DECLARACIONES DE LOS MINISTROS HÉCTOR TIMERMAN Y AXEL KICILLOF AL ARRIBAR A AUSTRALIA PREVIO A LA CUMBRE DEL G-20
KICILLOF.- La Cumbre tiene un temario relacionado con la cuestión central más preocupante que entendemos nosotros es la debilidad que está mostrando la recuperación de la economía mundial. Estamos a ya casi 6 años del 2008, de la famosa crisis de Lehman Brothers y lo que encontramos es que la economía mundial no está reaccionando a las medidas que se han tomado, o probablemente sí está reaccionando a la insuficiencia de medidas que se han tomado. Entonces esa es una preocupación que se ha expresado también cuando estuvimos en Washington con los ministros de Economía, es parte del temario. Entendemos que es muy importante también la discusión que se dé en torno de la causa de la crisis y por otro lado los remedios que de esa causa se derivan.
En primer lugar, hay una discusión hace algún tiempo, me parece que es demasiado extensa esa discusión, pero la cosa sería si de la crisis se sale con medidas tendientes a incrementar la productividad, la oferta, a través de reformas estructurales o si concretamente lo que está ocurriendo es que hay una deficiencia de demanda a escala internacional. Probablemente esas visiones, que son visiones contrapuestas, se expresen acá en el debate con los presidentes y en el G-20.
Esperamos que las medidas que desde nuestro punto de vista se retiraron prematuramente, como son los estímulos monetarios, no sólo se reconsidere esa presunta situación ya de recuperación que llevaba a terminar con el estímulo, sino que además se complemente con medidas de corte fiscal vinculadas al incentivo al estímulo y a la demanda agregada global. Porque está andando mal el nivel de actividad, está andando mal el nivel de empleo, está andando mal el comercio, y la verdad que el G-20 es un grupo realmente muy apropiado para discutir qué medidas se pueden tomar a escala planetaria, a través de las más grandes potencias y también los países que participamos de los emergentes, para que mancomunadamente se encuentre una respuesta a esta situación.
PERIODISTA.- Cuando uno analiza el crecimiento de la economía global, ve que el principal problema hoy sigue siendo Europa, por lo menos las perspectivas de crecimiento se redefinen a la baja en los últimos meses. Y ellos no ensayan, por lo menos públicamente, una autocrítica respecto a los estímulos a la oferta como única opción para salir de la crisis. Entonces cuál puede ser la solución en ese contexto si esas políticas que no dan resultado siguen siendo reivindicadas.
KICILLOF.- Sí, dos comentarios un poco ampliatorios. Primero, esta crisis ha tenido una evolución podríamos llamarla migratoria, porque empieza en Estados Unidos, después se ubica claramente en Europa, sobre todo en los eslabones más débiles de la Unión Europea, pero evidentemente lo que hoy se está discutiendo no es sólo que Estados Unidos, aunque es un país que ha demostrado algunas señales de recuperación no ha sido todo lo vigorosa que se esperaba, de hecho se han revisado ya un par de veces las cifras para este año a la baja, de la economía mundial y de la norteamericana también; Europa no se pone en marcha, pero además el grave peligro es que ahora serán las naciones emergentes las que sufran en este proceso de movimiento de la crisis. ¿Por qué? Porque si se retiran las medidas de estímulo en los países centrales puede haber el famoso vuelo hacia la calidad, el fly to quality que quiere decir básicamente que haya una huída masiva de los capitales que fueron hacia los países emergentes y que generen muchísima inestabilidad desde el punto de vista monetario, cambiario y por supuesto de los capitales financieros.
También lo que hay que tener en cuenta con respecto a eso, a la caracterización de que el problema es Europa, es que si bien obviamente China es un país que muestra tasas de crecimiento mucho más elevadas que el resto del mundo, la verdad es que este año probablemente tengamos, de los últimos 15 años, el peor año en el desempeño de China. Entonces, la verdad es que lo que caracteriza al mundo es esa situación más bien amesetada y desaceleración incluso a partir de una breve recuperación que ocurrió en 2010, desaceleración ahora muy notoria.
Con respecto a lo que está ocurriendo como medidas contracíclicas, lo que encontramos no es sólo una tendencia ofertista o la cuestión de la demanda, sino concretamente que como la cuestión aparece como un exceso de deuda sobre producto, se aplican a veces paquetes de medidas económicas que nosotros conocemos bien, que para liberar recursos para poder pagar la deuda se tiende al ajuste fiscal, todo lo contrario a medidas de expansión de la demanda. Y ese ajuste fiscal después termina teniendo el efecto contrario, porque no sólo no se cura el asunto de la deuda sino que además caen los productos brutos de las economías y la relación deuda-producto no está mejor hoy que lo que era antes, sino que está peor, entonces el supuesto remedio no sólo no cura sino que probablemente enferme.
PERIODISTA.- En las ruedas previas que tuvieron ustedes con grupos y países emergentes, la expectativa de cara a las reuniones que comienzan mañana es que el planteo con respecto al tema de procesos de reestructuración de deudas va a ser abarcativo, va a salir de distintos países, de distintas voces.
KICILLOF.- Sí, eso ya ha ocurrido. Primero porque muchos de los países del G-20 son del G-77 más China, o son los que acompañaron a Argentina en Naciones Unidas y la preocupación es generalizada. Por supuesto que estas cumbres tienen su propia dinámica, también hay conflictos que tienen que ver con la cuestión de Ucrania, de aquel avión de Malasia, son otros temas que también van a ser tratados. O sea, no hay un tema excluyente, está lo político, no sólo lo económico, aunque nosotros sabemos bien que todo el clima muy enrarecido que hay a escala internacional, también a través de conflictos bélicos, tiene por supuesto alguna raigambre en las cuestiones económicas. Y países que están puestos en jaque por grupos financieros también es una forma de ejercer violencia. La verdad que entendemos que la preocupación es generalizada y así va a ser discutido.
PERIODISTA.- ...que es lo que busca Argentina y lo que logró que la ONU lo apruebe, no aparece como un tema indispensable para todos los que forman parte del G-20, sí la reestructuración como un problema, pero no que esa sea la solución.
TIMERMAN.- Hay algunos países que buscan distintos caminos, lo que todos hacemos es reconocer que hay un problema en la reestructuración de deuda soberana que hay que resolverlo, porque ha creado crisis en muchos países, crisis que después se transforman también en crisis políticas como ha ocurrido en Africa y Medio Oriente. Pero sin duda alguna muchos países del G-20 son parte del G-77 más China, quieren una resolución a nivel Naciones Unidas, otros países, una minoría, prefieren otras soluciones. Todos reconocemos que hay que buscar una solución. Y lo que nosotros estamos haciendo es que ese tema de la reestructuración de deuda soberana sea un tema importante dentro de los debates que se dan no sólo en el G-20 sino en todos los foros internacionales.
También hay otros temas que la Argentina cree que son importantes que el G-20 trate, que seguramente van a ser tratados, que son el trabajo digno, el trabajo inclusivo, la necesidad de trabajar en temas de infraestructura, aumentar la infraestructura para motorizar la economía, el tema del aumento de la demanda para la salida de la crisis económica, la evasión fiscal que es un tema que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viene instalando desde el G-20 que se realizó en Francia, en Cannes, donde por primera vez se dio a conocer los países que alimentan la evasión fiscal. Por último la Argentina también tiene una larga serie de reuniones bilaterales con otros países para tocar estos temas.
KICILLOF.- Complementando simplemente la cuestión de las diversas soluciones, hay muchos que piensan que la solución puede estar en el FMI, que puede estar en los cambios en los contratos, la verdad es que nosotros festejamos, celebramos que se propongan diversas soluciones, lo que pasa es que nos parece insuficiente. Evidentemente el FMI tiene que tener un papel, también los contratos tienen que modificarse, pero desde el punto de vista de la cuestión, fácticamente, si uno estudia cómo es una respuesta que pueda ser efectiva, la verdad es que se necesita instrumentar algún mecanismo internacional de solución de diferendos, pero además que permita que los ataques de los fondos buitres, que han sido feroces y lo van a seguir siendo, no puedan reproducirse. Esto implica también un fuerte compromiso de todos los países que forman parte del G-20 para no darles cabida y al contrario no darles incluso mayor poder de daño.