiempo se propalaban – por las imágenes de la televisión – la voz y la figura y los discursos de Eva Perón, los obreros, que participaban en el montaje de la muestra paraban sus labores, muy emocionados, para escucharla y mirarla. Sigue ejerciendo esa fascinación con el correr de los años y cada vez más intensamente sus palabras, sus ideas, sus gestos, sus acciones, sus convicciones, los derechos que dio a su pueblo siguen hoy más vigentes que nunca. Y junto a ellos, la belleza de una mujer, que no creía que la Revolución fuera incompatible con la condición femenina; la criticaron mucho por eso, cómo iba a ser revolucionaria alguien que usaba esos vestidos, alguien que usaba esas joyas. Nunca comprendieron, y lo que es mucho peor, hay algunos que aún siguen sin comprender.
Yo quiero agradecer profundamente a toda la Fundación Eva Perón y al Museo, que tiene su sede en Buenos Aires, que ha permitido trasladar una parte muy pequeña de lo que fue Eva para que el pueblo ruso no solamente pueda conocerla, sino también – seguramente – amarla, al escuchar y conocer su historia, su vida y también el doloroso calvario que tuvo que atravesar, después de haber abandonado este mundo.
Parece mentira, que aún después de haber partido, le tuvieran a esta hermosa y frágil mujer tanto miedo; es que los ejemplos de vida inspiran a los pueblos y en realidad el ejemplo de Eva, dando su vida por su pueblo, era un ejemplo que había que ocultar. Pero aquí está, en Rusia, a años de su partida, los que la insultaron, los que la agraviaron, los que la desaparecieron durante tantos años nadie se acuerda de ellos y seguramente no serán homenajeados en ningún museo del mundo. Ese es el triunfo de esta mujer: a tantos años, que siga conmoviendo y que merezca – y agradecemos este homenaje del gobierno de la Federación Rusa - de situarla en este espacio histórico tan importante, como es el Museo Histórico de Rusia, y en forma contemporánea a la organización de otra muestra muy importante, que es la victoria sobre el nazismo, que se conmemorará aquí, el día 9 de mayo.
Así es la historia, sólo recuerda a los grandes; los mediocres pueden ocupar circunstancialmente la tapa de un diario, algún comentario en alguna radio de aquella época, porque ya ni siquiera se recuerda; los grandes – sin embargo – ingresan a la historia y son recordados por todos los pueblos.
Quiero también agradecer a los jóvenes del Museo Eva Perón esta flor, que es una réplica de esa foto tradicional de Eva, imagen que adorna, en nuestra Ciudad Autónoma de Buenos Aires, uno de los frentes del ex ministerio de Obras Públicas, hoy ministerio de Desarrollo Social, y que la muestra joven, sonriente y feliz. Por favor, nadie pretenda, mañana, titular que se quiso parecer a Evita y por eso se puso la rosa, ese no es el título, porque en realidad esto es un homenaje fundamentalmente a los jóvenes que hacen este trabajo a mano y además porque las rosas son muy lindas. Así que – por favor – amargos abstenerse. Hoy es un día de felicidad para todos. Muchas gracias. (APLAUSOS).
Perdón, acá mi secretario de Comunicación, desesperadamente, me hace un gesto con las manos, y me dice: “el cumpleaños de Lenin”. Sí, también saludar el pueblo ruso porque, hoy, se conmemora un cumpleaños, un onomástico más de quien fuera el líder de la Revolución Rusa y que marcará, también, toda la historia del siglo XX, otro de los que también ingresó en la historia.
Yo pude visitar el lugar donde descansa, en la anterior visita que hice a la Federación Rusa. Así que vaya también el homenaje en nombre del pueblo y de mi país, la República Argentina, para todos los hombres y mujeres de este bendito y maravilloso país. Muchas gracias. (APLAUSOS).