PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, LUEGO DE SU CADENA NACIONAL, A LOS PARTICIPANTES DEL ACTO, DESDE UNO DE LOS PATIOS INTERIORES DE LA CASA ROSADA.
Muchas gracias por estar como siempre bancando, y ahora no hay que bancar al Gobierno, no hay que bancar a Cristina, hay que bancar a la gente, en la calle y en el territorio, para que no la saqueen. (APLAUSOS). Cada uno de ustedes, cada joven, cada chica, con su madre o con su padre tiene que hacer que estos acuerdos se cumplan, porque han ganado mucho dinero, y no nos molesta que ganen mucho dinero, lo que sí nos molesta – y no lo vamos a permitir – es que nos tomen de estúpidos y nos tomen el pelo y sigan saqueando a los argentinos. (APLAUSOS).
Me llama la atención, también, poderosamente la atención – y no lo puedo dejar de decir – que todavía subsisten grupos o grupitos chiquitos, de diez, de quince o de veinte, que cortan la calle por cualquier cosa, o porque se pelearon con el Gobierno de la Ciudad, o con quién fuera, no importa. Y sin embargo, no hacen nada cuando ven lo que hacen otros, respecto de los intereses que dicen representar. Por eso hay que convencer también a esa gente, a esos argentinos, que dejen de cortar la calle molestando a los otros argentinos y se dediquen por lo menos a cuidar a la gente en serio, adentro. (APLAUSOS).
Yo le pido a cada uno, cuando vean a alguien cortar una calle díganle: “¿estás enojado por algo? Vení, acompáñame al supermercado, al hiper o a la librería a controlar que no le roben a la gente, así hacemos un bien a la comunidad. Ahí lo único que estamos haciendo es jorobar a otros argentinos que van al trabajo e irritar a la gente, o tal vez sea esa la verdadera intención y no defenderlo y además respondan a algunos otros intereses que desconocemos, pero siempre nos imaginamos. Yo siempre digo que cuando parecés muy de izquierda aparecés por el otro lado, seguro, porque la tierra es redonda. Seguro, nunca me equivoqué. (APLAUSOS).
Por eso el trabajo tiene que ser junto a la sociedad, no importa si nos quieren o no nos quieren, si están con nosotros. Esto no es una cuestión de partidos ni de ideologías, cuando vos tenés que sacar la plata del bolsillo para pagar el aceite o el dulce de batata o el dulce de leche, o la manteca no tenés ideología. El dulce de batata es igual para todos, así que – por favor – a superar toda diferencia, a recuperar la unidad que necesita la sociedad, porque cada vez – y se lo digo porque tengo unos cuantos años en el lomo y porque he visto cosas muy tristes y muy feas en nuestro país – pero cada vez que esas cosas tristes y feas se produjeron fue porque los argentinos estábamos desunidos. Estar unidos no significa pensar lo mismo en todo, estar unidos no significa no tener diferencias, pero nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos, después del esfuerzo que nos ha costado llegar a todos hasta aquí. Nadie, nadie. Por eso no importa el barrio, podés vivir en Villa Lugano o podés vivir en Recoleta, pero a nadie le gusta que le saquen las cosas o les pongan las cosas a lo que no vale, a nadie le gusta, yo te lo puedo asegurar, a nadie. Y tenemos que ayudar a que eso no suceda, porque hemos trabajado mucho, porque el Estado ha puesto mucho, no este gobierno, el Estado, los propios argentinos. Cuidar estos logros, en definitiva, es cuidarnos a nosotros mismos como sociedad. (APLAUSOS). Es cuidar a nuestros hermanos, a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros vecinos, a todos. (APLAUSOS).
Por eso, finalmente, como siempre lo digo ante cada cuestión: unidad, solidaridad y organización, junto a la gente.
Muchas gracias, compañeros. (APLAUSOS).