dirigida a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que luego fue desmentida por voceros del Vaticano.
Los funcionarios detallaron que la misiva llegó en la forma habitual en que se reciben las cartas del Santo Padre y que luego de las versiones sobre su presunta falta de autenticidad, se comunicaron con la Nunciatura, cuya secretaria confirmó que efectivamente había sido despachada por la sede diplomática vaticana en Buenos Aires a la Cancillería.
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, informó que el día de ayer “la misma persona que en nombre del Nuncio entrega la correspondencia, recibido por el personal de la Secretaría, recibimos una nota verbal de la Nunciatura, donde nos adjuntaban un sobre cerrado de parte del Nuncio”.
El funcionario leyó la comunicación que le dirigía el Nuncio Apostólico a su persona (al que acompañaba el sobre para la Presidenta). Señaló que “hace pocos minutos la secretaria del Nuncio nos confirmó que la carta salió de la Nunciatura Apostólica con el tratamiento correcto”. “Como llegó una carta cerrada dirigida a la Presidenta de la nación, inmediatamente se la remitimos al secretario general de la Presidencia, Dr. Parrilli”.
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, exhibió el sobre recibido e indicó que cuando regresó ayer a la Casa de Gobierno, lo recibió cerrado “remitido por el secretario de Culto”. “Le dije a la Presidenta: ´tengo una carta remitida por el Nuncio para usted´. Dijo: ´abrila y leémela´”.
El funcionario comentó que “tiene el mismo membrete de otras que hemos recibido de la Nunciatura”. “Como era un saludo del Papa, dirigida al pueblo argentino, la Presidenta entendió que había que darla a conocer”, explicó.
“Este es el procedimiento protocolar de siempre, las notas son recibidas en Cancillería, me las remiten a mí. Y como en este caso venía cerrada, se le entregan a la Presidenta”, puntualizó. “No hacemos conjeturas ni sabemos que es lo que ocurrió, por qué el Vaticano dice que la carta es falsa”, señaló Parrilli
Por último, Oliveri consideró que “el que tiene que aclararlo es la nunciatura. Después veremos con nuestra embajada en la santa sede si hay algún otro problema en Santa Sede. Pero por lo pronto, el origen de la carta es la Nunciatura”.
“No es un tema nuestro la seguridad de la carta. Después, donde tienen que averiguarlo es en la Nunciatura”, concluyó Parrilli.