Palabras de la Presidenta en al clausura del Foro Empresarial Argentino- Ruso, en Moscu

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA CLAUSURA DEL FORO EMPRESARIAL ARGENTINO-RUSO EN MOSCU

…suena a risa, pero así era. Una anécdota, quedó como anécdota histórica, fue grave en su momento, pero en el año 66 se produce un episodio durante la dictadura militar donde se desaloja a bastonazos la Facultad de Ciencias Exactas, que precisamente había sido el semillero de todos nuestros jóvenes científicos, donde había estado también César Milstein. De ahí emigran de nuestro país muchísimos científicos, y esta emigración de científicos se fue prolongando desde ese entonces sin prisa pero sin pausa, hasta yo diría el año 2003 y fundamentalmente 2007 cuando creamos el Ministerio de Ciencia y Tecnología y lanzamos el premio Raíces, que significaba fundamentalmente volver a recuperar a la inteligencia argentina que se había ido por falta de oportunidades en su propio país. Sobre todo en un país que se caracteriza por una educación pública y gratuita, quienes estamos sentados aquí, la mayoría de nosotros, somos hijos de la universidad nacional pública y gratuita, que ha permitido además caracterizar a Argentina como un país de recursos humanos, no solamente de recursos naturales en materia de minería, de energía, de recursos renovables como en materia de agricultura, sino fundamentalmente de recursos humanos altamente calificados.

Toda esta sinergia de estos años ha permitido realmente retomar el plan nuclear en la Argentina, que había sido dejado de lado, el plan nuclear que fue nuevamente lanzado por el presidente Néstor Kirchner y que nos permite hoy decir que integramos el selecto club de países que producen energía nuclear, reactores nucleares. Con un título especial que yo valorizo mucho, que es también el de ser lideres en materia de no proliferación, o sea en materia de uso pacífico de energía nuclear con fines medicinales, con fines de generar energía. Una energía limpia, barata, que ha sido muy estigmatizada a partir de algún episodio, pero que en general hoy necesariamente se la vuelve a reposicionar en el mundo como una energía indispensable. Tan indispensable que hemos retomado en el 2004 la construcción de la tercera planta nuclear, lo que se llamó Atucha II y hoy es la generadora Presidente Néstor Kirchner, que había sido abandonada en 1994 su construcción. Todo había sido custodiado por gente muy vinculada, gente que amaba con pasión, desde la Comisión Nacional de Energía Atómica, desde el INVAP, en fin de todo el cúmulo de instituciones que se autopreservaron, tuvieron un altísimo grado de autopreservación. ¿Por qué hago hincapié en esto de la autopreservación? Porque el Estado no las cuidó, es más, el Estado las rechazó, las dejó de lado, y de ser posible las hubiera cerrado. Hablo de autopreservación porque fueron sus propios miembros los que las cuidaron. También lo que hizo envejecer a nuestros científicos. Cuando fui a Pilcaniyeu, nuestra planta de enriquecimiento de uranio, la vieja guardia me agradecía, agradecía al gobierno que hayamos retomado todo el programa nuclear porque ellos estaban quedando grandes y no tenían a quien transferirle sus conocimientos. Me acuerdo que cuando fuimos aquella vez a Pilcaniyeu se caracterizaba por la presencia de muchísimos jóvenes investigadores, becarios, que es una característica que hoy se da en todas las ramas de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Hemos hecho una inversión en materia de infraestructura, de laboratorios, nunca vista. Hemos dotado a INVAP, con quien hoy vamos a firmar convenios. INVAP es una empresa pública que junto al Balseiro, junto a nuestra Comisión Nacional de Energía Atómica, junto a nuestra Comisión Nacional Aeroespacial, todo esto ha desarrollado una sinergia impresionante, al punto de haber logrado –esto se los debe haber contado también el Ministro pero yo no puedo dejar de repetirlo porque lo digo con mucho orgullo- poner en órbita el primer satélite geoestacional en materia de telecomunicaciones de toda nuestra historia. También integramos a partir de allí el selecto club que no solamente lo ha diseñado, sino que lo ha puesto en órbita. Creo que cuando lo hicimos en Guyana lo hicimos con bastante éxito con los americanos, tuvimos que esperar a los americanos porque ellos tuvieron una falla en el lanzamiento, en la cual nuestros técnicos los ayudaron para poder lanzarlo. Lo cual no deja de constituir una anécdota pero también, por qué no, una muestra de orgullo.

Y hablando también de reactores nucleares nos ha permitido competir exitosamente con países como Francia, ganando en Australia una licitación de provisión de reactor nuclear llave en mano, con todo el diseño y puesta en marcha. Y estar a punto de haber ganado una en la Unión Europea que luego fue suspendida, creo que en Holanda. Yo creo que la suspendieron porque estábamos casi a punto de ganarla nosotros. Pero esa es otra historia.

Lo cierto es que esta nueva Argentina también tiene como escenario un nuevo mundo que se ha modificado definitivamente a partir de la crisis económica del año 2008, nacida precisamente en el epicentro de lo que constituía la primera economía mundial, que todavía la sigue constituyendo pero que en todo este lapso, no solo desde el 2008 hasta ahora sino también con anterioridad, han aparecido nuevos actores en el escenario internacional. Rusia luego de que cayera la Unión Soviética también resurge como un nuevo actor importantísimo en materia global. No solamente en términos económicos, no solamente en términos de proveedor de energía, sino fundamentalmente también geopolítico. Yo aquí no soy ministra de Economía ni de Planificación, ni técnica nuclear ni técnica en comunicaciones, tampoco en software, soy Presidenta, por lo tanto debo hablarles de política. Pero no de política para ubicarme en tal o cual espacio sino de política en cuanto a una nueva comprensión del mundo que nos exige a todos los países hacer un inmenso esfuerzo para adecuarnos y volvernos a resituar en un mundo absolutamente diferente y que nos va a permitir, creo, fundamentalmente a los países emergentes, que somos los que hemos sostenido el crecimiento de la economía mundial durante los últimos años, y que hoy quieren trasladarnos muchas veces la crisis desde los países centrales, situarnos en un nuevo posicionamiento y hacer acciones de integración más profundas que la que hemos llevado a cabo hasta ahora.

La Argentina es un país de poco más hoy de 40 millones de habitantes, es el octavo país en territorio, es uno de los países capaces de producir hoy alimentos para más de 400 millones de habitantes y en el próximo quinquenio para más de 600 millones de habitantes, con un rendimiento productivo, producto de nuestra inversión en biotecnología, que nos coloca en materia de rendimientos casi diría en primer lugar en el mundo.
Y creo que precisamente nuestra presencia hoy aquí en la clausura de este Foro de Empresarios, y más tarde voy también a dirigir la palabra a importantes empresarios ya de origen ruso y mañana el encuentro con el presidente Putin, como fue la visita del propio presidente a nuestro país, las obras que vamos a hacer en conjunto, Chihuido, estamos diversificando nuestra matriz energética, que era esencialmente gasífera. Hoy el mundo exige tener una matriz energética lo más diversificada posible, de manera tal de no estar atada a una sola fuente energética, que si es hidroeléctrica puede estar sujeta a cuestiones climáticas, si es energética puede estar sujeta a variables internacionales en materia de precio. Por eso yo también hablo de la necesidad de poner aún mayor hincapié en la energía nuclear, por ser precisamente la más barata, la más limpia y yo diría la única no sometida a variables internacionales y que es producto de la inversión, del trabajo y de la productividad que tenga cada país en esta materia.
Así que también el intercambio comercial que hasta hace poco tiempo era solamente visto como una cuestión de balanza comercial y que creo que a partir de conceptos de asociaciones estratégicas integrales debe ser visto de otra manera, ya no como clientes o como vendedores o exportadores, sino simplemente concebirse los países como socios, especialmente Argentina como una plataforma más que interesante para toda la región latinoamericana.
Nuestra escala habitacional nos exige además, como modelo para desarrollarnos, convertirnos en plataforma de asociaciones estratégicas de otros países con otras potencialidades para precisamente hacer una sinergia productiva para ambos, desde el que se asocia con nosotros en su mayor volumen de productividad, de PBI, de población, de colocación en el mundo, pero también sabiendo que Argentina por sus características especiales significa una plataforma indispensable para todo que es la región latinoamericana.
Este nuevo ordenamiento económico, este nuevo ordenamiento geopolítico del mundo, que nos permite un mundo más plural, más diverso, más multipolar, también nos exige una conectividad y una relación mucho más intensa. Por lo pronto, durante mis dos gestiones he venido, esta es la segunda vez que vengo a Rusia, y lo que es más importante para nosotros los argentinos, ya también habían venido otros presidentes a Rusia, pero no habían ido presidentes rusos a la Argentina, y precisamente durante mi primera presidencia fuimos visitados por el entonces presidente Medvedev y ahora, hace muy poco tiempo, por el presidente Putin.
Así que realmente concebimos nuestra presencia aquí, más allá de los lazos de amistad tradicionales que ha tenido la Argentina con Rusia, más allá de muchos puntos en común de nuestras exposiciones internacionales en los foros internacionales, para ser más precisos por ejemplo en el tratamiento de un tema que hoy agobia a todo el mundo como es el tema de las deudas externas y que ha permitido a partir de una tarea muy intensa por parte de Argentina, que ha sido muy apoyada por el G-77 + China, que ha sido muy apoyada por Rusia, hoy estemos discutiendo y debatiendo en el seno de las Naciones Unidas una nueva convención internacional en materia de reestructuración de deuda soberana.
Argentina es el antecedente más elocuente de la necesidad de contar con un instrumento que permita que los países no sean atacados por fondos especulativos, en nuestro caso, por fondos buitres que dañan terriblemente las economías. Creo que además el tema de un combate contra los paraísos fiscales es también una de las claves para poder abordar la problemática del mundo moderno.
Yo he participado como Presidenta de todas las reuniones del G-20, la primera en Washington, bajo la presidencia de George Bush, a los pocos meses de haberse producido la crisis de Lehman Brothers, en la última cumbre no estuve presente en Australia por razones de salud, pero me acuerdo que desde la primera reunión sostuve casi en soledad y muy infructuosamente, la necesidad de que, porque había un constante discurso de que había que fondear al sector financiero para evitar que el mundo explotara, pero yo aseguraba que era necesario sí, obviamente fondear al sector financiero y no permitir que pasara lo que pasó en la crisis del 30, pero asegurar que ese fondeo del sector financiero nuevamente retornara al sector productivo de bienes y servicios, de ciencia y de tecnología, porque sabíamos que si esto no sucedía iban a producirse nuevas y recurrentes crisis. Y así es como año tras año nos venían anunciando desde los organismos multilaterales, en las propias reuniones del G-20, que es el último año de crisis, que el próximo año era de crecimiento y este crecimiento de la economía a nivel global no se visualiza. Al contrario, los que estábamos sosteniendo el crecimiento internacional, producto de esa crisis, que no provocamos nosotros, comenzamos a sufrir las consecuencias. El otro día escuchaba al Primer Ministro chino, cuando acostumbrados los chinos a crecer a tasas de más de un dígito, decían que no sabían si iban a poder alcanzar la tasa de crecimiento del 7 por ciento, esto nos revela claramente la necesidad de reformular las reglas de juego.
Me comentaba el ministro de Economía que acaba de venir de la última reunión que tuvo lugar en Washington, en el Fondo Monetario Internacional, que finalmente el FMI, no lo podía creer cuando me lo contó, decía que la única manera de poder revertir la crisis y remontar nuevamente una senda de crecimiento de la economía a nivel global, era la inversión en infraestructura. Yo lo venía diciendo desde el primer día y cuando hablaba me miraban como si estuviera hablando en algún idioma extraño, imposible de comprender. No era que hubiéramos descubierto la pólvora, era simplemente que nosotros habíamos experimentado, no solamente nuestro país, sino nos tocó también en el año 1991 cuando Kirchner asume por primera vez como gobernador de la provincia de Santa Cruz en una crisis, siempre nos toca a nosotros en épocas de crisis, yo no sé por qué se da eso. En aquel momento era una crisis en una provincia lejana, de un país más lejano aún como es la República Argentina, pero habíamos recibido una pequeña provincia que no alcanzaba a los 200 mil habitantes, con una densidad de 0,60 habitantes por kilómetro cuadrado, siendo la segunda provincia más extensa del país, con una deuda superior a 1.000 millones de dólares en aquel momento y productora de commodities, así que se imaginan la situación en que estábamos. Hicimos de la infraestructura uno de los motores precisamente de crecimiento de la provincia, con la reinversión de todo lo que obteníamos en materia de regalías petroleras, y nos permitió en una Argentina que durante toda la década de los 90 tuvo una desocupación de más de 2 dígitos, llegando a tener casi un 25 por ciento de desocupación cuando Kirchner asume como presidente, nos permitió mantener una provincia con un índice de desocupación en un país de 2 dígitos donde llegábamos a un 1,5 por ciento, 2 por ciento, nunca sobrepasamos el 3 por ciento en materia de desocupación cuando él fue gobernador. Y luego cuando fue presidente y recibiendo el país con una desocupación altísima, llegamos también a tener récords de ocupación como fue el último trimestre de diciembre del 6.9 y con un crecimiento estacional para el primer trimestre del 7.1, si mal no recuerdo.
Así que estamos hoy aquí en Rusia para que empresarios rusos y empresarios argentinos puedan hacer sinergia, puedan articular negocios. Argentina es un país para invertir en materia petrolera, en materia minera, en materia alimentaria, hemos desarrollado la industria del software con leyes de promoción muy importantes; empezamos con cero de exportación, creo, en materia de software y estamos en más de 1.100 millones de dólares de haber partido de cero de exportación en materia de software. Es más, en materia de software importábamos, ahora exportamos, lo cual revela un crecimiento cualitativo de la economía argentina.
Esto también ha sido desarrollado a partir de no solamente crecimiento económico, porque durante la época de los 90 hubo crecimiento económico a tasas considerablemente aceptables como un 7 por ciento, pero el problema era que no había distribución del ingreso. Porque siempre hubo una dicotomía, hubo como un dilema, una discusión, si era necesario primero crecer para distribuir como si fueran cosas antagónicas. Nosotros creemos que primero hay que distribuir para poder empezar a crecer sobre todo en épocas de crisis, en donde el mercado interno se convierte en instrumento más que necesario, más que indispensable para hacerse fuerte y menos vulnerable a las crisis que nos vienen del exterior. Esto es lo que hicimos en estos años de crecimiento, nos hemos desendeudado sin recurrir al mercado de capitales. No lo podíamos hacer luego de haber protagonizado el default más grande de la historia en el año 2001. No fuimos nosotros el gobierno del default. Al contrario, fuimos el gobierno que se hizo cargo de la deuda y que hoy tiene un nivel de endeudamiento en términos netos a tenedores de bonos ya sean nacionales o extranjeros, en moneda extranjera, que no supera el 10 por ciento de nuestro PBI. Repito, tenedores privados, nacionales o extranjeros, en moneda extranjera no más del 10 por ciento de nuestro PBI. Creo que pocos países del mundo puedan exhibir esa performance, una performance después de haber sido el país que protagonizó el default más grande de la historia.
Esto revela que seguramente debemos tener equivocaciones, errores y políticas que rectificar, que recomponer, que reformular, como siempre lo estamos haciendo permanentemente, pero que algo bien debemos haber hecho. Hay una frase en mi país que es: “por algo será, algo habrán hecho”. Algo habrán hecho, también lo podemos decir en este caso, algo habremos hecho los argentinos para haber podido en 12 años -este 25 de Mayo próximo se van a cumplir 12 años de gestión de este gobierno- de haber pasado y haber recibido el país en default a tener hoy un país que ha reestructurado el 93 por ciento de su deuda, está con su deuda totalmente al día y además tiene un nivel de endeudamiento bajísimo. Es más, creo que el último año fuerte del pago de deuda lo tenemos este año con el vencimiento del BODEN 15, con lo cual las próximas gestiones van a tener un país prácticamente con muy pocos vencimientos, una realidad totalmente diferente a lo que nos tocó heredar a nosotros. Pero como decimos, no le echamos la culpa a nadie. Cuando uno forma parte de un país y asume el gobierno, debe recibir ese país sin beneficio de inventario. Lo recibe para hacerse cargo de los errores y de los aciertos. En este caso nosotros desgraciadamente tuvimos que hacernos cargo de más errores que aciertos, así que realmente la etapa que viene es muy venturosa, es de mucha proyección en todos los campos. Seguramente los ministros que me precedieron en el uso de la palabra deben haberles contado que por ejemplo de las 100 firmas más importantes que hay en el mundo, 40 tienen radicación en la República Argentina, que estamos, como les decía al comienzo de la intervención, batiendo récords en materia de producción granaria, que pese a la caída del precio del crudo, que todos sabemos también y aquí quiero hablar un poquito de algunos mitos acerca del mercado, y me parece que el ejemplo del petróleo es un buen ejemplo para hacerlo. La caída abrupta del petróleo que pasó de un barril de 96 dólares a 56, estamos un poco mejor habíamos llegado a 43, habíamos llegado al horror.
En realidad yo recuerdo siendo gobierno en la provincia de Santa Cruz, año 1998, haber llegado a 9 dólares el barril a nivel internacional, lo que nos ocasionó que en aquel momento tuviéramos que repatriar fondos soberanos que teníamos depositados en el exterior para poder hacer frente a las obligaciones de sueldos de la provincia. Pero de un barril de 96 se cayó abruptamente y todos sabemos que en realidad no fue una decisión del mercado, sino fue una decisión política tal vez basada en razones geopolíticas que hicieron que se cayera el barril del petróleo porque de esta manera tal vez se acotaba o se perjudicaba a determinados países. No quiero dar nombres pero es fácil imaginar quienes lo provocaron y quienes lo sufrieron.
Con lo cual también me permite relativizar un poco el tema de las reglas del mercado, luego sobre todo de enterarnos cómo definían la tasa LIBOR. Yo siempre supuse que la tasa LIBOR era un enjundioso mecanismo financiero que permitía todos los días a través de algoritmos o fórmulas ya previamente preestablecidas, determinar cuál era la tasa LIBOR, la tasa que rige el mundo. Hasta que hace poco tiempo nos enteramos que se juntaban en Londres los representantes de 15 bancos, algunos europeos, norteamericanos y determinaban de acuerdo a los intereses de esos bancos o de acuerdo a los intereses de tal o cual país, cuál era la tasa LIBOR de ese día, con lo cual no es que uno desconozca los mercados, los mercados existen. Yo cuando hablo de los mercados me gusta hablar más de los usuarios, de los consumidores, de los productores, de los industriales. El tema es que hemos distorsionado la palabra de los mercados y hoy los mercados no son ni los trabajadores, ni los productores, ni los usuarios, ni los industriales ni los consumidores. Hoy cuando hablamos de mercado hablamos de 4 ó 5 señores del sector financiero que deciden por la vida y la suerte de países y de sociedades. Estas son las cosas que tienen que ser modificadas. Si queremos hacer capitalismo en serio, volvamos a lo que definíamos por mercado. El mercado es la oferta y la demanda, la oferta y la demanda de consumidores, de usuarios, de trabajadores, de industriales, de inversores, de comerciantes.
Hoy nada de eso sucede y hasta que no logremos reformular nuevamente reglas que permitan evitar este tipo de distorsiones, como también sucede en el mundo de las comunicaciones, en el mundo de Internet, no voy a ahondar en ese tema porque es muy complejo y que debería ser abordado en otro panel más específico, lo cierto es que necesitamos desarrollar nuevamente una teoría acerca del rol del Estado, no del estatismo que se vivió tal vez producto de lo que fue la posguerra o la segunda posguerra; un estatismo que terminó agobiando no solamente a la economía por su forma de desarrollarse, que más que estatismo económico era estatismo político, que es totalmente otra cosa, que terminó ahogando a las economías, sino un rol del Estado que no puede dejar de ser soslayado hoy como un actor más que importante en el mundo de la economía y fundamentalmente en los derechos de trabajadores, de usuarios de consumidores y también de productores, industriales y comerciantes. Porque cada país obviamente tiende a proteger a su comercio, a su industria, a sus trabajadores y es natural.
Lo que pasa es que hay que articular inteligentemente esto y buscar en dónde podemos complementarnos y cómo podemos hacer sinergia para que esta protección no derive en determinadas distorsiones a través de barreras paraarancelarias. Voy a dar un ejemplo que sufre la Argentina, que constantemente es atacada desde algunos centros de poder como super proteccionista. Creo que nadie duda de la calidad de las carnes argentinas, creo que una de las cosas que podemos exhibir es el churrasco en la Argentina, el bife de lomo, el bife de chorizo que cada uno de ustedes pide cuando va a Buenos Aires. Sin embargo Estados Unidos tiene vedado el ingreso de carnes argentinas por cuestiones fitosanitarias. Actualmente estamos en un panel en la OMC, hemos iniciado un panel contra Estados Unidos por lo que consideramos una barrera fitosanitaria, con lo cual esperamos tener suerte porque realmente es inconcebible.

Lo mismo podemos decir de nuestros cítricos, somos el mayor productor de limones del mundo y hasta somos proveedores mundiales de Coca Cola en materia de limones, así que no creo que nadie pueda dudar. De Coca Cola estoy hablando, sin embargo Estados Unidos prohíbe el ingreso de nuestros limones por cuestiones fitosanitarias. Su emblema, o uno de los emblemas, junto a Mc Donalds, que es la Coca, se provee de nuestros limones pero sin embargo nuestros limones para Estados Unidos no reúnen las condiciones fitosanitarias adecuadas para ingresar a su mercado. Esta es una de las cosas tan absurdas y ridículas, las cosas que nos venden, y lo que es peor, le hacen creer muchas veces a nuestros propios productores que es culpa de una política equivocada del gobierno de la República Argentina que no ingresen los limones a Estados Unidos, cuando en realidad es simplemente el proteccionismo más descarado. Estados Unidos, adalid del libre comercio, es el que más paneles tiene en la Organización Mundial de Comercio precisamente por barreras paraarancelarias, fitosanitarias, etcétera. No vine a criticar a nadie, simplemente a describir panoramas o misceláneas del comercio internacional.

Pero estamos aquí hoy para precisamente hablar de esta asociación estratégica integral entre la Federación Rusa y la República Argentina. Se van a desarrollar importantes obras por parte de Estado a Estado y empresas, como en el caso Chihuido, pero en materia nuclear es Estado Estado. No lo es así en Chihuido que es con financiamiento estatal pero mixto. No voy a meter la pata acá que me miran con los ojos espantados mis ministros.

Quería clausurar precisamente este foro empresario con estas reflexiones. Fundamentalmente siempre los presidentes vienen a dar lecciones, yo no acostumbro a dar lecciones porque no me considero profesora ni maestra de nadie, simplemente contarles la experiencia que hemos vivido los argentinos, que nos hemos tenido que valer solos para poder salir, hemos hecho un duro aprendizaje, estamos en una senda de crecimiento, hemos crecido ininterrumpidamente y tenemos el mayor crecimiento económico de toda nuestra historia, y realmente creemos que es un país donde vale la pena invertir, producir, porque como les decía no solamente son nuestros recursos naturales sino nuestros recursos humanos los que realmente nos dan una gran ventaja comparativa de inversión, frente a otros lugares.

Yo no tengo nada más que agradecimiento para todos los empresarios y empresarias argentinos que nos han acompañado en esta misión, agradecer a las autoridades de la Federación Rusa la invitación a esta visita oficial que hacemos aquí y también agradecer a todos los empresarios y empresarias rusas que hoy han integrado este foro y tengo el honor que me han conferido de poder clausurarlo. Muy buenos días a todos y a todas y muchísimas gracias por todo.

Perdón, pueden parar los aplausos un poquito, discúlpenme. No había visto a Meyer, y la verdad que cometí un pecado mortal, acabo de cometer doble pecado mortal. Como Presidenta de haberme olvidado del turismo que ha sido también una de las poleas de crecimiento, uno de los pilares de crecimiento de la Argentina. Nuestro país comenzó a ver crecer su turismo receptivo a partir del año 2003 de una manera exponencial, con características especiales. La Argentina es un país diverso geográficamente, diverso climatológicamente, uno puede visitar el país y estar de repente frente al fenómeno maravilloso de las cataratas del Iguazú y tomar un avión e ir directamente, y ahí viene mi segundo pecado, no ya como Presidenta sino como residente, como vecina de El Calafate, donde está el glaciar Perito Moreno, el único glaciar que sigue en crecimiento en el mundo, desafiando al calentamiento global y al cambio climático. Lo desafiamos y tenía que ser en la Argentina, desafiamos las reglas del mundo financiero que nos quisieron imponer y también las climatológicas, tenemos el glaciar Perito Moreno que es el único que sigue avanzando pese al cambio climático y el calentamiento global. Y que yo me olvide del turismo es doble pecado, precisamente porque además soy de El Calafate.

Aquí me apuntan cosas. Esto es algo que tuvo que ver con otra recuperación, con la recuperación de nuestra línea de bandera, Aerolíneas Argentinas. No se puede hacer turismo en un país con la extensión de la República Argentina si no se cuenta con una adecuada conectividad y además con una infraestructura aeroportuaria que permita desarrollar esa conectividad. La recuperamos también durante mi gestión. Había sido privatizada la aerolínea de bandera, había sido prácticamente regalada y luego fue vaciada. No es una apelación nacionalista, no, quienes resultaron adjudicatarios, empresarios extranjeros, hoy están presos en su país de origen por haber estafado, defraudado a su propio Estado. Sin embargo cuando nosotros recuperamos nuestra aerolínea de bandera algunas voces, fundamentalmente del neoliberalismo, nos criticaron duramente y nunca escuchamos ninguna crítica de esas voces referida a esos empresarios que fueron condenados por la justicia de su propio país por haber estafado a su propio país. En nuestro país no se conoce todavía un solo juicio, y esto es una autocritica a nuestro propio sistema institucional, a los que vaciaron las empresas. Es más, por ahí le hacen juicio a algún funcionario que las recuperó. Eso para que vean que hay democracia en serio en la República Argentina.

Hoy nuestra línea de bandera ha recuperado mercado totalmente, conecta a todo el país, a las 23 provincias argentinas y ha sido uno de los pilares fundamentales en el desarrollo del turismo, porque el turista llega a nuestra Capital, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y de allí tiene vuelos de la aerolínea de bandera que conectan con todas las regiones del país. Es más, ya no necesita muchas veces trasladarse nuevamente a Buenos Aires, como tenía que hacerlo antes, porque teníamos un sistema radial de conectividad, siempre había que volver a Buenos Aires y de allí tomar el avión a otro lado. Recuperada la línea de bandera con una inversión importantísima, tenemos una de las flotas más modernas de todo el mundo y hemos recuperado nuestra capacidad formativa de pilotos. Cuando entregamos la aerolínea de bandera teníamos los famosos simuladores que nos permitían preparar nuestros pilotos, adiestrarlos y además hacer las pruebas que se deben hacer cada seis meses, todo eso fue vaciado, cuando llegamos no había nada. Hoy tenemos una línea de bandera que tiene tres marcas fundamentales de aviones, cuando llegamos había 11 modelos, 11 marcas diferentes, lo cual requería un gasto en materia de inversión para mantenimiento absoluto, no teníamos simulador de ninguno, hoy tenemos solamente tres de las más importantes del mundo, con tres simuladores que responden a cada una de las líneas, con lo cual la hemos tornado en el último trimestre en superavitaria, porque además ya no tenemos que trasladar a nuestros pilotos al exterior para su preparación y tampoco para los exámenes psicofísicos que deben realizarse cada seis meses de acuerdo a las normas de IATA. Así que esta recuperación de Aerolíneas Argentinas, que hoy funciona mejor incluso que las empresas privadas, con mayor exactitud, con mayor volumen de vuelos, y además porque conecta a todo el país, no solamente a las regiones económicamente rentables. Esta es la otra cuestión de tener una línea de bandera, un país integrado, un país no sea visto como una mercadería donde solo vamos a los destinos turísticos rentables y dejamos el resto del país desconectado. Que además termina siendo antieconómico, porque tal vez el habitante de esa provincia si no tiene una buena conectividad no va a los propios destinos turísticos de su país.

Hemos tenido record de turismo interno y también de turismo externo, debido a que hay una capacidad adquisitiva, hoy Argentina tiene el mejor salario mínimo vital y móvil de toda Latinoamérica, la mayor cobertura previsional, hemos mejorado sustancialmente el índice GINI, que de haberlo recibido en 0,478 hoy estamos en 0,380. Ustedes saben lo que cuesta mover el índice GINI cada milésima, cada décima.

Ya se habían levantado todos, habían aplaudido y los hice sentar para seguir hablando, soy un horror. Pero esto es bueno también porque es un poco revertir el modelo económico que estamos viendo que está sucediendo en Europa, con la creencia de que el ajuste puede traer crecimiento. Es mentira, el ajuste no trae crecimiento en ninguna parte, porque si la gente no tiene buen salario no consume, si no se consume usted no vende y si usted no vende el productor o el industrial que produce para usted tampoco produce. Y sobre todo en un mundo donde tampoco hay gran consumo en ninguna otra parte del mundo. Uno puede tener un país con algún problema pero si la economía del resto del mundo anda bien puede sortearlo, pero si además de una restricción internacional le sumamos una restricción interna creyendo que con eso mejoramos la economía, estamos sepultándola definitivamente. Por eso las teorías del ajuste solamente son creo que remedios del pasado que no pueden ser vistos hoy como una solución, al contrario, generan descontento, generan malas expectativas, generan inestabilidad. Por supuesto, inestabilidad institucional, de hecho la Argentina tuvo 5 presidentes en una semana en el año 2001, miren si los ajustes y las explosiones que luego suceden no tienen consecuencias institucionales.

Así que disculpen el haber hecho este pequeño agregado producto de haber cometido el pecado de haberme olvidado de la cuestión turística, pero también es bueno ver que todo esto no fue magia, como siempre digo, esto también fue haber recuperado la administración de los recursos de los trabajadores, que también se habían privatizado y los administraban las AFJP, las Administradoras de Fondos de Pensión, donde el Estado se había quedado con el pago de las jubilaciones y el sector privado se había quedado con la crema de los trabajadores y por lo tanto terminamos nosotros pagando el 60% del total de los haberes previsionales en la República Argentina, lo que nos llevó, luego de la crisis de Lehman Brothers y ante el cambio del mundo, también a comenzar a cambiar nosotros. Dijiimos que el mundo había cambiado y que no podíamos seguir con los mismos sistemas que habían terminado con la quiebra en el año 2008. Para terminar una frase de Albert Einstein, quien solía decir que solamente los idiotas o los mediocres pueden creer que se pueden solucionar los problemas con los remedios que los causaron. Así que cuando se ha producido un problema por haber aplicado determinada política, hay que cambiar la política para solucionar los problemas. Esa sería en definitiva la moraleja que podríamos decir de nuestro país la República Argentina. Ahora sí, definitivamente muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas.

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