PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DE ACUERDOS CON LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY.
Muchísimas gracias. Muy buenos días a todos y a todas: Excelentísimo señor presidente de la República del Paraguay, don Horacio Cartes; toda la comitiva que me acompaña, creo que debe ser la comitiva de gobernadores más grande que me ha acompañado en cualquier viaje. Recién acabamos de firmar con el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, de aquí diviso al gobernador de Salta, al gobernador de Corrientes, al de Formosa, al de Jujuy, a la gobernadora de Santiago del Estero, del Chaco, de Misiones.
Nunca tantos gobernadores me han acompañado en ninguna misión, también legisladores. O sea una delegación muy, pero muy importante. Muy importante porque, primero, los vínculos con el Paraguay son muy importantes, históricos, políticos, económicos, no solamente como socios integrantes del MERCOSUR, sino también por los lazos de historia que muchas veces no fue tan buena y por eso también estamos hoy aquí, en un gesto del gobernador de Entre Ríos, que decidió restituir, esto no es una donación, esto es una restitución, una reparación histórica, de la provincia de Entre Ríos y de todos los argentinos al Gobierno de la República del Paraguay, a todos los paraguayos restituyendo el mobiliario del Mariscal Francisco Solano López, que comentábamos recién, cuando nuestro recorrido con Horacio, se había comprado en Alemania y luego fue retenido y nunca le fue entregado a Paraguay.
Yo decía que ese espejo, que está allí, (Inaudible) para que las mujeres nos maquillemos, nos arreglemos, nos peinemos y me imagino que tal vez lo compró él para ella, para que pudiera peinarse, maquillarse y arreglarse frente al espejo; esa mujer única también y valiente que …. (Inaudible) en eso que constituyó una guerra (Inaudible), conocida como la Guerra de la Triple Alianza. Y para nosotros estar aquí es también un acto de reparación, por eso entregamos este mobiliario, que calculo que va a quedar aquí, en su lugar natural, que es el Palacio Mariscal Francisco Solano López.
Pero también profundizando y abordando problemas, temáticas que nos son comunes y que muchas veces, desde distintos lugares, tal vez tratan de enfrentarnos, distraernos y ponernos como antagonistas cuando en realidad todo nos une. Nos une por ejemplo Yacyretá. Yo sé que muchas veces le pasa al Presidente que lo sacuden, lo zamarrean desde alguna portada, desde algún diario, con esto o lo otro. Pero podemos decir que por ejemplo, si no hubiera sido por nuestro gobierno, el gobierno que comenzó en el año 2003, Yacyretá no estaría terminada. Y entonces no habría ningún motivo para hablar sobre Yacyretá, porque no estaría terminada. Hoy podemos hablar sobre Yacyretá, si hoy podemos hablar sobre cómo vamos a terminar de resolver los problemas y fundamentalmente comenzar y proseguir las obras que le van a dar mayor potencia a Yacyretá, mayor poder de generación de energía y por ende mayores recursos, pero no, siempre se trata de buscar lo que falta aunque sea teórico, desechando todo lo que estamos haciendo y lo que falta hacer que no es teórico sino que es práctico, concreto y que genera trabajo para los paraguayos y recursos también para el Paraguay.
Por eso no hay que amilanarse, Presidente, ante las críticas. Al contrario, tenemos que relatar y contar lo que verdaderamente sucede, de qué estamos hablando, de qué estamos discutiendo, porque esto viene desde el año 1976 con firmas de otros. Y realmente estamos haciendo, un gobierno como el del general Perón firmó en 1974 el Tratado y otro gobierno del mismo origen lo terminó y lo culminó.
Y por lo tanto también, como somos gobiernos de emprendedores, de hacedores, de constructores, por eso muchas veces nos critican. Los que nunca hacen nada y nunca pueden exhibir ninguna realización ni ningún logro, esos no merecen críticas de nadie. La historia ni siquiera después se acuerda de ellos.
Pero lo más importante son todas las cosas que todavía nos falta hacer, no solamente resolver sino hacer. Junto a la resolución también seguir haciendo. Y fundamentalmente volver a reiterar que si no hubiéramos terminado Yacyretá no habría nada que discutir, estuvimos años sin discutir nada por una razón sencilla, porque Yacyretá no se terminaba.
Como también hemos terminado obras históricas en la Argentina en materia energética, como hace muy pocos días, ya generando más del 50%, la usina ex Atucha II, hoy Presidente Néstor Kirchner, que también, mire que casualidad Presidente, la empezó Perón y quedó paralizada luego de que fue derrocado el gobierno, y la terminó también el mismo presidente que terminó Yacyretá. Yo no creo en las casualidades, sobre todo en materia histórica, creo fundamentalmente en los hombres y mujeres que han sido capaces de plantarse frente a las dificultades, frente a los problemas sin resolución y resolverlos, porque no hay mejor acción de gobierno que resolver las cosas y seguir haciendo más, acrecentando más. Hoy continuar las obras, continuar ampliando la capacidad de generación de Yacyretá, es seguir trabajando para el Paraguay y para la Argentina.
Charlábamos que muchas veces estas cosas suceden porque quieren implementarse políticamente con una mirada muy corta tal vez, una mirada un tanto mezquina, para tratar de desgastar, de esmerilar a un gobierno. Pero tenga muy en claro, Presidente, que la historia no juzga a los hombres y a las mujeres por las tapas de los periódicos, la historia juzga a los hombres y las mujeres que nos ha tocado tener responsabilidades históricas por las cosas que dejamos hechas, por las cosas que hemos hecho. Nadie se acuerda de las tapas de los diarios, salvo los editores, y ellos también son finitos igual que nosotros. No conozco ningún libro de historia que recuerde el nombre de algún editor de un diario, sí recuerda la historia a hombres como el mariscal Francisco Solano López, que construyó un Paraguay pujante, sí recuerda a hombres como el presidente Perón, y seguramente otros hombres serán recordados por la historia por las cosas que han hecho.
Así que estamos aquí en Paraguay, ha venido acompañándome también el ministro de Planificación, el ministro de Economía, obviamente el Canciller como corresponde en toda visita, pero precisamente la presencia del Ministerio de Planificación, del Ministerio de Economía, que son los dos pilares fundantes sobre los cuales estamos abordando todos los problemas y fundamentalmente las soluciones, porque hablar de problemas y no plantear las soluciones no tiene sentido. Y querer hacer hincapié en cuestiones teóricas, que datan algunas del año 1976, sin que nunca la Argentina hubiera tenido una actitud de hostilidad hacia el Paraguay reclamando cosas que muchos sabemos que por allí son de cumplimiento muy difícil y complejo, me parece que es querer ponerle un palo en la rueda al carro. ¿Y sabe qué? Ni usted ni yo hemos sido designados presidentes para ponerle palos en la rueda al carro, al contrario, lo hemos sido para subirnos al carro y hacerlo andar, y de eso se trata gobernar, hacer andar un país.
En eso estamos y vamos a seguir estando, en el entretanto también haciendo reparaciones históricas como la que estamos haciendo hoy. Sé que algunos van a minimizar el gesto y van a decir no…, yo sé que para todos los paraguayos y paraguayas, que llevan muy adentro muchas cosas que les pasaron, que tuvieron que sufrir y que tal vez les fueron relatadas por sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, el de hoy no es un día más, es un día donde un país, que en algún momento fue conducido por autoridades que eran manejadas desde afuera y pasó lo que pasó, está reparando esos…, que no fueron errores tampoco, fueron políticas, yo me resisto a decir que se equivocaron, nadie se equivocó cuando vino acá a destruir al Paraguay, querían que ese Paraguay industrial, que fabricaba locomotoras, rieles de trenes, que tenia fundiciones de hierro, no fuera un país industrial sino apenas un país de materias primas con mano de obra esclava y barata. Que esto es lo que siempre quisieron para nuestros países.
Así que aquí no hubo errores, hubo políticas claras y deliberadas, que nosotros no compartimos y venimos hoy a reparar. Y necesitamos además, como lo charlábamos con el presidente Horacio cuando estuvimos a solas, una integración más profunda, que las reuniones de MERCOSUR, de UNASUR, no sean solamente reuniones de discursos de integración sino que tenemos que profundizar aún más la integración en hechos y ejemplos concretos en materia de infraestructura. Creo que Paraguay y Argentina a través de esta obra, de este ente binacional, son una muestra cabal de cómo debe hacerse la integración física también entre los distintos países, y cómo complementar nuestras necesidades.
La verdad que cuando estoy aquí en el Paraguay, cada vez que vengo me siento como en mi casa y me siento muy orgullosa de ser recibida con tanto cariño y con tanto afecto, por sus autoridades y por todo el pueblo paraguayo. Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas.