A continuación, el texto completo del comunicado del Ministerio de Relaciones y Culto:
Buenos Aires, jueves 5 de diciembre de 2013
FALLECIMIENTO DE NELSON MANDELA:
LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER ENVIA CONDOLENCIAS EN NOMBRE DEL PUEBLO Y DEL GOBIERNO ARGENTINO
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, su gobierno y el pueblo argentino expresan el hondo pesar por el fallecimiento del ex-presidente de Sudáfrica y referente mundial de la lucha contra el racismo y a favor de los derechos humanos, Nelson Mandela (1918/2013), y acompañan a su familia, al pueblo y al gobierno sudafricano en este momento de dolor y tristeza.
Infatigable luchador por la vigencia de la democracia en su país, Nelson Mandela, el tan querido "Madiba", fue uno de los líderes de la resistencia contra el régimen del apartheid hasta convertirse en un emblema mundial en la lucha contra la discriminación y la segregación racial. Liberado en 1990, tras más de 27 años en prisión, Mandela –Premio Nóbel de la Paz 1993– fue electo Presidente de Sudáfrica en 1994, en las que fueron las primeras elecciones democráticas, multirraciales y con sufragio universal en la historia del país.
Como Primer Mandatario (1994/1999), Mandela convirtió a Sudáfrica en una de las democracias más vibrantes y dinámicas del continente africano y del mundo, haciendo, junto a su pueblo y compañeros de lucha, de su país, un ejemplo para el resto de las naciones en materia de derechos humanos e inclusión social.
Muestras de su enorme valor y de su compromiso fueron sus recordadas palabras al ser condenado en 1964 a pasar el resto de su vida en prisión: ''Toda mi vida he luchado por el ideal de una sociedad libre y democrática donde todas las personas puedan vivir juntas en armonía y en igualdad de oportunidades. Es el ideal por el que vivo y que espero poder cumplir algún día. Sin embargo, en caso de ser necesario, es un ideal por el que también estoy dispuesto a morir''.
La Argentina siempre recordará la visita de Mandela al país con enorme gratitud. Hoy, el vacío y la tristeza que nos deja su partida deben ser superados, convirtiendo su legado en nuestra propia lucha en favor de la democracia y de los derechos humanos, presente en cada esfuerzo genuino por construir un mundo más justo y solidario.