La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió esta noche en la Casa Rosada a la científica argentina Cecilia Bouzat, quien recibió el 19 de marzo pasado el Premio L’Oréal-UNESCO For Women in Science a una de las cinco científicas eméritas en homenaje a sus descubrimientos en Ciencias de la Vida.
La Presidenta estuvo acompañada por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el director de L'Oreal Argentina, Germán Herrera Garibay.
Bouzat realizó, según quienes dirimen la distinción, aportes decisivos al conocimiento de la manera en que las células cerebrales se comunican entre ellas y con los músculos.
Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Profesora en la Universidad Nacional del Sur - Bahía Blanca y Directora adjunta del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB), la Dra. Cecilia Bouzat ha sido recompensada por sus trabajos sobre la comprensión de las bases de la comunicación de las células cerebrales entre ellas y con los músculos.
El estudio del cerebro humano, una de las estructuras más complejas de la naturaleza y el órgano sobre el cual menos sabemos, a menudo es llamado la nueva frontera de la ciencia.
La profesora Bouzat está en la vanguardia de este campo y es reconocida por su investigación precursora, a nivel molecular, sobre la manera en que las células cerebrales se comunican entre ellas y con los músculos, y los mecanismos que desencadenan su contracción.
Su trabajo ha aumentado considerablemente nuestra comprensión sobre cómo las alteraciones en estas vías moleculares están en el origen de enfermedades musculares. Inventada por Cecilia Bouzat, la asociación totalmente innovadora entre las técnicas de electrofisiología y de biología molecular, para registrar las comunicaciones neuronales, es utilizada actualmente en numerosos laboratorios en todo el mundo.
Las respuestas aportadas por estos trabajos tienen repercusiones en diversas aplicaciones, como los tratamientos de desórdenes neuromusculares y neurológicos en patologías como el Alzheimer, la depresión e, incluso, los comportamientos adictivos.