La Presidenta encabezó el Tedéum del 25 de mayo en la Basílica de Luján junto a integrantes del Gabinete nacional. Asimismo, Cristina Fernández descubrió una de las siete banderas que flamearon en Malvinas en 1966, en el marco del operativo Cóndor, cuando un grupo de jóvenes militantes desvió un avión de Aerolíneas Argentinas y aterrizó en las Islas, y que le fue entregada a "en custodia" a la Presidenta por una de las integrantes del grupo, María Cristina Verrie.
La Jefa de Estado ofrendó también un pesebre obsequiado al Gobierno el año pasado por el actual papa emérito Benedicto XVI, el Gobierno de la ciudad del Vaticano y la Fundación Juan Pablo II y que fue expuesto en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno. Se trata de una réplica de la obra del artesano italiano Francesco Artese, que reproduce a escala el pueblo de Matera, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Durante el Tedeum, el arzobispo Agustín Radrizzani se refirió al Papa y destacó: "Francisco quiere una iglesia pobre para los pobres". En el mismo sentido, sostuvo que sueña "con una Patria más equilibrada socialmente, en donde quienes tienen compartan y no sólo acumulen". Seguidamente, el Arzobispo agradeció a Cristina Fernández por los aportes que hizo el Estado a la Iglesia argentina. "Sin su aporte hubiera sido imposible renovar esta casa de Dios y de todos los hermanos", destacó.
"Deseo agradecer en la persona de nuestra Presidenta al Estado nacional que destino aportes importantes para hacer realidad el compromiso asumido en su primer decreto por el entonces presidente Néstor Kichner. Sin esta asistencia no hubieran sido posibles muchas de la refacciones", finalizó Radrizzani en su homilía.
Por la tarde, la Presidenta encabezará los festejos por el 203º aniversario de la Revolución de Mayo.