La jefa de Estado arribó al aeropuerto internacional de Roma-Fiumicino y se hospedó en el hotel Edén, ubicado en las cercanías del Vaticano.
A las 12 (hora local), Cristina fue recibida en las puertas por algunos trabajadores del hotel, incluído el cocinero, que se acercó especialmente a la entrada del establecimiento para saludarla, y le entregaron a modo de bienvenida un ramo de rosas rojas en nombre de todo el personal.
En diálogo con la prensa, tras el arribo a Roma, el canciller Héctor Timerman expresó que la reunión de mañana en el Vaticano será con "agenda abierta, entre gente que se conoce y se quiere".
El funcionario sostuvo que seguramente tratarán "todos los temas que hacen a la realidad de nuestro país, de América Latina y del mundo, ambos siempre con el mismo concepto de trabajar por la paz y por la resolución pacífica de los conflictos".
Al ser consultado sobre la significación de que la jefa de Estado sea la mandataria que más se ha reunido con Francisco desde su entronización como sumo pontífice de la Iglesia Católica, Timerman resaltó que se debe a "que tenemos una cercanía muy grande con el Papa, y el Papa tiene una cercanía muy grande con el pueblo argentino y con la Presidenta en especial". Y aseguró que "las relaciones con la Iglesia Católica son óptimas, lo mejor que puede haber".
Junto con la Primera Mandatario arribaron a Roma, además del canciller Timerman, el secretario de Culto Guillermo Oliveri, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
