Además, se refirió al futuro político y económico del país abordando temas tales como la importancia del debate entre las diferentes fuerzas políticas y las inversiones proyectadas en infraestructura productiva, social y energética para asegurar la competitividad en los distintos sectores de la economía.
“Así como es necesario poner metas de incremento de productividad, de estabilidad macroeconómica, de sustentabilidad fiscal y de calidad educativa, también es importante observar la inversión en infraestructura como un factor relevante para la competitividad sistémica del país”, sostuvo Capitanich, al mismo tiempo que precisó que el país necesitará inversiones en la próxima década por alrededor de 436.000 millones de dólares.
En esa línea, el funcionario nacional estimó "factible lograr financiamiento a través de distintos organismos multilaterales y regionales" y detalló que las mismas irán destinadas a asegurar la inversión en el sistema de transporte marítimo, fluvial, ferroviario y de carga, a los que consideró, juntamente con los corredores bioceánicos estratégicos, como esenciales para “cubrir la integración de mercados de un modo expansivo y abierto”.
El ministro coordinador remarcó que los “los desafíos que tenemos por delante no son fáciles", instó a "reconocer que el esfuerzo puesto en estos años ha sido importante” y contrastó el período de crecimiento que atraviesa el país, con los años en los que la Nación se sumergía en la desindustrialización y la crisis.
Es esta línea, Capitanich señaló que “aquellos años han quedado en la conciencia de nuestro pueblo, un conciencia colectiva sobre los errores que no deben volver a cometerse" y agregó que "también es una conciencia respecto al potencial de nuestro gran país para que, con nuestras diferencias debidamente canalizadas en el sistema político, podamos lograr que las metas irrenunciables de crecimiento, mayor equidad y desarrollo, que motiven el reverdecimiento de nuestro orgullo como nación”.
Por último, el Jefe de Gabinete consideró que “el orgullo por nuestra Nación es el mejor legado para las próximas generaciones” y puntualizó que “podemos tener diferencias al corto plazo, pero no cabe la menor duda que estamos resolviendo problemas que históricamente han generado tensiones en el país y lo hacemos en democracia con participación social y con la esperanza puesta en el porvenir”.