La Presidenta de la Nación consideró que “uno de los principales problemas que tienen la resolución de conflictos es el derecho de veto que ejerce los países”. En ese sentido, sostuvo que “ampliar el número de países que tengan derecho a veto es agrandar el problema”.
La Jefa de Estado consideró que “ante un mundo que ha cambiado absolutamente no se puede seguir con las reglas que se crearon en 1945”. Al respecto, comparó la resolución de conflictos en el Consejo de Seguridad con “lo que había ocurrido con la Unasur y Celac, donde tenemos mecanismos para llegar a consensos”.
Señaló que los métodos adoptados en los órganos regionales ha permitido llegar a “exitosos resultados”, en crisis como las ocurridas en Bolivia, Ecuador, el diferendo entre Colombia y Venezuela, - donde recordó que medió el ex presidente Néstor Kirchner – o el conflicto por la intervención en tierra ecuatoriana del ejército colombiano. En ese sentido, se preguntó “si Colombia hubiera tenido derecho de veto, qué hubiera pasado”.
“Creemos que el derecho de veto tiene poco que ver con el Consejo de Seguridad, que es un ámbito de gestión de conflictos. El derecho de veto hace primar el interés de un país y evita las soluciones”, afirmó.
Asimismo, la Primera Mandataria criticó los casos de espionaje que “afectan no las soberanía de las países, sino también la intimidad de las personas”. “Creo que el desafío que tienen algunos pasíses es articular su seguridad, pero respetando la libertad de todos los ciudadanos, incluso los propios”, concluyó.