La Presidenta de la Nación, junto al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi y el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, afirmó que a veces se leen frases o se observan conductas que no tienen que ver con el movimiento obrero. Enfatizó que “derecho a huelga, derecho a la protesta sindical, fueron siempre parte del ADN de nuestro movimiento”. Pero indicó que los reclamos “a veces se traducen en gritos y amenazas, que no tienen que ver con los trabajadores”.
Aseguró que “esto no lo hace bien a nadie, pero muchos menos a nuestros sindicatos, porque los desprestigia frente a la sociedad”. “Tenemos que prestigiar a nuestros sindicatos y a nuestros trabajadores, para que se pueda discutir en la sociedad la distribución del ingreso y una mejor calidad de vida”, consideró, al tiempo que remarcó: “A los gritos y a los insultos, no se puede discutir nada”.
La Jefa de Estado aseveró que “estamos trabajando para seguir abriendo fábricas y ampliar las que ya están hechas”. Indicó que “el caso de Siam es emblemático”, por lo que significó “su cierre, su descuartizamiento”. Al mismo tiempo, reclamó que “los empresarios comprendan que los trabajadores van a tener mayor productividad y ellos van a tener mayores ganancias, si ellos invierten en tecnología, y podamos dar un salto cualitativo que nos permita producir y exportar más y mejor”.
“Lo que más me gusta de estas vísperas del 1º de mayo es que veo las banderas de la juventud, junto a las banderas sindicales, todos en paz y unidos en busca de una Argentina más grande, más plural y más diversa”, concluyó la Primera Mandataria.