“Un nuevo ordenamiento financiero global es imprescindible”, afirmó la Presidenta en la Cumbre BRICS-Unasur

La presidenta Cristina Fernández participó en el plenario de la cumbre BRICS-Unasur, en el palacio de Itamaraty, en Brasilia. Allí, destacó la decisión del grupo conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica de crear un banco de fomento y la consideró una “construcción alternativa frente a la falta de respuestas” de los organismos de crédito multilaterales. Asimismo, señaló que frente a las demandas de los fondos buitres “la Argentina va a seguir cumpliendo con sus obligaciones”, en forma “justa, equitativa y legal”. Y remarcó que los holdouts buscan “hacer caer la reestructuración de deuda”.

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La presidenta Cristina Fernández agradeció la invitación de los BRICS a los países de Unasur y destacó que en el seno del órgano regional, “hemos resuelto en paz conflictos que llegaron a momentos culminantes”. En ese sentido, tramitió sus “deseos como ciudadana argentina del cese del fuego entre el Estado de Israel y el Estado de Palestina”. “Es nuestro deber como ciudadanos del mundo: no hay crecimiento sostenible sin paz y sin un orden global económico-financiero diferente al que hoy tenemos”, enfatizó.

Al respecto, la Jefa de Estado saludó la decisión de los BRICS (grupo que reúne a los gobiernos de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) “de constituir un banco de desarrollo, que apunte a lo comercial, a lo estructural y a poner orden en unas finanzas globales totalmente desquiciadas”. Destacó que “muchas veces hemos pedido la imprescindible reformulación de los organismos internacionales de crédito”. Por lo que sostuvo que la creación del nuevo banco “es un signo muy positivo, es una actitud de construcción alternativa frente a la falta de respuestas”.

La Primera Mandataria afirmó que “Argentina más que nadie pueda hablar de este tema, en momentos en que está sufriendo un fortísimo ataque especulativo por parte de los fondos buitres”. En ese sentido, rememoró que “Argentina defaulteó su deuda soberana en 2001. Argentina durante la gestión del presidente Kirchner, en 2005, reestructuró parte de su deuda externa y durante mi gestión, en 2010 llegó a la reestructuración del 92,4% del total de acreedores”.

Puntualizó que la reestructuración de su deuda le significó a la Argentina “pagar hasta la fecha más de 190 mil millones de dólares. No solamente a los tenedores de bonos, sino también a los organismos de crédito internacionales”. Resaltó que de la deuda “quedó un muy pequeño grupo que no aceptó entrar a ninguno de los canjes”, el cual hizo “más de 900 juicios, llegaron a embargarnos hasta el buque insignia, la Fragata Libertad, en un hecho insólito, violando todas las convenciones internacionales”.

Cristina Fernández sostuvo que “ante la imposibilidad de seguir embargando y haciendo juicios, han embargado lo que no les pertenece, lo que es propiedad del 92,4% de los bonistas que ingresaron al canje”. Indicó que, pese a que la Argentina depositó en tiempo y forma, más de 900 millones de dólares para el pago de los bonos Discount, en Nueva York “no saben qué hacer con los fondos. Algunos bonos con legislación argentina, fueron pagados. Al Citibank le autorizaron pagar los bonos, a otros bancos no”.

La Presidenta criticó la interpretación de la cláusula “pari passu” hecha por el juez Griessa, según la cual “hay que pagarle lo mismo a los que nunca aceptaron la negociación, es más, a los que nunca le prestaron a la Argentina”. Señaló que esos fondos buitres que demandan al país “compraron bonos que hay habían sido defaulteados, los compraron en 2008: habían transcurrido 7 años desde el default y 3 años desde la reestructuración”. “Nunca le prestaron plata a la Rep. Argentina, los compraron por centavos y la sentencia les reconoce una renta de 1608%”, enfatizó.

La Jefa de Estado criticó que los fondos de inversión que recibieron el fallo favorable por parte del juez de la Corte de Nueva York Thomas Griesa pagaron por los bonos reclamados apenas 48 millones de dólares, y que, gracias al mencionado fallo, pretendan alzarse con una renta de 1680 en apenas 6 años. Por otra parte, esos mismos fondos tienen sus domicilios en paraísos fiscales, y cuentan con fuerzas comunicacionales especiales,  como la American Task Force, un grupo de lobbistas que incluye a políticos norteamericano, que difunden informaciones difamantes para la Argentina, remarcó la Mandataria.

En ese sentido, señaló que en el día de ayer se publicó varios medios internacionales un “artículo muy curioso”, pagado por la American Task Force, que dice que “una bomba de tiempo financiera está haciendo tic tac sobre la Argentina”. “Y se refiere a nuestros recursos naturales”, aseguró Cristina Fernández. Concretamente, recordó que el país cuenta en la localidad de Vaca Muerta la segunda reserva de gas shale y la cuarta de petróleo shale en el mundo, “lo que nos convertirá en autosuficientes y hasta en un país con capacidad de exportar energía”, dijo.

En el citado artículo, la Mandataria indicó que, llamativamente, se dice que en la Argentina “en lugar de encontrar una solución” para el conflicto con los holdouts, el Gobierno quizá termine “hipotecando Vaca Muerta a China o a Rusia”.

Cristina Fernández remarcó que la publicación se refiere de manera despectiva a esos países, ambos integrantes del G20, y blande solapadamente la amenaza del retiro de inversiones de la norteamericana Chevron del desarrollo Vaca Muerta en caso de “no negociar como ellos quieren”.

Para la Mandataria, lo que buscan estos fondos es “hacer caer la restructuración de la deuda, de la que ya hemos pagado 190 mil millones de dólares”, para volver a tener una posición dominante sobre el país a partir de la deuda. Por eso, interrogó si “estamos ante un caso jurídico y judicial, o estamos ante  un ataque especulativo y una maniobra de modo tal que Argentina vuelva a lo que fue: el país del sobreendeudamiento permanente”.

“Yo a esta historia ya la escuché, la escuché como diputada de mi país, diputada de la oposición, sentada en mi banca en 2001, cuando nos dijeron que con el megacanje y el blindaje, íbamos a solucionar todo”, señaló. “Finalmente, contrapuso, terminamos en el default, la miseria y la falta de trabajo”. “Esta historia ya la escuché, y la escucharon y la sufrieron millones de Argentinos”, remarcó la Presidenta.

Por lo tanto, aseguró que “estamos ante cuestiones de geopolítica y de dominación”, impulsadas por quienes se niegan a entender “que hay un mundo multipolar, muy diferente al existente en 1989”. “Quieren imponer un sobreendeudamiento sobre una Argentina muy rica”, abundó.

Asimismo, recordó que “pese a las amenazas y al chantaje de estos sectores, la Argentina ha pagado su deuda”, y que el pasado 30 de junio depositó los fondos correspondientes al pago de una cuota de la deuda reestructurada. “El default es no pagar, y solamente puede declarar el default el país que no paga”, afirmó, para agregar en seguida: “La Argentina va a seguir pagando”.

La Presidenta recalcó que “la Argentina va a seguir cumpliendo con sus obligaciones, porque es un país solvente y porque está convencida que debe hacerlo con el 100 por ciento de los acreedores, pero en forma justa, equitativa y legal”. Remarcó la existencia de la cláusula Ruffo en los bonos, y destacó: “No estamos diciendo no le vamos a pagar nada, les vamos a pagar en las condiciones justas equitativas y legales que exhiben los prospectos argentinos de deuda”.

Señaló en ese sentido que en Europa “se dictó legislación que protegía la reestructuración soberana de las deudas”. Por ello, consideró que “un nuevo ordenamiento financiero global es imprescindible”.

La Jefa de Estado enfatizó: “Argentina no va a entrar en default, porque va a pagar su deuda como ya lo hizo”. Respecto a los fondos trabados en Nueva York, consideró que “deberán hacerse cargo los que impiden que esos recursos lleguen a sus titulares”.

Estimó que “tal vez lo que pretendían es que no pagáramos y que nos constituyéramos en mora, teniendo los fondos”. “Argentina no va a defaultear su deuda y lo que reclamamos a los organismos multilaterles, al mundo, es el establecimiento de un orden financiero global, que permita un crecimiento económico global”.

La Primera Mandataria reiteró la disposición del país a negociar, pero sostuvo que “los que no quieren negociar son los fondos buitres, que pretenden que les paguen por 48 millones de dólares, 1600 millones de dólares”.

Por último, remarcó que Argentina “en democracia y en paz hemos logrado crecimiento con inclusión social”. “Durante los 90, cuando Argentina era mostrada como un alumno ejemplar del FMI, había tasas de desocupación de mas del 20 por ciento”, recordó.  Y concluyó lanzando una “convocatoria a todos los países de aunar esfuerzos en una verdadera cruzada política, económica y social, que tengan consecuencias superadoras para nuestros pueblos”.

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