“La voluntad popular está por encima de cualquier poder”, remarcó la Presidenta en Rosario

Durante la celebración por el Día de la Bandera en Rosario, la presidenta Cristina Fernández destacó la lucha de patriotas como Manuel Belgrano y consideró que en la actualidad “tener trabajo, tener salario digno, tener educación es tener libertad”. La Jefa de Estado fustigó el fallo contra la reforma del Consejo de la Magistratura, al señalar que “cuesta creer que en el Siglo XXI estén impidiendo a los argentinos votar”. Pero reiteró que “más temprano que tarde, vamos a democratizar a todos los poderes del Estado”.

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Crecimiento de Rosario y de la Nación

La presidenta Cristina Fernández recordó que cuando acompañaba al ex presidente Néstor Kirchner a la ciudad de Rosario en 2003, desde el helicóptero sólo se divisaba “erguido el Monumento a la Bandera”. Remarcó que diez años después, “el monumento está ocultado por la infinidad de maravillosos edificios, que son el producto de un modelo nacional y popular”.

Sostuvo que “esa magnífica formulación de edificios, ha significado que mucha gente ha ganado mucho dinero, que ha permitido darle trabajo a miles de obreros de la construcción” y recalcó que “son producto de un proyecto nacional y popular”. “Si nos damos cuenta de eso y articulamos inteligentemente el esfuerzo nacional, provincial y municipal, podemos crecer mucho más”, consideró.

La Jefa de Estado afirmó que “aquella Rosario que algún medio de comunicación mostró con falsedades, hoy es una ciudad pujante que crece todos los días”.

El recuerdo de Belgrano

La Primera Mandataria destacó la decisión de “recordar a ese gran hombre, ese gran patriota, que fue Manuel Belgrano”. Sostuvo que el creador del estandarte nacional “vio la necesidad de crear una bandera para identificar al pueblo argentino, frente a lo que eran sus enemigos”.

Rememoró que fue a contramano de las decisiones del gobierno de la época, ya que “desde Buenos Aires, ese modelo centralista, nunca contemplaban las necesidades del pueblo”.

Cristina Fernández afirmó que “ese Belgrano fue atacado en esos momentos. Hoy es un héroe, pero en ese momento lo tachaban de loco”. Entre sus decisiones polémicas recordó “cuando creó la bandera que no le ordenaron. Cuando le ordenaron retirarse a Córdoba y luego a Buenos Aires, pero él que era un hombre incorrecto, decidió desobedecer las órdenes, y plantó batalla en Salta y Tucumán”.

“Si no hubiera sido por la desobediencia a lo que le ordenaba el establishment de la época, tal vez todavía estaríamos con el yugo colonial”, opinó. Y remarcó que “la historia hay que contarla completa, sino estamos condenados a repetir errores”.

Profundización de la democracia

En ese sentido, sostuvo que “cuando los argentinos podemos votar y elegir libremente a nuestros representantes, la responsabilidad de los gobiernos que tenemos es de cada uno de 40 millones de habitantes, es el ejercicio puro de la democracia”. Aunque, seguidamente, advirtió que “nos costó conseguir la democracia, pero mucho más nos va a contar profundizarla”.

También resaltó la importancia de tener la “posibilidad de legitimar a través de la acción de gobierno que ese está gobernando para todos los argentinos  pero mucho más para los sectores vulnerables que más lo necesitan, y en defensa de los intereses nacionales”.

Luego, comparó los enemigos que debió enfrentar en su momento Manuel Belgrano, con los enemigos actuales de la Patria. “Los enemigos que enfrentó Belgrano eran grandes potencias coloniales, y en aquel momento lo hacían en el plano territorial, militar, y de dominación. Eran gobierno que se llevaban de aquí todo para las metrópolis”.

Hoy, señaló, los enemigos de la patria intentan una dominación económica, social y cultural.

“Ya no es necesario mandar ejércitos, ni poner gobiernos en los países, porque en ellos  se encuentran dirigentes que defienden esos intereses traicionando los intereses de la patria”, expresó. “Lo que no es subjetivo, lo que es absolutamente objetivo, cuantificable y palpable, es que el resultado de esas políticas de endeudamiento, de hambre, de falta de trabajo, de gente que se iba del país”.

“Son lo que dentro de los tribunales del exterior pretenden que le paguemos por afuera de los ordenamos en la reestructuración de la deuda y encuentra aliados internos”, advirtió, para agregar en seguida: “basta con leer algunos diarios y escuchar algunas voces para darse cuenta que los personajes pueden cambiar, pero aquellos que tienen colonizada la mente no cambian”.

La debacle del neoliberalismo global

La Presidenta señaló que en el siglo XIX, “Cuando las monarquías parecía que caían por el yugo napoleónico, lograron restaurarse y gobernar hasta la primera guerra mundial”. En ese sentido, marcó un paralelismo con la caída a nivel global del modelo neoliberal impuesto en las últimas décadas del siglo XX.

Pese a ello, puntualizó que a ese modelo “algunos lo extrañan porque en aquella época había mano de obra barata en la Argentina”. “Hoy no, porque hay asignación universal por hijo, les resulta más difícil”, señaló.

Derechos humanos, educación y ciencia

La Jefa de Estado destacó los juicios contra los autores de crímenes de lesa humanidad. Sostuvo que detrás de los uniformados durante la última dictadura “estaban los que los empujaron para que pasaran lo que pasó en el país, y fueron los que estaban atrás los que se quedaron con todo lo económico, no los uniformados, eso también hay que decirlo”.

A continuación, Cristina Fernández se preguntó: “Si Manuel Belgrano viviera, ¿con quién creen que estaría, a quien creen que apoyaría? Ese hombre de la industria nacional, ese hombre del comercio, ese hombre que hablaba de los pueblos originarios”.

Enumeró su orgullo cuando ve “a las madres, a los abuelos, a los hijos”, cuando va a una fábrica y habla “con los trabajadores, jóvenes en su mayoría”, cuando va a “inaugurar las nuevas universidades, más de nueve universidades inauguradas y 48 refaccionadas”, cuando ve “los salarios de los docentes, el aumento de la matrícula estudiantil”.

Señaló que ahora el país tiene “laboratorios, han regresado mil científicos, y queremos trabajar para que otros encuentren en su patria el lugar para ser”.

Y afirmó: “Tener trabajo es tener libertad, tener salario digno es tener libertad, tener educación es tener libertad, tener la posibilidad de que tu hijo vaya a la escuela bien vestido, bien comido, esa es la verdadera libertad”. “Por eso pelearon Belgrano, Moreno, San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón, Eva”, enfatizó.

Reforma universitaria y reforma judicial

La Primera Mandataria comentó que ayer presidió “el homenaje de los 400 años de la Universidad Nacional de Córdoba, donde se forjó la reforma universitaria del 18, verdadero hito en la historia de la educación no solo argentina sino latinoamericana”. Sostuvo que “esa juventud maravillosa peleaba a favor de la libertad de cátedra, a estudiar, a opinar, en contra de los cenáculos”.

A continuación, leyó parte del manifiesto firmado por los reformistas y redactado por Deodoro Roca, en los que se criticaba los puestos universitarios hereditarios. “Yo les propongo que saquen universidades y profesores, y pongan jueces, y Deodoro Roca merecería estar aquí con nosotros”, sentenció.

Cristina Fernández consideró que “no hay nada mejor que una sociedad democrática, donde la ley es pareja para todos”. “Todos sabemos que todavía por lo menos en algún sector de las instituciones esto todavía no es así”, aseguró.

Democratización de la Justicia

Por otra parte, elogió el artículo escrito hoy por Mempho Giardinelli en el diario Página 12, donde sostiene en virtud de los últimos fallos judiciales que rechazan la democratización de la justicia se puede afirmar que el derecho de veto, que la Constitución nacional guarda con exclusividad para el Poder Ejecutivo, hoy se ha trasladado al Poder Judicial.

Por eso, ironizó: “En 2015 quiero ser jueza”. “¿Para qué ser Presidenta? El poder se tiene siendo jueza, apenas de primera instancia, con simplemente una lapicera, un papel, una cautelar y firmar. Y qué me importa lo que vota la gente, que me importan los diputados, los senadores o el presidente”, expresó. En seguida, aclaró: “He aprendido a utilizar el humor y la alegría como el remedio más potente contra los heridas y los dolores”.

Para la Jefa de Estado, “es tan maravilloso tener el criterio que la voluntad popular está por encima de cualquier poder que me cuesta creer que en el Siglo XXI estén impidiendo a los argentinos votar”. “Por eso digo que, más temprano que tarde, vamos a democratizar a todos los poderes del Estado”, aseveró.

Cristina Fernández defendió el proyecto de democratización de la justicia al señalar que el mismo permitiría saber a las personas que, “cuando se sienten ante un juez, éste está controlado, y no está sujeto al acoso mediático de las grande corporaciones o al dinero que quienes pueden imponer sentencias”.

Y lamentó que algunos representantes del Poder Judicial hayan perdido la oportunidad “de encabezar un proceso de cambio como el que encabezó Néstor Kirchner en 2003”.

Compromiso con la historia y el pueblo

Por otra parte, afirmó que “la carga es pesada y es difícil, y sé que me la van a querer hacer todavía mucho más difícil, porque cuando uno toca determinados poderes, en seguida viene el vuelto; pero sé también que si mi rol en la historia es haber abierto el debate por una justicia democrática y mejor en la República Argentina,  estoy dispuesta aguantar todo lo que se me venga encima”.

“No tengo miedo, mi compromiso es la con la historia y el pueblo, y con aquellos que dieron la vida para tener una Argentina mejor”, aseguró, para agregar en seguida: “Mi compromiso es con Belgrano, con Moreno, con San Martin, con Rosas, con Yrigoyen, con Perón, con Eva, con los 30 mil detenidos desaparecidos, con los millones y millones de trabajadores que se quedaron sin trabajo, con los pibes”, manifestó la Mandataria.

Asimismo, consideró que una mejor justicia implicaría “una verdadera seguridad para los argentinos y argentinas” porque “parte de los problemas terribles de seguridad que tenemos en el país, desde el narcotráfico, la violencia y la trata, tienen que ver con la justicia”.

“No es una cuestión de derecho institucional, es el derecho a tener una vida mejor por parte de los 40 millones de argentinos y por eso me voy a seguir jugando como lo hice toda mi vida”, concluyó Cristina Fernández.

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