La presidenta Cristina Fernández agradeció a todo el público reunido en la Plaza de Mayo “por esta plaza de la alegría, del amor, del amor por la patria, del amor por el otro”, donde nadie vino “a insultar ni a agraviar, sino a festejar el día de la patria”.
A continuación, recordó que hace exactamente 10 años “el Presidente –que paradoja- menos votado de todos los procesos democráticos y sin proscripciones, vino a encabezar el proceso de transformación y cambio más importante de las últimas décadas”.
La Jefa de Estado conmemoró los 203 años de la Revolución de Mayo, “pero no desde la versión anodina y aséptica que muchas veces nos explicaron”. Señaló que ve en los rostros de los jóvenes que pueblan la plaza “las caras de otros jóvenes, de French, de Beruti, de Moreno, de Monteagudo, los verdaderos cerebros de esa Revolución”.
Indicó que, por ejemplo, “French y Beruti repartían escarapelas, que en realidad eran cintas, marcando quienes podían ingresar al cabildo: así se hizo la Revolución de Mayo”. “Jóvenes con ideales, también junto a nuestros hombres de armas, encabezados por Cornelio Saavedra”, aseguró y sostuvo que “eran las épocas fundacionales del país, donde juntos, pueblo y fuerzas armadas, construían la historia”.
La Primera Mandataria afirmó que “luego vinieron siglos de desencuentros, avances y retrocesos, y también casi una década que cambió la historia en el siglo XX”. Dijo que no lo expresaba desde “un sesgo partidario”, pero aseguró que es una verdad histórica que hubo “un movimiento político, el peronismo, que vino a transformar la historia del país”.
Señaló que Juan Perón y Eva Perón fueron “un hombre y una mujer que les enseñaron a los argentinos, que al lado de cada necesidad había un derecho, que les dieron salud, vivienda, vacaciones, aguinaldo, a partir de 1953, convenciones colectivas, que integraron a la mujer a la vida política”. Aseguró que “también afectaron intereses, antes de que llegara el peronismo había explotación en el país, a la gente se le pagaba dos monedas, no había vacaciones, no había aguinaldo”.
En ese sentido, Cristina Fernández consideró que “es fácil entender los ataques permanentes que sufriera Néstor como presidente, y luego esta Presidenta. Tal vez las dos personas, después de Juan y Eva Perón, más difamadas, atacadas y ultrajadas de toda nuestra historia”.
Pero aseguró: “No me quejo”. Y agregó que es natural “cuando atacamos intereses, cuando defendemos a los sectores más vulnerables, cuando incorporamos a millones al trabajo, cuando creamos la Asignación Universal por Hijo, que no permite que nadie contrate a otro por dos monedas”.
En referencia a los logros de los últimos diez años, afirmó que “mal que les pese es una década ganada, pero no por ningún gobierno, es una década ganada por el pueblo”.
La Presidenta sostuvo que la herencia de los hombres y mujeres que fundaron la patria se ven hoy en “cada conquista, en cada hombre y cada mujer que pudo jubilarse y que hoy cobra una jubilación que se ajusta dos veces al año”; en “cada pibe que recibe una netbook” como parte “del proceso de inclusión educativo más importante que se recuerde de toda la historia”; en cada mujer que tiene ahora el reconocimiento de su trabajo como empleada en domicilios particulares y “tienen herramientas para pelear sus derechos”; en “cada región del país”, porque “esta es una década ganada en federalismo, donde todas la regiones han sido incorporadas en un plan de infraestructura sin precedentes”; Y también – agregó – “en los miles de pequeños y medianos productores, empresarios, comerciantes, y también los grandes, que han obtenido en esta década ganancias y rentabilidades que generaron millones de puestos de trabajo”. “Este es el mejor homenaje que podemos hacer a esos hombres y esas mujeres que lideraron un pueblo hace 203 años”, expresó.
La lucha por la igualdad
La Jefa de Estado sostuvo además que en la actualidad, los argentinos “estamos peleando ya no por libertad, sino por la igualdad, el gran signo de esta década y de las que vendrán”. Por eso, manifestó su deseo de extender este período de crecimiento, al convocar a todos los hombres y las mujeres de este país a hacer que “a que esta década ganada le siga una década más en que los argentinos sigan ganando”.
En ese marco, señaló: “Yo no soy eterna, ya lo he dicho muchas veces, y, lo que es más importante, tampoco lo quiero ser; es necesario empoderar al pueblo y a la sociedad de estas trasformaciones y estas conquistas para que ya nadie más pueda arrebatárselas”.
Asimismo, se preguntó si la expresión “fin de ciclo”, que suele blandirse desde sectores de la oposición en referencia a la extensión del período iniciado con la asunción de Néstor Kirchner hace 10 años, significa que “cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada”. “Me parece que se están refiriendo a eso”, lamentó.
Por eso, defendió las políticas de recuperación del salario llevadas a cabo durante los últimos 10 años en la Argentina, y rechazó los argumentos de quienes sostienen que esa movilidad genere inflación. “Los precios no lo fijan ni los trabajadores ni el gobierno, los precios lo fijan los empresarios y los grandes monopolios”, aseguró.
El ejemplo de los próceres
Por otra parte, pidió a los argentinos hacer ejercicio de memoria, y recordar como en “estos 200 años fueron atacados esos próceres, como Moreno y Belgrano, a los que acusaban de ultras y jacobinos”. “Si Belgrano hubiera respetado las órdenes que manaban de Buenos Aires, no hubiéramos tenido la batalla de Salta y Tucumán”, expresó, para agregar en seguida que “por suerte Belgrano era un joven desobediente porque era un patriota por sobre todas las cosas”.
En ese mismo sentido, recordó que también fue denostado el gobierno del brigadier general Juan Manuel de Rosas, por “resistir los embates del colonialismo francés e inglés”.
Por eso, recordó que “cada ciclo de gobiernos populares han tenido ataques feroces”, dado que esas gestiones entregaron “herramientas que el pueblo tomó para dejar atrás un destino de esclavitud y atraso”.
Discursos contra los intereses del pueblo
“Yo, nosotros, él, que no está más [en referencia al ex presidente Néstor Kirchner], no somos importantes por nosotros mismos; somos apenas una herramienta del pueblo”, aseguró la Primera Mandataria. Y agregó: “Me refiero no solamente a los que están en esta Plaza, me refiero a aquellos que sin saberlo muchas veces repiten lo que escuchan y lo que leen”.
En ese marco, recomendó a los argentinos repasar lo publicado por los medios de comunicación “algunos meses antes, o apenas el mes anterior, o apenas la semana anterior a que se confiscaran los ahorros de la clase media argentina” en el año 2001 y verificar su “algún diario, alguna radio, algún medio televisivo, algún economista de esos que hoy preanuncian apocalipsis y catástrofes todos los días, le habían anunciado a los argentinos que le iban a manotear la plata y no se la iban a devolver”.
Dijo que a quienes quedaron dentro del corralito “nadie les avisó nada. Y no era porque no sabían, sino porque tenían complicidad”. “Ni que hablar del periodo más trágico de nuestra historia, de ese que inició el 24 de marzo de 1976. Lean lo que decían y lo que hacían”, recomendó. Y señaló que hay que recorrer los archivos, “para ver las cosas con que se quedaron en ese periodo, en el que estas mujeres con pañuelos blancos” perdieron a sus hijos y a sus nietos, a quienes “todavía siguen buscando”.
La Mandataria admitió que siente “una inmensa deuda” con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “Es cierto que están siendo juzgados, es cierto que están prisión, es cierto que están purgando penas, hay procesos judiciales que se están abriendo todos los días, pero todavía no hemos podido encontrar a sus hijos y a sus nietos, pero eso es una deuda que todavía no ha sido saldada”, enfatizó.
Las grandes reformas
La Presidenta de la Nación aseguró que desea “la unidad de todos los argentinos”, pero la unidad “con memoria, con verdad, y con justicia. Sin eso, no hay unidad posible”. Aseguró que “La necesitamos en este proceso de transformación económica y de inclusión social. Y también de grandes reformas políticas”.
Sostuvo que se llevaron a cabo reformas políticas en las que “muchos no creían, pensaban que eran enunciados cuando hablábamos de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias”. “También ahora con la reforma que necesita la justicia, para democratizar al tercer gran poder del estado, que necesita y que los argentinos necesitamos que sea democratizado”, aseguró.
“Como se puede alguien negar que sean los 40 millones de argentinos los que voten a quien ingresa a ese cuerpo político” como es el Consejo de la Magistratura, se preguntó.
Y señaló que “otro gran logro” del que se siente “orgullosa”, fue el matrimonio igualitario.
La jefa de Estado afirmó que durante “estos años felices, estas medidas que trajeron felicidad al pueblo”, se tomaron medidas que “no fueron medidas fáciles para el gobierno”. “Con cada medida, cada decisión, un ataque: cuando él decidió pagarle al FMI, restructurar la deuda, cuando le dijo no al ALCA, junto a Lula y a Chávez, eterno en el corazón de nuestro pueblo”, enumeró.
También recordó los ataques que sufrió la decisión de “recuperar los fondos de las AFJP”. Sostuvo que su propio gobierno sufrió “tres o cuatro corridas cambiarias, presionándonos para que hagamos cosas que perjudiquen a la gente”. “Cuando alguien habla de fin de ciclo, será que piensan que los fondos de los trabajadores que hoy están en la ANSES, vuelvan a comprar acciones de un diario, que hoy no valen nada”, indicó.
La organización popular para cuidar lo logrado
“Mi obsesión es que esta sociedad, los 40 millones de argentinos, se organicen, en forman unida, solidaria, pero al mismo tiempo comprendan”, enfatizó la Presidenta. Señaló que todavía había “zonzos”, y al respecto recordó que de los bonos para pagar el corralito, cuando fueron abonados el año pasado, “solo el 20 por ciento era de argentinos, el otro 80 era de extranjeros que pagaron a 2 pesos, lo que valía 100”.
Al respecto, consideró que hay mucha gente con instrucción y con saberes, pero estimó que “hay una gran diferencia entre saber y entender”. “Lo que yo quiero es que los argentinos entiendan y comprendan donde están sus verdaderos intereses”, enfatizó.
En ese sentido, la Jefa de Estado destacó la necesidad de “organizar a la sociedad para cuidar las conquistas, mirar para cuidar”. “Si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir por todos ustedes como han hecho a lo largo de la historia”, remarcó.
La Primera Mandataria afirmó que “tenemos los argentinos el deber de no depender de una persona, la necesidad de empoderarnos nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos, y de organizarnos para defenderlas”.
La década de la solidaridad
Cristina Fernández comentó en otro tramo de su discurso: “Sueño con una Argentina como la que hemos logrado. La década ganada, pero también la década de la solidaridad”. Al respecto, sostuvo que “una gran parte de los argentinos ha comenzado a mirar al costado, o tal vez un poco atrás, hay muchos argentinos a los que todavía le faltan muchas cosas”. Y pidió “a los que ya han tenido logros, que ayuden a otros argentinos a tener lo que ellos mismos tienen”.
En ese sentido, recordó su frase del pasado 2 de abril, cuando aseguró que “la patria es el otro, es el que todavía no ha podido conseguir trabajo, o que consiguiéndolo no está registrado”. Y enumeró que “la patria es el que todavía trabaja y lucha para tener su casa propia; la patria es el joven que no estudia porque tiene que trabajar para ayudar en su hogar; el otro es el que sufre adicciones, y que tenemos que rescatarlo; la patria es estas mujeres que han luchado 35 años pidiendo justicia; la patria es esos miles y miles de emprendedores”, que han logrado prosperar gracias a este proyecto político
La Jefa de Estado pidió que “quede claro que este no es un modelo económico: este es un proyecto político, con objetivos económicos, sociales y culturales”. Y por ello aseguró que “es necesario empoderar a la sociedad”.
Disenso sin agravios
La Presidenta aseguró que “a los insultos, a los agravios, a la difamación permanente, inclusive contra los que ya no pueden defenderse porque no están, les seguiremos contestando con gestión, con trabajo, con militancia, con participación”. “No van a lograr lo que quieren, en realidad quieren dividir, como siempre lo hicieron, a los argentinos”, señaló.
Sostuvo que quienes agravian “quieren instaurar climas de división, de odio”. Y aseguró: “Conmigo no van a poder, no van a escuchar una sola palabra de ofensa. Sí de ideas, sí de política”.
“Necesitamos ser mas inteligentes, porque el odio nubla las mentes, no nos deja pensar. Nosotros queremos pensar no solo en lo que estamos haciendo, sino en todo lo que nos falta hacer”, aseguró. Respecto al pueblo reunido hoy en la Plaza de Mayo, aseguró que “esta no es una plaza de ayer, es una plaza de hoy y de futuro. Es una plaza preñada de sueños, de ilusiones”.
El recuerdo de Néstor Kirchner
La Presidenta recordó a Nestor Kirchner “aquel 25 de mayo de 2003”, cuando junto con su hija Florencia, lo acompañaron “al parlamento para que asumiera como Presidente”. Dijo que vio en filmaciones que en la cara del ex mandatario había “un gesto de angustia, de nerviosismo, que presagiaba las tormentas y las luchas que iba a tener que dar”.
“Tal vez cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la casa de gobierno, nos parecía que hacía honor a todas las generaciones a las que había pertenecido, en realidad decía que iba a jugársela”, expresó.
Libertad y respeto en el disenso
La Jefa de Estado insistió en “agradecer el acompañamiento de todos los argentinos que creen en este proyecto”. También agradeció “a los que sin pensar como nosotros, son respetuosos, y tienen ideas diferentes”.
”Yo solo les pido, no en nombre mío, de los que hoy estamos aquí, sino en nombre de los que se fueron, de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin agravios, sin injurias, démosles a nuestros hijos una patria mejor, porque ellos también van a vivir al lado de los nuestros”, exhortó.
La Mandataria pidió recrear “un clima en el que las ideas se debatan con altura”. “Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, de una libertad de expresión sin precedentes”, afirmó.
“Somos un gobierno en el que nos hemos hecho cargo del costo político de no reprimir a un solo argentino porque piense distinto”, afirmó. Y pidió perdón a quienes se ven perjudicados por los cortes de tránsito: “Les pido perdón a cada uno de esos argentinos que se enojan y dicen que así no se puede vivir mas. Yo no voy a ser una Presidenta que le de palos a nadie”, aseguró.
Sostener a la Argentina en un mundo en crisis
Por otra parte, indicó que aún hoy se sigue extendiendo la crisis económica y financiera iniciada en 2009 a nivel global. “Hasta en Suecia hay problemas graves a partir de una economía que sigue sin recuperarse en el mundo, y nosotros tenemos la expectativa de que se está generando crecimiento, incipiente, pero crecimiento al fin”. “Ayudémonos entre todos a sostener a la Argentina porque esto es bueno para todos”, solicitó. Y, seguidamente, advirtió: “No se confundan, hubo una vez, o varias tal vez, en que algunos pensaron que ‘tanto peor, tanto mejor’”. “Nunca nadie se equivocó tanto; es mentira, porque cuando las cosas empeoran, empeoran para todos; sino, acuérdense de aquel 2001 que vivimos los argentinos”, indicó.
Tras esa expresión, Cristina Fernández recordó que hace 10 años el presidente Néstor Kirchner “entró en la Casa de Gobierno como el producto de esa suerte de derrumbamiento que tuvieron los valores establecidos en la República Argentina por los sectores más concentrados, que son los que siempre se salvan, cualquiera sea la crisis, el presidente o el partido”.
“Argentinos, no les pido que estén de acuerdo con lo que pienso o de acuerdo con nuestras políticas; sólo les pido que tengan memoria, que sean inteligentes y que piensen en la Patria, porque todos somos la Patria, los 40 millones de argentinos”, dijo la Mandataria.
La Patria es el otro
Finalmente, sostuvo que el mejor homenaje a rendir a los que hicieron posible la Revolución de Mayo es luchar “por la igualdad y la inclusión de hombres y mujeres”
“Cada vez que nos hemos desunidos, las cosas fueron mal para los argentinos”, expresó. Y remarcó el ejemplo expresado tras la trágica inundación que en el mes de abril afectó a la ciudad de La Plata y que generó una fuerte acción de solidaridad por parte “miles de jóvenes de la política y las iglesias junto a los hombres de las Fuerzas Armadas”. “Porque yo estoy segura que quienes pergeñaron ese golpe terrible del 24 de marzo de 1976 quisieron tener un río de sangre que separara al pueblo de las Fuerzas Armadas”, manifestó, para agregar seguidamente que “tenemos que cerrar ese río con verdad, justicia, trabajo y la convicción de que tenemos que unirnos la Patria es el otro, sea quien sea”.