Acá están nuestros muchachos. Ustedes saben que yo no soy hincha de fútbol, pero toda la vida viví rodeada de hinchas de fútbol, padre, madre, hermana que por ahí anda, hijo, pero sí tengo siempre puesta la camiseta de la Argentina los 365 días del año. Y ayer sentí un inmenso orgullo como Presidenta de los 40 millones de argentinos, de cómo se defendieron los colores de la República Argentina, con dignidad, con orgullo, con capacidad. Y sobre todo ganándole a la adversidad, porque hoy escuchaba, antes de venir acá, a muchos argentinos que los están acompañando ahí afuera, que decían que al principio no daban ni 20 mangos por ustedes, pero que hoy venían a acompañarlos porque les habían tapado la boca, y la verdad le taparon la boca a muchos que no creían en ustedes y les demostraron que con garra, con equipo, con pasión, dejando todo lo que uno tiene y más también adentro de la cancha, se pueden lograr triunfos.
¿Porque saben qué? Yo no los llamé, como le dije ayer a Alejandro cuando lo llamé para felicitarlo, en ninguno de los partidos en los cuales habían ganado. No miré ningún partido, tampoco el de ayer, pero ayer lo llamé porque para mí también ayer habían ganado el partido. Así lo sentí yo y así lo sintieron los 40 millones de argentinos, créanme.
Y miren si nos habremos sentido argentinos, que yo tripera, platense, estoy al lado de Sabella, un pincha también, y Bilardo, me abracé hasta con Bilardo y Sabella. Es que los colores de la Celeste y Blanca pueden mucho más, y la verdad que fueron unos verdaderos leones todos.
La verdad que los felicito, pusieron todo. Vos Sabella que confiaste en jugadores que por ahí los criticaban, como nuestro arquero Romero, que por ahí algunos decían que como era suplente no podía ser, y lo vimos. ¿Dónde estás flaco Romero que quiero darte un abrazo? Alto allá, vení Romero, que te decían que eras de segunda porque eras suplente, mirá vos el suplente, atajó los dos penales que nos permitieron ser subcampeones y pasar a la final.
Por eso esa garra, esa pasión puesta adentro, el equipo, siempre el equipo, porque se gana cuando se juega en equipo, cuando se pierden las individualidades, cuando somos capaces de sumarnos los unos a los otros. Por eso me emocioné después cuando vi a Mascherano agarrarse la cara y decirte "hermano, vos vas a ser el héroe de ese partido". A él no le importó si iba a ser el héroe, la estrella, no, él quería ganar para su país.
Esto es lo que tenemos que ser los argentinos, ustedes han brindado un ejemplo y han vuelto a generar valores y sentimientos que los argentinos creíamos olvidados, rodeados siempre de exitismo y de que solamente es primero el que gana, no, se es primero también cuando se pone todo lo que hay que poner, se es primero cuando se tiene calidad, se es primero cuando uno es capaz de brindarse con el otro y juntarse para salir adelante. Por eso quería recibirlos hoy, y hoy sí, en nombre de los 40 millones de argentinos, absolutamente segura, recibirlos con todo el orgullo que nos han hecho sentir a los millones de argentinos. Ustedes no saben, la gentes se volcó ayer a las calles como si realmente hubiéramos traído la copa, es que en el fondo nos sentimos así, la verdad.
¿Dónde está Pipita Higuaín? Que es tan chiquito. Ahí estás Pipita, yo te recomendaría que en una semana más te hicieras una resonancia magnética, porque el golpe que recibiste ayer, hermano, la patada y la trompada en la cabeza, mirá lo que me pasó a mí, que Dios no lo permita y la Virgen tampoco, que no te pase nada pero que te controle bien el equipo médico, porque la verdad que te trompearon lindo querido.
Pero bueno, son las cosas que pasan en un campo de juego y tenemos la fuerza y el coraje también para bancarlas. Pero nada más y darles el micrófono ahora a ustedes para que hablen acá en el suelo argentino. Primero Alejandro, y sí tenés que decir algo, están esperando que digas algo, y después que hablen los muchachos. Por mí, la verdad muchas pero muchísimas gracias en nombre de todos los argentinos, en serio, muchas gracias.