PALABRAS DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA PARA TRATAMIENTO DE ADICCIONES, SALÓN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DEL BICENTENARIO, CASA ROSADA.
Bueno, aunque ya les dije muy buenas tardes a todos y a todas, tenemos que repetirlo porque no estábamos ante las cámaras, pero realmente hoy es un día muy importante para todos nosotros, quiero agradecerle- como lo hice anteriormente – no solamente la presencia de todos ustedes aquí, hoy, institucional, sino fundamentalmente la presencia de ustedes todos los días, los 365 días del año, en el territorio, junto a los sectores más vulnerables de nuestra población, en las villas también, en la Capital o en el Gran Buenos Aires y también la presencia, también, por primera vez en las provincias argentinas en este encuentro.
Este convenio, que hemos firmado hoy, que es de asistencia directa – por 900 mil, casi un millón de pesos mensuales, que hemos firmado entre Cáritas, el director ejecutivo de Cáritas y 24 centros, yo los conté, 24 centros, dirigidos por curas, nuestros curas, la gran mayoría curas villeros, son curas como el Padre Lito, de Calafate, que no es villero, pero si es de la villa El Calafate, porque en realidad El Calafate, es Villa El Calafate. Así que no es una villa, pero él es un cura de la Villa El Calafate. También, que no nos acompaña hoy, pero está siempre presente con nosotros y también la construcción de las Casa Educativas y Terapéuticas y los Centros Preventivos locales contra las adicciones. ¿Cuántos firmamos hoy, en realidad de estos acuerdos, Juan Carlos? Entonces, 12 CePla y 28 Casa Educativas Terapéuticas, o sea un convenio muy importante, significa un aporte para estos sacerdotes de 11 millones de pesos, al año, y fundamentalmente señalar la articulación que se da desde el Estado, porque no es solamente la Sedronar, es la Sedronar conjuntamente con el ministerio de Desarrollo Social, junto al ministerio de Educación; de Justicia, con los centros de acceso a la Justicia, por ejemplo; el ministerio de Planificación y desarrollo, que es quien va a desarrollar la construcción de las casas. En fin, todo el Estado articulando el esfuerzo de esta Sedronar, que tiene – fundamentalmente – tres tareas: asistencia, prevención y recuperación, separando la tarea represiva, que ha quedado – como corresponde en los organismos de Seguridad.
Creo que es muy importante esto que estamos firmando hoy, y que luego se va a extender a las iglesias evangélicas y a todas las organizaciones no gubernamentales, que trabajan precisamente en el combate contra este flagelo. Yo quiero agradecerles el inmenso sacrificio y toda la vocación de estar junto a los que más necesitan, en esta tarea. Porque tampoco creamos que los hombres y las mujeres, que hoy están aquí, están sola y únicamente por el problema de la droga, sería injusto remitir a únicamente eso, están con todos los problemas. En definitiva, son un poco, el confesor del barrio, de todos los problemas del barrio, que pueden ir desde la droga, hasta un problema familiar, hasta un problema de pareja. Porque me consta a mí cómo intervienen los curas, por lo menos el de allá, que lo tengo en El Calafate, se mete en todos los problemas y con todas las cosas que la gente le lleva, la gente la va con problemas, porque no te va únicamente con el tema de la droga. Acá estamos con un problema específico, del Sedronar, pero yo quiero rescatar la tarea también de estos curas, porque yo lo veo a diario, allá, no van solamente con el problema de la droga, van con el problema por ahí de pareja, con el problema del que se divorció, del que se quiere separar, del que le falta la casa, del problema del que le faltó algo de estudios para el hijo, o sea es un frente social, no es solamente un frente de combate contra la droga, es un frente social de lucha y de acercamiento. Y a mí me gusta mucho esa tarea de la iglesia, creo que es la Iglesia de la opción por los pobres.
Acá me acaba de acercar el ministerio de Educación del Canal Encuentro, un trabajo que están haciendo rescatando, precisamente, a esa Iglesia con gran compromiso.
Estos días también el Papa Francisco ha anunciado la beatificación de don Arnulfo Romero, el obispo que fuera asesinado en El Salvador precisamente por las fuerzas de la derecha porque lo creían un obispo comunista, porque se acercaba a los pobres.
Yo lo recordaba recién cuando estábamos a solas, una frase del gran obispo brasilero que fue Hélder Camara y le decía al Ministro que también pusiera a la iglesia brasilera en esta historia porque la iglesia brasilera tenía toda una tradición de compromiso con la pobreza, de compromiso en la opción por los pobres muy importante.
Hélder Camara, que fue un obispo que iluminó toda nuestra militancia juvenil, también junto al padre Mujica, decía que cuando él se ocupaba y se preocupaba de los pobres, los trataban de bueno y misericordioso y cuando preguntaba cuál era la razón de que hubiera tantos pobres, lo tachaban de comunista.
Entonces, creo que es importante volver a ver el problema de la pobreza, no como una cuestión meteorológica, un fenómeno que nace después de la lluvia como los hongos, sino de profundas inequidades e injusticias en la distribución del ingreso y, precisamente nuestro continente, que es, pese a que tiene grandes riquezas, el continente donde más inequitativamente se distribuye la riqueza.
Y esa, tal vez, no es la única causa, pero tal vez sea una de las causas donde los sectores más vulnerables nos encontremos con los problemas con que nos encontramos.
Por eso, es bueno abordar los problemas en su integralidad, no verlos solamente de una perspectiva, porque si lo vemos solamente desde un lado, corremos el riesgo de no identificar adecuadamente las causas del problema y si no identificamos adecuadamente las causas del problema, difícilmente podamos encontrar las soluciones o, por lo menos, los paliativos que estos problemas requieren.
Así que, hoy estamos aportando un grano de arena para seguir en esta temática. Juan Carlos es un hombre muy comprometido como lo son todos y cada uno de ustedes y él, que trabaja al igual que ustedes en el territorio, tiene una comprensión similar a la de ustedes y por eso también hablábamos de la necesidad de eliminar todas las burocracias.
Obviamente el Estado para desembolsar dinero tiene que tener determinados trámites, pero la verdad que Juan Carlos le ha dado una dinámica totalmente diferente. No lo digo yo, estoy repitiendo palabras de los sacerdotes que me han precedido en el uso de la palabra y que reconocían cómo cambió esta mecánica a partir de desburocratizar las jerarquías.
Es más, uno de ellos hacía también una autocrítica y decía que no era solamente la burocracia un problema de la jerarquía de gobierno, sino que también era muchas veces un problema de la propia jerarquía eclesiástica, de la propia Iglesia, que también tiene sus burocracias. Todas las instituciones tienen sus burocracias y se imaginan que la Iglesia, que tiene 2.000 años, tiene un poco más por ahí de burocracia.
Pero, nada, estamos trabajando codo a codo, todos juntos, que es la manera de resolver los problemas, poniéndonos frente a los mismos y viendo qué parte podemos aportar cada uno para su solución.
Así que, nada, muchas gracias y, una vez más, felicitarlos por toda la tarea que desempeñan en todos los barrios.
Muchas gracias. (APLAUSOS)
