PALABRAS DEL JEFE DE GABINETE DE MINISTROS, JORGE CAPITANICH, EN LA INAUGURACIÓN DE NUEVAS SALAS Y EQUIPAMIENTO PARA EL HOSPITAL NÉSTOR KIRCHNER, EN LA LOCALIDAD DE FLORENCIO VARELA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Muchas Gracias. Muy buenos días a todos y a todas. Me preguntaba el ministro Juan Manzur si no iba a hablar él o el ministro de la provincia de Buenos Aires, les quería agradecer muy especialmente la deferencia de darme la oportunidad de expresarme ante todos ustedes. Por eso no quiero abundar en las presentaciones, todos nuestros distinguidos visitantes, a todos ustedes, muchísimas gracias.
Y quería enviar un cálido y afectuoso saludo para todos ustedes, de nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien me encomendó esta especial misión de compartir con ustedes una visita que le debía a Arnaldo desde hace mucho tiempo, porque él nos fue a acompañar en la supervisión inicial de la construcción de una obra muy significativa que es la construcción del Hospital Pediátrico en Resistencia, en la provincia del Chaco.
Desde ese momento todos, todos los argentinos y todos quienes tenemos que desempeñar funciones, sabemos que este hospital de alta complejidad en red El Cruce, doctor Néstor Kirchner, es sin lugar a dudas un hospital extraordinario, de altísima calidad, de trabajadores abnegados con vocación de servicio comprometidos con el prójimo, con amor al prójimo y realmente con un compromiso extraordinario para sus pacientes.
Saludaba a la gente que se venía a atender y todos agradecían especialmente esta oportunidad de poder estar en un hospital público de alta calidad. Por eso aquí, que tenemos aproximadamente 1.000 trabajadores de la salud, 300 profesionales médicos, que tenemos cerca de 140 camas, que tenemos un equipamiento de altísima calidad, es un orgullo para la República Argentina, para Florencio Varela, para la provincia de Buenos Aires. Y es un orgullo porque es una inversión del Estado, es un compromiso del Estado para garantizar salud pública para todo el pueblo argentino, porque eso es lo que en definitiva trasunta esa decisión.
Nosotros hoy hemos podido recorrer las instalaciones de este hospital de alta complejidad, hemos podido conversar con médicos, enfermeras, trabajadores, pacientes, hemos podido observar las instalaciones en construcción con CONICET, tomógrafos, salas de internación para potenciales casos de ébola, que eso es muy importante, porque tenemos dos centros de referencia, este hospital de alta complejidad El Cruce, el hospital Garraham para niños, y eso es un tema que lo podemos constatar y ver claramente cómo se organiza el sistema de salud de la República Argentina en alerta para la verificación efectiva y exhaustiva de los casos a nivel mundial, y seguir al pie de la letra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, precisamente a partir de la organización que tiene nuestro país.
Y a su vez me parece importante ratificar lo que se ha invertido aquí. Este equipamiento tiene una inversión de 7,5 millones de pesos. Obviamente tiene un perfil para mejorar y perfeccionar todo lo que significa microcirugía, el microscopio quirúrgico de alta resolución que aquí podemos observar, también el neuroendoscopio y el neuronavegador de exploración 3D y 2D del cerebro, lo cual es realmente algo extraordinario.
El doctor Alejandro Coria, que es neurocirujano, me decía aquí en la mesa lo que significa esto, una diferencia cualitativa extraordinaria de 20 años, él como neurocirujano de profesión, lo que significa contar con estas herramientas de alta tecnología y de capacidad de resolución.
La verdad es que simplemente quiero felicitarlos por el esfuerzo, por el trabajo, por la vocación de servicio y porque este hospital tiene la combinación de excelencia en materia de recursos humanos, excelencia en organización, excelencia en tecnología informática para utilizar todo en beneficio del paciente.
Y a su vez también quería transmitir lo que el ministro Juan Manzur me ha transmitido en forma sistemática y reiterada, en el sentido de lo que significa la inversión en materia de salud pública en la República Argentina, el mejoramiento sustancial de la calidad de atención y el mejoramiento sustancial de los indicadores. Y a mí me parece que es por lo menos necesario remarcar algunos.
Primero, la República Argentina es reconocida por el Banco Mundial, mediante la aplicación del plan NACER y el plan SUMAR, con una cobertura extraordinaria de casi 8,8 millones de pacientes, lo cual constituye un sistema extraordinario de financiamiento para garantizar cobertura para la gente que más lo necesita, y para la población más vulnerable. Eso es un reconocimiento extraordinario en términos de inversión y mejoramiento de calidad.
En segundo lugar, la República Argentina es reconocida a nivel mundial por ser uno de los únicos países del mundo o el único de proveer 19 vacunas gratuitas y obligatorias a partir del año 2015.
La República Argentina es uno de los países del mundo de mayor reconocimiento respecto a la reducción sistemática y drástica de la tasa de mortalidad infantil. Es muy importante remarcar este concepto, porque la humildad de su entrega como servidor público del ministro de Salud Pública, muchas veces no tiene la divulgación de este tipo de datos, pero en realidad es necesario observar lo siguiente. La presidenta de la Nación, la doctora Cristina Fernández de Kirchner, es una persona que tiene un seguimiento muy exhaustivo de la gestión pública, de los objetivos y las metas para cada área. Y uno de los objetivos y metas más importantes es, primero, garantizar cobertura de carácter universal en materia de salud pública. Eso implica mejorar la infraestructura.
Esta decisión política de tener un hospital de alta complejidad como este, o evaluar lo que significa la inversión en materia de infraestructura sanitaria en toda la República Argentina, en centros de salud, hospitales de distintos niveles de complejidad, incorporación de tecnología, mejoramiento sustancial del proceso de formación de recursos humanos y mejoramiento de la estructura salarial del sector público para la atención de salud. Eso es algo objetivamente evidente.
Y en materia de tasa de mortalidad infantil, es importante observar por ejemplo un estudio de una revista de origen británico, especializada en materia de medicina principalmente sanitaria, que es la revista The Lancet, que dice que desde el año 1990 a la fecha proyectando 2015, la República Argentina tendrá el récord de reducción equivalente a casi 83 por ciento de tasa de mortalidad infantil, siendo uno de los mejores indicadores a nivel mundial. Y la meta que tiene el Ministerio de Salud es alcanzar 9,8 por mil para el año 2015, y no puedo divulgar la cifra porque la tendrá que decir el doctor Manzur junto a la presidenta de la Nación, pero estamos muy cerca de ese objetivo en el año 2013 y seguramente el 2014.
Y esto tiene que ver con una política de carácter inclusiva. La Asignación Universal por Hijo, que llega a casi 0,5 por ciento del PBI, tiene impacto. La inversión en agua potable en gran parte de la geografía argentina, tiene impacto. La inversión en redes cloacales para mejorar sustancialmente el saneamiento ambiental, tiene impacto. La estrategia de Asignación Universal por Hijo con escolarización plena y vacunación obligatoria gratuita, tiene impacto. La garantía de acceso al empleo y mejoramiento en las condiciones de calidad de vida de nuestro pueblo, tiene impacto. Todo eso tiene un impacto para construir una sociedad más justa, más equitativa, pero con más educación y con más salud.
Por eso no es casualidad cuando se observa el mejoramiento sustancial de estos indicadores, mortalidad infantil, mortalidad materna, vacunación obligatoria y gratuita, plan NACER con extensión de cobertura, mecanismos de inversión en infraestructura con distintos grados y niveles de complejidad, y esto tiene que ver con un objetivo y una política activa para invertir en salud pública, porque es invertir en cada uno de nuestros hermanos.
Cuando uno logra mejorar sustancialmente un indicador como es el de la mortalidad infantil, lo que hace es enternecerse en el más profundo valor y sentido del corazón, porque significa que un hermano nuestro, pequeño, no muere, le salvamos la vida a la gente.
Hace un ratito estábamos recorriendo una parte del hospital, en donde una operación de trasplante permite salvar la vida de una madre embarazada, y eso es muy importante, como también la inversión que hay en distintos centros estratégicos en todo el país en materia de trasplantes.
La República Argentina es reconocida a nivel mundial por la capacidad de resolver trasplantes en el ámbito de sector púbico con acceso de carácter universal y gratuito. Eso también merece destacarse de una manera muy clara, palmaria y evidente.
Por eso creo que nada es casualidad. Cuando uno logra resultados, es porque en definitiva ha habido gestión, y hay gestión cuando hay decisión política, y hay decisión política cuando quien conduce los destinos del país y quienes tienen la responsabilidad de conducir áreas estratégicas en distintos gobiernos provinciales y locales, asignan una decisión política con sensibilidad. Esto es invertir en áreas esenciales para el mejoramiento de la calidad de vida de pueblo argentino.
Por eso la decisión estratégica de nuestra presidenta de la Nación de romper las barreras e invertir el máximo presupuesto en educación, en salud, en mejorar la infraestructura pública, en garantizar agua potable, cloacas, pavimento urbano, viviendas, potenciar la actividad industrial, desarrollar oportunidades de empleo, ha tenido claramente esa visión estratégica y esa característica. Esto es, no solamente garantizar más inclusión, más equidad, sino generar las condiciones para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.
Nada de esto puede lograrse no solamente sin una decisión política, sino también sin los trabajadores. Por eso el más profundo homenaje para ustedes, los trabajadores de sanidad, los trabajadores que son capaces de entender el dolor del otro, comprender el dolor del otro y lograr, a través de su saber, de su entender y de su profundidad, efectivamente resolver ese dolor.
Ustedes transforman el dolor en alegría, en alegría de un paciente que logra a través de la vida seguir jalonando senderos de progreso.
Por eso quiero felicitar a los médicos, a los enfermeros, a todos los trabajadores, desde el más humilde hasta el más encumbrado, porque la salud pública, como todo en la vida, es un trabajo en equipo.
Si nosotros no somos capaces de trabajar en equipo, seguramente el paciente no tendrá la posibilidad de tener una buena atención. Entonces ese paciente que es tratado con amor desde el momento que entra al hospital, hasta el momento en que sale, tiene la posibilidad de ver un equipo, un equipo de hombres y mujeres abnegados, comprometidos, con vocación de servicio, que hacen de la salud pública el motor para la solidaridad social. Muchas gracias.